No...no..no,no,no- ¡No! - grito respirando agitadamente.- Ay no, otra vez no...- Digo tapándome la cara con las manos.
Eran pesadillas, las mismas de siempre, el mismo escenario. Ya decía yo que últimamente dormía algo mejor.Miro la hora y veo que son las 6:30.-¡Mierda, el viaje! - Digo levantándome de un salto. Dios, no me dará tiempo.
Entro a la ducha rápidamente y en 5 minutos ya estoy duchada y perfumada. Bajo a hacerme el desayuno mientras pienso que poner en la maleta, tampoco es que tenga gran cosa pero me es suficiente.
Tendré que cogerle algún vestido a Lili. Jamás he visto Italia, pero cogeré de todo un poco; camisetas de manga corta, de manga larga,shorts y pantalones. Y llevaré mis Vans de siempre.Veo la hora y...¡Oh m****a! Se me hace tarde.Hago la maleta lo más rápido que puedo sin doblar la ropa, me hago un moño y salgo de casa. A esta hora hay apenas taxis, pero con suerte he encontrado uno que pasa por la zona.4 minutos tarde. Voy corriendo por el aeropuerto, hasta que visualizo a Alessandro. Y vaya bienvenida que me da...
-Has llegado tarde,- dice con el ceño fruncido.- vamos, el jet está esperando.
Giro lo ojos, que exagerado, solo fueron 5 minutos de nada...pero espera- ¿Jet? - Le digo mirándole confundida.
- Sí jet , ¿es que acaso no sabes que es un jet o qué?
-No, si se que es pero..
Me corta ,- vamos tarde, basta de charlas y súbase ya de una vez. - Que amargado.
Joder, estoy cagada de miedo. El avión aún así era algo más amplio, el jet es más estrecho y no me gusta esto. Pero esta lleno de lujos, el jet entero es un lujo.
-Siéntase, tengo que hablarle unas cosas antes de ir con los inversionistas.
Me siento y él saca unos papeles.
Después de 10 minutos de explicarme de qué irá está junta, me dice:-Bueno señorita Moore, eso es lo que tiene que saber. Ahora puede hacer lo que quiera, despegaremos en 5 minutos y el trayecto será de 4 horas.
Ahora viene lo peor, el despegue y el aterrizaje, junto con las turbulencias. Trago en seco, estoy cagadísima, pero no lo hago notar o eso creo.
Alessandro
No estoy de humor. El motivo, fácil, tuve mala noche. Pero no una pesadilla, si no que he soñado con esos ojos azules eléctricos...no sé qué me ocurre. Y si le sumamos encima de que la señorita llegó 5 minutos tarde, un humor de perros. No me gusta que la gente llegue tarde a los lugares.
Cuando estamos apunto de despegar, noto que Zenda está algo aterrada, diría que bastante. Curvo mis labios en una sonrisa, así que le tiene miedo a los aviones. Una cosa más que sé.
Cuando despegamos, voy a la habitación del jet a descansar un poco y a quien miento, a despejar mi mente de esos azules eléctricos. Estoy algo agotado, aunque no haya hecho la gran cosa.Suspiro, presiento que esta semana ocurrirá algo.Zenda
Dios, dios,dios, estoy cagada. Creo que Alessandro notó que no me gustan los aviones, pero intento aparentar serenidad. Apenas despegamos él se fue a algún sitio supongo.
Me estoy planteando pedirle que dejáramos las formalidades, me es súper extraño ya que me supera solo por algunos años.Después de media hora, se oyen algunos sonidos raros en el jet y yo estoy casi meándome encima.
Voy a ir a donde Alessandro...no sé qué haré pero es como si quisiera estar junto él...-Uy, querida Zen, creo que estás cayendo en el mismo error dos veces....-Como no, ella no podía faltar - acuérdate de la primera regla...la más sagrada que tú te has jurado a ti misma.
La ignoro, no vale la pena discutir con ella. Pero si es verdad...esa regla es la más importante para mí
<<No te enamores, nunca más >>Y no tengo que olvidarla.Pero...tampoco haré nada malo...solo iré a donde él, como compañeros profesionales o hasta quizás algún futuro podamos ser amigos....
Zenda, recapacita y piensa antes de nada, ¿cómo puedes decir eso? -Me reprendo a mí misma.
Si, confirmado, soy bipolar.Pero lo que ella no sabía...es que llegará el momento en el que tendrá que escuchar su corazón...y hacerle caso.
No, no puedo seguir así. Si no muero por culpa del jet, moriré de un infarto. He dejado pasar los ruidos esos extraños, pero ahora ya definitivamente no. Otra vez los malditos ruidos pero ahora con más insistencia.A la mierda todo, tengo miedo e iré a donde Alessandro. Ya pensaré en las consecuencias después.Hay 3 habitaciones, dos de ellas abiertas. Así que supongo que la última estará él. Tomo algunas respiraciones y toco la puerta. Nadie. Toco con más insistencia y nada. Entro despacio y le llamo en susurros:- Alessandro, Alessandro...pssÉl se remueve y se gira en mi dirección abriendo un poco los ojos.-¿Qué pasa señorita Moore? - Dice adormilado y ahora que me doy cuenta...no sé qué decirle.
Dios, que patética soy. ¿Por qué soy tan impulsiva? Pasé la mayor vergüenza de mi vida y todo por mis impulsos. En 10 minutos aterrizaremos , según el piloto. Cuando faltan ya 5 minutos, siento una mano encima de la mía, estoy por quitarla bruscamente cuando me doy cuenta que es Alessandro. Hago de todos mis intentos para no quitársela.Porque la mini-siesta que me eché me ha servido de algo, aparte de pasar vergüenza, me ha hecho reflexionar algo; está claro que por más que trabaje, no conseguiré el dinero.Está claro que no, Zen -dice - tendrás que hacerlo...si no, sabes cuáles son las consecuencias. Aunque, no me gustaría irme - dice con pena fingida.No puedo responderle, ya que Alessandro está cerca mía.AlessandroYa tengo a mi presa, me servirá. Mis padres la adorar
Ya llegamos a Italia. Ha superado mis expectativas. Es muy grande y con varios sitios turísticos. No he cerrado la boca en todo el viaje del coche al hotel. Seguramente Alessandro piense que soy patética,pero en mi vida he visto Italia. Es impresionante.-¿Cuánto queda por llegar? - Le pregunto.- 15 minutos - Dice él sin mirarme con su móvil de último modelo. Veo que lo tendré difícil.Después de 15 minutos, llegamos al hotel. Que la palabra hotel le queda pequeña, es gigante y muy moderno a decir verdad. Vamos a recepción, Alessandro es el que habla.-Hola,¿en qué puedo ayudarle? - Dice él recepcionista.-Tengo dos habitaciones individuales a nombre de Alessandro Rizzo.
Me remuevo en la cama. Y ya me estoy estresando. Dos cosas, hace mucho calor y algo está sonando. Veo que tengo un agarre en mi cintura. Confusa me giro y lo veo.-Alessandro, pss -Le digo susurrando.-Mmmm....un ratito. -Dice con voz ronca.-Levántate, tenemos que ir a la dichosa cena.-Le digo queriéndome apartar, -anda ya, suéltame.-No quiero,- aprieta más el agarre en mi cintura. Es como un niño pequeño.Veo que lo que suena es la alarma,me estiro un poco y la apago...pero gran error. Al bajar la mirada, el señorito ya está despierto...y estamos cara a cara, a pocos centímetros de nuestras bocas. En un rápido movimiento me pone debajo de él.
Tierra trágame. Estoy de lo más aburrida. Llevo una hora tragándome a un montón de magnates, empresarios, inversores....y mi boca duele de tanto sonreír. Quiero quitarme estos tacones del infierno y comer algo. Pero como es algo imposible toca aguantarme ir de la mano a todos los jodidos lados con el adonis.-Alessandro, estoy cansada.¿Nos podemos sentar al menos 5 minutos? -Digo exasperada ya.Me ignora y me lleva a una mesa donde hay una señora y señor de avanzada edad.-Alessandro, viejo amigo.- Dice el señor, sonriendo.-Angelo, Martina. Un placer verlos de nuevo.-¿Qué tal muchacho? - Dice Martina.-Muy bien,¿y usted?- Nada de formalismo chico, te conozco aún cuando llevabas pañales. ¿Y quien es esta señorita ta
Estoy en un profundo abismo. No veo nada, pero si siento que están hablando. Me duele la cabeza y justamente me viene una punzada de dolor, emito un quejido. Siento la garganta seca y quiero abrir los ojos, pero no puedo. Supongo que estoy en un hospital por el olor. Nunca me llegaron a gustar del todo los hospitales.Intento abrir los ojos otra vez y no puedo, tampoco puedo moverme. Entro en pánico de suponer la opción de...-Zenda, tranquila. Hay mucho sedante en tu organismo por eso no puedes moverte, intenta abrir los ojos. -Dice Alessandro.Siento un alivio en mi inmediatamente al escuchar sus palabras.Intento otra vez abrir los ojos y está vez si lo logro, pero solo por un lapso tiempo ya que me cega la luz. Esta vez sí puedo abrir los ojos y lo primero que veo es el rostro de Alessandro.
Creo que para conseguir a tu futura presa debiste de ser algo menos dura ¿O no, querida?Ya hasta te echaba de menos, pienso sarcástica.—Hola, señorita Zenda. Soy el doctor Steve, tendremos que hacerle algunos exámenes para verificar que está usted bien.-Dice entrando un doctor interrumpiendo. Salvada de una discusión.—Claro, sin ningún problema.-Le digo intentado sonreírle.Después de media hora de chequeos y exámenes al fin me dan el alta. Voy hacia al auto blindado que está en frente del hospital.—Hola, Julio.-Le digo al chófer sonriendo, creo que es el único el que en tan poco tiempo me cae bien.—Hola, señorita. La llevaré al hotel.-Dice mirándome a través
Asiento algo confusa y el me mira fijamente a los ojos. Parece que quiere descubrir algo a través de mis ojos, algo que no existe desde hace mucho tiempo.Porque sí, se leer miradas y el busca agua en un pozo vacío.-Puedes sentarte si quieres.-Dice él sentándose en el borde de la cama.-No, estoy bien así. ¿Qué pasa?-Como sabrás, lo de la fiesta no ha sido un simple atentado, sino que fue de la mafia. Concretamente, la mafia roja..-Y ahí me paralicé. La mafia roja. Mafia roja. Esas dos palabras que creí que nunca más iba a escuchar, esas dos jodidas palabras que hicieron mi vida un puto infierno.—Zenda...,¿me escuchas?Eh, Zenda,¿estás bien?- Creo que estoy tan tensa y tan pálida que parecería una muerte viviente ahora mismo.-S-Sí, estoy