Una semana después.El funeral de Silvio fue bastante emotivo, demasiado para un traidor como él, y me molestaba muchísimo, ya que mi familia ni siquiera pudo tener uno.— ¿Estás bien? — me preguntó Fabien, que estaba a mi lado.— Ni siquiera sé dónde están sepultados mi padre y hermanos — le dije con un nudo en la garganta.Fabien me acercó a él, yo oculté mi cara en su pecho y lloré, yo ni siquiera había tenido tiempo de llorar su partida, me habían arrebatado todo eso. Fabien me apartó, me tomó de la mano y me arrastró con él, yo caminé a su lado mientras todos allí nos quedaban viendo, Fabien y yo caminamos por un par de minutos, hasta que nos detuvimos.— Se merecían tener cristiana sepultura — me dijo Fabien.Yo miré las tumbas a mis pies y caí de rodillas en el césped, me abracé con fuerza y seguí llorando.— Si pudiera devolver el tiempo, te juro que cambiaría tantas cosas. Perdón, Carolina, perdón por haberte arrebatado a tu familia — me dijo él.Yo levanté la vista y lo qued
4 AÑOS DESPUÉS Hoy Fabien cumplía años, y yo me había encargado de hacer una pequeña reunión con algunos socios y familiares. Desde hace un par de años, yo empecé a encargarme de algunos negocios, no tan grandes e importantes como los de Fabien. Entre mi florería y la crianza de Valentino, me tenían muy ocupada. — Señora Salvatore, ya le eh traído lo que pidió — me avisó el hombre que ahora se encargaba de mi seguridad. Yo asentí con la cabeza. — Vamos — le dije. El y yo nos dirigimos a una de las habitaciones que se utilizaban para hacer interrogatorios, mi guarda espalda abrió la puerta y yo entre. Sonreí un poco, y me acerque a mi invitado. — Que bueno verte, ¿estas cómodo?— Le pregunté. Mi guarda espaldas me alcanzó una silla y yo me senté, cruce las piernas y sonreí más ampliamente. Berluscone que estaba frente a mi, amarrado de pies y manos me miro con odio. — Cuando salga de aquí voy a matarte, y también mataré a tu hijo, pero primero me lo voy a follar frente a ti — Me g
Tenía que hablar bien con Muriel, ella no podía llevarse una mala impresión mía. Yo era un hombre culto, educado, bueno en la cama, sexy, millonario y un muy buen besador. Yo era casi perfecto. Le iba a demostrar que no iba a encontrar un mejor hombre en esta tierra. La puerta del sauna se abrió y entró Vlad con su típica mala cara. Yo lo miré y respiré profundamente. — Mikha, Salvatore quiere hablar contigo — me dijo. ¿Qué carajo quería Salvatore? ¿Y por qué tenía que venir a molestarme a estas horas? — ¿Pero qué m****a quiere ese hombre? ¿Por qué no envía un mensaje como una persona normal? — me quejé. Salí del sauna junto a Vlad. Salvatore estaba en el recibidor de mi casa. Él me miró y desvió la mirada inmediatamente. — ¿Qué haces aquí? — Yo le pregunté mientras ponía mis manos en la cadera. Odiaba que interrumpieran mi momento de relajación. Él me miró muy mal. — Uno de mis socios te quiere conocer. Sería un buen negocio hacer trato con ese hombre — me comentó. Salvatore p
Hoy la casa estaba completamente llena, la familia de mi padre estaba de visita, tenían algún tipo de reunión, de la cual yo no podía participar, y posiblemente nunca lo pueda hacer, mi padre en realidad no era mi padre, yo solo era un huérfano del cual él tuvo piedad.Mi padre adoptivo es la cabeza de una de las familias más importantes entre la mafia, y yo solo soy la vergüenza de la familia de mi madre; mis abuelos me odiaban, siempre me recuerdan que yo no debería estar vivo. Mi madre se suicidó cuando yo nací, según lo que me han contado y he escuchado. Ella fue raptada meses después de casarse con mi padre. Nadie sabe realmente qué vivió allí, pero está claro que abusaron de ella, y de esos abusos, nací yo. No era de extrañar que nadie me quisiera, ¡yo era el hijo de nadie! Un mal chiste, el hijo bastardo.Mi hermano, el verdadero hijo de mi padre, se acercó a mí, me miro y sonrió de oreja a oreja, el tan solo era un año menor que yo, pero siempre vivía atormentándome.— ¿Qué ha
Llegué de visita a casa de mis abuelos. Ellos, como era costumbre, me ignoraron por completo. Hoy había terminado mi año escolar con honores y quería mostrárselo, tal vez ellos se sientan orgullosos, tal vez si era el mejor, ellos llegarían a amarme. Yo me acerque a mi abuela que estaba en el jardín y le enseñe mis notas. Ella tomo el trozo de papel, lo miro y después a mi. — al menos no eres un retrazado. — me dijo con disgusto. Yo respire profundamente, tenia rabia, mucha rabia. — ¿Por qué estás aquí? ¿Acaso De Santi ya se aburrió de ti? — me pregunto. Guardé las notas en el bolso. Me sentí decepcionado, había esperado algo que era obvio que no iba a pasar, yo era un tonto, uno que aun creía que había esperanza para mi. — Yo no tengo la culpa de lo que le pasó. ¿Por qué tienen que culparme de su muerte? ¡Yo solo era un bebé! Yo no la mate — le dije con la voz quebrada. Mi abuela me miró con rabia y me dio un golpe en la cara. — ¡Por ti ella murió! ¡Claro que tienes la culpa!
Hoy era mi cumpleaños número dieciseis, y me sentía más solo que nunca. Respiré profundamente; mi vida era un completo desastre. — Hola — me saludó una chica que yo no había visto en mi vida.Yo le puse mala cara de inmediato.— Quiero estar solo — le dije. Ella sonrió y se sentó a mi lado. Después sacó una pequeña caja y me la entregó. — Feliz cumpleaños — me dijo con una sonrisa. Yo la miré con el ceño fruncido. — ¿Esto es una broma? — le pregunté de mal humor. Ella negó con la cabeza de inmediato. — Solo pensé que te gustaría — me dijo. Yo le devolví la caja. — No te conozco — le dije. Ella se mordió un poco el labio inferior. — Soy Carolina, ¿y tú eres Fabien, verdad? — me preguntó. Yo asentí con la cabeza, ¿pero como ella conocia mi nombre?— Aléjate de mí — le dije. Ella me miró mal. — Eres un odioso de primera, no volveré a hablarte nunca más — me dijo. Ella se levantó y caminó lejos de mí. A un lado en la banqueta estaba la pequeña caja de regalo. Yo la recogí y
Pase dos semanas en casa recuperándome, y aunque estaba hecho polvo, me sentía bien, había comprendido de una manera tan cruel que el amor existe, y ahora se que mi padre me ama, aunque no sea su hijo. Hoy había decidido ir a la escuela, odiaba ausentarme, pero debido a mis heridas no pidió venir. — ¡Fabien! — grito la voz dulce de una mujer. Yo me di media vuelta y la mire, ella se acerco a mi y me miro de arriba a abajo. — ¿Qué te paso? — me pregunto. Yo me encogí de hombros. — te dije que te alejaras de mí, no me agradas — le dije. Ella sonrió un poco y se acerco mucho más a mí, se puso de puntilla y me dio un beso en los labios. — eres muy gruñón — me dijo. Se separo y salió corriendo, yo lleve mis dedos hasta mis labios y los acaricie un poco, era mi primer beso. — se lo diré a padre — me amenazo mariano que caminaba a mí. Yo lo mire con rencor. — deja de molestar o te daré otra paliza — lo amenace. El se rio de mí. — si yo soy infeliz tú también lo serás — me dijo.
Hoy todo era un caos en la floristería, pronto sería San Valentín y todos estaban encargando arreglos florales. ¡Me encantaba San Valentín! era la mejor epoca del año, incluso mas que navidad.— ¿Carito, puedes venir? Necesito tu ayuda para esto — me llamó papá, y fui rápidamente. El estaba junto a un enorme arreglo floral. — ¿Y esta monstruosidad para quién es? — pregunte. Era un enorme arreglo de flores azules, las más caras, pero perturbadoras. — Está en la libreta, ¿puedes ayudarme a sostenerlo? — me pregunto. asentí y ayudé a papá. El arreglo era muy exagerado, tanto por el tamaño como por el precio. Papá terminó el arreglo y lo dejó a un lado, su respiración estaba entrecortada por el esfuerzo. Deje el anorme arreglo a un lado. Miré la libreta y leí el mensaje y el nombre de la persona que lo recibiría. — Fabien Salvatore — dije en voz alta. Ese nombre de alguna manera se me hacia conocido. — Eres el infierno que quiero — decía el mensaje. Un escalofrio recorrio toda mi