Armando FernándezEstá concentrado o tratando de concentrarse en unos planos frente a él, cuando entra José Luis (su mejor amigo) a la oficina.La culpable de su falta de concentración tiene nombre y apellido Alexa Castro, y es que la imagen de ella desnuda en la bañera no sale de su cabeza.Obvio ha estado con mujeres con mejor cuerpo que ella, pero el hecho que se resista la hacen más apetecible…Lo difícil o lo prohibido siempre tiene un sabor más dulce.— Necesito consultarte algo de forma urgente...—Suelta su amigo sin saludar y sentándose frente a el.— ¿Qué demonios haces aquí? Sabes que no puedes venir acá vas a arruinar todo— Ladra Armando poniéndose de pie. Esta es la sede de la empresa que fundó hace mucho tiempo en la que ha invertido todo ha tenido mucho éxito, pero nadie puede enterarse que él es el dueño…Ya que no piensa darle nada a Alexa luego del divorcio.— No seas tonto, soy discreto, pero lo que vengo a decirte es más serio que el dinero. — Suelta algo nervioso Jo
Alexa CastroUna forma de desestabilizar al enemigo, es hacer movimientos inesperados, envió a todos los empleados a casa por dos semanas, de vacaciones.Las decisiones de Armando solo generaron perdidas, con el poco capital que dejo, ordeno hacer una renovación total por dentro y por fuera con el equipo de arquitectos y diseñadores con el cual contamos. Los directivo se quedan de piedra con mi decisión pero no cuestionan nada…Todos piensan que esta empresa no tiene salvación de todas formasMi abuelo hablo con el personal en privado y aseguro que si alguien podía salvar la empresa era yo.— Como se supone que esto va a beneficiar la empresa. — Cuestiona José LuisArmando ni se ha aparecido por aquí, pero lo mande a investigar y confirme, mi sospechas no solo trabaja para la competencia ¡él personalmente es la competencia!, estoy segura que es dueño de la empresa fantasma que se llevo el dinero de la empresa de mi abuelo— Si algo he aprendido en esta vida es tratar con serpientes p
Armando Fernández En la guerra y en el amor todo se vale, al verse descubierto piensa volver al plan original, envolver de tal forma a Alexa, hacerse el arrepentido, con la única intensión de que ella voluntariamente firme la cesión de las acciones de la empresa Si antes llevaría algo de dinero en el bolsillo de esta forma no se llevara un centavo, ella es astuta el lo admite ahora, pero no tiene idea de que el es él mismo diablo y su experiencia no la venden en ninguna cajita. Compra un ramo de rosas rojas, ni siquiera recuerda cual es su flor favorita y es que aunque creció con ella, nunca le presto atención, ella era tan fea, pecosa, insignificante y desgarbada. Debo decir que cuando estaba pequeña era tan delgada, tenía los dientes torcidos, su pelo era un nido de pájaros… La mujer que volvió de Francia es preciosa. —Te juro que la dejare sin nada. — Se dice a si mismo viéndose en el espejo retrovisor. Apenas entra a casa encuentra al mi abuelo con Alexa comiendo en la mesa,
Armando Fernández La salida al cine será la primera de muchas salidas con “mi esposa” pronto la tendré comiendo de mi mano, sin embargo tengo un as bajo la manga para que ella crea en mi “arrepentimiento” sincero, por alguna razón me he ganado a pulso el pseudónimo de Damon. El sexo vainilla no es lo mío, desde la primera vez tendrá que acostumbrarse a mí forma, pienso viéndola salir con la misma ropa aburrida de siempre. —Te ves preciosa. — Ella como respuesta se ríe de forma escandalosa —No seas tan mentiroso, deje mi ropa en casa cuando me vine, esto es lo que usaba la vieja Alexa. — Dice ella sin dejar de sonreír. — ¿Y qué usas ahora?..— Pregunto aburrido, queriendo parecer interesado, prefiero pensar en tenerla denuda, vestida pues puede usar lo que le plazca. —Te sorprenderé, mañana voy de compras. — Me dice ella, es momento de deslumbrarla — ¿Puedo ir?—Pregunto, no pienso perder una sola oportunidad. — ¿No estarás muy ocupado? — Me pregunta ella, mientras nos subimos al
Alexa Castro No soy tan tonta como para dejarme engañar con el cambio repentino de Armando, pero me resulta divertidísima la forma en que se esfuerza para complacer todos mis caprichos. Mañana definitivamente se va a arrepentir de haber decidido ir de compras conmigo Necesito tacones, vestidos, abrigos, maquillaje, es que cuando me vine deje todo tirado, o casi todo… Excepto las empresas que dirijo, eso, no las descuido en ningún momento y mis órdenes son respetadas por los demás socios, soy una mujer joven pero me gane a pulso mi lugar en los negocios No hay que subestimar al enemigo, pero Armando lo ha hecho…Ni siquiera se ha tomado la molestia de investigar lo que hacía en Francia. El piensa que vivía de Leo, eso me enerva de alguna forma, como si pensara que soy una mujer incapaz, pobre tonto no tiene idea de quien lo golpeara., medita perdiendo su concentración solo por un instante. Alexa trabaja en la cama con su laptop hasta altas horas de la noche, piensa que el éxito
Alexa Castro Alexa necesita ocupar su mente en otras cosas que no sea su esposo, por lo que apenas se levanta entra al gimnasio de la mansión para drenar algo del estrés que él está causando Pero precisamente cuando está haciendo sentadillas, entra Armando y la observa sin disimulo. — ¿Se te perdió una igual?— Bromea poniéndose de pie, dando finalizado el entrenamiento, se siente incomoda con la mirada de el —Creo que no la he perdido. — Responde sin apartar la mirada, la tensión sexual es algo palpable, ella no encuentra donde meterse, la presencia de el es demasiado poderosa Así ella lo niegue el ambiente cambia cuando ellos están en un mismo espacio. — ¿No viniste a ejercitarte?— Pregunta y el sonríe, acercándose a ella, por instinto ella da un paso atrás. — ¿Me tienes miedo?—Pregunta desafiándola, la conoce muy bien y antes esto funcionaba, la antigua Alexa se habría quedado a demostrar su valentía... Esta Alexa más sabia piensa “Es mejor decir aquí corrió, que aquí murió
Alexa Castro Apenas, llegamos a casa, salgo corriendo del auto como una niña, Leo sale a la entrada de la casa a recibirme y yo salto encima de él Solo tengo semana y media aquí pero no se vivir sin él, tal vez lo que siento por Armando es solo atracción, mi subconsciente responde a su vez a este pensamiento —Sabes que no es cierto. — Hago caso omiso a mis pensamientos y lloriqueo—Te extrañe. — —No más que yo. — Responde el, un carraspeo a mi espalda me saca de la ensoñación, cuando volteo veo a Armando rojo de la rabia y cargando mis compras —Leo, es Armando, Armando él es Leo. — Los presento, no sé porque me siento incomoda, mi abuelo ve la escena desde lejos… —Su novio. — Suelta Leo extendiendo la mano, siento el impulso de rodar los ojos pero me contengo, no es necesario etiquetas, ni marcar territorio ¡no soy un objeto! —Su esposo. — Expresa Armando, con una sonrisa hipócrita levantado las manos con las compras para no darle la mano. Esto parece un concurso de meadas no
Armando Fernández Salgo de la casa, hecho una furia al ver como Alexa entro a su habitación con su “novio”, no puedo permitir un acercamiento entre ellos. Desde que ella llego a la casa solo yo tengo derecho a tocarla, ¡es mi m*****a esposa!, no permitiré que este con un amante en la casa. Si antes no la toque fue por estúpido, pero ella es mi esposa, por lo tanto no voy a permitir que otro hombre le vuelva a poner una mano encima, ¡Pero está en la habitación con él tal Leo! Subo a mi auto y en medio de la rabia acelero el auto sin tener en cuenta el pavimento mojado…pierdo el control del auto e impacto con un poste… ¡Esto duele! Pienso cuando me quedo blanco del dolor. Me duele un brazo, muchísimo, salgo con dificultad del auto y caigo de rodillas en el suelo. Un hombre se acerca y me ayuda a levantar, el auto comienza a incendiarse, el señor mayor llama una ambulancia, detesto el olor de la sangre me da nauseas. El dolor del brazo es tan fuerte que debo acostarme en el suelo,