HOGAR DULCE HOGAR

Alexa Castro

Apenas pone un pie en la casa empujando la silla de ruedas de mi abuelo

— ¿Qué demonios haces aquí?— Chilla Amanda con altanería, esa mujer no conoce límites, francamente Alexa no esperaba está bienvenida.

—Es una de las dueñas de esta casa, si no te gusta, te puedes marchar — Responde el abuelo defendiendo a su nieta, levantándose de la silla, muy molesto, no va a permitir que humillen a su nieta ella es la niña de sus ojos

—No volverá a ocurrir, siéntate por favor, no debes alterarte. — Le dice nerviosa, Alexa, su abuelo aún está delicado de salud

—Lo siento. — Se disculpa falsa Amanda, ambas se odian.

—Lo único que traes es desgracia. — Se queja Armando nuevamente. rueda los ojos aburrida por la estupidez que acaba de decir "su amado esposo" cuando se quito el abrigo, El no puede ocultar su admiración.

— Te van a salir arrugas, relajate — Susurro, dejándolo nuevamente sin palabras, ella no regreso con intención de confrontarlo solo volvio por la salud del abuelo.

— ¿Quiere que te lleve a tu habitación?—Cuestiona Alexa a su abuelo, tomando una de sus manos entre las ella, él es lo único importante y verdadero aquí.

—No querida, prefiero quedarme aquí compartiendo un rato contigo y con mi nieto. —En ese momento ella accede ¡no va a permitir que Armando o Amanda arruinen el momento con el abuelo, no les dara el gusto!

—Pero en la habitación también podemos compartir y mas privado…— Intenta convencerlo de ir a un espacio más privado, no le hace nada de gracia respirar el mismo aire de esa mujer que siempre la ha odiado, por ser la esposa.

—Amanda deja eso un momento y tráeme un jugo de naranja, por favor. — Ordena el abuelo y sonríe de forma maliciosa

La mujer va corriendo a atenderlo.

Abuelo y nieta hablan emocionados por volverse a encontrar

Amanda regresa con el jugo recién hecho y él abuelo se lo entrega a Alexa —Toma mi niña debes estar sedienta después del viaje. — Amanda se pone furiosa y Alexa lo disfruta incluso Armando se burla

—¡Eres un patán! — Se queja ella llorando y se va a su habitación.

—Gracias por el jugo esta delicioso— Me burlo con el abuelo

— ¿Cómo está tu novio?— Pregunta el abuelo por Leo, él sabe que en realidad, que es mi mejor amigo, pero me dice así solo para ver la reacción de mi esposo de Armando.

—Muy bien, hace dos días tuvo una muy buena exposición — Respondo con algo de vergüenza, por el hecho que en realidad si fue mi novio.

— ¿Cómo puedes tener novio, si estas casada conmigo?, eso es adulterio. — Critica Armando haciéndonos reír a mi abuelo y a mí, ¡hasta se me salen las lágrimas!

—Estas muy gracioso últimamente. — Respondo con dificultad a causa de las carcajadas, el es él menos indicado para reclamar nada, tiene a su Amante aún en la casa...

—De que te ríes, tienes que respetar nuestro matrimonio. — Insiste con el ceño fruncido y la hace reír nuevamente a carcajadas

— ¿A quién le pide contención cuando él estuvo con media Nueva York?—Dice el abuelo sin tapar sus andanzas

—Eso es mentira. — Se defiende él pero sabe que es cierto, el es un mujeriego..

—Tengo pruebas de tus aventuras. —Le confiesa Alexa...

—Eso es mentira — Asegura indignado.

—Me mostraban tus fotos con ellas, además ellas lo hacían sin mala intención, no tienen idea de que soy tu esposa, gracias a Dios de papel y dentro de poco este matrimonio termina.— Responde Alexa con una sonrisa.

—Pareces estar feliz de que lo nuestro termine. — Exclama como si estuviese dolido ¡Quien entiende a este hombre!

— ¿Pues sí, acaso tú no lo estás?— Le respondo, sincera.

—Lamento haberlos obligado a casarse creí que serian una pareja hermosa. — Nos dice apenado el abuelo.

—Pero ni pienses que me voy a divorciar, para que dones el dinero. — Suelta Armando que solo piensa en el dinero.

Y el abuelo se carcajea en su cara — ¿Cuál dinero?, ¿Por qué no le cuentas a Alexa que la empresa prácticamente está en quiebra gracias a tú gestión?— Le recrimina el abuelo.

— ¿Por qué no me dijiste antes?— Le pregunto a mi abuelo anonadada de que no me haya dicho antes.

—Tú tienes parte de la responsabilidad, es tu empresa y tú eres la que debió asumir la presidencia de ella. —

— ¿Qué podía hacer ella, que no haya hecho yo?— Pregunta él con soberbia y se retira, dando un portazo, celoso de la relación afectuosa del abuelo con Alexa.

—No me hagas molestar de nuevo. — Le dice el abuelo, ya molesto evidentemente

—No te preocupes abuelo yo solucionare todo antes de irme. — Le prometo, dándole un beso en la mejilla, para tratar de tranquilizarlo.

— ¿Te vas otra vez?— Me pregunta con tristeza.

—Obvio, no ahora, además, mi novio me está esperando. — Bromeo yo, y Armando se levanta molesto y se va, ¿Qué bicho le pico?

—De verdad cada día está más bipolar. — Le comento al abuelo, creí que con el tiempo habría madurado algo, aunque sea un poco.

—Sí y me dejaste solo con él. —Se queja él, como un niño pequeño sin asumir sus responsabilidades.

—Te dije que te podías quedar conmigo para siempre, en Francia. — Respondo, esta conversación la ha tenido.muchas veces con su abuelo

—Tengo que cuidar el legado de tu abuela, pero parece que no hice un buen trabajo, la empresa esta a nada de la bancarrota. — Me informa el con preocupación.

—No te preocupes, no permitiré que se arruine. — Le digo con ánimo, segura de mi misma, ya que ese es mi trabajo.

—No sabes el estado en el cual se encuentra. —Confiesa derrotado.

—Hombre de poca fe, ¿No sabes que recuperar empresas en decadencia se ha convertido en mi especialidad?— Le digo seria, debe confiar más en mí

—Eso lo sé, cariño no me equivoque al elegirte, pero no creo que puedas hacer mucho. — Me susurra abrazándome cariñosamente.

—Te amo, te prometo que haré lo necesario. —Expresa Alexa dándole un beso en la frente

—No más que yo, necesito que mañana mismo vallas a ver si puedes hacer algo. — Me súplica.

—Vine a cuidarte. — Respondo para que descarte esa idea, no me separare de su lado, mientras aun se encuentre delicado de salud.

—Esa es la mejor forma de hacerlo. — Insiste él.

—No sé si Armando me deje intervenir, el es demasiado celoso con su legado. —Le explico.

—Tiene que hacerlo, el sesenta por ciento de las ruinas es tuyo, no es de él solo. —Determina con expresión severa.

— ¡Abuelo por favor! — Le regaño por decirle así "ruinas"

—Es la verdad cariño, te vas a sorprender con lo que vas a encontrar. — Asegura él y no le cree, no puede estar tan mal.

— ¿Porque crees que enferme?— Me pregunta triste.

— ¿Tan grave es?— Cuestiono preocupada ahora también por eso.

— ¿Tú qué crees?— Me dice él,

Le dan ganas de llorar, el abuelo, dedico toda su vida a levantar esa empresa ¡para que Armando con su mala gestión las haya quebrado!, en parte es mi culpa por no regresar a defender lo que me pertenece, piensa Alexa arrepentida por no haber vuelto mucho antes.

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