Estamos en casa al fin con nuestro hijo, Alex se quedó con nosotros por dos noches en el hospital, y durante el día siempre había alguien de la familia que lo reemplazaba para que fuera a cambiarse y a comer algo.
Hoy esperamos la avalancha Russo-Castelli, donde los principales protagonistas son los flamantes abuelos, que se pelean por sostener a su nieto.
-Esposa mía, ya están por llegar nuestros padres, si quieres puedes ir a ponerte cómoda a la sala y yo me encargo de Marco.
-¿Sabes, amor? Creo que debieron ser gemelos, para que cada uno tuviera un nieto que sostener – le digo muy seria a Alex -.
-No te preocupes por eso, mi vida, ya podremos encargar un par de gemelitos preciosos como su madre.
-No me digas eso, porque de verdad que me muero… todavía no sé cómo lo haremos, porque no me convence eso de que dejes la universidad.
-Ya veremos, por ahora tenemo
1 año después…-¡Maldito, te voy a matar! – Alex grita como poseído, mientras Marco lo retiene -.-Mátame, si mi mujer y mi hijo mueren, no tengo nada más en este mundo.Fabián está tirado en el suelo, con la cara desfigurada por los golpes que Alex le dio.Mientras, Aurora y Daniela luchan con lo imposible para salvar a Francesca y a su hijo, luego de que se cayera de las escaleras y de casi una semana sin comer, por haber estado encerrada.Y es que, un hombre dañado como Fabián, no iba a permitir que una chiquilla de dieciocho años le montara cuernos como lo hizo su exesposa, así que la escondió de todos sus amigos, luego de su familia, hasta que ella quiso decir basta y él la encerró.Alex cae al suelo, arrodillado y aferrado a su suegro, rogando que, a su hermanita, su pequeña Francesca no muera, que s
Estamos en la pequeña casa que elegimos para vivir en la zona de New Hinskey, en Oxford. Aurora está por llegar de sus clases, mientras yo estoy sentado en la alfombra con Marco, enseñándole a caminar, pero es inútil.No se le da la gana.-Ma… - balbucea divertido y yo me derrito por él -.Con un año y tres meses está retrasado en lo de caminar, pero en cuanto a lenguaje va bastante bien. Aurora me dice que es normal, es una lección que todos los niños hacen inconscientemente y él decidió que comunicarse era más importante que moverse.Suspiro con frustración cuando vuelve a caer de trasero, pero aplaude y se ríe, lo que me hace olvidar las ganas que tengo de verlo correr por la casa, haciendo todo tipo de desorden.Lo ayudo a ponerse de pie, porque eso es lo que me pide, pero escuchamos la puerta abrirse y ambos nos volteamos emocionados
Mi nombre es Aurora Russo, tengo diecinueve años, soy la hija mayor de Marco y Daniela, dos padres maravillosos, llenos de amor y comprensión. Estoy en el segundo año de medicina, porque decidí seguir los pasos de mi madre. Aunque, la verdad, es que soy la consentida de mi padre, él haría por mí lo que sea por verme feliz.Y lo soy, a pesar de ser solitaria, porque no nunca he tenido tiempo para las amistades y mucho menos para los amores.Soy bajita, aunque no tanto como mi madre, en verdad en casa todos somos más altos que ella, pero eso no la detiene a la hora de poner orden, donde el primer caído siempre es mi padre. Aunque me he alejado de las relaciones humanas, sueño con encontrar un hombre que me respete y ame como mi padre lo hace con mi madre, ellos son para mí un ejemplo de lo que una pareja debe ser.Tengo un hermano menor, César, pero parece mi hermano mayor, es más alto incluso que mi padre y, mi madre, dice que se debe a su abuelo paterno, él era muy al
Mi nombre es Alex Luciano Castelli, soy el mayor de seis hermanos, el hijo predilecto de mi padre por mi forma de ser, creo igual a él, protector de todos los míos.Desde pequeño me he preocupado de cuidar de mis hermanos, de ayudarles a elegir lo correcto y tratar de ser un apoyo más que una carga para mis padres. Verán, cuando tienes consciencia de que son muchos hijos, la verdad es que lo único que quieres es ser responsable.Mi padre, Alex Castelli, es mi ejemplo. Cuidó de nosotros, sus hijos, mientras mi madre trabajaba con mi tío Luca para seguir consolidando la empresa. Trabajó a medio tiempo como profesor de artes una vez que todos pudimos ir a la escuela, pero cuando mi madre quedó embarazada otra vez y pasó los primeros cuatro meses en cama, él no se despegó de nosotros, en especial de ella.Una vez más dejó su pasión por enseñar arte,
Me despierto temprano y decido que es mejor me levante ahora y salga de casa con tiempo a la universidad. Es un día de lluvia bastante agitado en la ciudad, una que hace años no se veía, por lo que puedo imaginar el tipo de caos que nos encontraremos de camino al campus. Me visto con unos sencillos jeans, un suéter beige y unas botas, arriba de todo me pongo un abrigo impermeable. Meto los libros que debo renovar en una bolsa sellada, para protegerlos del agua. Bajo a la cocina, donde la televisión está encendida y el desayuno preparado. Veo en el canal de noticias que el viento ha botado árboles, dejando varios sectores sin luz, semáforos apagados y retraso en el tránsito, salir temprano hoy es una verdadera necesidad. -Buenos días, princesa – un beso en la frente de mi padre me hace sonreír -. -Buenos días, papi. Tan guapo como siempre. -Me vestí así para mi novia – sonríe y me guiña un ojo -. -Afortunada tu condenada novia entonces
Me voy con la encargada, quien me acompaña hasta la recepción y me renueva la suscripción de los libros, diciendo que esa la última oportunidad y que tengo quince días. Le agradezco, mientras coloco los libros en su protección, salgo de la biblioteca hacia el auditorio con más tranquilidad, pero sin dejar de pensar en esos bellos ojos azules. Al llegar al auditorio me cambio el abrigo por uno seco que guardaba en mi mochila, busco un asiento cerca de la ventana y a media altura, todavía hay muy pocos compañeros en el lugar, por lo que decido seguir hojeando el libro de procedimientos quirúrgicos, que me mantiene ocupada, pero esta vez no consigo concentrarme del todo, porque esos ojos no me dejan en paz. He visto cientos de ellos desde pequeña, de todos los tonos y formas, pero estos son los primeros que me perturban o más bien me invitan a la calma. Cierro los ojos un momento, respiro profundo y dejo que ese recuerdo ayude a relajarme después de tres semanas de estr
La conferencia continúa por la tarde, pero a Alex no consigo verlo porque ha quedado ubicado justo detrás del podio. Además, esta vez me he sentado más cerca de la puerta, para salir en cuanto esto termine.El tiempo se me pasa más rápido, lo que agradezco porque solo quiero irme, pero a la vez quiero quedarme. en cuanto lo dan por finalizado, me paro y salgo del auditorio. Recibo un mensaje de él y sonrío, me voy hasta el estacionamiento.Pero esos ojos azules no se me salen de la mente, me hubiese gustado verlos una vez más-Aurora… hija… ¡Aurora!Me sobresalto, mi padre me hace señas con la mano libre, sin dejar de ver hacia adelante. Él ha pasado por mí hoy a la universidad, iremos a pasar tiempo de calidad entre padre e hija a un bowling.-Hija, ¿estás bien? – me mira confundido cuando nos dete
Para mi mala suerte hemos regresado a la conferencia y he quedado detrás del podio, por lo que no consigo tener mucha visión del salón, además, mi Aurora no ha ocupado el mismo lugar, no tengo idea de dónde se ha ubicado esta vez.Las exposiciones se me hacen eternas, pero terminan. En cuanto nos dejan ponernos de pie, salgo disparado y rodeo el edificio para ir por ella, quiero ver si consigo intercambiar números, para mantener contacto, salir, conocernos. Logro verla a lo lejos y comienzo a correr para alcanzarla, hasta que veo que un hombre alto, de cuerpo bien formado y mayor se acerca a ella.Ambos se abrazan, él le quita la mochila y caminan de la mano hacia el estacionamiento. Sabía que existía la posibilidad de que ella tuviera novio, porque es demasiado bella, y eso de la soledad sea una manera de alejar a otros chicos, pero nunca me imaginé que le gustaran los hombres mayores.-&ique