Atrapada por los príncipes de la mafia: Tú me perteneces
Atrapada por los príncipes de la mafia: Tú me perteneces
Por: Lala-Sula
Capítulo 1: ¿Noah o Nick?

La fiesta está en lo mejor de la noche, pero, yo no me siento cómoda. Lo peor de todo es que no me puedo ir, porque mi novio es quien está cumpliendo y la fiesta es en su honor y el de su hermano gemelo.

Aunque se supone que es una fiesta donde solo las personas más cercanas han sido invitadas, la realidad es que al menos hay media ciudad presente y es por ello, que el lugar se ha tornado más como una discoteca que como una pequeña fiesta celebrando la vida de Noah y Nick.

— ¡Todos tienen que beber! ¡Quiero que se vea cuan felices están porque Nick y yo hayamos nacido! — grita dice Nick, con una mujer a cada lado de él.

Alguien, me abraza y yo dejo caer mi cabeza sobre su pecho, sabiendo que es mi increíble novio, él, besa mi cuello y yo me siento la mujer más afortunada por tener a un hombre tan amoroso conmigo.

— ¿Estás bien con todo esto? Creo que tu hermano se excedió con esta fiesta.

— Sabes cómo es Nick, así que, todos fingimos no notar sus extravagancias. Pero, no hablemos de mi desordenado y promiscuo hermano, cuando podemos hacer algo mejor. — dice Noah girándome para que lo bese.

Complacida por su incitación, muevo mi rostro para que nos besemos sin tener que girarme y es ese el tipo de beso que me corta la respiración. Aunque disfruto mucho lo que hacemos, una mirada penetrante hace que interrumpa el beso y note que Nick nos está mirando fijamente.

— No deberíamos besarnos cuando seguramente todos observan lo que hacemos. — digo avergonzada.

— ¿Qué con eso? Eres mía, Marcela, quien no soporte ver cómo te beso, puede mirar a otro lado.

— Aun así, me avergüenza que tu familia nos observe siendo íntimos. — digo ruborizada.

— Eres tan inocente, quizás es eso lo que me hace aferrarme a ti, mi pequeño ángel. —dice Noah.

Uno de sus amigos, le habla y él se marcha dejándome en el mismo lugar donde finjo beber alcohol, porque lo que menos quiero es embriagarme y quizás cometer un error. Sin embargo, es quizás la falta de licor, la que me hace aburrirme tanto que después de luchar por buscar a mi novio en la fiesta, termino subiendo al segundo piso para buscarlo y despedirme.

El lugar, que no debería permitir el acceso a cualquiera, parece un hotel donde se escuchan muchos gemidos, por lo que, dudo en buscarlo, pero, el desespero por marcharme, hace que con cuidado, abra las puertas donde follan de una u otra forma.

Avergonzada, cierro las puertas tan rápido que no notan que los he visto, pero, en mi última puerta, no puedo cerrar de inmediato, porque un hombre igual a mi novio, tiene a una mujer agarrada por el cabello, mientras entra en lo más profundo de la chica.

Me ruborizo al ver cuan parecido es Nick con mi novio y comienzo a preguntarme si así se verá mi novio cuando me haga suya. El rubor ante ese pensamiento, me delata y yo intento cerrar la puerta cuando unas manos me agarran de la cadera para pegarme a él.

De inmediato, intento emitir un sonido por la sorpresa, pero, el hombre de grandes manos, cubre mi boca y acercándose a mi oído, me acaricia con su aliento al hablar:

— ¿Te gusta ver como se folla a alguien más?

— D-deja de decir tonterías. No soy una pervertida — digo intentando evitar la mirada de mi novio, pero, lo que hago es centrar está en lo que Nick y una chica hacen.

— Quiero hacerte más que eso, cariño. ¿Me lo permitirás está vez? — pregunta Noah y yo tensiono mi cuerpo.

No soy capaz de responder y quizás es por eso, que él comienza a besar mi cuello de una forma que enciende mi cuerpo como nunca antes lo ha hecho. Yo intento apartarme de él, pero, con su mano grande, me hace mirar a la pareja, mientras me besa causando que mis piernas flaqueen.

Sin saber qué hace mi cuerpo, me giro para terminar con la tortura, besándolo con tanta pasión que no noto cuando estamos en una habitación con mi ropa siendo desgarrada mientras Noah actúa tan salvajemente que no parece él.

— Cariño, estamos en la casa de tus padres.

— Una de ellas. — me corrige él.

— No deberíamos hacerlo, somos novios, esto no está bien y lo sabes.

— Llamaré ahora mismo al abogado de mi padre para que nos traiga el acta de matrimonio, así que, adelantemos lo que me darás en la luna de miel. — dice Noah succionando, mordiendo y lamiendo todo a su paso, al punto que me descontrola completamente.

No sé cómo pasa, pero, en pocos segundos, estoy usando solamente la ropa interior, mientras veo a mi novio tan malditamente sexy, que termino siendo yo quien desabotona su pantalón para tocar directamente eso, que solo sentía por roses leves.

— Eso nena, empodérate. — dice Noah y es eso lo que me incita a besarlo nuevamente mientras él se posiciona en medio de mis piernas.

El miedo de haber sido influenciado por el ambiente cargado de sexo, me hace arrepentirme por breves segundos, pero, su invasión hace que avergonzarme por tener sexo con mi novio en la casa de sus padres, sea lo que menos me importa.

Mis manos se aferran al hombre que entra lentamente en mí y yo gimo ante el dolor que siento mezclado del placer de saber que ahora soy completamente suya. Sus manos, se entierran en mi carne mientras él gimotea y yo siento como esa parte de mi cuerpo se humedece más.

— Realmente mi hermano no sabe cuan apretada estás, cuñada. — dice él y yo tensiono mi cuerpo al escucharlo llamarme cuñada.

Aturdida, miro hacia Noah en busca de alguna muestra de broma, pero, lo que encuentro es una sonrisa jodidamente hermosa que hace que mi corazón se detenga.

— ¿Qué pasa, cuñada? ¿Te molesta haberte equivocado de hombre? No te preocupes, él y yo estamos acostumbrados a compartirlo todo, después de todo, incluso compartimos vientre a la vez.

‘¡¿Qué jodida broma es está?!’ grito mentalmente mientras el hombre que creía que era Noah, parece resultar ser Nick.

Oh, no.

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