—Buenas noches…
Brenda llegó al Välsmakande Caracas, cuando Elena la vio, corrió hacia ella dando un grito de alegría, pronto vio a todas partes, debía comportarse.
—No me dijiste que llegarías hoy.
—Querida hermana mayor, parece que se ha vuelto costumbre no contarnos las cosas.
—Brenda ¿Cómo lo sabes?
—Vamos a tu oficina para que conversemos mejor.
Ya en la oficina y a salvo de ser escuchadas, Elena comenzó a disculparse, jugando con su cabello, como hacía cuando algo le avergonzaba.
—Perdón Brenda, sí te lo iba a decir, pero cuando llegaras, no quería hacerte sentir mal.
—Eres una tonta, yo no soy de cristal, además me encanta, este niño será mi primer sobrino, mi ahijado y mi consentido, yo no puedo sentirme mal, este bebé será el más consentido de la historia.
—Cuéntame ¿Cómo te fue con S
—Bienvenidos sean todos a este recinto, el Centro de ayuda Beatriz Méndez, lugar patrocinado por la fundación Guerreras Valkirias que hoy abrirá sus puertas a todas las mujeres y niños que necesiten de este espacio —Brenda con un vestido de coctel en color rojo con encajes en el corpiño y falda plisada estilo princesa en un podio inauguraba el que sin duda era un albergue importante para ella por estar en la comunidad donde creció, detrás de ella un ring de lucha vacío por el momento, el lugar era una fábrica abandonada y ahora después de los trabajos tenia área de gimnasio y recreación recinto más grande que era donde estaban, varias mesas con invitados especiales, la mayoría representantes de otras fundaciones, algunas personalidades del medio artístico que se identificaban con el propósito de Brenda, y por supuesto su abuela con Belinda y la familia Larsson un corresponsal de Discovery con su camarógrafo mandado por Mónica para promoción de la segunda temporada del progr
El combate había empezado y el contrincante de Sebasthian, el lobo Hati la joya del gym de Odín y mejor peso pesado acababa de machacar a Sebasthian, ambos peleaban con un short de licra, ambos altísimos y con el torso desnudo y muy musculosos, Sebasthian se levantó quedando de frente al público alumbrado por las luces del escenario, Brenda vio en sus oblicuos superior izquierdo un tatuaje, aunque no pudiera ver a esa distancia por los movimientos de Sebasthian, ella sabía exactamente lo que decía, era en honor a ella. — ¡Pégale duro Thor, tú puedes! Gritó Belinda emocionada, haciendo que todos la miraran sorprendidos. Sebasthian acertó 2 golpes que hicieron trastabillar a su contrincante, pero este logró tirarlo a la lona. Elena gritó y metió su cabeza en el pecho de Pablo que daba ánimo a su primo. —Escabúllete, ahora, utiliza tu rodilla —Brenda daba instrucciones en silencio, Sebasthian s
Brenda y Sebasthian eran fotografiados y perseguidos, pero a ellos poco les importaba, tenían incluso fotos de ellos sacándole la lengua en mofa infantil a alguna cámara cuando eran capturados en momentos poco elegantes, como en excursiones en moto con clubes de motociclistas en el sur de Estados Unidos, mientras más los perseguían ellos menos le prestaban atención a los paparazzi, todas las jóvenes románticas admiraban a la hermosa pareja y se solidarizaban con ellos ante la pérdida de su bebé, contrario a lo que pensaron, nadie los criticó por mantener su relación oculta, por el contrario era parte del encanto que envolvía a la pareja, Brenda era la jefa de todos los gimnasios Warriors de los hoteles, todos los gerentes debían entregar cuentas a ella, Sebasthian viajaba seguido, como siempre y ella siempre lo acompañaba, muy pocas veces se separaban, cuando era ella quien tenía que viajar por su fundación, él la acompañaba. Después de 4 años que ahora llevaban de casados, decidieron
La mujer sollozaba sentada en el ruinoso colchón con una bebita llorando en brazos. —Ya muñequita, ya no llores —le dio de comer a la pequeña criatura de su pecho que se calmó pronto en brazos de su madre, era lo único grande y nutrido que le quedaba a su cuerpo, Lorena aquella que alguna vez fue una beldad consentida y rica, ahora era algo más que un espantapájaros con la ropa raída, el cabello opaco y prácticamente en los huesos, sus bellos ojos del color de la miel ahora expresaban cansancio y hastío que ella no dejaba que notara su hija mayor con apenas 3 años y ahora tenía también una pequeña con 2 meses de nacida, debía escapar, pero no llegaría lejos sin dinero, ella había sido una adolescente consentida, tenía malas amistades y problema de adicción a Drogas y alcohol, conoció a Darío un hombre carismático y bien parecido que proveía de drogas a chicos ricos, ella tenía graves problemas, era rebelde, inmadura y no tenía idea de lo dura que pod
Darío ahora se dedicaba al negocio de la prostitución tenía a su “cuidado” varias muchachas jóvenes, vendía los servicios de estas a un grupo de hombres con mucho dinero y poca moral, desde que su madre enfermara era Brenda quien hacia la comida y mantenía la casa, Darío jamás prestó atención a las hijas, pero después de la muerte de Lorena, este empezó a notar que sus hijas habían heredado la belleza de su madre, así que un día tuvo una conversación con Brenda de padre a hija. —Brenda mi niña, sabes que ya estas creciendo, las labores de la casa no son para las niñas bonitas, cuando las niñas son bonitas tienen la posibilidad de vivir bien sin tanto esfuerzo ¿te gustaría saber cómo? —Sí papá —contestó Brenda tímida. —Pues es muy fácil quiero que te bañes te arregles y te pongas esta ropa que he traído, papá te tomará unas fotos. —Está bien papá. Brenda se bañó se p
Casi 15 años después. —Brenda debes venir a Caracas conmigo, Berni me ofrece una muy buena oportunidad, no quisiera perderla, pero te necesito, eres mi brújula moral. —Yo brújula moral, ese si es un buen chiste, Elena si me hicieras caso no te habrías casado con el perro sarnoso de Sergio para empezar, estuvieras en cualquier parte del mundo disfrutando de ser la consentida de Bernhard Larsson que está buenísimo te cuento. Elena ahora era una chica recién divorciada, Brenda lo agradecía infinitamente, Sergio Arango jamás le gusto para Elena que era como su hermana mayor, siempre pendiente de ella y cuidándola, pero cuando se enamoró en la universidad mientras estudiaba Publicidad y Mercadeo nadie pudo detenerla hasta que se casó con él, Brenda se había negado a ser la madrina de la boda y ni siquiera había ido, 3 años después Elena habría l
Brenda llegó al vestíbulo del Gym, ya podía escucharse la música y el sonido de los hierros de las pesas retumbando en el piso, eso le sonaba como su hogar, un hogar sin duda muy lujoso, con su recepción en mármol pulido y esculturas abstractas, había una chica castaña en recepción al lado de un arreglo de flores frescas. —Hola soy Brenda García, vengo como entrenadora —dijo mostrando su recién impresa tarjeta de identificación. — ¡Oh qué bien! Mi nombre es Sofía, llamaré a Ernesto. Ernesto llegó a los 10 minutos, le hizo una seña con la cabeza para que lo siguiera, Brenda así lo hizo, cuando llegaron frente a la máquina de identificación de huellas, una morena esbelta se acercó, Ernesto le habló a la recién llegada. —Adriana, por favor registra a la señorita, es la nueva entrenadora, luego dale un locker y la acompañas para que se cambie —ahora se dirigió a Brenda—, ¿supongo está b
—Adelante. Buenas noches señor Sebasthian —Brenda entró a su oficina y se sentó frente a él—, usted dirá. Eran poco más de las 9pm, Brenda llegó con unos jeans ajustados y una blusa de algodón blanca, era corta así que permitía ver su abdomen ligeramente marcado por los abdominales. —Puedes llamarme Sebasthian y yo llamarte Brenda, si lo prefieres. —Está bien entonces, Sebasthian, ¿que querías hablar conmigo? — ¿Cómo te está yendo en el Warriors? —Muy bien… —Tienes un currículo extenso en artes marciales y combate, pero no te vi en el salón de combate. —Mis entrenados no tenían previsto ir allá. —Esa es otra cosa, en comparación al resto de los entrenadores apenas fuiste solicitada. Brenda miró hacia otro lado y luego dijo. —Al parecer estuviste muy pendiente de mí