Tranquila, espero el dolor o al menos el impacto de la bala, pero, eso no pasa. Solo puedo sentir el frío del material del arma, pegada a mi cabeza, como si nuca hubiese apretado el gatillo para morir.
Por eso, abro lentamente los ojos intentando comprender que es lo que sucede y lo que encuentro es a un hombre ligeramente sorprendido, que sonríe como si mi decisión también le causara risa. — Vaya, no lo pensaste dos veces, nada mal para alguien que nunca ha disparado. — He tenido escenas donde he disparado, Nick. — Eso no se compara a disparar, porque no lastimas a alguien, solo es un teatro mal montado, pero, ahora, todo es diferente. — dice Nick levantándose de su silla para intentar quitarme el arma. — ¡Apártate ahora mismo, Nick! ¡Ya tomé una decisión! — En realidad, estoy ayudándote a decidir. — dice él quitándome el arma. — ¿Qué? — Tiene el seguro, pero, ya se lo he quitado, así que, vuelve a intentarlo. — dice Nick entregándome el arma. Trago duro y esta vez, cuando tomo el arma mi mano tiembla. Anteriormente, actúe por impulso y mi negativa a casarme con mi cuñado, pero, ahora que he pensado un poco lo que pasaría al disparar, mi cuerpo tiembla. — ¿Qué pasa? ¿Te arrepentiste? — Para nada. — Entonces, hazlo. Quiero ver si realmente te atreves a matarte. — No voy a ser tu esposa. — Entonces, muere, Marcela, porque es lo único que impediría que seas mi esposa. El enojo me invade y por eso, lo empujo, sintiéndome indignada porque no me parece justo que tenga que perder mi vida para salvarme de la locura de unos supuestos príncipes de la mafia o lo que sea. — ¿Por qué debo morir si no acepto ser tu esposa? — Porque mi gente te protegerá como mi mujer, al ser la princesa de la mafia. Pero, si no eres mi esposa, solo eres una mujer más que aunque es mi debilidad, no eres miembro de la familia. — Deja de decir tonterías. — No son tonterías. — Si deben protegerme solo si soy la esposa de uno de ustedes, debería casarme con Noah, no contigo. — digo y de inmediato, Nick se lanza sobre mí. Rápidamente, retrocedo intentando huir, pero, lo que logro hacer es tocar el pomo de la puerta que no cede, para después mirar a Nick enojado, mientras mi cuerpo queda prisionero entre la pared y su cuerpo. — Escucha bien lo que voy a decirte: solo tú me perteneces. El único que puede ser tu esposo, soy yo. Así que, borra de tu linda cabeza que tendrás a otro hombre así de cerca, porque ni siquiera a Noah le seguiré permitiendo eso. — ¿Qué te pasa? ¿Acaso no comprendes que soy tu cuñada? — Entonces, cuñada, después de saber lo rico besas y lo bien que se siente cuando estoy en tu interior, ¿no crees que deberías responsabilizarte por mí? — ¿Qué dices? — Con Noah solo te has tocado un poco y besado, pero, a mi polla la tragaste por completo, así que, ¿no deberías casarte conmigo? El enojo me invade porque en términos de avance, con Nick hice en unos minutos de locura, lo que no realicé con Noah en un año, pero, no me agrada que dirija su razón a algo ilógico como lo es que nos casemos. ‘Un momento, ¿Por qué sabe que no he tenido sexo con su hermano?’ me pregunto mentalmente. — ¿Qué te hace pensar que no he tenido sexo con él? — pregunto molesta y Nick sonríe. — Porque mientras me habría camino en tu interior, un poco de sangre salió confirmando que soy el primero y único. — Eso fue porque lo tienes grande — Y grueso, si me permites decirlo, pero, ambos sabemos que no fue por eso que sangraste. Por eso, quise quedarme en tu interior todo un día, pero, le tuviste miedo a semejante felicidad. — Aléjate de mí, Nick. — Asumamos la responsabilidad de nuestros actos, cuñada. Se mi esposa. ‘¿En qué parte del mundo esto es lógico? ¿Quién con su mente sana se casaría con el hermano gemelo de su novio infiel?’ me pregunto mentalmente. — Mi respuesta es no y si debo morir, eso haré. — digo apuntando con el arma en mi cabeza por segunda vez. — Entonces, que así sea. Porque si no eres para mí, no eres para alguien. — Soy la novia de tu hermano. — Y por eso, te digo que si él te hubiese follado, ya estaría muerto. Eres mía, Marcela. Únicamente mía. — dice él agarrándome del mentón. Enojada por el problema en el que me encuentro, agarro con fuerzas el arma, aunque siento que tiembla mucho. Pero, eso no hace que quiera detenerme. — Tenía curiosidad por ti, porque parecías valiosa para Noah, ya que, no quiso en ningún momento que cambiáramos de lugar, pero, anoche cuando sentí como al entrar mi polla se derretía por tu calor… uf, eso solo puedo sentirlo yo, Marcela. Únicamente yo. Estoy condenada, realmente no hay manera de que pueda salir de este maldito problema y todo por ceder ante una tentación que por meses había esquivado con Noah. Ya no hay marcha atrás y por eso, con los ojos abiertos, me preparo para disparar. — Jamás seré tuya, prefiero morir. — digo disparando, pero, como antes, nada sucede. Por eso, presiono el gatillo varias veces intentando encontrar una bala, pero, mi desespero solo hace que Nick me sonría y me arrebate el arma, para tomar mis manos y colocarla encima de mi cabeza, inmovilizándome con su cuerpo y su mano apretando mis manos. — ¡Suéltame, maldito loco! — Tú crees que te vas a librar de mí así de fácil, pero, lamento decirte que no es así. El arma no tiene balas, porque tu destino no es morir, si no, ser mía. Tú me perteneces, así que, la oportunidad de morir, solo la tendrás cuando yo lo desee. — dice él besándome con fuerzas. Como antes, lo muerdo liberándome de su salvajismo, por lo que, él pega su frente a la mía, intentando recuperar el ritmo de su respiración. — ¿Por qué me diste el arma si no tenía la opción de huir de este matrimonio? — pregunto molesta. — Porque quería que me escogieras. Deseaba que aceptaras ser mi esposa y me suplicarás lo que ayer apenas iniciamos. Pero, no notaste lo que sucede y es que, ni siquiera sería capaz de entregarte al hermano con el que comparto todo, así que, ¿Qué te hace pensar que te daré a la muerte, cuñada? — pregunta Nick. Esto es una locura.¿En qué momento dejé de tener opción? Podría decir que fue cuando me dijo sobre ser su esposa, pero, la realidad es que es mucho antes. No fue cuando lo confundí con Noah y dejé que entrara en mí, tampoco fue cuando me besaba con Noah o planeábamos un futuro juntos.Así que, regreso al pasado y confirmo que tampoco fue cuando acepté ser la novia de Noah, porque si los dos se comparten todo y él no me quiso compartir, es porque desde antes de ser novios, ya tenía todo planeado y solo fui el pájaro que siguió el rastro de pan sin darme cuenta de que me llevaban a una jaula.— ¿Por qué me hacen esto? Yo no tengo algo que darles, no soy mafiosa o lo que sea que ustedes sean, tampoco tengo familia o amigos. Debuté como actriz porque en la biblioteca de la universidad hicieron unas cuantas tomas donde yo me veía de fondo y los internautas preguntaron por mí.— Lo sé.— No tengo riquezas, tampoco sé quiénes de mis familiares quedan y si hablamos de belleza, hay muchas mujeres más hermosas qu
Mi cuerpo se siente como si hubiese corrido una maratón de la que claramente no estoy listo. Por eso, gimoteo mientras alguien golpea levemente mi rostro llamando mi nombre, implorando que me despierte.—Marcela, despierta, por favor.—No va a despertar así, quizás si le doy un beso como en los cuentos. — dice alguien.—Inténtalo y entonces, serás el príncipe con un tiro en la cabeza. — responde alguien más.—Ella es mía, hermano. Por mucho que te enojes me elegirá Noah.Me quejo porque mi cabeza amenaza con explotar, mientras ellos discuten tonterías que a mi parecer, no son lógicas. Al parecer, se dan cuenta sobre lo que estoy haciendo, porque siento varias manos cargándome a no sé qué lugar.—¡Aleja tu mano de mi mujer!—Es mi mujer, Noah.—Deja de decir tonterías.—Dejen de pelear. — digo molesta con mi voz áspera y mis ganas inmensas de golpearlos a ambos.—¡Marcela! — gritan al unísono y yo quiero tener un poder para pegarles.Todo es demasiado para mí en est
Nunca había visto a los gemelos Thompson pelear, pero, no sería lo primero que apenas veo de ellos. Ya que, parece que saben esconder perfectamente todo lo que sin duda, ayudaría a uno a saber que son realmente.Noah, se lanza sobre su hermano y este lo que hace es inmovilizarlo, mientras se burla porque la fuerza de los dos es tan similar que no hay manera de que pueda detenerlos por mucho que quiera.Los golpes comienzan a escucharse con tanta fuerza, que puedo escuchar como algo cruje cuando uno de ellos golpea a su hermano. Sin saber que hacer miro a mi alrededor, pero, como se esperaba, no hay manera de que pueda usar algo para separarlos.— ¡Deténganse! — grito desesperada, mientras intento levantarme, pero, mi cuerpo duele y yo me quejo.De inmediato, todo queda en silencio, mientras yo observo que parte del cuerpo duele, entonces, noto que tengo un corte a un lado de mi torso que no sé en qué momento me lo hice.— ¡Marcela! — gritan los dos al ver como la sangre sale del corte
El rostro de Noah cambia a uno completamente serio, por lo que, intento alejarme de él, pero, no soy tan rápida como él para poder huir de él. Por eso, termino sobre sus piernas mientras sus brazos me abrazan con fuerza. — Oh, no, querida. No voy a permitir que me dejes. — dice Noah mientras un ruido fuerte se escucha anunciando que la lluvia será más fuerte de lo que ya es.— Y yo no permitiré que sigamos juntos, hemos terminado Noah.— Para terminar necesitamos estar de acuerdo los dos, así como estuvimos de acuerdo con empezar una relación.— Una relación a base de engaños.— No fueron engaños, solo omití mis verdaderas intenciones.— ¡Me fuiste infiel, Noah! — grito golpeándolo en el pecho, pero, me detengo al sentir como la herida duele.Noah, me deja de inmediato en el mueble y se marcha sin decir una sola palabra. Molesta e indignada por todo lo que está sucediéndome, comienzo a llorar deseando despertar pronto de esta pesadilla.‘No me importa si al despertar no soy la novia
Sonrío, porque no sé si Noah es descarado, atrevido, idiota o una mezcla de todo eso con otras cosas más. Pero, lo que logro es que ellos celebren quizás pensando que he aceptado algo que ni en mi momento de mayor cordura aceptaría.— Me alegra que comprendas que debemos permanecer juntos…— No he dicho que sí — digo interrumpiendo a Noah— Pero, estabas sonriendo.— Sonreí por la locura que mencionaste porque yo no me he casado con Nick ni soy tu novia, Noah. — digo con seriedad.La sonrisa de Noah cuando aclaré la tontería que dijo Nick desaparece cuando también aclaro mi relación con él.— Entonces has mentido.— No del todo, porque en realidad, me estoy anticipando a mi futuro. Porque Marcela será mi esposa.— Sigue soñando. — dice Noah y yo me levanto, causando que vuelva a lastimarme.— Mejor vamos a curar esta herida.— ¿No hay alguien más que pueda hacerlo?— Solo somos nosotros tres en esta casa, Marcela. Es mi escondite, por lo que, no dejo que nadie conozca su ubicación aun
No bromeaba, de eso no hay duda, porque su mirada cargada de mucho deseo y la forma en que recorre mi cuerpo, me da a entender que está pensando en esa imagen que acaba de mencionar.—¡Detente, pervertido! — digo cubriendo mis pechos y mi intimidad con mi mano y brazos.—¿Por qué tanto decoro, Marcela? Ya te he visto todo y te juro, que puedo dibujarte de nuevo solo para pensar en cómo podría tenerte mientras te…—Sigue así, Nick y entonces, me darás motivos para escoger a Noah.—Inténtalo y entonces, lo mataré. Así solo seremos tú y yo.—¿Qué crees que pienso de ti si hace un segundo dijiste que me compartirías con tu hermano y ahora dices que lo matarás si lo escojo?Nick, se acerca a mí y yo retrocedo golpeando mi cabeza y trasero, con la pared que me impide distanciarme más de Nick.—Porque una cosa es aceptar que te folle porque quiero complacerte completamente y otra que lo escojas a él. Puedo darle sobras de lo que desees, pero, no dejaré que te tenga. Así que, dil
‘¿Qué castigo estaré pagando yo para tener la atención de estos gemelos completamente desquiciados?’ me pregunto mentalmente mientras veo como ellos hablan entre sí susurrándose.—¿Van a hacer su fiesta de té en la puerta de la habitación de alguien más? — pregunto curiosa.—En realidad, estábamos discutiendo ciertas cosas…—Lo bueno de todo esto es que mi padre ha sido secuestrado.—Y que las manos de Marcela son pequeñas, para nalguear fuerte.‘¿Cuándo podré coincidir con sus pensamientos? ¿Acaso no pueden pensar como los demás?’ me pregunto mentalmente.—Chicos, ¿realmente escucharon lo que les dije?—Sí, lo escuchamos perfectamente, por eso, estamos mirando las ventajas de todo esto. —Creí que se molestarían porque mencioné a su padre.—Si quieres ser mi madrastra, podemos hacer un juego de roles y…—Por Dios, no puedo seguir hablando con ustedes. Así que, mejor vayan a pelear, besarse o lo que deseen, pero, lejos de aquí. — digo con seriedad.No se molestan p
Estar cerca de alguno de los gemelos solo significa peligro, porque ellos actúan amables un segundo y de inmediato actuar cruelmente, mostrando una posesividad que es peligrosa para mí.—¿Cómo puede ser posible que me hayas engañado tanto, Noah? Creí que eras un buen chico.—Lo soy, el hecho de que quiera heredar el negocio familiar no quiere decir que solo me interesa ello y que así como trato a los demás lo haré contigo.—Soy un juguete para ustedes, por eso, no pienso quedarme con alguno.—Entonces, tendrás que agarrar un pez más gordo que nosotros, porque ninguno de los dos tiene pensado dejarte ir, Marcela. — dice Noah.‘Eso es lo que más temor me causa. Porque si no van a dejarme ir, yo tendré que ser una espectadora de esas cosas que sin duda, no son agradables de ver en ese negocio en el que ellos son parte.—¡He conseguido que alguien nos traiga medicina! — dice Nick desde alguna parte de la casa.Aunque no creo que sea verdad, porque el clima no nos favorece en l