Fui abriendo los ojos poco a poco y miré a mi alrededor, estaban todas las chicas y alguno de los modelos, al igual que Josías. -Dany me tenías muy preocupado que te paso-. - ¿Que me paso de que hablas? -Los mire extrañada. -No te acuerdas hace media hora estabas mal sudabas y estabas fría, pensé que te ibas a morir-. -Estoy bien, perfectamente que no me ven-. Sonreí. Si me acordaba de lo sucedido, pero no quería asustarlos, ni yo sé que fue lo que me pasó. -Estaré pendiente de ti señorita-. Me dice Josías. -De acuerdo, pero no me aceches por favor-. Uní mis manos. Todos empezaron a retirarse, me levanté y fui al cuarto de baño, tomé una ducha de veinte minutos, al salir me vestí. La noche llegó, me acosté en mi cama, me sentía cansada. Los días siguientes me recupere no sentía esa opresión tan fuerte, pero si sentía como si algo me faltaba, o como si alguien estaba sufriendo por mi culpa, no sé era algo raro. La semana pasó tan rápido que ya estamos de vuelta a la ciudad, Jos
Narra Kyril.Esperé la semana entera por ella, tenía el plan perfecto para traerla a mí, me hice pasar por un cliente para poder solicitar los servicios de Daniela cómo modelo, dije que era de esa prestigiosa compañía que hace productos de belleza.Soy socio así que no importa, cuando llegó el pedido a mis manos los firme, pronto la iba tener conmigo, su móvil no paro de sonar hasta que murió.Cuando se llegó el día de mandar por ella escogí uno de mis guerreros y de mayor confianza, le prohibí cruzar palabra alguna con ella, no quería que ni la mirara, su piel exótica atrae muchas miradas, no quiero que nadie la mire tal vez estoy obsesionado con ella, pero es lo que hay ella es solo mía.Ya en la tarde Nico me avisó que venían llegando, moría de la impaciencia, y Zeev no ayudaba en nada, él también estaba loco por su llegada, salí del despacho y tome una ducha para bajar mis revoluciones, quería verla ya, al empezar bajar las gradas sentí su olor, camine con ansias de besar sus labi
La coloque de espalda y volví a penetrarla, haciéndola una vez más mía, porque es solo mía, y espero le quede muy claro, que desde hoy es solo mía.Luego de ducharnos salimos envueltos en una toalla, ella miro su ropa la recogió, desde que salimos del baño no me mira, la mire con una sonrisa. -Lo siento prometo reponértela-. Asintió, tome mi camisa y se la di, ella la tomo nerviosa y se la colocó, me coloque el bóxer y el pantalón. -Vamos te llevo a tu habitación-. De la que no pienso salir.Abrí la puerta, caminé junto a ella tomándola de la cintura, subimos las gradas pasamos varias habitaciones hasta llegar a la suya que está al lado de la mía. -Ponte cómoda, si necesitas algo esa es mi habitación-. Asiente salí de la habitación cerrando la puerta.Fui a mi habitación y me cambié, baje y fui al despacho, rememore todo lo que había pasado hace unos minutos o talvez una hora…Horas después fui a la habitación a decirle que ya íbamos a cenar, alce la mano para tocar la puerta, la escu
Narra Daniela.Al despertar siento esos brazos fuertes rodear mi cintura, su intimidad pegada a mis pompis, los dos estamos desnudos, está vez no podré escapar de él, y no podía hacerlo, aún tengo pendiente lo de las fotografías.No sé quién será el fotógrafo, es raro ya que siempre mandan a uno de la agencia.Trato de levantarme, su agarre se fortalece más. —Esta vez no escaparás de mi Daniela —Su voz es ronca que hace que mi piel se erice.—No pienso escapar, pero podrías aflojar tu agarre un poco siento que me voy asfixiar —Besa mi hombro.—Pensé que escaparías, no puedes dejarme solo —Su voz suena diferente, un poco más grave.—Pero tengo que trabajar —Le digo, me giro en sus brazos para verlo, sus ojos están de ese azul cielo, levanto la cabeza y lo observó mejor. —Como es que tus ojos cambian de color —Lo miro detenidamente, sus ojos han vuelto a ser negros.—¿Por qué lo dices?, tenía los ojos de otro color —Asiento. —Debe ser mi lobo —Daleo la cabeza.—Tu ¿lobo? —Esta de broma.
—Disculpe señorita, pero no tengo ninguna orden del Alpha para llevarla de vuelta —Frunzo el ceño.—¿Alpha? —Pregunto.—El señor Kyril.—¡Oh!, Pero no necesito que él señor Kyril lo apruebe, creo que aquí no hay nada que hacer.—Lo siento señorita, pero no puedo hacer nada —Bufo.—Porque no puedes hacer nada dime, necesito llegar a la ciudad hoy mismo —Tal vez estoy siendo hostil, pero necesito irme, además en dos semanas tengo que ponerme la inyección, no quiero tener hijos aún.Y no creo que el señor Kyril quiera tener hijos con su amante, si eso es lo que somos, amantes, y no creo que él este casado.—Lo siento son órdenes, mejor entre y espere al señor Kyril —Resoplo frustrada.—Si no me llevas me iré yo sola —Soy ignorada totalmente.Me doy la vuelta, suspiro son las diez de la mañana, alguien se apiadará de mí, además el clima de hoy es mejor que él de ayer, tal vez haya algún taxi.Camino en el camino lleno de grava… al llegar a la salida mi corazón se acelera.—Pero que rayos m
Narra Kyril.—No, es lo que te mereces por querer escapar —Me acerco a ella, que retrocede hasta chocar con la cama, pego mi cuerpo al suyo, su respiración choca contra mi cuello. —¿Dime que quieres Daniela? _Acarició su rostro.-Yo... —No la dejo continuar, besos sus labios, hundo mi lengua en su cavidad bucal, rozo mi lengua con la suya.Tomo su mano y la subo a la altura de su cabeza, llevo la cinta a su muñeca y empiezo amarrarla, mientras devoró su boca.Si la dejo ir ella no podrá estar tranquila, sentirá un vacío y que algo le hace falta, al no saber del lazo que nos une ella podría sufrir, me resulta tedioso explicarle eso, talvez no lo entienda y podría tratarme de loco como lo ha hecho, prefiero mantener la aquí y si no fuese así igual no pienso dejarla ir. Me separo de ella por falta de oxígeno, su pecho sube y baja.—Vez que no podrías estar sin mí _.—No sé porque dices esas cosas absurdas_. Niego, tomo su otra mano y la ato, al ella sentir la cinta empieza a forcejear.—
Narra Daniela.Después que Kyril me ato a su cama grite como loca, pero nadie me escucho, maldije una y otra vez.Quiero escapar, ese es mi único objetivo no me importa si no tengo trabajo.Pataleo como niña berrinchuda, pues sí que creen, pero me cansé de hacerlo.Aún no me explico cómo fue que sucedió estaba tan perdida en mi libido que no me di cuenta cuando me ato.Lo odio, no, me odio por ser tan tonta y caer ante un hombre como él.Es que sus ojos, su boca, su cuerpo todo de él me tiene al borde de un abismo.Ya no sé qué hacer me siento en el suelo y recuesto mi cabeza en la suave cama.Quise desatarme, pero todos mis intentos fueron fallidos, nunca había visto unos nudos como estos.No sé cuánto tiempo llevo aquí, mis ojos se cierran solos, me siento cansada de gritar a la nada, me acomodo bien y me quedo dormida… Siento algo rozar mi mejilla y me despierto asustada, doy un respingo.Al ver al intruso quiero ahorcarlo o meterle una buena pata dota en la entrepierna por dejarm
Daniela.—Lo prometo, no creo poder escapar de ti, te deseo más que el helado de chocolate, te deseo más que todo—. Digo pérdida en el deseo.—No te vuelvo hacer mía porque tengo que trabajar—. Me vuelve a besar, de manera arrasadora.Sale de mi y me coloca en el piso, mi cuerpo tiembla aún, me ayuda llevándome al váter, me siento, observó como se limpia.—Mañana iremos al doctor para que te revise—. Hago una mueca.—No puedo ir al mío tengo más confianza con él—. Me mira de manera aterradora, se acerca a mí me toma del mentón.—¡No, dije que no, que es lo que no entiendes! —. Me grita, tiemblo del miedo. —No me provoques Dany—. Se gira y sale del baño.Voy a escapar de aquí, es un loco primero me devora como lobo feroz y ahora me grita así.—Aunque te deseo Kyril Hegel voy escapar de ti, como sea lo haré—. Digo pataleando.Me limpio y me meto a la ducha nuevamente, voy a borrar todo rastro de tus besos y tus toques, paso mi mano por donde él lo ha hecho, imaginar cómo me tocaba me ha