Narra Daniela.
-Espera los perros no hablan, debo estar soñando, si eso es estoy soñando-. Retrocedí dos pasos, sus ojos me miraban fijo, volví acerarme, seguía mirándome.
¿Qué hacia un lobo de ese tamaño por aquí?, Jamás había visto uno en realidad, el seguía mirándome, se acercaba más a cada instante, abrí mi ventana saque un pie cuando él se detuvo, saque mi otro pie y me senté en el marco de la ventana.
Su pelaje brillaba con el reflejo de la luz de la luna, sus ojos seguían fijos a los míos.
-Eres mía-. Repitió. -Solo mía-. Me sorprendí por su tono autoritario.
Se puso en dos patas como si fuese una persona, me asusté que casi me resbaló por el tejado, grite fuerte.
- ¡Dany!... pero que rayos haces ahí-. Me dice mi hermano, toma mi mano y me halo.
- ¡Estaba viendo un enorme lobo que estaba ahí! -Apunte la dirección donde estaba el lobo negro, pero ya no estaba.
-Lobo estas locas, creo que ese viaje te tiene alucinando, Dany por aquí no hay lobos estamos en la ciudad-. Hice una mueca, en verdad estaba enloqueciendo.
-Yo sé lo que vi Esteban te lo juro, era un enorme lobo de unos tres metros o más, tal vez estoy exagerando-. Me mira con reproché.
-No de nuevo Dany si, ya no más alucinaciones por favor-. Resople.
-Bien, yo sé lo que veía ustedes nunca me creyeron-. Me cruce de brazos.
-De acuerdo, zarigüeya-.
-Odio que me llames así-.
-Lo sé, pero a mí me encanta llamarte así-.
-De acuerdo pálido -Le digo, él me decía zarigüeya y yo le decía pálido por su piel.
Él es de tez pálida mientras yo parezco un pan tostado, bueno no tanto, pero mi piel es bronceada, siempre me preguntan si me la pasó metida en la playa, bajo el sol o en alguna máquina de bronceado.
Me molestaba eso, pero ya no lo hace, cuando me molestaban por el color de mi piel quería tener la piel como mi hermano o mi papá, pero ahora me siento orgullosa del color de piel que tengo.
‐Ya tienes todo listo-. Asentí. -Descansa tienes un viaje largo, ¡París he! la ciudad de la moda-. Me acosté en mi cama y él se acomodó a mi lado como lo hacía antes.
-Si la ciudad de la moda y el glamur-. Sonreí.
-Te me creciste zarigüeya-.
-Y tu pálido-. Mi hermano tiene veintiocho años y mi hermana menor tiene dieciséis. -Cuando tendrás una novia o presentarás una-. Hace dos años término con su novia con la cuál pensaba casares, pero la muy m@ldita disculpen la palabra lo engaño con supuesto mejor amigo de ella.
-Ninguna llama mi atención Dany, todas son lo mismo, siento que si me doy otra oportunidad me hará lo mismo-.
-Creo que no estamos hechos para amar hermano-.
-Cuánta razón tienes pequeña-. Me dio un beso en la mejilla. -Descansa hermanita-. Cerré mis ojos y caí como un tronco.
Día siguiente.
Me levante cuando sonó mi alarma, hice mi rutina, tome mi jugó y fui a duchar me, se que lo que vi anoche no era una alucinación.
Sacudí mi cabeza ya no voy a pensar en eso tome mi conjunto que usaría y me vestí.
Revise mi bolso a ver si tenía mi pasaporte a veces suelo ser despistada pero no tanto, no soy ninguna cabeza hueca como todos cree que son las modelos, en fin, después de verificar que si lo tengo baje.
-Mi amor listo para la aventura que te espera-. Dice mamá con entusiasmo.
-Aunque estoy algo nerviosa-.
-Eso es normal es tu primer modelaje internacional lo harás bien-.
-Eso espero mamá-.
-Si no estás tan segura no deberías ir-. Dice mi hermano tan aguafiestas como siempre.
-Dany fue una de las elegidas por que lo hizo bien no es así-. Asiento.
-Si no le hagas caso solo está molestando, cuéntanos cómo te va con la empresa-.
-Bien el jefe es todo un amor-. Sonrió.
-Si claro si fuese así no quisieras renunciar-. Dice mi hermanita.
-¡Aah! -. Lo miró.
-Me quiere torturar el muy m@ldito, cada vez es Esteban has esto, atiende aquello-.
-Tal vez está enamorado de ti-.
-No digas eso ni de broma, yo no soy homosexual, soy todo un hombre y no es que menosprecie a los de ese género, pero este que está aquí es un viril hombre-. Miro a mi hermana y reímos a carcajadas.
Él nos fulmina con la mirada. -Lo siento-. Paro de reír. -Es que eso de yo soy viril lo dijiste de una manera tan graciosa-.
-Con ustedes no se puede, soy un hombre cien por ciento-.
-Okey, okey ya tengo que irme voy por mi maleta-. Me levanto, subo las gradas, entró a mi habitación tomo mi maleta y mi cartera, suspiro y vuelvo a bajar.
-Me traes muchas cosas si plis-.
-Si tengo tiempo buscaré algo para ti-. Abrazo a mi hermanita, luego a mi madre y por último a mi hermano mi padre salió temprano a una emergencia.
-Cuando regreses no te olvides de ir a visitarme-
-Prometido corazón-. Pongo él meñique.
-Promesa de meñique-. Asiento une su meñique con el mío. -Me avisas para tenerte algo delicioso-.
-Si-. Le doy un beso.
Salgo de la casa mi Uber ya está esperando me, subo la maleta y yo también lo hago... al llegar a la agencia subo al elevador, al llegar al segundo piso ya están algunas chicas aquí.
Esperamos a que venga Santi y como lo dijo a las catorce horas ya estaba aquí.
-Buenas tardes, chicas listas para el gran viaje, les quiero decir que apenas bajemos del Avión privado iremos a la convención de modas, como les dije no tendremos descanso alguno, no como están acostumbradas claro, descansaran unos cuatro a cinco horas después de cada evento-.
-Si nos dan cinco horas de descanso para mi es suficiente-. Dice Susan.
-Todas están de acuerdo con ello-. Asentimos. -Muy bien tomen sus maletas y vamos, la limusina nos espera-. Cada uno tomó su maleta y bajamos de seis en seis, al llegar abajo había varias limusinas, nos dividimos en grupos.
Al estar todos acomodados nos fuimos al aeropuerto, al llegar hicimos el chekin, hicimos el escaneo de maletas, abordamos el Jet directo a París...
Kyril.
Esperarla a ella fue muy difícil Zeev no paraba de decirme que la sacará de lo que estuviera haciendo, estuve que amasarlo para que me dejara en paz.
Cuando la vi salir y subir a un taxi la seguí hasta su casa, según lo que decía su hoja de vida ella vivía ahí.
La vi bajar del taxi y acercarse a un tipo que la abrazo, estaba tocando lo que era mío, no pude evitar gruñir, ella volteo para donde estaba mi auto estacionado, por suerte los vidrios eran polarizado.
La vi entrar a su casa, ya no podía hacer nada, ¿por ahora?, regresé a mi apartamento tenía que regresar a la manada hoy, no me voy a ir si no es con ella, la voy a llevar conmigo quiera o no.
-No voy a esperar mañana la quiero ya conmigo-.
-No podemos hacer eso Zeev-.
- ¿Por qué? ella es nuestra destinada-.
-Pareces niño berrinchudo Zeev la llevaremos con nosotros eso tenlo por seguro-.
-Más te vale Kyril porque si no la tengo conmigo no me verás-.
-Deja tus amenazas-.
-Esta noche iré a ver a mi hermosa luna hasta que la tenga conmigo-.
-No te dejaré-. Ni se inmutó en responderme.
Y así siguió en toda la tarde no me respondió, al caer la noche Zeev y yo entramos en una contienda para que no tomara el control del cuerpo poAar más que luche él me gano.Narra Zeev.Tome el control totalmente, no escuché lo que me decía Kyril, me convertí en mi forma animal salí por la ventana para que nadie me viera.Corrí lo más veloz que pude estoy a una distancia considerable de donde vive mi luna, ella es mi luna, aunque que Kyril no lo acepte.Al llegar espere a ver si salía o se asomaba en alguna ventana, espere por mucho tiempo hasta que la vi asomarse por una de las ventanas.Me acerque donde daba más la luz de la luna, es tan bella, es como un ángel, no pude aguantarme y le hable. -Eres mía, pronto estaremos juntos-. Le dije.La vi sorprenderse, ella retrocedió dos pasos, tal vez no creía lo que estaba viendo me acerque al igual que ella camino hacia mí, abrió la ventana, saco un pie y luego el otro, sus ojos me tenían hechizados. -Eres mía-. Volví a decirle. -Solo mía-.
Narra Daniela.Estar en París era grandioso y estar en las pasarelas era fantástico, pero como todo termina los días de estar en las mejores pasarelas había terminado, regresar a casa era lo mejor la extrañaba mucho.Al llegar al aeropuerto busque mi maleta, iba tomar un taxi cuando de pronto me intercedió un señor, él se paró delante de mí, me eche a un lado, pensé que le estaba estorbando el paso.-Disculpe señorita Echeverri-. Lo mire como era que sabía mi nombre aun no soy una modelo reconocida.- ¿Disculpe lo conozco? -No señorita, pero me mandaron por usted-. Fruncí el ceño.- ¿Como que viene a buscarme, yo no solicite ningún servicio de Uber o ningún otro? -.-Si... el señor Hegel me mandó por usted-.- ¿Hegel?, ¿Quién es ese? -. Me parecía haberlo escuchado, pero no recuerdo.-Él es el...-No importa no lo conozco y no soy de esas que se van con cualquier extraño, lo siento-. Pasé a un lado de él y subí al taxi. No sé qué clase de locos son ellos.Como le dije a mi hermano qu
Al sentarme sentí su nariz en mi cuello, mi piel se erizo de inmediato. - ¿Está bien? -. Pregunté al girarme hacia él quedando a escasos centímetros de su cara. Mi corazón se aceleró, al igual que mi pulsó, me sumí en sus dos pozos negros, no podía desprenderme de su mirada, sentía una fuerte atracción hacia él. No pude contenerme, lo tomé de la camisa lo atraje hacía mí y lo besé con fiereza quería todo de él, mi cuerpo se estremeció cuando su lengua tocó la mía... Sentí su mano acariciar mi mejilla, parpadeó varias veces, había sido mi imaginación, estaba imaginando besarlo. -por dios Dany pero que te pasa eres de lo peor-. me reproché. Me levanté de inmediato. -Disculpe señor Hegel que deseaba de mí-. -Todo-. Lo miré sorprendida. - ¿Como? -. Tal vez había escuchado mal. -Quería invitarla a cenar-. Me solté y caí en la silla como una papayita. Lo mire perpleja. -Lo siento señor Hegel, aunque de señor no tiene nada digo... Sacudí mi cabeza. -Creo que es mala idea, usted es m
Narra Kyril.Besar sus labios era lo más placentero, no sé qué voy hacer con ella, pero una cosa tengo muy segura es que la voy a mantener a mi lado hasta el último día de su vida.No estaba ebria como ella lo estaba, es más, ese vino no me hacía efecto, para ello tendría que tomarme una bodega entera.-Serás mía-. Le dije. -Dime que serás solo mía-. Le hablé de manera sugerente.-Soy solo tuya-. Me respondió eso hizo que Zeev gruñera.La besé, quería hacerla mía, pero quiero que ella esté consciente cuando lo haga, deslice mi mano por sus piernas hasta llegar a sus muslos. -Eres mía desde siempre, mía. —La tomé en mis brazos y la llevé conmigo a la habitación, la desnudé dejándola solo en ropa interior.La miré de arriba abajo su cuerpo es hermoso y ese bronceado me vuelve loco, la acosté en la cama, besé toda su piel, sus gemidos me hacían querer enterrarme dentro de ella.Seguí besando su cuerpo, hasta deleitarme, sus gemidos hacían ronronear a Zeev, me acosté a su lado la atraje h
Fui abriendo los ojos poco a poco y miré a mi alrededor, estaban todas las chicas y alguno de los modelos, al igual que Josías. -Dany me tenías muy preocupado que te paso-. - ¿Que me paso de que hablas? -Los mire extrañada. -No te acuerdas hace media hora estabas mal sudabas y estabas fría, pensé que te ibas a morir-. -Estoy bien, perfectamente que no me ven-. Sonreí. Si me acordaba de lo sucedido, pero no quería asustarlos, ni yo sé que fue lo que me pasó. -Estaré pendiente de ti señorita-. Me dice Josías. -De acuerdo, pero no me aceches por favor-. Uní mis manos. Todos empezaron a retirarse, me levanté y fui al cuarto de baño, tomé una ducha de veinte minutos, al salir me vestí. La noche llegó, me acosté en mi cama, me sentía cansada. Los días siguientes me recupere no sentía esa opresión tan fuerte, pero si sentía como si algo me faltaba, o como si alguien estaba sufriendo por mi culpa, no sé era algo raro. La semana pasó tan rápido que ya estamos de vuelta a la ciudad, Jos
Narra Kyril.Esperé la semana entera por ella, tenía el plan perfecto para traerla a mí, me hice pasar por un cliente para poder solicitar los servicios de Daniela cómo modelo, dije que era de esa prestigiosa compañía que hace productos de belleza.Soy socio así que no importa, cuando llegó el pedido a mis manos los firme, pronto la iba tener conmigo, su móvil no paro de sonar hasta que murió.Cuando se llegó el día de mandar por ella escogí uno de mis guerreros y de mayor confianza, le prohibí cruzar palabra alguna con ella, no quería que ni la mirara, su piel exótica atrae muchas miradas, no quiero que nadie la mire tal vez estoy obsesionado con ella, pero es lo que hay ella es solo mía.Ya en la tarde Nico me avisó que venían llegando, moría de la impaciencia, y Zeev no ayudaba en nada, él también estaba loco por su llegada, salí del despacho y tome una ducha para bajar mis revoluciones, quería verla ya, al empezar bajar las gradas sentí su olor, camine con ansias de besar sus labi
La coloque de espalda y volví a penetrarla, haciéndola una vez más mía, porque es solo mía, y espero le quede muy claro, que desde hoy es solo mía.Luego de ducharnos salimos envueltos en una toalla, ella miro su ropa la recogió, desde que salimos del baño no me mira, la mire con una sonrisa. -Lo siento prometo reponértela-. Asintió, tome mi camisa y se la di, ella la tomo nerviosa y se la colocó, me coloque el bóxer y el pantalón. -Vamos te llevo a tu habitación-. De la que no pienso salir.Abrí la puerta, caminé junto a ella tomándola de la cintura, subimos las gradas pasamos varias habitaciones hasta llegar a la suya que está al lado de la mía. -Ponte cómoda, si necesitas algo esa es mi habitación-. Asiente salí de la habitación cerrando la puerta.Fui a mi habitación y me cambié, baje y fui al despacho, rememore todo lo que había pasado hace unos minutos o talvez una hora…Horas después fui a la habitación a decirle que ya íbamos a cenar, alce la mano para tocar la puerta, la escu
Narra Daniela.Al despertar siento esos brazos fuertes rodear mi cintura, su intimidad pegada a mis pompis, los dos estamos desnudos, está vez no podré escapar de él, y no podía hacerlo, aún tengo pendiente lo de las fotografías.No sé quién será el fotógrafo, es raro ya que siempre mandan a uno de la agencia.Trato de levantarme, su agarre se fortalece más. —Esta vez no escaparás de mi Daniela —Su voz es ronca que hace que mi piel se erice.—No pienso escapar, pero podrías aflojar tu agarre un poco siento que me voy asfixiar —Besa mi hombro.—Pensé que escaparías, no puedes dejarme solo —Su voz suena diferente, un poco más grave.—Pero tengo que trabajar —Le digo, me giro en sus brazos para verlo, sus ojos están de ese azul cielo, levanto la cabeza y lo observó mejor. —Como es que tus ojos cambian de color —Lo miro detenidamente, sus ojos han vuelto a ser negros.—¿Por qué lo dices?, tenía los ojos de otro color —Asiento. —Debe ser mi lobo —Daleo la cabeza.—Tu ¿lobo? —Esta de broma.