— ¡Aaaaaaa!— grité furiosa
— ¿Qué pasó? — Lucia llegó corriendo hasta mi habitación
— Es que no puedo ni siquiera ponerme una blusa, ¡Estoy harta de este yeso!
— Tranquila, voy ayudarte — Y así lo hizo, pero me frustraba el hecho de tener que recibir ayuda para hacer cosas tan sencillas.
Después de cambiarme, desayune y nos fuimos a la universidad con Lucia.
— ¿Qué tal todo con Alec? — Vi que Lucia se tensaba — Todo bien, le pedí diculpas por mi comportamiento, realmente estaba borracha. Y no sabía lo que hacía
Amy POVSolo quería olvidar. Olvidar lo que hace minutos habían visto. Todo a mi alrededor se desvaneció y la imagen de Adam y Raquel besándose era loúnicoque podía visualizar en mi mente.Salí del lugar corriendo. Corrí tan rápido, que cuando me di cuenta me encontraba en la calle esperando a tomar un taxi— ¡Amy! ¡Espérame! ¡Detente! — Thiago gritaba tras de mí, ignoré sus gritos y me subí al primer taxi que se estacionó frente ami.— Señorita ¿A dónde la llevó? — Preguntó el conductor. Ni siquiera en eso había pensado, lo único que quería era alejarme de ese lug
AdamMe sentía enojado de mí mismo. Si hubiera insistido más, Amy no estaría con la mano rota. Me sentí tan impotente cuando la vi llorar por el dolor, quería estar en su lugar. Pero fue más doloroso para mí cuando la dejé en su habitación, cuando me despedí de ella. Quería quedarme y acompañarla.Le pedí a Lucia que cualquier cosa que me avisara, le recomendé que viera que Amy tomara sus medicamentos y guardara reposo.Cuando llegué a mi casa, me di una ducha hablé con Amy, asegurándome que se encontraba bien. Después de platicar con ella hice algunas tareas pendientes que tenía de la universidad.— ¿Puedo pas
Amy— Tienes que levantarte— Lucia jalaba mi sábana mientras yo luchaba por mantenerla sobre mi cara— ¡Lucia déjame! ¡No quiero levantarme!— Amy no puedes quedarte todo el día en la cama, has estado asídesde el domingo. No es el fin del mundo— ¡Para mi si lo es!— Grité. No había querido levantarme en varios días. Era día miércoles y ni siquiera había querido ir a la universidad.— ¡Tu eres una estudiante ejemplar y no puedes faltar más!— Lucia tenía razón, pero es que no tenía ánimos para siquiera asistir. Ada
— Nosotras somos las anfitrionas, así que debemos estar súper guapas— Lucia insistía con lo mismo, quería me pusiera un vestido, que para mi gusto era muy revelador. Además, no creo que una mano enyesada combinara con cualquier vestido, me vería horrible.— Sabesmuy bien que ningún vestido combina con esto— Dije mientras señalaba mi yeso.— ¡Odio ese yeso!— Bufó— Está bien voy a dejarte que uses jean, pero solo será esta vez.Hice un baile interno. Al menos estaría cómoda.Los chicos empezaron a llegar, poco a poco la sala del apartamento se empezó a llenar.— &iq
— ¡Déjalo, no lo golpees! — Escuché gritos desde la sala, donde estaba la fiesta, me levanté y corrí hacia afuera. Mi sorpresa fue ver a Thiago encima de Adam, mientras se golpeaba. De pronto el escenario cambió y ahora Adam golpeaba a Thiago.A pesar de los gritos de Lucia, ninguno de los dos se detenía.— ¡Ya basta! — grité con todas mis fuerzasAdam se detuvo al oír mi voz y se quitó de encima de Thiago. Jacob tomó a Adam por los hombros y lo sacó del Apartamento. Yo solo vi a Thiago y negué, nunca era fan de la violencia. No tenía i
Pasé la noche en un hotel, al cual Jacob me había llevado la noche anterior. En realidad, fue poco lo que dormí. Pasé toda la noche pensando en lo que iba hacer. Jacob tenía razón en que debía darle tiempo a Amy y ganarmesu confianza, pero tenía miedo de perderla.Me levanté muy temprano, me di una ducha y tuve que ponerme la misma ropa. No traía cambio ya que tenía parte de ella en el apartamento de Amy. Mi plan era ir con ella y despedirme, y le aclararé que por más que ella me alejara no lo iba hacer. Que iba a luchar por nuestro sueño. Que para mí el Siempre juntos aún existía.Tomé un taxi y llegué a su apartamento. Toqué el timbre y esperaba que fuera ella la que me abriera la puerta. Pero para m&iac
Amy POVAun parecía irreal. Adam y yo ya no éramos novios. Mi pecho dolía al ver cómo se había ido de mi habitación. Quería detenerlo y perdonarle, para no sentir ese vacío en mi interior. Pero no pude hacerlo, no debía hacerlo. Los dos estábamos sufriendo. Era lo mejor. Esperaba que estuviera tomando la decisión correctaLucia se levantó del suelo y me abrazó. Al sentir sus brazos, lloré nuevamente. Solo esperaba queély yopudiéramos analizar sobre nuestra relación. La cual ya no existía, pero no podía estar con él, mientras mi mente vagaba sobre su infidelidad, si cada vez que lo recordará tendría el temor que estaría con Raquel. Aunque de cierta forma el hecho de que hayamos terminado no significaba
Durante estos días. había estado recibiendo constante mensajes de Adam, todos con frasesrománticas. No podía negar que cada vez que recibía uno mi corazón se aceleraba. En serio lo extrañaba, pero luchando contra mi corazón y mi mente, no había respondido ningún mensaje.Estábamos con Lucia tomando una merienda. mientras ambas trabajábamos en nuestras tareas y a la vez yo veía los mensajes de Adam.— ¿Que se traen tú y mi hermano? — Casi escupo mi jugo ante la pregunta de Lucia.— ¿De qué estás hablando?— ¡A mí no me engañan! en la cocina el otro día, casi se besan.<