REGRESO OBLIGADO

Alexa Castro

Después de esa noche abandono el hotel, en lugar de volver a Estados Unidos al terminar la luna de hiel, compro un apartamento pequeño y se matriculo en la universidad estadal, validando sus estudios previos.

—Le comunico al abuelo su decisión y aunque, no estuvo de acuerdo lo respeto, y fue así que decidía quedarse en Paris.

Solo para no volver a toparse con Armando hasta que lo haya sacado para siempre de su corazón y de su mente.

La mente juega malas pasadas, fragmentos de la noche pasan por su cabeza y siente mucha vergüenza consigo misma, nunca había sido tan irresponsable.

Al mes de casados, puede ver fotos de Armando, con varias mujeres, ¡gracias a Dios nadie se entero de su boda! Sería el hazmerreir de sus amigas.

El siguió siendo él mismo inmaduro y promiscuo de siempre, ella tiene amigas que no saben que ellos están casados, y le cuentan sus aventuras con él, ella siempre mantiene una sonrisa y finje que no le duele.

Armando toma el control de la empresa del abuelo, y según los informes que ha recibido Alexa, esta lapidando la herencia de los fos, ¡es tan infantil! En ese momento él está en uno de sus de viaje, con una de sus amantes una mujer casada son un par de depravados, ella no puede evitar seguir los pasos de su esposo de papel

La universidad fue fácil para Alexa, durante el primer año no hace muchos amigos, no confía en nadie, gracias a la mala experiencia con Armando.

Sin embargo, un día en la cafetería de la universidad mientras comía una tarta de manzanas, conoció a un nuevo amigo.

— ¿Puedo sentarme?— Cuestiona el hombre, con un acento francés delicioso, es extremadamente atractivo, alto, atlético de piel clara y ojos caramelo

—Claro. — Respondio, tranquila y sigo en lo suyo, hay muchos hombres guapos en Francia...

—Soy fotógrafo, me gustaría tomarte unas fotografías para una revista. — Propone mientras desliza una tarjeta por la mesa.

—Estoy algo ocupada. —Respondio ella.

—No es problema, solo necesito tu permiso para tomarte fotos, te prometo que no voy a intervenir en tuu vida. — Me explica dejándome con el ojo cuadrado…

—Bueno, si no vas a molestar, puedes hacerlo. — Le respondo sin saber hasta qué punto se metería en mi vida…

El día de la graduación, el abuelo me visita haciéndome muy feliz con su presencia, compartimos juntos semanas, fuimos: Al cine, visitamos la torre Eiffel, los sitios históricos, nos hicieron retratos de carbón, visitamos varias galerías, mi abuelo es apasionado del arte igual que yo—

Durante ese tiempo, ignoramos el elefante blanco, el sabe que Armando es un idiota, recibe el titulo, con honores de gerencia de negocios internacionales, si antes tenía una vida ocupada, a causa de su enfoque en los estudios, este año está peor…

Apenas graduada le ofrecen el puesto de CEO en una trasnacional en crecimiento, ese año, bajo mi guía la lleva a la cima del éxito, sin exagerar.

— ¿Tú otra vez aquí?— Le pregunto a mi amigo que esta acostado en mi cama viendo televisión con toda la confianza del mundo, entra y sale de la casa de ella, cómo perro por su casa.

—Te estaba esperando, necesito que me acompañes a una exposición— Me invita.

— ¿Cuándo es?— Le pregunto inocente

—Esta, noche. — Responde con una sonrisa guasona.

— ¿Estás loco? son las seis de la tarde no tengo tiempo para arreglarme. — Respondo tirando mi cartera en un sofá.

—No te preocupes, ya viene alguien a maquillarte y en el closet esta todo lo que necesitas. — Me explica dándome un beso en la mejilla

—Deberías buscarte una novia. — Le digo a modo de broma.

—La chica que me gusta, no me da ni la hora.— Dice viéndola a los ojos. ¡O por Dios cuando se pone con estas cosas me siento muy incómoda!, es decir lo quiero mucho, pero no siento nada por él, hice el intento, no funciono, mi corazón parece estar cerrado para el amor.

—Deberías darte la oportunidad con alguien más. — Le respondo

—Al igual que tú, no todos somos tu esposo. —

Me deja sin palabras sé que tiene razón, pero no puedo hacer nada para que mi corazón funcione de una forma diferente.

El timbre de mi apartamento rompe el momento incomodo es el estilista. El sitio donde me invito es una galería donde hay una exposición de sus fotografías, siempre hay partes de mi por aquí y por allá en sus fotos, me sorprendo al ver una en las que estoy dormida, todo el tiempo esta como una mosca a mi alrededor, se ha hecho como una extensión de mi misma.

—Es un año difícil para mí, pero logro adaptarme fácilmente y los millones comienzan a sumarse a mis cuentas, después de seis logre duplicar mi herencia.

Ese es el motivo por el cual el abuelo me quiere al frente de las suyas, yo siempre he tenido una mente privilegiada para los negocios

Lo único que lamento es seguir recibiendo noticias de Armando

Un día como cualquiera en medio de una importante junta al día siguiente, mi asistente interrumpe con el teléfono en la mano

—Señora debe atender esta llamada. — Explica nerviosa.

—Estoy ocupada. — Respondo entre dientes, ella sabe que me molesta que la molesta que la interrumpan en un momento tan importante

—Es sobre su abuelo. — Me Informa y en ese momento tomo el teléfono

—Hola—

—Señorita Alexa—

—Soy yo. —

—Soy el doctor Alejandro Armas. —

— ¿Qué desea doctor?— Pregunto preocupada, mis socios permanecen en silencio sin entender una palabra de mi español.

—Lamento ser portador de malas noticias, pero su abuelo tuvo un infarto y le queda muy poco tiempo de vida. —

—Mi abuelo hablo conmigo ayer, eso no puede ser posible. — Responde sentándose, las piernas no le funcionan, sus manos tiemblan, para ella eso es muy difícil, su abuelo es la persona más importante de su vida, no tiene a nadie más.

Pero la vida es así de frágil, un día estamos y al siguiente somos historia.

—Así son las cosas, con la salud nunca sabemos. — Responde él y yo no le respondo nada en lo absoluto, su respuesta es llorar como una niña ella nunca llora, pero en este caso es inevitable.

—Es un privilegio para mí la confianza que me han depositado, pero debo regresar a España, mi abuelo me necesita. — Les explica a sus socios, sorbiendo sus mocos.

—Alexa, debes saber que estamos para lo que nos necesites. — Me dice él seños Víctor Moreau.

—Gracias señor por toda su confianza. — Les digo dándoles un abrazo.

—Me haces sentir viejo cuando me dices señor. — Dice el señor Moreau haciéndome reír

—Es cierto, están ustedes en la flor de la vida. — Les digo yo, mis socios, tiene edades entre los 60 y los 70 años…

—No te olvides por nosotros y lo más importante, no olvides nuestras empresas. — Me ruega Carlos

—No se preocupe que no lo haré, además hare todo lo posible por traer a mi abuelo para acá, se llevara muy bien con ustedes.—

—Sera un placer conocerlo. — Dice el señor Carlos, me despido de allí y salgo directo al aeropuerto, solo con mi cartera y documentos personales.

Todo lo material, podemos recuperarlo, pero la vida y el tiempo que le dedicamos o no a nuestra familia eso, eso no tiene precio.

Mi corazón late a mil por horas a causa de la incertidumbre, del miedo, no quiero ni siquiera pensar en ver a mi abuelo al borde de la muerte.

Compro un boleto en primera clase, en ese momento de angustia ni siquiera recuerda su inminente reencuentro con Armando.

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