JUGANDO CON FUEGO

Alexa Castro

Son la diez de la noche cuando decido volver a casa, no he comido casi nada, me llevo las conclusiones de la mayoría de las cosas que analice sola, es increíble lo incompetente que fue Armando.

 Lo más obvio, es que quebró la empresa para que yo no obtuviese nada, es muy estúpido al pensar que no me daría cuenta de lo obvio, ¿Quiere jugar? yo también sé hacerlo y muy bien.

Las empresas fantasmas que se llevaron el dinero, el dueño es anónimo…Nadie le da dinero a otro sin conocerlo.

 Si él tiene su fama de diablo, no conoce la mía de diabla y eso me da ventaja sobre él, me subestima y de eso me aprovechare.

Lo primero que haría una persona común y corriente, seria vender la mayor cantidad de acciones a precios de regalo, él cree que yo venderé…

Me piensa comprar lo mío todo devaluado, el dinero no me importa, lo único que me molesta, es que con sus acciones egoístas dañara a mi abuelo y su legado.

Hay mucha gente que aprecian a esta empresa y sé que harán todo por ayudarme…

 Pienso mientras manejo hasta la casa en silencio mi cabeza no deja de pensar, en posibles soluciones, creo que esta noche no duermo, con los engranajes de mi cerebro funcionando a mil.

Subo a mi habitación con sigilo, todo está en absoluto silencio y en penumbras, no quiero molestar a nadie a esta hora, debo pasar por el frente de la habitación de Armando y escucho a Amanda reclamar histérica

— ¿Es porque regreso esa m*****a, que no quieres tocarme? —

—Se que se refiere a mí, pero no me interesa ¡estoy muy cansada! así que sigo de largo, pero escucho claramente cuando Armando le responde

— Tú ya no me inspiras nada, ella tampoco nunca lo ha hecho. —  

Ouch, eso hirió un poco en mi orgullo, ¡es un desgraciado!…Pienso, pero él no va a detenerme, jump así que no le inspiro nada…Ya verá él quien soy yo.

         Me doy un baño de espuma en la bañera, me relajo hasta que el agua se enfría, tengo la sensación de ser observada, pero no le doy importancia, hasta que me levanto para salir y mi esposo me observa con los ojos oscurecidos por el deseo estoy ¡totalmente desnuda!,

 trato de actuar natural, como si estar frente a un hombre desnuda fuese algo normal para mi, tomo la salida del baño y me envuelvo en ella seria.

La verdad esta situación me removió todo tipo de sensaciones dentro de mí, mi pulso se disparo y mi cuerpo se calentó ante sus ojos.

— ¿Necesitas algo?—  Le pregunto y el sacude la cabeza intentando recuperar el control de sí mismo, estaba perdido viéndome las piernas expuestas

— ¿Cómo te fue hoy?— Me pregunta, después de un carraspeo

— ¿Cómo crees que me fue?—  Le pregunto, cruzando mis brazos, tratando de contener las ganas de golpearlo, es un hombre exasperante

— Mal, la situación de la empresa es insostenible, tenemos que vender. —  Propone él, y en mi cabeza suena la palabra ¡bingo!, no me equivoque, eso es lo que quería desde un principio.

— No lo sé´, no quiero vender. —  Respondo  para ver que va a hacer él para convencerme.

— Debes hacerlo las acciones no valen nada, si no lo haces perderemos mucho mas, ¡no quedará absolutamente nada! — Explica, él mientras yo lo miro fijamente, es tan descarado.

— Seria bueno, perseguir al estafador que se llevo el dinero de la empresa ¡No puede habérselo tragado la tierra! —  Le sugiero, sin perderme ningún detalle en sus expresiones faciales—.

— ¿Crees que no moví cielo, mar  y tierra para localizarlo?—  Me dice y sus ojos se mueven ligeramente a la izquierda, ¡miente! El lenguaje corporal no miente.

— Creo podríamos hacer un último intento, por atraparlos. —  Sugiero, como si no supiera cual es su juego.

— Solo gastaras el poco dinero que queda en algo que ya no tiene remedio. —  Me dice él tratando de detenerme.

Me acerco lentamente intentando parecer enigmática — Armando, todavía no conoces mis alcances, nunca te preocupaste por conocerlos, pero ahora es tarde. —  Susurro cerca de él,

Comienza a respirar agitado, de cierta forma me afecta su cercanía, pero no como antes, mientras que él luce muy intranquilo…

No debo confiarme, el es un maestro del engaño, ha tenido las mujeres que ha querido y aunque estoy hermosa, lo sé, por sus manos han pasado supermodelos, lo que me quita algo de mi confianza al estar a su lado.

— Armando. — Saboreo cada silaba en un ronroneo que se enloquece a los hombres,

— Siiii. —  Responde él, con la voz ronca.

— Puedes salir de mi habitación, estoy agotada. —  Le digo abriendo la puerta.

— Hasta mañana querida. —  Se despide Armando depositando un beso suave en la comisura de mis labios, Amanda esta parada en el pasillo viendo nuestra despedida, cosa que me encanta por lo que soy un poco más osada.

— Hasta mañana. —  Susurro sensual, devolviéndole el beso, el sale atolondrado y yo sonrió con malicia no soy una tonta, y definitivamente Armando trae algo entre las manos, lo conozco bien…Crecimos juntos.

Sin embargo me encanta que Amanda haya visto la escena de despedida entre los dos, para mí todo fue una actuación

Aunque el desgraciado, tiene ese no sé qué, que me sigue haciendo estremecer, ¡pero prometo que no caeré de nuevo a sus pies! en tal caso será el, quien bese el suelo que yo piso.

Me acuesto en la cama, pero mi mente sigue ideando varios planes para recuperar la empresa y vengarme de mi esposo, ¡necesito esa venganza tanto como respirar!, mi orgullo de mujer lo necesita.

Armando Fernández

—Qué diablos me paso allí adentro, ¡un simple beso me revoluciono todo!, tengo que hacer algo para que la tonta esa no husmee donde a mí no me conviene. — piensa Armando luego de despedirse de ella.

Por lo menos sé que esta vez no me voy a aburrir, “entreteniéndola” pienso tocando el lugar donde me beso, se que lo hizo porque Amanda nos vio, no es tan santa como aparenta frente a mi abuelo.

Es sexy y tiene los senos más hermosos que he visto en mi vida ¡y naturales!

Por poco le hago el amor en nuestra luna de miel, lo único que me detuvo fue que estaba borracha, pensar que seguramente en este tiempo otro la ha tocado me enferma.

Eso me hace odiarla un poco más si eso es posible.

 Tarde o temprano Alexa acabara en mí cama, es una lástima el tiempo que he desperdiciado casado y sin tocar a mi esposita.

 Procurare quitarle el dinero que según ella le corresponde, ¡mi abuelo tiene  un solo nieto y soy yo!, no voy a permitir que esa trepadora se lleve absolutamente nada de lo que por derecho me pertenece.

Lleva años planificando todo esto, lo del abuelo fue un daño colateral… pero no permitirá que por su senilidad, le entregue todo a ella.

 Muy pronto será libre, aunque eso no me devuelva al amor de mi vida, han pasado muchos años y aun no puedo olvidar a María, ninguna otra mujer ha ocupado el lugar que le pertenece a ella.

Alexa puede ser una mujer hermosa pero a mí las mujeres sobran, a ella la envolveré para que caiga en cada una de mis trampas y disfrutaré en el proceso.

Medita mientras toma un trago de whiskey a las once de la noche, tiene otra empresa que abrió con el dinero extraído de empresa de su abuelo, él es su propia competencia y hará lo necesario por absorber la empresa de mi abuelo por completo en la primera oportunidad.

 No hay forma de que su plan falle, ya la empresa esta descapitalizada por completo, ni el mejor CEO podría sacarla de la quiebra, mucho menos una niñita mimada sin experiencia que vive del dinero de sus amantes, piensa Armando antes de acostarse con su conciencia tranquila ya que está  haciendo lo que es correcto para él.

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