El olor además de ofender mis fosas nasales también hizo temblar mi corazón y mi alma, eran hienas, esos animales carroñeros miserables tenían mi compañera, el olor que había golpeado mi nariz lo había sentido en varias escenas del crimen, todos robos menores, no había unido las dos cosas al tiempo, pero ahora no me quedaba duda, eran ellos los que estaban azotando nuestro pequeño pueblo con robos y ahora habían robado algo de suma importancia, habían robado algo de lo que se arrepentirían siempre, sentí pasos a mi espalda y cuando giré vi el hijo menor de Frank, un joven de no más de 20 años con el cabello salvaje, apenas empezando a volverse hombre, esperé a que se acercara a mí con gran impaciencia, para ver qué quería, aunque mi lobo quería llegar rápidamente a dónde lo llevaba el olor de las hienas. —puedo ayudarte — fue lo que susurró, agachando la cabeza —sentí el sonido del auto que se la llevó, pude oler el interior, olía animal sucio y humedad— lo miré y suspiré, no me gu
Lileet Todo fue rápido en un momento estaba aseando una de las habitaciones y en el otro estaba haciendo atada, amordazada y cubierta después de tal ultraje me metieron a la parte trasera de un auto que olía demasiado mal, no puedo explicar el olor simplemente olía mal, después de un viaje accidentado donde los baches del camino hicieron que mis dientes castañaran y mi cabeza golpeara contra algo duro, llegamos a un lugar en el cual el frío hacía que los huesos temblaran, no solo porque estábamos en invierno sino porque el lugar era demasiado desprotegido, sentí que se abrían puertas y luego nuevamente se cerraban mientras me dejaban en un lugar demasiado frío sobre el suelo duro, aún con las manos atadas y la capucha bien puesta en mi cabeza, respiraba con fuerzas, no podía entender que querían de mí ¿era de pronto la policía que se había dado cuenta de que estaba indocumentado y venían a hacerme todas las atrocidades que ya conocía o simplemente estaban buscando chicas jóvenes como
—Por favor no la lastimes.— ese pequeño puñado de palabras hicieron que mi lobo frenara inmediatamente su furia, había estado cegado por un momento, estaba a punto de salir y destrozar la pequeña hiena que estaba intentando esconderse, no huyó como los adultos que debían protegerla, no estaba seguro sí era una de las hijas de los perpetradores del secuestro de mi compañera, pero si no fuera por la clemencia de mi compañera esta chica estuviera hecha pedazos por mi furia fuera de control. la chica se retorció más en el rincón donde se escondía al lado de la puerta, La verdad no quería atacar a una pequeña niña, mi lado racional lo entendía , mi lobo no, pero toda la furia que tenía acumulada decía que necesitaba sacarla de alguna forma, dejé que mi lobo mostrara sus dientes, sus ojos terroríficos antes de hacer la amenaza en voz alta, necesitaba que la niña supiera los riesgos que corría si jugaba conmigo.—pequeña niñita, no intentes hacer nada… si te comportas tendrás un lugar donde
Paseé por la sala calmando un poco mis nervios, tenía que saber si ella estaba bien, pero tenía miedo de preguntar, no quería saber que la habían lastimado, peor aún, que habían abusado de ella sin que yo estuviera para protegerla, pero tenía que saber, mi lobo estaba más alterado a cada momento, él quería olerla toda para estar seguro, no lo deje, ser secuestrada y luego ver a un hombre transformarse en lobo sería demasiado, respire profundamente y comencé —¿estas bien? ¿te duele algo? ¿Te lastimaron?— ella me miro perpleja un momento antes de negar con la cabeza, yo esperaba palabras, que me diera información no solo un movimiento de cabeza, estaba furioso, no solo se la habían llevado, también la habían dejado muy traumatizada, mi lobo aulló en mi interior, teníamos que encontrar esas malditas hienas y mi compañera no iba a hablar, si ella no lo hacia, lo haría la pequeña hiena que estaba en custodia, di varios pasos hacia la puerta pero ella se apretó a mi brazo — no me deje
Tenia que averiguar que estaba sucediendo aquí, mi compañera estaba aterrorizada, escondida de las autoridades, no quería darme su nombre y había insistido en no ir a la policía por ningún motivo, ¿estará involucrada con algún grupo delincuencial? ¿tal vez una asesina en serie? No importaba, ni a mi ni a mi lobo, los dos la queríamos así tuviera que dormir con un ojo abierto, ya la amábamos, subí y toque la puerta de mi habitación, estaba cerrada firmemente al no encontrar respuesta la llame por su nombre —¿Lileet?, que pasa? Puedes salir, es un amigo, no te hará daño, sal y podemos comunicarle todo sobre tu secuestro, vamos— golpee la puerta nuevamente, pero como seguía sin obtener respuesta, busque las llaves en la mesita del pasillo, Luis aun esperaba en la sala sintiéndose incomodo por la situación, yo podía olerlo.Al abrir la puerta descubrí algo que me lleno de dolor, acurrucada en un rincón como un cachorro apaleado estaba mi compañera sollozando tan suave que era impercept
Lloro por mucho tiempo mientras Luis y yo nos quedábamos de una sola pieza, solo ella había sobrevivido a esta familia, ella estaba viva de milagro ya que la dejaron sola en la fría nieve para que su muerte fuera segura, pero yo estaba ahí, ella era una testigo de todo lo que había sucedido mientras servía a esa familia, reaccione cuando ella intento huir nuevamente, la tome en mis manos y la puse en mi regazo, ella se acercó más— no llores, nadie te va a llevar, estas segura, yo te protegeré, Luis solo quiere saber cómo poder salvar a otras personas de las cosas que ellos puedan hacer, estas a salvo—se calmó un poco con mis palabras, levanto la vista — no me vas a dejar ir, no me llevaran— —nadie te alejara de mi lado—ella volvió a sentarse mas erguida y se acomodo en mi regazo para mirar a Luis, mi estado de alegría debió reflejarse en mi rostro, porque Luis escondió su risa con un carraspeo, prosiguió — señorita, quiero saber si puedo reconocer a alguno de sus captores?—
La conversación se prolongo por horas, mi compañera hablo de tráfico de personas, armas y aun inconsciente de ello nos dio lugares, la dirección de la casa donde la habían tenido la mayor parte del tiempo fue realmente útil, nunca logramos saber donde se hospedaba o donde tenía su residencia permanente las mujeres de esta organización, pero mi compañera tenía toda esa información, ella estaba dándonos tanta información que Luis solo dejaba de ver sus notas para hacer preguntas claves para la ubicación segura de este par de malas personas, mi compañera sabía demasiado, yo lo sabía, eso era muy riesgoso, delatar a este tipo de personas pondría en peligro su vida, pero nadie la tocaría, ella era mía y la protegería con mi vida, pero esta información dejaba claro que su secuestro era parte de esta red, que la red de trata había pagado por su secuestro ya que ella era un cabo suelto y uno realmente peligroso, estaba cansada después de varias horas de discusión, quería despedir a Luis y vol
HeibMi compañera me había regalado un beso y fue lo mas excitante que he tenido en mi puta existencia, su beso me dejo claro su poca experiencia pero no es problema, yo puedo enseñarle todo lo que respecta a el juego de cama, pero cuando la toque se alejó, no sé si la estoy presionando mucho, pero que ella pida un poco más…mi lobo gruñe de satisfacción, y la vuelvo a besar, sus manos se enredan en mi cuello y suben a mi cabeza, estoy ardiendo como un adolescente precoz, no quiero hacer mas que enterarme entre sus muslos, pero me recuerdo que ella no esta preparada y mi lobo asiente en mi cabeza, él sabe que debemos ir a su ritmo, el beso se extiende por minutos y mis manos viajan descaradamente por su costado, encuentra su cadera y se desliza por su espalda, el movimiento lento cada vez se hace mas atrevido y llego a tocar sus senos sin una reacción negativa de su parte, estoy emocionado y ansioso, su cuerpo responde a mis caricias y el olor de su excitación llena mi cama, mi lobo e