A pesar de haberle avisado a su hermano, Lore se encontraba sola en ese momento.

Las sombras en contraste con la luz a la luna hacían el bosque, que antes siempre le había dado tranquilidad y paz, el lugar perfecto para tener tu último aliento.

Tener tantos licántropos desconocidos en un mismo lugar, sin vigilancia alguna daba la posibilidad perfecta para un delito como este.

Lore estaba desesperada, su corazón latía de manera acelerada y sus músculos no daban para más.

Al estar tan asustada, la posibilidad de transformarse en su loba no cruzaba por su mente.

— Por favor, por favor —decía suplicando— Caleb por favor.

En ese momento es embestida por un cuerpo sólido.

—Te encontré cachorrita — un hombre grande lleno de cicatrices y con el cabello corto estaba sobre ella.

Se lambia los labios como una anticipación a lo delicioso que estaba a punto de saborear.

— ¡No! ¡Suéltame! ¡Suéltame por favor! ¡no me hagas nada!— Lore estaba forcejeando con toda la energía que le quedaba pero era i