Alexa Castro
Despierto muy temprano y al entrar a la cocina, esta Amanda y una señora mayor que no conozco preparando la comida.— Buenos días. — Saludo y me sirvo yo misma un café, me revuelve el estomago estar cerca de Amanda, ella me hizo mucho daño en el pasado.— Señorita, no tiene que hacerlo yo le sirvo, soy Katia. — Se presenta estrechando mi mano luego de secarla, está cocinando panqueques de arándano, ¡Mis favoritos, hace mucho que no los comía!— El señor Fernández ordeno que cocináramos esto para usted. — Explica con una sonrisa, sorprendiéndola— Mi abuelo es tan lindo— Suelta emocionada por estar cerca de él de nuevo— No en realidad fue el señor Armando. — Aclara y eso es muy extraño, Alexa está muy acostumbrada a la hostilidad de su esposoCuando ingresa al comedor, Armando la mira fijamente haciendo que se sienta incomoda— Te ves hermosa como siempre. — Halaga el abuelo, ella sabe que no se ve tan bien, toda su ropa a la medida está en Francia.— ¿Adónde vas a esta hora?— Cuestiona el abuelo mientras come.— A la empresa abuelito. — Le responde dándole un beso en la frente antes de sentarme a su lado, Armando me observa con los ojos entrecerrados, se que detesta la idea que pise,”su territorio”.— Yo creo que no podrás hacer mucho. — Confiesa el abuelo y Armando rueda los ojos— Solo vienes por el dinero ¿Cierto?— Acusa Armando celosoAlexa rueda los ojos pensando, ¿es estúpido a ser la echa? ¿Cuál dinero, si supuestamente la empresa está al borde de la banca rota?— Obvio que no ¿Cuántas veces pedí dinero para vivir en Francia?, no necesito nada tuyo— Aclara ella.— Allí tenías quien te mantuviera. — Dice refiriéndose a mi “novio”.— ¿Estas celoso?— Cuestiona, Alexa burlándose de él, en lugar de confrontarlo y aclararle que ella es una mujer independiente y capaz.— Para tu información, mi nieta tiene un trabajo excelente. — Explicar el abueloElla le advierte con la mirada que no hable demás, mientras menos sepa de su vida mejor— Pero eso no le importa a mi esposito. — Suelta ella, fingiendo disfrutar la comida— A buena hora te vienes a acordar que tienes esposo. — Refunfuña, ella no entiende que le reprocha, él la envió lejos y ella allá se quedo.El abuelo y ella charlan sin incluirlo en la conversación. —¡Debo irme se va a hacer tarde, nos vemos luego!. — exclama ella dándole beso de despedida a mi abuelo— ¿Y a tu esposo?— Pregunta Armando— Jodete. — Responde ella y el boquea ofendido “aparentemente”Sale e intenta tomar un taxi por media hora, y pierde el tiempo además le duelen los pies los tacones que escogió hoy, son muy altos.Un auto se detiene a un lado, baja la ventanilla y adentro esta Armando — ¿Te llevo?— Pregunta ya vestido, con un traje gris con corbata roja— Si, gracias. — Le digo abordando el asiento de copiloto.— Nunca pensé que diría esto, pero estas muy linda. —Es la segunda vez que se lo dice en el día y ella solo sonríe.— ¿Y a mí no me dices nada?— Pregunta coqueto Ella siempre lucho por su atención, le escribía cartas de amor, le dedicaba canciones, le dejaba ver todo lo que sentía por él….Pero todo es diferente ahora que ha madurado.Ella sonrie para disimular lo incomoda que se encuentro —Estas más gracioso que nunca. — Respondió, sin decirle lo que él quería escuchar.Si está más guapo si eso es posible, es el hombre más lindo que ella ha visto en su vida, pero también conozce las peores versiones de él; Déspota, mujeriego, clasista, narcisista… ¡su aspecto físico es lo que menos importa!Apenas llegan a la entrada de edificio, y ella ve problemas, está bastante deteriorada, somos una empresa de construcción y ¡la fachada es una m****a!Boqueo indignada con ganas de golpear al hombre que está a mi lado—No puedo creerlo. —Exclama indignada— La verdad, ya está en bancarrota. — Dice descarado— ¿Por qué no me llamaste antes?— Cuestiona— No te llevaras nada. — Expresa con una sonrisa cínica.—¿ Crees que vine por eso?, ¡lo único que me importa es mi abuelo! y recuperare esto solo para que él no muera con una decepción en el corazón. — Revelo llena de rabia,¡Quiero golpearlo, pero la violencia no es la solución! Piensa ella con las manos hecha puño.— Baja me voy, acá no hay nada que hacer. — Suelta el patán abriendo la perta. Apenas Alexa entra a la empresa todos los viejos empleados se acercan a saludarla de besos y abrazos, paso su niñez corriendo por esos pasillos.Convoca una reunión de emergencia el personal esta desmoralizado porque dentro de un mes la empresa no puede pagarle a los empleados, es decir Armando se declaro en quiebra.—No va a ser fácil, pero voy a trabajar día y noche para que eso no suceda. — Les prometo— Estas muy hermosa, Alexa, pero con belleza no vas a lograr nada. — Explica José Luis el mejor amigo de su esposo.— Eso lo veremos. — Responde, mientras mil planes de emergencia se forman en su cabeza, es una mujer astuta para los negocios y siempre ve más allá de los problemas.— Quiero que me traigan informes de todo lo que ha ocurrido en la empresa en los últimos dos años. — Ordena seria.— ¿Todo eso?— Pregunta una chica algo perdida.— Si, todo: Balances, proyectos, ingresos, egresos, socios, cuentas, compromisos, ¡todo!— Explica, enumerando todo lo que necesito en primer momento, para analizar la situación real de la empresa.— Eso es mucho trabajo, querida, mejor te lo resumo en pocas palabras. —Me sugiere José Luis, .paseándose por la oficina, siempre me ha caído mal y ahora que esta acá dando opiniones que no se le han pedido peor— Vamos a la oficina y me iluminas un poco, de cómo esta empresa llego a este estado. —Le prestó toda la atención posible, puedo saber, si las personas mienten, por medio de su lenguaje corporal, pero debo prestar atención.— Desde que te fuiste, tu abuelo abandono todo, ya estaba cansado. — Me explica, me siento triste por mi abuelo —Eso lo sé, estoy preguntando por la gestión de Armando. — Le informo yo.— Bueno, las empresas que contrato, para llevar a cabo las obras, no cumplieron con las expectativas, usaron materiales de segunda para la construcción de una escuela que inmediatamente fue demolida por orden del estado, generando las primeras pérdidas.— Primer error, contratar personas sin antes conocer su reputación. — Suelta lo que se le viene a la mente.— Después contrato a otra empresa, que se llevo gran parte del capital desapareció, como si nunca hubiesen existido sin haber hecho nada, la obra la llevo a cabo otra empresa. — Me dice José Luis acercándose mucho a mí para mi gusto.— ¿Cual empresa?— Cuestiono—No lo sé, querida. —Dice el acercándose, demasiado para mi gusto.— Por favor, no invadas mi espacio personal. — Advierto— Deja de jugar a la empresaria seria, podemos divertirnos. — El no se preocupa por nada. Es socio minoritario de esta empresa pero tiene acciones en muchas más el tipo esta forrado, en dinero, no sé que hace acá...— ¿Por qué no ayudaste a Armando?— Cuestiono, obvio José Luis si conoce de negocios.— ¿Haz tratado alguna vez de convencer una mula?— Pregunta él haciéndome reír, por la comparación y es cierto cuando a ese hombre se le mete algo en la cabeza es más fácil, quitarle la cabeza que quitarle la idea.— Vamos a divertirnos por allí. — Invita él, en tono de suplica cuando entran tres mujeres con las manos cargadas, a las tres las conozco Ámbar, Sophie y Leticia— Lo siento pero, debo salvar una empresa será en otra ocasión — Evado la invitación me encantan los retos y salvar esta empresa es el mayor desafío al que me he enfrentado en los negocios, José Luis me observa y luego que sale sin decir una palabra más.— Están organizados por fechas. — Informa Leticia— Necesito una asistente. — Solicito, y ellas se ven entre sí como si pidiera algo imposible.— La empresa no se puede permitir contratar más personal. — Me informa Leticia, con las mejillas coloradas avergonzada.— Bien, la de Armando entonces debe estar desocupada. — Les respondo, seria.— No será de gran ayuda. — Susurra Sophie estrujándose las manos con nerviosismo.— Algo debe ayudar. — Susurro yo, llena de esperanza, con otra mano, es posible que termine de hacer los análisis que necesito en la mitad del tiempo.— No sabe nada. — Responde Ámbar segura de lo que dice.— Dígale que venga a presidencia. — Le ordeno a Ámbar, quien se da la vuelta mordiendo sus labio con fuerza a ejecutar mi orden.Comienzo a leer y analizar todo tomando nota de cosas importantes, para hacer un plan de acción que me permita atacar las debilidades de la empresa, las secretarias se marchan y media hora después, entra una supermodelo a la oficina.— Estás, despedida, te llame hace media hora. — Le digo seria, sabiendo que es la buena para nada asistente de Armando.— No me importa total, este es un castillo de naipes que en cualquier momento se derrumba. — Dice señalando todo…Con desprecio.— Recoge tus cosas de inmediato. — Ordeno, detallando la ropa de la asistente, es demasiado costosa y se dé quien exactamente son esos gustos en ropa femenina, nada más y nada menos que Armando, también esta botando dinero a diestra y siniestra con sus amantesLlega a la conclusión de que ese hombre no puede decepcionarla más, pero no tiene tiempo que perder pensando en él, ella le desmostrará de lo que es capaz muy pronto.Alexa CastroSon la diez de la noche cuando decido volver a casa, no he comido casi nada, me llevo las conclusiones de la mayoría de las cosas que analice sola, es increíble lo incompetente que fue Armando. Lo más obvio, es que quebró la empresa para que yo no obtuviese nada, es muy estúpido al pensar que no me daría cuenta de lo obvio, ¿Quiere jugar? yo también sé hacerlo y muy bien.Las empresas fantasmas que se llevaron el dinero, el dueño es anónimo…Nadie le da dinero a otro sin conocerlo. Si él tiene su fama de diablo, no conoce la mía de diabla y eso me da ventaja sobre él, me subestima y de eso me aprovechare.Lo primero que haría una persona común y corriente, seria vender la mayor cantidad de acciones a precios de regalo, él cree que yo venderé…Me piensa comprar lo mío todo devaluado, el dinero no me importa, lo único que me molesta, es que con sus acciones egoístas dañara a mi abuelo y su legado.Hay mucha gente que aprecian a esta empresa y sé que harán todo por ayudarme
Alexa CastroAlexa se levanta temprano con la intensión de intentar despejar su mente ver de nuevo a Armando la afectado así que decide hacer un poco de ejercicio, el ejercicio siempre le ha servido en estos casos.La mansión del abuelo cuenta con un increíble gimnasio comienza su rutina a las cinco de la mañana me enfoco en mis piernas y glúteos, el deporte me ayudo mucho con mi autoestima en el pasado y ahora simplemente lo amo.Cuando termino mi rutina de sentadillas me encuentro que Armando entro sin camisa y esta observándome.Aparto la mirada de inmediato, pero ya vi todo lo que tenía que ver, el está más guapo que nunca, pero solo físicamente.— ¿No vas a la oficina hoy?— Me pregunta viéndome de arriba abajo en mi ajustado conjunto deportivo.— No querido, ya no es necesario. — Respondo segura despejando el cabello de mi cara— Ya sabía que eras una mimada que no aguantarías el trabajo. — Critica pasando por mi lado, no aguanto y le tomo del brazo— No vine a demostrarte n
Armando FernándezEstá concentrado o tratando de concentrarse en unos planos frente a él, cuando entra José Luis (su mejor amigo) a la oficina.La culpable de su falta de concentración tiene nombre y apellido Alexa Castro, y es que la imagen de ella desnuda en la bañera no sale de su cabeza.Obvio ha estado con mujeres con mejor cuerpo que ella, pero el hecho que se resista la hacen más apetecible…Lo difícil o lo prohibido siempre tiene un sabor más dulce.— Necesito consultarte algo de forma urgente...—Suelta su amigo sin saludar y sentándose frente a el.— ¿Qué demonios haces aquí? Sabes que no puedes venir acá vas a arruinar todo— Ladra Armando poniéndose de pie. Esta es la sede de la empresa que fundó hace mucho tiempo en la que ha invertido todo ha tenido mucho éxito, pero nadie puede enterarse que él es el dueño…Ya que no piensa darle nada a Alexa luego del divorcio.— No seas tonto, soy discreto, pero lo que vengo a decirte es más serio que el dinero. — Suelta algo nervioso Jo
Alexa CastroUna forma de desestabilizar al enemigo, es hacer movimientos inesperados, envió a todos los empleados a casa por dos semanas, de vacaciones.Las decisiones de Armando solo generaron perdidas, con el poco capital que dejo, ordeno hacer una renovación total por dentro y por fuera con el equipo de arquitectos y diseñadores con el cual contamos. Los directivo se quedan de piedra con mi decisión pero no cuestionan nada…Todos piensan que esta empresa no tiene salvación de todas formasMi abuelo hablo con el personal en privado y aseguro que si alguien podía salvar la empresa era yo.— Como se supone que esto va a beneficiar la empresa. — Cuestiona José LuisArmando ni se ha aparecido por aquí, pero lo mande a investigar y confirme, mi sospechas no solo trabaja para la competencia ¡él personalmente es la competencia!, estoy segura que es dueño de la empresa fantasma que se llevo el dinero de la empresa de mi abuelo— Si algo he aprendido en esta vida es tratar con serpientes p
Armando Fernández En la guerra y en el amor todo se vale, al verse descubierto piensa volver al plan original, envolver de tal forma a Alexa, hacerse el arrepentido, con la única intensión de que ella voluntariamente firme la cesión de las acciones de la empresa Si antes llevaría algo de dinero en el bolsillo de esta forma no se llevara un centavo, ella es astuta el lo admite ahora, pero no tiene idea de que el es él mismo diablo y su experiencia no la venden en ninguna cajita. Compra un ramo de rosas rojas, ni siquiera recuerda cual es su flor favorita y es que aunque creció con ella, nunca le presto atención, ella era tan fea, pecosa, insignificante y desgarbada. Debo decir que cuando estaba pequeña era tan delgada, tenía los dientes torcidos, su pelo era un nido de pájaros… La mujer que volvió de Francia es preciosa. —Te juro que la dejare sin nada. — Se dice a si mismo viéndose en el espejo retrovisor. Apenas entra a casa encuentra al mi abuelo con Alexa comiendo en la mesa,
Armando Fernández La salida al cine será la primera de muchas salidas con “mi esposa” pronto la tendré comiendo de mi mano, sin embargo tengo un as bajo la manga para que ella crea en mi “arrepentimiento” sincero, por alguna razón me he ganado a pulso el pseudónimo de Damon. El sexo vainilla no es lo mío, desde la primera vez tendrá que acostumbrarse a mí forma, pienso viéndola salir con la misma ropa aburrida de siempre. —Te ves preciosa. — Ella como respuesta se ríe de forma escandalosa —No seas tan mentiroso, deje mi ropa en casa cuando me vine, esto es lo que usaba la vieja Alexa. — Dice ella sin dejar de sonreír. — ¿Y qué usas ahora?..— Pregunto aburrido, queriendo parecer interesado, prefiero pensar en tenerla denuda, vestida pues puede usar lo que le plazca. —Te sorprenderé, mañana voy de compras. — Me dice ella, es momento de deslumbrarla — ¿Puedo ir?—Pregunto, no pienso perder una sola oportunidad. — ¿No estarás muy ocupado? — Me pregunta ella, mientras nos subimos al
Alexa Castro No soy tan tonta como para dejarme engañar con el cambio repentino de Armando, pero me resulta divertidísima la forma en que se esfuerza para complacer todos mis caprichos. Mañana definitivamente se va a arrepentir de haber decidido ir de compras conmigo Necesito tacones, vestidos, abrigos, maquillaje, es que cuando me vine deje todo tirado, o casi todo… Excepto las empresas que dirijo, eso, no las descuido en ningún momento y mis órdenes son respetadas por los demás socios, soy una mujer joven pero me gane a pulso mi lugar en los negocios No hay que subestimar al enemigo, pero Armando lo ha hecho…Ni siquiera se ha tomado la molestia de investigar lo que hacía en Francia. El piensa que vivía de Leo, eso me enerva de alguna forma, como si pensara que soy una mujer incapaz, pobre tonto no tiene idea de quien lo golpeara., medita perdiendo su concentración solo por un instante. Alexa trabaja en la cama con su laptop hasta altas horas de la noche, piensa que el éxito
Alexa Castro Alexa necesita ocupar su mente en otras cosas que no sea su esposo, por lo que apenas se levanta entra al gimnasio de la mansión para drenar algo del estrés que él está causando Pero precisamente cuando está haciendo sentadillas, entra Armando y la observa sin disimulo. — ¿Se te perdió una igual?— Bromea poniéndose de pie, dando finalizado el entrenamiento, se siente incomoda con la mirada de el —Creo que no la he perdido. — Responde sin apartar la mirada, la tensión sexual es algo palpable, ella no encuentra donde meterse, la presencia de el es demasiado poderosa Así ella lo niegue el ambiente cambia cuando ellos están en un mismo espacio. — ¿No viniste a ejercitarte?— Pregunta y el sonríe, acercándose a ella, por instinto ella da un paso atrás. — ¿Me tienes miedo?—Pregunta desafiándola, la conoce muy bien y antes esto funcionaba, la antigua Alexa se habría quedado a demostrar su valentía... Esta Alexa más sabia piensa “Es mejor decir aquí corrió, que aquí murió