No, no puedo seguir así. Si no muero por culpa del jet, moriré de un infarto.
He dejado pasar los ruidos esos extraños, pero ahora ya definitivamente no. Otra vez los malditos ruidos pero ahora con más insistencia.A la m****a todo, tengo miedo e iré a donde Alessandro. Ya pensaré en las consecuencias después.Hay 3 habitaciones, dos de ellas abiertas. Así que supongo que la última estará él. Tomo algunas respiraciones y toco la puerta. Nadie. Toco con más insistencia y nada. Entro despacio y le llamo en susurros:
- Alessandro, Alessandro...pss
Él se remueve y se gira en mi dirección abriendo un poco los ojos.
-¿Qué pasa señorita Moore? - Dice adormilado y ahora que me doy cuenta...no sé qué decirle.
-Dejemos las formalidades Alessandro,apenas me superas por alguno años.- No se de donde saque tanta decisión ni entiendo el impulso porque, definitivamente está no soy yo.
- De acuerdo...pero,¿qué haces aquí?
- Es que... verás...
Alessandro
-Es que....verás....
Sigo esperando a que me diga porque vino de repente a mí habitación. Creo que ya sé porque....
-¿Tienes miedo, Zenda?- Sonrío algo burlón. Esto en realidad me divierte...pero quiero retomar mi sueño.
- Pues sí.- Asombrado abro un poco los ojos y encarno una ceja. Vaya...no creí que tuviera tanto miedo para que acudiera a mí y que fuese tan sincera - Es que suenan unos sonidos muy raros y estoy acojonada.
-Ven.- le digo, si tiene tanto miedo tampoco seré tan malo, aunque no sé de dónde saco tanta amabilidad...
Zenda
Voy a donde él está tumbado y me deja un espacio.
-¿No te será incómodo? - Le pregunto algo apenada.
-No, venga ven.- Me dice sonriendo un poco. Wow, sueño de cualquier chica...vaya, pienso irónica.
-Vale.
Me tumbo al lado contrario. Esto es nuevo para mí. Lo cierto es que necesito descansar. Así que cierro los ojos y me dejo llevar.
Alessandro
Veo que ya se ha dormido por su lenta respiración. También hago lo mismo.
Después de una hora, veo que está despertando. Abro los ojos y veo que nuestras piernas están entrelazadas y que estamos en una pose algo comprometida, ya que ella está casi encima mía. Me hago el dormido, para que no note que ya he despertado.
Ella se remueve algo más y abre los ojos. Creo que se sorprende por cómo estamos, en realidad estoy muy cómodo....
No hombre no, no puedo pensar eso....yo no estoy para amor. Quito ese pensamiento rápidamente.Ella se levanta rápidamente y se pone los zapatos a una velocidad impresionante, antes de que se vaya, le digo:
-¿A dónde vas?
- A Rusia,- dice sarcástica.- Gracias por dejar que me quede aquí y no me di cuenta que me dormí. Lo siento.
-Estaba demasiado cómodo.. quédate un rato más.- Le digo pícaro. Por una parte es verdad...pero eso no lo admitiría.
Me mira perpleja, me saca el dedo medio y me dice con una sonrisa falsa:
-Púdrete.
Me largo a reír, mientras que ella se marcha, está chica es bipolar definitivamente. Ya no nos hablamos como jefe y empleada,parecemos amigos. Pero esto no puede quedarse así....no tenemos que ser nada más compañeros profesionales..
<< Y sí...., ella puede ser perfecta para el trato con tu padre, es morena, sencilla y no tiene pinta de ser como una de tus putas>>
Me dice mi consciencia. Es verdad que ella es sencilla y tiene todos los requisitos para una mujer que les guste a mis padres....pero yo nunca,jamás sentiría algo por ella, a ver admito que es guapa y tal...pero no tendría nada más que sexo.
"Nunca digas nunca jamás". Alessandro tendría que tener en mente eso.
Dios, que patética soy. ¿Por qué soy tan impulsiva? Pasé la mayor vergüenza de mi vida y todo por mis impulsos. En 10 minutos aterrizaremos , según el piloto. Cuando faltan ya 5 minutos, siento una mano encima de la mía, estoy por quitarla bruscamente cuando me doy cuenta que es Alessandro. Hago de todos mis intentos para no quitársela.Porque la mini-siesta que me eché me ha servido de algo, aparte de pasar vergüenza, me ha hecho reflexionar algo; está claro que por más que trabaje, no conseguiré el dinero.Está claro que no, Zen -dice - tendrás que hacerlo...si no, sabes cuáles son las consecuencias. Aunque, no me gustaría irme - dice con pena fingida.No puedo responderle, ya que Alessandro está cerca mía.AlessandroYa tengo a mi presa, me servirá. Mis padres la adorar
Ya llegamos a Italia. Ha superado mis expectativas. Es muy grande y con varios sitios turísticos. No he cerrado la boca en todo el viaje del coche al hotel. Seguramente Alessandro piense que soy patética,pero en mi vida he visto Italia. Es impresionante.-¿Cuánto queda por llegar? - Le pregunto.- 15 minutos - Dice él sin mirarme con su móvil de último modelo. Veo que lo tendré difícil.Después de 15 minutos, llegamos al hotel. Que la palabra hotel le queda pequeña, es gigante y muy moderno a decir verdad. Vamos a recepción, Alessandro es el que habla.-Hola,¿en qué puedo ayudarle? - Dice él recepcionista.-Tengo dos habitaciones individuales a nombre de Alessandro Rizzo.
Me remuevo en la cama. Y ya me estoy estresando. Dos cosas, hace mucho calor y algo está sonando. Veo que tengo un agarre en mi cintura. Confusa me giro y lo veo.-Alessandro, pss -Le digo susurrando.-Mmmm....un ratito. -Dice con voz ronca.-Levántate, tenemos que ir a la dichosa cena.-Le digo queriéndome apartar, -anda ya, suéltame.-No quiero,- aprieta más el agarre en mi cintura. Es como un niño pequeño.Veo que lo que suena es la alarma,me estiro un poco y la apago...pero gran error. Al bajar la mirada, el señorito ya está despierto...y estamos cara a cara, a pocos centímetros de nuestras bocas. En un rápido movimiento me pone debajo de él.
Tierra trágame. Estoy de lo más aburrida. Llevo una hora tragándome a un montón de magnates, empresarios, inversores....y mi boca duele de tanto sonreír. Quiero quitarme estos tacones del infierno y comer algo. Pero como es algo imposible toca aguantarme ir de la mano a todos los jodidos lados con el adonis.-Alessandro, estoy cansada.¿Nos podemos sentar al menos 5 minutos? -Digo exasperada ya.Me ignora y me lleva a una mesa donde hay una señora y señor de avanzada edad.-Alessandro, viejo amigo.- Dice el señor, sonriendo.-Angelo, Martina. Un placer verlos de nuevo.-¿Qué tal muchacho? - Dice Martina.-Muy bien,¿y usted?- Nada de formalismo chico, te conozco aún cuando llevabas pañales. ¿Y quien es esta señorita ta
Estoy en un profundo abismo. No veo nada, pero si siento que están hablando. Me duele la cabeza y justamente me viene una punzada de dolor, emito un quejido. Siento la garganta seca y quiero abrir los ojos, pero no puedo. Supongo que estoy en un hospital por el olor. Nunca me llegaron a gustar del todo los hospitales.Intento abrir los ojos otra vez y no puedo, tampoco puedo moverme. Entro en pánico de suponer la opción de...-Zenda, tranquila. Hay mucho sedante en tu organismo por eso no puedes moverte, intenta abrir los ojos. -Dice Alessandro.Siento un alivio en mi inmediatamente al escuchar sus palabras.Intento otra vez abrir los ojos y está vez si lo logro, pero solo por un lapso tiempo ya que me cega la luz. Esta vez sí puedo abrir los ojos y lo primero que veo es el rostro de Alessandro.
Creo que para conseguir a tu futura presa debiste de ser algo menos dura ¿O no, querida?Ya hasta te echaba de menos, pienso sarcástica.—Hola, señorita Zenda. Soy el doctor Steve, tendremos que hacerle algunos exámenes para verificar que está usted bien.-Dice entrando un doctor interrumpiendo. Salvada de una discusión.—Claro, sin ningún problema.-Le digo intentado sonreírle.Después de media hora de chequeos y exámenes al fin me dan el alta. Voy hacia al auto blindado que está en frente del hospital.—Hola, Julio.-Le digo al chófer sonriendo, creo que es el único el que en tan poco tiempo me cae bien.—Hola, señorita. La llevaré al hotel.-Dice mirándome a través
Asiento algo confusa y el me mira fijamente a los ojos. Parece que quiere descubrir algo a través de mis ojos, algo que no existe desde hace mucho tiempo.Porque sí, se leer miradas y el busca agua en un pozo vacío.-Puedes sentarte si quieres.-Dice él sentándose en el borde de la cama.-No, estoy bien así. ¿Qué pasa?-Como sabrás, lo de la fiesta no ha sido un simple atentado, sino que fue de la mafia. Concretamente, la mafia roja..-Y ahí me paralicé. La mafia roja. Mafia roja. Esas dos palabras que creí que nunca más iba a escuchar, esas dos jodidas palabras que hicieron mi vida un puto infierno.—Zenda...,¿me escuchas?Eh, Zenda,¿estás bien?- Creo que estoy tan tensa y tan pálida que parecería una muerte viviente ahora mismo.-S-Sí, estoy
Creo que se me está haciendo costumbre eso lo de desmayarme. Emito un quejido, joder la maldita cabeza me va a explotar.Intento abrir mis ojos y ¡oh sorpresa! Estoy en un hospital....otra vez. Giro a mi derecha y veo a un Alessandro dormido en una silla. Ojalá siempre fuese así de tranquilo.De repente me entra un ataque de tos.-Tranquila, toma agua.- Dice Alessandro ya despertado y con un vaso de agua. Intento sentarme bien y Alex me ayuda.Después de beber agua, sé que es momento de las preguntas y las respuestas. Necesito respuestas.-¿Cómo lo sabes?-Le susurro. Nadie sabe de las mafias a menos que tú...-¿Quién eres?-Le miro fijamente.Veo que suspira y huye de mi mirada.He dado en clavo.Antes de que me pueda responder alguien nos interrumpe. Suspiro molesta.-Hola, señor Rizzo. Vengo a hacerle a la señorita Moore unos exámenes para verificar que está bien.-Dice el doctor.-Claro, de