Estamos en la pequeña casa que elegimos para vivir en la zona de New Hinskey, en Oxford. Aurora está por llegar de sus clases, mientras yo estoy sentado en la alfombra con Marco, enseñándole a caminar, pero es inútil.
No se le da la gana.
-Ma… - balbucea divertido y yo me derrito por él -.
Con un año y tres meses está retrasado en lo de caminar, pero en cuanto a lenguaje va bastante bien. Aurora me dice que es normal, es una lección que todos los niños hacen inconscientemente y él decidió que comunicarse era más importante que moverse.
Suspiro con frustración cuando vuelve a caer de trasero, pero aplaude y se ríe, lo que me hace olvidar las ganas que tengo de verlo correr por la casa, haciendo todo tipo de desorden.
Lo ayudo a ponerse de pie, porque eso es lo que me pide, pero escuchamos la puerta abrirse y ambos nos volteamos emocionados
Mi nombre es Aurora Russo, tengo diecinueve años, soy la hija mayor de Marco y Daniela, dos padres maravillosos, llenos de amor y comprensión. Estoy en el segundo año de medicina, porque decidí seguir los pasos de mi madre. Aunque, la verdad, es que soy la consentida de mi padre, él haría por mí lo que sea por verme feliz.Y lo soy, a pesar de ser solitaria, porque no nunca he tenido tiempo para las amistades y mucho menos para los amores.Soy bajita, aunque no tanto como mi madre, en verdad en casa todos somos más altos que ella, pero eso no la detiene a la hora de poner orden, donde el primer caído siempre es mi padre. Aunque me he alejado de las relaciones humanas, sueño con encontrar un hombre que me respete y ame como mi padre lo hace con mi madre, ellos son para mí un ejemplo de lo que una pareja debe ser.Tengo un hermano menor, César, pero parece mi hermano mayor, es más alto incluso que mi padre y, mi madre, dice que se debe a su abuelo paterno, él era muy al
Mi nombre es Alex Luciano Castelli, soy el mayor de seis hermanos, el hijo predilecto de mi padre por mi forma de ser, creo igual a él, protector de todos los míos.Desde pequeño me he preocupado de cuidar de mis hermanos, de ayudarles a elegir lo correcto y tratar de ser un apoyo más que una carga para mis padres. Verán, cuando tienes consciencia de que son muchos hijos, la verdad es que lo único que quieres es ser responsable.Mi padre, Alex Castelli, es mi ejemplo. Cuidó de nosotros, sus hijos, mientras mi madre trabajaba con mi tío Luca para seguir consolidando la empresa. Trabajó a medio tiempo como profesor de artes una vez que todos pudimos ir a la escuela, pero cuando mi madre quedó embarazada otra vez y pasó los primeros cuatro meses en cama, él no se despegó de nosotros, en especial de ella.Una vez más dejó su pasión por enseñar arte,
Me despierto temprano y decido que es mejor me levante ahora y salga de casa con tiempo a la universidad. Es un día de lluvia bastante agitado en la ciudad, una que hace años no se veía, por lo que puedo imaginar el tipo de caos que nos encontraremos de camino al campus. Me visto con unos sencillos jeans, un suéter beige y unas botas, arriba de todo me pongo un abrigo impermeable. Meto los libros que debo renovar en una bolsa sellada, para protegerlos del agua. Bajo a la cocina, donde la televisión está encendida y el desayuno preparado. Veo en el canal de noticias que el viento ha botado árboles, dejando varios sectores sin luz, semáforos apagados y retraso en el tránsito, salir temprano hoy es una verdadera necesidad. -Buenos días, princesa – un beso en la frente de mi padre me hace sonreír -. -Buenos días, papi. Tan guapo como siempre. -Me vestí así para mi novia – sonríe y me guiña un ojo -. -Afortunada tu condenada novia entonces
Me voy con la encargada, quien me acompaña hasta la recepción y me renueva la suscripción de los libros, diciendo que esa la última oportunidad y que tengo quince días. Le agradezco, mientras coloco los libros en su protección, salgo de la biblioteca hacia el auditorio con más tranquilidad, pero sin dejar de pensar en esos bellos ojos azules. Al llegar al auditorio me cambio el abrigo por uno seco que guardaba en mi mochila, busco un asiento cerca de la ventana y a media altura, todavía hay muy pocos compañeros en el lugar, por lo que decido seguir hojeando el libro de procedimientos quirúrgicos, que me mantiene ocupada, pero esta vez no consigo concentrarme del todo, porque esos ojos no me dejan en paz. He visto cientos de ellos desde pequeña, de todos los tonos y formas, pero estos son los primeros que me perturban o más bien me invitan a la calma. Cierro los ojos un momento, respiro profundo y dejo que ese recuerdo ayude a relajarme después de tres semanas de estr
La conferencia continúa por la tarde, pero a Alex no consigo verlo porque ha quedado ubicado justo detrás del podio. Además, esta vez me he sentado más cerca de la puerta, para salir en cuanto esto termine.El tiempo se me pasa más rápido, lo que agradezco porque solo quiero irme, pero a la vez quiero quedarme. en cuanto lo dan por finalizado, me paro y salgo del auditorio. Recibo un mensaje de él y sonrío, me voy hasta el estacionamiento.Pero esos ojos azules no se me salen de la mente, me hubiese gustado verlos una vez más-Aurora… hija… ¡Aurora!Me sobresalto, mi padre me hace señas con la mano libre, sin dejar de ver hacia adelante. Él ha pasado por mí hoy a la universidad, iremos a pasar tiempo de calidad entre padre e hija a un bowling.-Hija, ¿estás bien? – me mira confundido cuando nos dete
Para mi mala suerte hemos regresado a la conferencia y he quedado detrás del podio, por lo que no consigo tener mucha visión del salón, además, mi Aurora no ha ocupado el mismo lugar, no tengo idea de dónde se ha ubicado esta vez.Las exposiciones se me hacen eternas, pero terminan. En cuanto nos dejan ponernos de pie, salgo disparado y rodeo el edificio para ir por ella, quiero ver si consigo intercambiar números, para mantener contacto, salir, conocernos. Logro verla a lo lejos y comienzo a correr para alcanzarla, hasta que veo que un hombre alto, de cuerpo bien formado y mayor se acerca a ella.Ambos se abrazan, él le quita la mochila y caminan de la mano hacia el estacionamiento. Sabía que existía la posibilidad de que ella tuviera novio, porque es demasiado bella, y eso de la soledad sea una manera de alejar a otros chicos, pero nunca me imaginé que le gustaran los hombres mayores.-&ique
Llego al campus enterrada en mi abrigo, siempre los días posteriores a la lluvia son fríos, pero este me parece aún peor, porque el frío viene desde dentro. Camino hacia mi sala, como siempre soy la primera en llegar, me quedo esperando fuera, mientras me pongo unos audífonos y comienzo a estudiar, motivo por el cual no me doy cuenta de la presencia de otra persona, hasta que alguien me toca el hombro. Me quito los audífonos, porque veo a Alex sonriendo. -Lo siento, no quise molestarte. Pero me di cuenta que te gusta mucho estudiar y te traje un obsequio – me extiende una bolsa de regalo mediana, la recibo con algo de recelo, sobre todo porque no me saco de la mente la imagen de ayer -. Espero que te sirvan. Luego me dices, porque ahora llego tarde a mi clase. Sale corriendo, mientras yo me quedo sonriendo por la forma tan infantil de acercarse a mí y luego salir corriendo. Pero la curiosidad es más fuerte que la descortesía, así que miro el contenido
Han pasado algunos días desde que vi a Alex, luego de alejarme de él ese día, se me encargó la tarea de formar parte del equipo que presentará la carrera en una exposición.Ya presentados todos mis exámenes, ahora me encuentro tirada en mi cama, mirando el techo sin ganas de nada porque ese niño idiota de ojos azules me ha dejado total y completamente deprimida.En lugar de estar disfrutando mi receso de invierno entre mis libros y la clínica de mi madre, estoy aquí llorando, cantando “Duele el Amor” con todo el sentimiento acumulado toda mi vida.Llaman a la puerta, me limpio las lágrimas y me siento en la cama, tratando de ocultar mi pena.-Pase – la puerta se abre y se asoma mi hermano -.-Hola hermanita – entra con su sonrisa, pero se le borra de inmediato cuando me ve y corre hacia mí-. ¿Qué te pasó hermanita? T&uacu