Ella era nuestra compañera y aún estaba al borde de la muerte y no pude darme cuenta qué estaba haciendo hasta que llegué cerca a ella, estaba de rodillas antes de que pudiera volver a mi razón, estaba a punto de agachar la cabeza y pasar mi nariz por su cuerpo cuando mi amigo apretó bien mi hombro, sujetándome en mi lugar
— para, la vas a asustar, ella va a empezar a sentir mucho dolor cuando su cuerpo empiece a desentumecerse y si se encuentra desnuda con un hombre enorme extraño oliendo su cuerpo va a ser algo aterrador ¿quieres que ese sea su primer recuerdo de ti? —Me alejé, aunque no lo deseaba pero sabía que lo que decía era cierto, sería horroroso que este fuera el primer recuerdo que tuviera de mí, siendo ella mi compañera, entonces me senté a su lado, aun desnudo preguntándome ¿qué podría hacer? Mi amigo recogía metódicamente todas sus cosas, mientras su compañera hurgaba en mi casa, lo sonidos la ubicaban en el segundo nivel, llegó prontamente con un par de bóxer que agradecí, no quería que la compañera de mi amigo estuviera incomoda al ver mi cuerpo, pensé en mi compañera viendo otro hombre desnudo y no me agrado, mi amigo se acercó a mi, volvió a poner su mano en mi hombro para llamar mi atención cuando mis ojos se conectaron con los de él me dijo suavemente —sabes que tienes que tener paciencia con ella, toda compañera trae trabajo sobre sí y encontrarla de esta forma no hace sino complicar la situación, te recomiendo que la dejes dormir para que cuando despierte puedas saber qué le sucedió, Dalia la vestirá para que no entre en pánico si se encuentra desnuda en un lugar desconocido, tú solo aliméntala y haz que te cuente las circunstancias que la trajeron a estar debajo de esta torrencial tormenta — su rostro cambió de seriedad profesional a la sonrisa burlona de comidilla que tanto estaba acostumbrado, prosiguió — y por cierto felicitaciones acabas de conseguir la mayor felicidad que puedas tener en la vida y la mayor causa de tus problemas —sonrió mientras Dalia le daba un pequeño codazo en el hombro y así sin más desaparecieron dejando a la chica tendida en la alfombra cubierta con la manta durmiendo plácidamente. Mi lobo volvió a estar agitado, él desea estar más cerca de la pequeña chica, quería salir y estar seguro de que ella ya estaba fuera de peligro, estaba tirando tan fuerte que no vi problema en dejarlo salir, si ella se despertaba no sería tan terrorífico despertar con un gran lobo al lado, sería más terrible despertar con un gran hombre desnudo, además como lobo tenía la posibilidad de hacer una cara de cachorro y ponerme en posición de sumisión para que ella, no se asustara si lo viera así, la negociación entre mis dos partes de mi terminó rápido, yo dejaría que mi lobo pasara la noche con ella ya que la necesidad de moverme también me estaba volviendo inquieto, mi agitado corazón no sabía qué hacer, mi cabeza devuelta no decidía nada, prefería dejarle esto a él, él tenía los instintos para manejar cualquier clase de situación y así podríamos descansar ambos, podríamos dormir algo antes de que mañana tuviéramos que hacer miles de preguntas y dar miles de respuestas, lentamente pasé mis boxer por mis piernas y cuando estuve totalmente desnudo dejé que la piel se escondiera, mientras el pelaje suave de mi lobo surgía. Mi lobo se acercó a él a ella, lentamente tocando con su fría nariz todas las partes de su cuerpo debajo de la gran manta, el estremecimiento por el cambio brusco de temperatura nos hizo saber que ya estaba volviendo a tener sensación en su cuerpo, que se iba a poner mucho mejor, al igual que la temperatura que ya era más natural y se sentía cálido debajo de las mantas, mi lobo olfateó todo su cuerpo, poniendo atención a no acercar demasiado la nariz a ella, un olor persistente a Dalia me revelo que los pantalones que la chica estaba usando eran de ella, cuando se sintió satisfecho se recostó a su lado, estirado al laso de su cuerpo a largo del de ella, la sensación de paz y calma me invadió totalmente e hizo que mi cuerpo se relajara, la mente de mi lobo empezó a vagar y el sueño empezó a cobijarnos su olor embriagador cayó sobre nosotros y la neblina del sueño cayó pesada y nos permitió descansar, un descanso que necesitábamos después de todas las emociones que tuvimos en tan corto tiempo, así que dejé que mi cerebro, mi mente, mi alma y mi mejor amigo me guiarán y dormí.El olor a tocino, huevos con verduras y café recién hecho despertaron mi lobo, cuando los dos parpadeamos aún somnolientos nos dimos cuenta de que estábamos en la alfombra, pero nos encontrábamos solos, la pequeña figura se había levantado y por el olor estaba en mi cocina haciendo el desayuno, mi lobo dejó salir una pequeña sonrisa, ya sabía que quería que mi compañera supiera cocinar y él también deseaba poner su hocico en todo lo que ella hiciera, todo lo que tuviera su amor él lo deseaba, me cubrí hasta la cabeza con la manta para poder transformarme sin ningún problema, después de que lo hice busqué mis bóxer, los pasé por mis piernas y subí sigilosamente al segundo piso para ponerme una camisa y algo más, no querías que viera un hombre desnudo ingresando a la cocina, cuando estuve satisfecho con mi apariencia, después de incluso cepillarme los dientes, baje a la cocina, estaba llena de ese fragante y dulce aroma que solamente el desayuno recién hecho con amor y esmero podía cr
—aquí no hay nadie más, solo estamos tú y yo— le dije intentando suavizar mi voz ronca por las emociones, no creía que esas iban a ser las primeras palabras que le decía a mi compañera, esperaba profesarle mi amor, admirar su belleza, ella me miró confundida —¿La señorita Victoria y la señora Antonia no llegaron anoche? no recuerdo qué pasó… pero necesito comunicarme con ellas— el pulso acelerado y sus ojos dilatados me dijeron que temía algo pero todavía no sabía. — cálmate, podemos llamarlas, tengo un celular cerca de la cocina… pero dime primero ¿cómo llegaste aquí?— ella me miró y la confusión volvió a su rostro — no recuerdo mucho— dijo pensativa —solo sé que la señorita Victoria y la señora Antonia me dejaron en el camino y me señalaron una luz ahí quedaba la hacienda donde nos íbamos a quedar, me pidieron que subiera por el camino estrecho ya que con el auto tendrían que dar muchos giros y yo caminando llegaría primero, así podría poner el lugar cálido para su llegada—
Lileet Además de estar en un lugar desconocido y con un hombre que no conozco, las posibilidades de mi futuro son escasas, que el atractivo hombre que está frente a mí este dando opciones para mí solo me llena de pánico, no desconfío de su buena fé, tampoco de lo que puede hacer por mi, pero creo que su bondad pueda tener un límite demasaciado pronto, en este momento no tengo nada, ni la ropa que llevo puesta es mía, la posibilidad de quedarme con el no me molesta, pero prefiero la otra opción, las emociones que está despertando en mi no son fáciles de manejar y que el hombre más atractivo que haya visto en mi vida me quiera consolar me deja preguntándome ¿qué desea de mi?, es un espécimen magnífico, es alto de tez clara y cabello aún más claro, nariz pequeña y respingada, pómulos altos, labios delineados de un tono rosa opaco, ojos cafés intrigantes e inteligentes, cabello cortado a ras de su cráneo y cejas abundantes, sin mencionar la barbilla que demuestra poder, era un sueño, ad
Ya habían pasado más de tres días desde que ella estaba viviendo en el hotel, mi compañera estaba lejos de mí y mi lobo se estaba volviendo loco y frenético, habíamos hecho muchas cosas estúpidas, estás eran noches largas donde él pasaba todo el tiempo metiendo la nariz por debajo de la ranura de la puerta de su habitación con la esperanza de tener un poco de su aroma, noches largas donde miraba la luna con deseos de aullar, pero temeroso de hacerlo por miedo a espantarla, hipervigilantes con terror a perderla de la misma forma que llegó, está era nuestra nueva rutina nocturna, solo hasta la tercera noche ella decidió abrir la puerta, cuando su voz no sonó asustada, sino tranquila mi lobo boleó su rabo como si fuera un pequeño cachorro, ella se agachó a tocarlo tiernamente, mientras le decía —¡hola pequeño! ¿te acuerdas de mí? ¿Que hace tan lejos de tu casa ? ¿tu amo está cerca? ¿ no tienes frío allí afuera?— miro a ambos lados de la puerta, eso me dejó pensando, ella creía que mi
Los rayos del sol despertaron a mi lobo, la mañana cálida de invierno nos saludo y nos dio la sensación que todo iría bien, cuando mi lobo intentó mover su cuerpo se sorprendió, ya que una pierna y un brazo de mi compañera rodeaba nuestro peludo cuerpo, al darse cuenta de eso se inmovilizó nuevamente, dejando que la sensación de su cuerpo contra el nuestro se filtrara, era algo tan natural como respirar, pero no era tan común como debería, encontrar a una compañera era un suceso extraño, pero lo deje disfrutar el momento, él era un lobo feliz y yo era un hombre emocionado, estuvimos así demasiado tiempo, nuestro cuerpo se empezó a acalambrar, pero igual mi pequeño amigo no se movió, ella despertó un largo rato después de que nuestro cuerpo estuviera totalmente entumido y antes de terminar de soltar los hilos que aún la jalaban hacia el sueño, empujó su cara contra nuestro lomo y nos abrazo fuertemente, tomo varias respiraciones profundas llenando sus pulmones de nuestro aroma, era
El olor además de ofender mis fosas nasales también hizo temblar mi corazón y mi alma, eran hienas, esos animales carroñeros miserables tenían mi compañera, el olor que había golpeado mi nariz lo había sentido en varias escenas del crimen, todos robos menores, no había unido las dos cosas al tiempo, pero ahora no me quedaba duda, eran ellos los que estaban azotando nuestro pequeño pueblo con robos y ahora habían robado algo de suma importancia, habían robado algo de lo que se arrepentirían siempre, sentí pasos a mi espalda y cuando giré vi el hijo menor de Frank, un joven de no más de 20 años con el cabello salvaje, apenas empezando a volverse hombre, esperé a que se acercara a mí con gran impaciencia, para ver qué quería, aunque mi lobo quería llegar rápidamente a dónde lo llevaba el olor de las hienas. —puedo ayudarte — fue lo que susurró, agachando la cabeza —sentí el sonido del auto que se la llevó, pude oler el interior, olía animal sucio y humedad— lo miré y suspiré, no me gu
Lileet Todo fue rápido en un momento estaba aseando una de las habitaciones y en el otro estaba haciendo atada, amordazada y cubierta después de tal ultraje me metieron a la parte trasera de un auto que olía demasiado mal, no puedo explicar el olor simplemente olía mal, después de un viaje accidentado donde los baches del camino hicieron que mis dientes castañaran y mi cabeza golpeara contra algo duro, llegamos a un lugar en el cual el frío hacía que los huesos temblaran, no solo porque estábamos en invierno sino porque el lugar era demasiado desprotegido, sentí que se abrían puertas y luego nuevamente se cerraban mientras me dejaban en un lugar demasiado frío sobre el suelo duro, aún con las manos atadas y la capucha bien puesta en mi cabeza, respiraba con fuerzas, no podía entender que querían de mí ¿era de pronto la policía que se había dado cuenta de que estaba indocumentado y venían a hacerme todas las atrocidades que ya conocía o simplemente estaban buscando chicas jóvenes como
—Por favor no la lastimes.— ese pequeño puñado de palabras hicieron que mi lobo frenara inmediatamente su furia, había estado cegado por un momento, estaba a punto de salir y destrozar la pequeña hiena que estaba intentando esconderse, no huyó como los adultos que debían protegerla, no estaba seguro sí era una de las hijas de los perpetradores del secuestro de mi compañera, pero si no fuera por la clemencia de mi compañera esta chica estuviera hecha pedazos por mi furia fuera de control. la chica se retorció más en el rincón donde se escondía al lado de la puerta, La verdad no quería atacar a una pequeña niña, mi lado racional lo entendía , mi lobo no, pero toda la furia que tenía acumulada decía que necesitaba sacarla de alguna forma, dejé que mi lobo mostrara sus dientes, sus ojos terroríficos antes de hacer la amenaza en voz alta, necesitaba que la niña supiera los riesgos que corría si jugaba conmigo.—pequeña niñita, no intentes hacer nada… si te comportas tendrás un lugar donde