Huang:Camino por el bosque que pertenece a mi familia, la noche es agradable, y aunque el día de ayer llovió, el follaje a mis pies evita que el lodo ensucie mi ser, aunque de nada sirve, porque me siento sucio, cada vez que veo mis manos, el rojo las adorna, y es cuando me pregunto ¿que está mal conmigo? ¿Por qué soy tan diferente a mis hermanos? ¿Cuánta vergüenza deberá tolerar mi familia por mi culpa? ¿no es suficiente con traer la vergüenza a nuestro clan gracias a mis gustos amorosos, también debe dolerme la muerte de nuestros enemigos? ¿Cómo podre ayudar a mi hermana? Esta garra es inservible, solo un punto débil en el gran clan del tigre blanco.Siento mi pecho arder ante mi descubrimiento, soy un estorbo, un punto débil, algo que no es indispensable y que sin embargo es un peso para los demás, y es cuando tomo mi decisión, mi mano viaja a mi cintura, allí, en medio del prado a poco menos de un par de metros de mi hogar, sé que no tardaran más de unas horas en encontrar mi cue
Mei:Estoy segura de que mis dientes se romperán de un momento a otro, ¿Cómo es que mi gran noche de despedida a la diversión termina de esta forma? Yo queria divertirme, queria ser feliz, una maldita vez, solo una vez.— O por dios, ¿son personas muertas? — rubia tenía que ser, claro que están muertas, si sus cabezas están esparcidas por la calle.— Lo son, lo más probable es que se cruzaran con Shen o Huang.— ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo estas tan segura que fue alguno de ellos? Dios mío, ¿dónde está Dalia?— Tranquila rubia, se cómo matan mis hermanos y lo más seguro es que Dalia este con uno de ellos. — al menos eso espero, porque una extranjera caminando sola por aquí, es mujer muerta, quisiera sentirme mal por la regordeta Bach, pero no puedo, a decir verdad, ya tengo la mejor tortura para Dalia, hacerla hacer ejercicio, una tonta risilla sale de mí, y la rubia me ve confusa, pero solo la ignoro, adiós humor, no podría decir eso ni siquiera de broma a mis hermanos, se espera tanto de
La boca de Dalia se mostraba dudosa ante la pasión que demostraba la de Shen, su cuerpo temblaba, por las emociones pasadas y las presentes y Shen solo pudo sostenerla aún más fuerte, sintiendo el momento en el que Dalia finalmente se rindió a él, dejo que sus labio se amoldaran a los de Shen, sin pelear por el control del beso, dejando en claro su inexperiencia, pero eso solo complico las cosas, porque mientras más inocente descubrió que Dalia era, más la deseo.El oriental ni siquiera se molestó en cerrar la ducha, solo comenzó a dirigirla a la habitación, aun devorando su boca, disfrutando de su piel suave y cálida entre sus manos, mientras su mente le gritaba que era una pésima idea, sin embargo, su miembro se alzaba como una lanza lista para la lucha, suplicante de poder hundirse en semejante mujer, suave, cálida, agradable al tacto y a la vista.— Esto no está bien. — murmuro Dalia, agitada, cuando de un hábil movimiento Shen la coloco sobre la cama.— Lo que está bien o mal, es
Renzo:Lo estaba besando, una vez más, como hace semanas atrás, y la suavidad de sus labios me trasportaba a otra dimensión, donde nada estaba mal, donde el permitirme sentir algo por él, era lo más correcto del mundo y por muy raro que pareciera, mi mente estaba en calma, al igual que mi corazón tenía paz, Huang era eso, la tranquilidad que no sabía que necesitaba, fueron solo segundos, los más preciados de mi existencia, hasta que sentí como se alejaba de mí, y aunque lo que más deseaba era tomarlo entre mis brazos y mantenerlo pegado a mi cuerpo, no me atreví a abrazarlo, porque sé que no lo merezco.— ¿Qué rayos haces Renzo? — su susurro bien podria pasar por el murmullo de una suave brisa. — ¿Cuándo la locura ingreso en tu cabeza?El rencor baila en sus ojos, el desagrado se refleja en las comisuras de sus labios y ante mi silencio causado por el dolor que todo eso me provoca, Huang solo se aleja y como aquel día, solo puedo verlo, como lo que es, un dios, una deidad, aun mas irr
Loan Zhao descendió de su vehículo, y comenzó a subir las escaleras de roca ya desgastadas por el tiempo, pero, que aún se mantenían firmes dando la bienvenida a todo aquel que fuera al monasterio que servía de hogar a los monjes más antiguos de aquellas tierras.A diario se podía ver a importantes familias acudir a aquel lugar, no solo para saber que les deparaba el destino a sus familias, sino que muchos acudían para saber si las esposas y esposos que escogían para sus hijos eran compatibles, se podría decir que en las tierras del oriente eran muy creyentes en la fortuna, pero en especial en el destino, para estas personas todo estaba escrito, desde el día que nacían, y solo los monjes lo podían descifrar; para el líder del tigre blanco, no era la excepción, su matrimonio con Jade Renger fue obra del destino y él lo sabía, aunque su esposa que era extranjera se empecinara en decir que solo fue casualidad.Loan golpeo la puerta de madera maciza, sintiendo un escalofrió descender por
Los hermanos Zhao hacia más de un año que habían dejado su país, Shen Kun estaba en Chicago, no solo estudiando, también aprendiendo todo de su tío Wang, no era fácil para Shen digerir que el próximo tigre blanco seria su hermana, pero así estaba escrito, aun antes de que ellos nacieran, o al menos eso le había dicho su abuelo antes de morir, el viejo Sug había roto las reglas, se suponía que solo Loan podía acudir a los monjes y pedir que el destino del tigre blanco fuera revelado, pero Sug Zhao rompió esa ley y no queria llevarse el secreto a la tumba.— Abuelo, deja que mejor llame a mi padre. — pidió el joven de cabello rubio y ojos negros, al ver que el tiempo de su abuelo Sug estaba llegando a su fin.— No, Loan no sabe, nadie sabe lo que te voy a contar, será nuestro secreto. — Shen no pudo evitar sonreír, iba a extrañar esa complicidad que solo tenían con su abuelo, pues el mayor era el confidente de los tres jóvenes Zhao y viceversa.— Bien, dime. — dijo dándose por vencido.
Huang Lei veía fijamente el techo de su cuarto, no terminaba de comprender lo que había sucedido, o, mejor dicho, no queria comprenderlo, ¿cómo podía ser posible que Renzo Bach le hiciera semejante cosa? solo por un pequeño pleito de niños.Su mente recreo aquel día, o mejor dicho noche, ese primer y único encuentro que había tenido con el castaño.Habían llegado a Nueva York, se suponía que solo sería una pequeña parada para luego continuar su viaje a Chicago, aun siendo niños, sabían que lo que sucedería esa noche era importante para el mundo en general, pero más para las mafias, ya que cada clan existente estaba allí y solo eso explicaba el motivo por el que ellos estaban en la mansión Bach, sus enemigos jurados, pero solo porque así estaba escrito en los pergaminos, algo había sucedido muchos años atrás y se había establecido que los Bach nunca pisarían el país que manejaba el clan Zhao, sin embargo el tigre blanco había llegado no solo a los dominios de los Bach, sino que a la mi
Renzo subió al avión privado, junto con Walter, y respiro con alivio cuando vio a la pequeña Lizbeth allí.— Hola hermosa. — saludo el castaño y la rubia lo acribillo con la mirada.— Walter hazme el favor y por una vez en la vida actúa como mi hermano mayor y haz que tu amigo desaparezca de mi vista. — lo odiaba, con todas sus fuerzas, no importaba que hubiera pasado un año detrás de ella, ni sus estúpidas flores, ni que le rogara frente a todos en la universidad, Lizbeth jamás lo perdonaría y Renzo lo sabía por más molestia que le causara.— ¿Podrías comportarte como la adulta que se supone que eres? — refuto quitando la sonrisa de su bello rostro para ver a la joven con dureza, al tiempo que se sentaba frente a ella, Walter solo suspiro y se largó a la habitación que el avión privado poseía, ver discutir a esos dos lo estresaba, en especial porque Walter consideraba a ambos sus hermanos, aunque Renzo no tuviera ningún vínculo sanguíneo con ellos.— Oh, créeme, Renzo, demasiado adul