Hablo un poco hasta que uno de los gemelos aparece mostrándose a una distancia prudente que me comprueba que no se necesita tocarse para poder derretir a una persona de tanto deseo. — Estas aquí. — susurra él. — Aquí estoy. — Lo siento, nos quedamos dormidos con la bebé. — Me di cuenta, fui a verlos y los encontré dormidos. — susurro. — Yo… me voy a descansar. — dice Óscar marchándose, mientras yo veo en el pecho de ese hombre que tanto debilita mi voluntad. El anillo que en un tiempo pensé perdido, yace sobre su pecho unido a una cadena que no brilla tanto como su piel desnuda frente a mí. — He venido aquí porque me gustaría que tuviéramos una cena familiar. — ¿Quieren quedarse a cenar? — pregunto mirando su pecho. — No, quiero que salgamos a comer los cuatro. — ¿Cuándo? — ¿Es posible que sea hoy? — pregunta él. Intento recordar porque quiere justamente que sea hoy y trago duro al saber que he olvidado algo importante. Por lo que, me ruborizo. — Es nuestro cumpleaños. —
Terminamos la cena, los gemelos se encargan de darle comida a la bebé que hace más desastre de lo que comen, pero, ellos que han estado acostumbrados que otra persona les limpie el desastre que causan, sonríen complacidos por limpiar el desastre de Arianna. — Quería preguntarles: ¿Por qué decidieron llamarla así? pensé que querían seguir la tradición de su padre de darles nombres con inicial N. — No menciones a ese hombre. — dicen los dos al unísono. Damon Thompson es un mal recuerdo incluso para sus padres que ni siquiera le hicieron un entierro, aunque siendo sincera, con la explosión que inicio en su cuerpo, ¿Qué podrían enterrar? ‘Quizás él sabía que no fue un buen padre y por ello, tomó esa medida sabiendo que esta vez no le darían un entierro aunque fuera para fingir que le importaba su muerte.’ Me digo mentalmente. — Entonces, ¿me dirán porque escogieron ese nombre? Y no me refiero al significado, si no… — Es la primera letra del abecedario. — ¿Ah? — Arianna se escribe
Años después Narra Arianna El hombre de cejas pobladas y barba perfectamente cuidada, termina de leer la última página del manuscrito observándome de forma inquisitiva, lo que me hace preocuparme más. ‘¡¿Me he retrasado por esto y no lo van a aceptar?!’ me quejo mentalmente. — Dígame algo, señorita Thompson… — ¿Sí? — pregunto preocupada. — ¿Es está su historia? — ¡Claro que no! — digo ruborizada. — Entonces, ¿la ha plagiado? — pregunta el hombre. — Tampoco… — Entonces… — Lo que ha leído es la información que he reunido de los diarios de mi madre. — respondo rápidamente, porque no quiero avergonzarme más. El editor aleja su mirada de mí y afloja un poco su corbata. Sin duda, es el efecto Thompson. Pero, en este caso no es por mí, si no, por la vida lujuriosa de la señora Marcela Thompson. — ¿Tienes la autorización de ella para publicar el libro? — Sí, claro. — miento. — Que bueno, porque ya han sido publicados en físico. — dice el hombre entregándome un libro que parece u
La fiesta está en lo mejor de la noche, pero, yo no me siento cómoda. Lo peor de todo es que no me puedo ir, porque mi novio es quien está cumpliendo y la fiesta es en su honor y el de su hermano gemelo.Aunque se supone que es una fiesta donde solo las personas más cercanas han sido invitadas, la realidad es que al menos hay media ciudad presente y es por ello, que el lugar se ha tornado más como una discoteca que como una pequeña fiesta celebrando la vida de Noah y Nick.— ¡Todos tienen que beber! ¡Quiero que se vea cuan felices están porque Nick y yo hayamos nacido! — grita dice Nick, con una mujer a cada lado de él.Alguien, me abraza y yo dejo caer mi cabeza sobre su pecho, sabiendo que es mi increíble novio, él, besa mi cuello y yo me siento la mujer más afortunada por tener a un hombre tan amoroso conmigo.— ¿Estás bien con todo esto? Creo que tu hermano se excedió con esta fiesta.— Sabes cómo es Nick, así que, todos fingimos no notar sus extravagancias. Pero, no hablemos de m
La duda se apodera de mí, porque incluso para sus padres diferenciar a los gemelos es complicado. Por lo que, miro detalladamente la ropa que hay a nuestro alrededor y sonrío al ver que si es Noah.— Tonto, por poco creo tu broma, no seas así, Noah. Por poco me da un infarto.— ¿Te molesta si no es una broma? — pregunta Noah mostrándome esos hoyuelos de la perdición.— Claro que va a molestarme, soy tu novia, es lógico que no esté así con mi cuñado.— Entonces, ¿Por qué no estuviste así conmigo antes? ¿Acaso no te excitaba antes?Solo cuando me pregunta eso, es que recuerdo que el dolor que siento en mi entrada, es debido a su polla. Una que no había sentido hasta ahora aunque tenemos un año de relación.— Sabes porque no lo hacía.— Refréscame la memoria, mientras entro en lo más profundo de ti. — dice Noah causando cosquillas en mi cuello, por su aliento golpeando esa piel que por su culpa ahora está sensible.— ¿Qué te pasa, Noah? Siempre has respetado lo que pienso y no haces este
Mi mente es un caos, no sé dónde me encuentro, pero, si sé que estoy atormentada por todo lo que descubrí antes de desmayarme, sin embargo, por mucho que lo piense, Ninguna solución donde no termine hecha pedazos se me ocurre.Así que, una luz aparece en medio de mi oscuridad y yo despierto en la misma habitación donde me desmayé, sin tener aun una solución al problema en el que ciegamente caminé como si supiera como lidiar con algo así.— Ha desertado mi dulce cuñada, ¿Qué tal estuvo tu sueño? — pregunta Nick frente a mí con un pantalón de pijama sin ropa interior, porque puedo ver perfectamente su cada vena en su polla.El pecho desnudo y sudado, me dice que no ha estado mucho tiempo sentado en la silla frente a mí, pero, aunque sea un segundo el que haya estado así, me siento malditamente mal.De inmediato, miro debajo de las sábanas y noto que además de estar limpia, tengo una camisa de Nick como ropa. Algo que lógicamente no tenía y a juzgar por lo atrevido que son los gemelos, é
Despierto en una habitación completamente extraña. Pero, afortunadamente, tengo mi ropa que usaría para las grabaciones, por lo que, nadie ha intentado abusar de mí. No obstante, no me dice que estoy fuera de peligro.Porque la brisa con olor a mar, me dice que no estoy cerca de donde me encontraba y eso lo confirmo al verme rodeada de mar. De inmediato, camino hacia la puerta que para mí fortuna, esta sin seguro.Al salir, nada me resulta conocido y aunque abro todas las puertas cerca, no encuentro un solo rastro de quien puede estar detrás de esto, ni mucho menos, donde me encuentro, causando que me sienta presa del pánico.— ¿Hola? ¿Hay alguien aquí? — pregunto llena de temor.— Deberías ser cuidadosa cuando llamas por ayuda en un lugar desconocido, Marcela. Porque cuando pides ayuda no sabes si quien viene es para ayudarte o para causarte más dolor. — dice una figura que por la luz en su contra, solo puedo ver su silueta oscura.— ¿Quién eres? — pregunto preocupada.— ¿No me conoc
Tranquila, espero el dolor o al menos el impacto de la bala, pero, eso no pasa. Solo puedo sentir el frío del material del arma, pegada a mi cabeza, como si nuca hubiese apretado el gatillo para morir.Por eso, abro lentamente los ojos intentando comprender que es lo que sucede y lo que encuentro es a un hombre ligeramente sorprendido, que sonríe como si mi decisión también le causara risa.— Vaya, no lo pensaste dos veces, nada mal para alguien que nunca ha disparado.— He tenido escenas donde he disparado, Nick.— Eso no se compara a disparar, porque no lastimas a alguien, solo es un teatro mal montado, pero, ahora, todo es diferente. — dice Nick levantándose de su silla para intentar quitarme el arma.— ¡Apártate ahora mismo, Nick! ¡Ya tomé una decisión!— En realidad, estoy ayudándote a decidir. — dice él quitándome el arma.— ¿Qué?— Tiene el seguro, pero, ya se lo he quitado, así que, vuelve a intentarlo. — dice Nick entregándome el arma.Trago duro y esta vez, cuando tomo el ar