Pov Archie
Detuve el coche delante de casa de Erin, había varios coches de la policía, bajé rápidamente del coche, prácticamente corrí hacia la casa con la intención de entrar, pero unos agentes que custodiaban la puerta me lo impidieron.
Sin importarme nada, entré a la fuerza dirigiendo mis pasos hacia el salón, Amanda estaba sentada en el sofá llorando desconsoladamente abrazada a Grace que también lo hacía, Aiden hablaba con un agente, me acerqué llamando su atención
– ¿Dónde está?–cuestioné a lo que el suspiro negando
– Cuando llegue… Todo estaba revuelto, ellos no estaban por ningún lado–su voz salió ahogada, sentí como mi respiración se cortaba, mi corazón se detuvo
– No… No–me apoyé en uno de los sill
Me asuste viendo como la sangre salí de la cabeza de ese hombre, como pude me agache, con las manos temblorosas le tome el pulso, rápidamente lo solté aterrorizada, no tenía pulso– Por dios creo que está muerto–susurré llamando la atención de Colin, se acercó tomándole el pulso– Tienes razón… Está muerto–nos quedamos en silencio contemplando el cadáver, por un lado me sentía aliviada, por otro angustiada, él era un ser humano, aunque no lo pareciera con sus acciones, ambos nos asustamos al escuchar la voz del otro hombre– ¿Qué hacemos?–cuestioné en un susurro, me hizo un gesto de silencio, agarró la tubería y se volvió a esconder– Robert, ¿Por qué diablos tardas tanto?–se quedó quieto al entrar en la habitación, se acercó aga
Una vez que llegamos al hospital fue trasladada a una habitación, aún le faltaban varios centímetros para poder empujar, a pesar de todas las negativas que le dimos ella se metió en el baño para darse una ducha rápida, decía sentirse demasiado sucia.– ¡Por el amor de dios ¿Cuánto más debo esperar?!–exclamó Erin con dolor– Mi amor, queda poco resiste–dije acariciando su espalda suavemente, se giró dedicándome una mirada gélida– Archie… Te amo, me alegro muchísimo de estar contigo otra vez–sonrió con dulzura, pero su mirada no lo era– Pero como no te calles, te tragas la almohada–me alejé sintiendo un escalofrío recorrer mi espalda– ¿Por qué no vas a ver cómo está Noah?–cuestionó Grace mirándome con cierta lás
Cuando contamos sobre cuando nos casaríamos todos se pusieron contentos, comenzaron a bombardearnos a preguntas, a dar sus ideas, de inmediato todas se ofrecieron para ayudar con todos los detalles, mi madre se había ofrecido para hacer el diseño del vestido, Erin acepto llena de felicidad.– Tenemos que decidir donde casarnos–dijo buscando sitios en internet, sonreí acercándome a ella dándole un beso en la mejilla– Yo tengo una idea… Solo falta que aceptes–me miró desconcertada– ¿Dónde?–– Mi familia tiene una casa en Miami, junto a un acantilado, donde los atardeceres son magníficos–– ¿Miami?–– Si, ¿No te gusta la idea?–cuestioné viendo su cara de dudas– ¿Gustarme?... ¡Me encanta!–exclamó con felicidad abrazándomeE
Hacia unos días que habíamos vuelto de nuestra luna de miel en la isla de Santa Lucia, habían sido dos semanas maravillosas, aunque por un lado a veces me atacaba la ansiedad de volver a casa con los niños, pero con una videollamada me tranquilizaba.Ambos habían quedado al cuidado de mi madre y Harriet, al principio me preocupé debido a la tensión que aún las rodeaba, pero se disipó al ver lo bien que parecían llevarlo.Le hacía a ambos cosquillas haciendo que la habitación se llenara de sus risas, y mi corazón con una ternura inmensa, me incliné besando a amos en la punta de sus narices, dirigí mi mirada hacia Archie que miraba por la ventana con seriedad, hacia días que parecía perturbado– Mi amor… ¿Qué ocurre?, llevas unos días algo extraño–cuestioné haciendo que me mirase, suspiro d&aac
Limpie la lágrima que caía por mi mejilla, hacía ya un año que mi padre había muerto a causa de un cáncer, dejándome sola con mi hermano menor de 17 años, miré la carta que tenía delante, otra vez el hospital había incrementado el pago de la cuenta, ya no sabía qué hacer, tenía dos trabajos para mantenernos y pagar deudas.– Buenos días–me sobresalte al escuchar la voz de Aiden a mi espalda, rápidamente guarde la carta– Buenos días, ¿Cómo amaneciste?–contesté dándome la vuelta con una sonrisa fingida, él se me quedo observando con sus espectaculares ojos miel– Bien, ¿y tú?–dijo acercándose a mí dándome un beso en la frente, a pesar de que era la mayor, él era infinitamente más alto– Bien–ambos nos sentamos
A cada paso que él daba, yo lo retrocedía de forma instintiva, hasta que mi cuerpo chocó contra la puerta, se detuvo mirándome de forma penetrante, algo intimidada agaché la cabeza mirando sus zapatos de vestir negros– ¿Ahora soy “señor”?–lo escuché decir con burla– ¿Qué paso con estúpido?, ¿Capullo e incluso imbécil?–trague saliva con dificultad, no me atrevía a levantar la cabeza, estaba aterrada– Mírame–– Señor de verdad, no sabe cuánto lo lamento, no sabía quién era y–volvió a silenciarme, pero esta vez coloco sus dedos sobre mis labios causándome un pequeño hormigueo, se alejó de mi caminado de vuelta hacia el escritorio– Sinceramente debería despedirte–mordí mi boca por dentro intentando controlar mis lá
Después de llorar un buen rato, volví a mi puesto intentando fingir normalidad, el resto de la jornada paso demasiado lenta para mi gusto, cuando por fin llegaron las seis de la tarde recogí mis cosas y salí prácticamente corriendo como si una horda zombie se acercase a mí.Al llegar a casa cerré la puerta recostándome en esta, solté un largo suspiro, me alejé de esta arrastrando los pies hacia las escaleras comenzando a subirlas despacio. Me sorprendí al ver unas cajas en el pasillo, la puerta de la habitación de mi padre estaba abierta, me acerqué viendo a Aiden guardar cosas– ¿Qué haces?–cuestioné sobresaltándolo– Maldita sea que susto–susurró con una mano en el pecho, sonreí adentrándome– Estoy recogiendo sus cosas, hace un año que se fue… Y aún la conservamos como si
El trayecto a casa fue en un silencio realmente incómodo, al llegar Aiden entro enseguida, cuando vi que la puerta se cerró, me gire mirando a Archie con enfado– ¿Por qué diablos le dijiste que somos novios?–cuestioné cruzándome de brazos, él solo sonrió con diversión encogiéndose de hombros– Por qué es la verdad–– Soy tu novia falsa, y mi hermano no entraba entre las personas que debían enterarse–dije entre dientes sintiendo unas ganas enormes de darle un puñetazo– ¿Qué pensabas decirle cuándo te viera subirte a mi coche? ¿O cuándo tengas que salir por una cita?–preguntó haciendo que me quedase callada, suspiré desviando la mirada, no tenía nada que decir– Bien cariño–rodé los ojos ante esa palabra– Me voy a trabajar, a la junt