Tony observa con placer los restos de la criatura que se desintegran en una sustancia negra burbujeante, como si ese cuerpo entendiera que no pertenece a este mundo. Debe reconocer que si alguien allí arriba no se hubiera apiadado de él, el resultado hubiera sudo muy diferente. Aunque en parte sabe que no debería sorprenderle, no es la primera vez que es auxiliado milagrosamente, sabe bien que alguien allá arriba está ensañado en mantenerlo con vida. Como aquel día en Chipre…—¡Nooo, mi bebe nooo! ¡No pueden abandonarlo! —grita una mujer desesperada corriendo para ingresar a su casa.—¡Por favor señora, no puede entrar, es peligroso! —trata de convencerla Flores agarrándola de la cintura mientras ella se revuelve tratando de escapar.—¡Mi bebe, mi bebe! —solloza la mujer dejando correr las lagrimas por sus mejillas.—¿Qué sucede Flores? —pregunta Tony acercándose a esa escena.—Esta mujer quiere volver a entrar a la casa, se ha confirmado la presencia de dos rebeldes adentro. Pero
—¡Me encanta como combina la esmeralda con el oro blanco! Definitivamente esta combinación va a ser el centro de nuestra próxima colección —indica una joven mujer de cabello rojizo inspeccionando las joyas que un sonriente empleado le ha traído a la oficina de sus padres.—¡Por supuesto, señorita Sofía! Siempre es un gusto contar con sus consejos —anuncia el empleado saliendo de la oficina justo a tiempo para dejar ver al abrir la puerta un grupo de personas elegantes que se dirigen presurosas hacia algún lugar de la empresa.Frunciendo el ceño, Sofía inspecciona los rostros reconociendo que se trata de la junta de accionistas de la empresa de joyas de su familia, cuya presencia ante la ausencia de sus padres le llama la atención. Aunque se dice a sí misma que ella no es parte de la compañía como para saber si tienen alguna junta organizada para ese día, ya que solo suele dar su opinión sobre las piezas que presentan, las cuales siempre dan en el blanco.—¡Señorita Sofía… yo… tengo qu
Sofía observa en el espejo su vestido blanco sin tiras, que desde su busto hasta la cintura está decorado con diamantes unidos por finas costuras como si se tratase de una constelación de estrellas. En una situación diferente probablemente esa imagen estaría acompañada de una sonrisa, después de todo ese suele ser el día soñado de toda mujer, sin embargo para ella este matrimonio no es más que una transacción de negocios.—¡Oh, por Dios, eres la novia más hermosa que he visto en toda mi vida, pareces una princesa de cuentos! —exclama una sonriente modista retrocediendo ante la bella mujer que se admira en el espejo.—El mérito es todo tuyo que has creado esta obra de arte, lo has hecho tal y como lo imaginaba, eres una genio —reconoce la novia sintiendo algo de nostalgia al pensar en la ausencia de sus padres a los que ha enterrado hace solo dos días, otra razón más para que esa boda no figure entre sus gratos recuerdos.—Es una lástima que no vayas a lucirlo ante más gente, si el mun
Con cierta medida de ansiedad, Sofía se mira en el espejo retrovisor de su auto para asegurarse de que no ha exagerado demasiado con el maquillaje. Si bien solo ha usado un poco de labial y delineador de ojos, el hecho de que esa se convierta en su primera salida en tres años, la hace sentirse muy nerviosa.De hecho, probablemente si su amiga Olivia no le hubiese estado insistiendo durante el último mes para que asista a la inauguración de su bar, probablemente aún no se habría atrevido a salir. Y no por respeto a su desconocido marido, sino más bien porque ha estado demasiado ocupada tratando de llevar su vida y los bienes de su familia por buen camino, lo cual a veces le suele parecer absorbente.—Quizás un poco de diversión es todo lo que necesito para relajarme —murmura conduciendo con tranquilidad en las calles extrañamente vacías que llevan hacia el centro.Al oír un par de detonaciones, Sofía pega un brinco en el asiento clavando los frenos instintivamente, lo cual probablement
Avezando a través del mar de gente que baila frenética al ritmo de la música bajo las luces parpadeantes de colores, Sofía intenta llegar a la barra para pedir un trago lo suficientemente fuerte para lograr calmar su cuerpo que aun parece seguir revolucionado por la adrenalina y la excitación. Ya que no puede negar que ese hombre ha logrado encenderla como una hoguera, y eso que ni siquiera fue capaz de verle bien el rostro, aunque se señala mentalmente que todo eso quizás solo se debe a que hace tanto tiempo que no está con nadie.—¡Hasta que por fin te encuentro, esto es una bomba, un éxito, pareciera que ha venido media ciudad! —exclama Olivia abrazando a su amiga con emoción, feliz de poder tenerla allí en medio de su naciente negocio.—Si la reina de la noche no es capaz de montar un buen bar, ¿Quién podría hacerlo? —comenta Sofía con una sonrisa divertida, pareciéndole que el vestido de lentejuelas que lleva su amiga parece ser demasiado corto incluso para ella.—Pero la reina d
—¡Nada como un buen trago para conocer gente nueva, invita la casa! —exclama Olivia volviendo con la pareja con unos vasos largos llenos de una bebida azul.—No tengo ninguna objeción ante eso —comenta Santiago con una gran sonrisa tomando uno de los tragos.—¿Cuál es el objetivo? ¿Potenciar los sentimientos o inhibir los pensamientos? —interroga Sofía arqueando una ceja con cierto reclamo.—¿Acaso hay diferencia? Esta es una noche para disfrutar, y para hacerlo muchas veces hay que apagar el interruptor de la cabeza que te impide buscar lo que realmente deseas —reclama Olivia mirando con severidad a su amiga para que no se ponga con esas charlas de psicólogos que tanto le gustan.—¿Crees que un trago solo puede tener esos objetivos? Quizás solo se trata de tener la sensación de estar compartiendo algo, de brindar cierta confianza que fomente el comenzar una nueva amistad —expone Santiago con una expresión de sumo interés mirando a su salvadora.—No estaría en desacuerdo si respondies
Removiéndose en el asiento con nerviosismo, Sofía suelta un largo suspiro al ver que el vehículo se detiene frente a su apartamento. Con la incertidumbre de no saber qué decir o de qué manera continuar lo que debe reconocer ha sido una noche memorable, baja del auto cuando su compañero le abre la puerta caballerosamente.—Gracias, por acercarme… aunque vuelvo a insistir en que no era necesario —murmura la mujer quedándose parada a solo centímetros de él, sintiendo que su cuerpo aún no parece estar de acuerdo en volver a su solitario hogar.—Ha sido todo un placer, te he conocido esta noche, y sin embargo te me haces extrañamente familiar, como si sintiera que de alguna manera ya te conozco de hace tiempo. Quizás nuestras almas ya han bailado antes, ¿No crees? —señala Santiago pasándole un mechón de pelo por detrás de la oreja con suma suavidad, anhelando poder recorrer más de esa piel que parece brillar bajo la luz de la luna.—Supongo que entonces puedo confiar en que eso me hará mem
Santiago avanza con su vehículo al ver que las rejas de acero que dan entrada a la residencia se abren para permitirle el acceso, pensando en que esa noche podría haber sido mucho más maravillosa si hubiese vuelto a su cama con Sofía esboza una sonrisa. Pues si bien todo su cuerpo parece desear tenerla, la verdad es que el desafío que le supone tener que conquistarla le resulta más que excitante. Después de todo lo fácil nunca llega a ser divertido, pero lo que cuesta trabajo en conseguir siempre se vuelve lo más gratificante y disfrutable.Teniendo el consuelo de que aún le queda el fin de semana con ella, entra al lugar en el que suelen llevar a cabo la mayor parte de su trabajo, no pudiendo evitar compararla con su Villa, a la que no ha vuelto desde que su esposa se mudó allí para vivir. Al cruzar el salón de mármol y blanco y ver a uno de sus subordinados parado junto a la escalera de madera, sabe que hay novedades sobre el asunto que debe tratar, por lo que se decide a liberar su