Finalmente habíamos decidido volver a Chicago, era lo que todos querían, eso nos había llenado de alegría, sobre todo a Erin, no estaría alejada de su familia.
Pero antes de poder volver tenía que arreglar ciertas cosas de las que me hice cargo, como por ejemplo recuperar su antigua casa la cual tenían en alquiler, la familia que vivía ahí se negaba a marcharse, por lo tanto me toco ofrecerles una buena cantidad de dinero que no pudieron rechazar.
Cuando por fin se fueron me tocó llamar a una empresa de limpieza y otra de reparaciones, habían dejado la casa hecha un asco con algunos desperfectos.
Con respecto a la empresa ya tenía en mente a quien nombraría el presidente, por supuesto al notificárselo, le di ciertas advertencias, no quería que sucediera lo mismo que con Davis en el pasado.
Aiden y Amanda se quedarían en San Francisco durante uno
Pov Erin Veía con una gran sonrisa, el corazón a rebosar de alegría, y mis ojos humedecidos ante la imagen que veía, Aiden estaba vestido con su uniforme de bombero, por fin se acababa de graduar.– Estoy tan orgullosa de ti–dije abrazándolo como podía, debido a mi abultado vientre de casi siete meses– Te has convertido en un hombre extraordinario–– Todo gracias a ti…–besó mi frente a lo que sonreí– Ojalá papá estuviera aquí para ver esto–aquello hizo que mi pecho se oprimiera con fuerza– Él siempre está con nosotros… En nuestro corazón–coloqué mi mano en su pecho, él puso la suya sobre la mía asintiendo con una pequeña sonrisa– No llores, eso le hará mal a mis sobrinos–comentó limpiando las l&aac
Pov Archie Detuve el coche delante de casa de Erin, había varios coches de la policía, bajé rápidamente del coche, prácticamente corrí hacia la casa con la intención de entrar, pero unos agentes que custodiaban la puerta me lo impidieron.Sin importarme nada, entré a la fuerza dirigiendo mis pasos hacia el salón, Amanda estaba sentada en el sofá llorando desconsoladamente abrazada a Grace que también lo hacía, Aiden hablaba con un agente, me acerqué llamando su atención– ¿Dónde está?–cuestioné a lo que el suspiro negando– Cuando llegue… Todo estaba revuelto, ellos no estaban por ningún lado–su voz salió ahogada, sentí como mi respiración se cortaba, mi corazón se detuvo– No… No–me apoyé en uno de los sill
Me asuste viendo como la sangre salí de la cabeza de ese hombre, como pude me agache, con las manos temblorosas le tome el pulso, rápidamente lo solté aterrorizada, no tenía pulso– Por dios creo que está muerto–susurré llamando la atención de Colin, se acercó tomándole el pulso– Tienes razón… Está muerto–nos quedamos en silencio contemplando el cadáver, por un lado me sentía aliviada, por otro angustiada, él era un ser humano, aunque no lo pareciera con sus acciones, ambos nos asustamos al escuchar la voz del otro hombre– ¿Qué hacemos?–cuestioné en un susurro, me hizo un gesto de silencio, agarró la tubería y se volvió a esconder– Robert, ¿Por qué diablos tardas tanto?–se quedó quieto al entrar en la habitación, se acercó aga
Una vez que llegamos al hospital fue trasladada a una habitación, aún le faltaban varios centímetros para poder empujar, a pesar de todas las negativas que le dimos ella se metió en el baño para darse una ducha rápida, decía sentirse demasiado sucia.– ¡Por el amor de dios ¿Cuánto más debo esperar?!–exclamó Erin con dolor– Mi amor, queda poco resiste–dije acariciando su espalda suavemente, se giró dedicándome una mirada gélida– Archie… Te amo, me alegro muchísimo de estar contigo otra vez–sonrió con dulzura, pero su mirada no lo era– Pero como no te calles, te tragas la almohada–me alejé sintiendo un escalofrío recorrer mi espalda– ¿Por qué no vas a ver cómo está Noah?–cuestionó Grace mirándome con cierta lás
Cuando contamos sobre cuando nos casaríamos todos se pusieron contentos, comenzaron a bombardearnos a preguntas, a dar sus ideas, de inmediato todas se ofrecieron para ayudar con todos los detalles, mi madre se había ofrecido para hacer el diseño del vestido, Erin acepto llena de felicidad.– Tenemos que decidir donde casarnos–dijo buscando sitios en internet, sonreí acercándome a ella dándole un beso en la mejilla– Yo tengo una idea… Solo falta que aceptes–me miró desconcertada– ¿Dónde?–– Mi familia tiene una casa en Miami, junto a un acantilado, donde los atardeceres son magníficos–– ¿Miami?–– Si, ¿No te gusta la idea?–cuestioné viendo su cara de dudas– ¿Gustarme?... ¡Me encanta!–exclamó con felicidad abrazándomeE
Hacia unos días que habíamos vuelto de nuestra luna de miel en la isla de Santa Lucia, habían sido dos semanas maravillosas, aunque por un lado a veces me atacaba la ansiedad de volver a casa con los niños, pero con una videollamada me tranquilizaba.Ambos habían quedado al cuidado de mi madre y Harriet, al principio me preocupé debido a la tensión que aún las rodeaba, pero se disipó al ver lo bien que parecían llevarlo.Le hacía a ambos cosquillas haciendo que la habitación se llenara de sus risas, y mi corazón con una ternura inmensa, me incliné besando a amos en la punta de sus narices, dirigí mi mirada hacia Archie que miraba por la ventana con seriedad, hacia días que parecía perturbado– Mi amor… ¿Qué ocurre?, llevas unos días algo extraño–cuestioné haciendo que me mirase, suspiro d&aac
Limpie la lágrima que caía por mi mejilla, hacía ya un año que mi padre había muerto a causa de un cáncer, dejándome sola con mi hermano menor de 17 años, miré la carta que tenía delante, otra vez el hospital había incrementado el pago de la cuenta, ya no sabía qué hacer, tenía dos trabajos para mantenernos y pagar deudas.– Buenos días–me sobresalte al escuchar la voz de Aiden a mi espalda, rápidamente guarde la carta– Buenos días, ¿Cómo amaneciste?–contesté dándome la vuelta con una sonrisa fingida, él se me quedo observando con sus espectaculares ojos miel– Bien, ¿y tú?–dijo acercándose a mí dándome un beso en la frente, a pesar de que era la mayor, él era infinitamente más alto– Bien–ambos nos sentamos
A cada paso que él daba, yo lo retrocedía de forma instintiva, hasta que mi cuerpo chocó contra la puerta, se detuvo mirándome de forma penetrante, algo intimidada agaché la cabeza mirando sus zapatos de vestir negros– ¿Ahora soy “señor”?–lo escuché decir con burla– ¿Qué paso con estúpido?, ¿Capullo e incluso imbécil?–trague saliva con dificultad, no me atrevía a levantar la cabeza, estaba aterrada– Mírame–– Señor de verdad, no sabe cuánto lo lamento, no sabía quién era y–volvió a silenciarme, pero esta vez coloco sus dedos sobre mis labios causándome un pequeño hormigueo, se alejó de mi caminado de vuelta hacia el escritorio– Sinceramente debería despedirte–mordí mi boca por dentro intentando controlar mis lá