Capitulo 4 - Compañera

Ella era nuestra compañera y aún estaba al borde de la muerte y no pude darme cuenta qué estaba haciendo hasta que llegué cerca a ella, estaba de rodillas antes de que pudiera volver a mi razón, estaba a punto de agachar la cabeza y pasar mi nariz por su cuerpo cuando mi amigo apretó bien mi hombro, sujetándome en mi lugar

— para, la vas a asustar, ella va a empezar a sentir mucho dolor cuando su cuerpo empiece a desentumecerse y si se encuentra desnuda con un hombre enorme extraño oliendo su cuerpo va a ser algo aterrador ¿quieres que ese sea su primer recuerdo de ti? —Me alejé, aunque no lo deseaba pero sabía que lo que decía era cierto, sería horroroso que este fuera el primer recuerdo que tuviera de mí, siendo ella mi compañera, entonces me senté a su lado, aun desnudo preguntándome ¿qué podría hacer? Mi amigo recogía metódicamente todas sus cosas, mientras su compañera hurgaba en mi casa, lo sonidos la ubicaban en el segundo nivel, llegó prontamente con un par de bóxer que agradecí, no quería que la compañera de mi amigo estuviera incomoda al ver mi cuerpo, pensé en mi compañera viendo otro hombre desnudo y no me agrado, mi amigo se acercó a mi, volvió a poner su mano en mi hombro para llamar mi atención cuando mis ojos se conectaron con los de él me dijo suavemente

—sabes que tienes que tener paciencia con ella, toda compañera trae trabajo sobre sí y encontrarla de esta forma no hace sino complicar la situación, te recomiendo que la dejes dormir para que cuando despierte puedas saber qué le sucedió, Dalia la vestirá para que no entre en pánico si se encuentra desnuda en un lugar desconocido, tú solo aliméntala y haz que te cuente las circunstancias que la trajeron a estar debajo de esta torrencial tormenta — su rostro cambió de seriedad profesional a la sonrisa burlona de comidilla que tanto estaba acostumbrado, prosiguió

— y por cierto felicitaciones acabas de conseguir la mayor felicidad que puedas tener en la vida y la mayor causa de tus problemas —sonrió mientras Dalia le daba un pequeño codazo en el hombro y así sin más desaparecieron dejando a la chica tendida en la alfombra cubierta con la manta durmiendo plácidamente.

Mi lobo volvió a estar agitado, él desea estar más cerca de la pequeña chica, quería salir y estar seguro de que ella ya estaba fuera de peligro, estaba tirando tan fuerte que no vi problema en dejarlo salir, si ella se despertaba no sería tan terrorífico despertar con un gran lobo al lado, sería más terrible despertar con un gran hombre desnudo, además como lobo tenía la posibilidad de hacer una cara de cachorro y ponerme en posición de sumisión para que ella, no se asustara si lo viera así, la negociación entre mis dos partes de mi terminó rápido, yo dejaría que mi lobo pasara la noche con ella ya que la necesidad de moverme también me estaba volviendo inquieto, mi agitado corazón no sabía qué hacer, mi cabeza devuelta no decidía nada, prefería dejarle esto a él, él tenía los instintos para manejar cualquier clase de situación y así podríamos descansar ambos, podríamos dormir algo antes de que mañana tuviéramos que hacer miles de preguntas y dar miles de respuestas, lentamente pasé mis boxer por mis piernas y cuando estuve totalmente desnudo dejé que la piel se escondiera, mientras el pelaje suave de mi lobo surgía.

Mi lobo se acercó a él a ella, lentamente tocando con su fría nariz todas las partes de su cuerpo debajo de la gran manta, el estremecimiento por el cambio brusco de temperatura nos hizo saber que ya estaba volviendo a tener sensación en su cuerpo, que se iba a poner mucho mejor, al igual que la temperatura que ya era más natural y se sentía cálido debajo de las mantas, mi lobo olfateó todo su cuerpo, poniendo atención a no acercar demasiado la nariz a ella, un olor persistente a Dalia me revelo que los pantalones que la chica estaba usando eran de ella, cuando se sintió satisfecho se recostó a su lado, estirado al laso de su cuerpo a largo del de ella, la sensación de paz y calma me invadió totalmente e hizo que mi cuerpo se relajara, la mente de mi lobo empezó a vagar y el sueño empezó a cobijarnos su olor embriagador cayó sobre nosotros y la neblina del sueño cayó pesada y nos permitió descansar, un descanso que necesitábamos después de todas las emociones que tuvimos en tan corto tiempo, así que dejé que mi cerebro, mi mente, mi alma y mi mejor amigo me guiarán y dormí.

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