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Capitulo 7 -GIRO 180°

Lileet

Además de estar en un lugar desconocido y con un hombre que no conozco, las posibilidades de mi futuro son escasas, que el atractivo hombre que está frente a mí este dando opciones para mí solo me llena de pánico, no desconfío de su buena fé, tampoco de lo que puede hacer por mi, pero creo que su bondad pueda tener un límite demasaciado pronto, en este momento no tengo nada, ni la ropa que llevo puesta es mía, la posibilidad de quedarme con el no me molesta, pero prefiero la otra opción, las emociones que está despertando en mi no son fáciles de manejar y que el hombre más atractivo que haya visto en mi vida me quiera consolar me deja preguntándome ¿qué desea de mi?, es un espécimen magnífico, es alto de tez clara y cabello aún más claro, nariz pequeña y respingada, pómulos altos, labios delineados de un tono rosa opaco, ojos cafés intrigantes e inteligentes, cabello cortado a ras de su cráneo y cejas abundantes, sin mencionar la barbilla que demuestra poder, era un sueño, además su amabilidad lo ponía muy alto en los niveles de belleza, pero todo tiene un precio, lo aprendí rápidamente desde que llegué a vivir con la señora Antonia, tenía 10 años y lo primero que escuché fue la larga lista de reglas y deberes que estaban bajo mi obligación si deseaba quedarme, ser educada y alimentada, además de la sección de información sobre porque debía alejarme de todo tipo de oficiales de la ley, el vídeo educativo que me mostraron fue más que espeluznante, en el se mostraba una joven indocumentada siendo golpeada, violada y abusada por varios policías, cuando esto terminaron con su juego perverso la entregaron a la aduana, donde su personal de seguridad termino de usar su cuerpo y luego la arrojaron a morir a una celda, el vídeo terminaba ahí, pero la señora Antonia dejo claro que esto me pasaría si me encontraba con oficiales de la ley sin una de ellas, por ello no puedo buscar mis documentos, ni decir mi nombre completo ya que así sabrán que mis documentos vienen atados a los de la señora Antonia y la señorita Victoria, sin ellas mis documentos no existen y sin mis documentos soy un cuerpo que van a usar, mi ensoñación y miedo se diluyen cuando la voz profunda de Heib llaman mi atención

—Antes de que puedas ir a un hotel, necesitas varias cosas, ropa, un poco de todo, hay una tienda en el pueblo que puede ayudar con eso ¿ Te parece si vamos?— asentí rígidamente, buscando mis zapatos tipo bailarina que traía en el momento de subir la colina, estaba desconcertada de lo rápido que había cambiado mi vida, apenas estaba digiriendo mi nueva realidad y mis zapatos no querían colaborar apareciendo, al ver mis movimientos Heib se acercó a mi

—¿ Que estas buscando?—preguntó

—mis zapatos, no los veo por ningún lado— ya había recorrido la sala donde estaba la chimenea y no los veía, la cara de vergüenza de Heib me dio una respuesta vaga de dónde podrían estar mis zapatos

—Emm... ummmm… la verdad es que tus zapatos al igual que tu ropa estaban destruidos, no tuve más remedio que eliminarlos, de verdad lo siento mucho— deje que el silencio nos rodeará ¿sin zapatos como podría salir de ahí?, seguía el silencio reinando entre nosotros, yo porque necesitaba encontrar una manera de salir de aquí sin usar mis zapatos y él…me imagino que estaba esperando mi reacción, el volvió a romper nuestros silencio

—si no te molesta te puedo llevar hasta mi camioneta y cuando lleguemos a la tienda yo puedo entrar para buscar unos zapatos o algo que puedas usar para que ingreses y consigas lo que desees—

No quería, pero no había otra opción, asentí rígidamente y en poco tiempo salió de la casa y me llevo a su camión, el momento en el que estaba en sus brazos fue una mezcla extraña de sensaciones, me sentía segura aunque no lo conocía, amada, aunque eso era raro ya que no nos conocíamos, además la comodidad y las ganas de quedarme allí no eran pocas, agradecí que al alejarse de mi todo ese torbellino de emociones se fueron con él.

El viaje a la tienda fue rápido, sin cruzar palabra el hizo lo que había prometido y en poco tiempo estábamos en movimiento con las pertenencias que él había comprado para mí, yo asegure que pagaría todo pero el deshecho la idea rápidamente insistiendo que solo me cobraría con una cena diaria que el pagaría, me pareció absurdo pero no iba a discutir si quería alimentarme a cambio de mi compañía, cuando por fin llegamos al hotel quería salir corriendo de la cabina de su vehículo, no por su compañía, sino por qué las emociones estaban nuevamente creciendo, aún mayor cuando lo sorprendí robando miradas en mi dirección.

La conversación con el dueño del hotel fue corta y casi codificada, supuse que era mi presencia lo que no les permitía hablar sin restricciones, pero después de que Heib se fuera con mucha reticencia, el encargado se acercó a mi, era un hombre grande, ya entrado en años, de cabello canoso y que tenía un semblante severo, me contó que el hotel estaba bajo el cuidado de sus hijos e hijas pero que por sus respectivas familias se estaban alejando del negocio, me propuso limpiar para él, lo cual acepte de inmediato ya que no estaba hurgando en mi pasado, haría mi mejor esfuerzo y trataría de alejarme de los problemas, la noche callo rápidamente y Heib llegó, la atmósfera más relajada de mi parte permitió una deliciosa y tranquila cena donde terminamos hablando hasta entrada la noche, lo que más me sorprendió fue la presencia de un perro en mi puerta después de que heib se hubiera ido, sentí como husmeaba bajo la puerta y luego como se acostaba al costado para dormir el resto de la noche, después de todo el día y todo lo que me había sucedido solo tenía que dormir y esperar que mañana fuera un grandioso día.

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