Inicio / Romance / Amorío bajo las nubes de Alaska / Capítulo 4: Un regreso inesperado
Capítulo 4: Un regreso inesperado

El viento ululaba entre los árboles de Gustavuz cuando Luke aterrizó su avioneta en la pista solitaria del pueblo. Había pasado una semana desde su viaje a Angoo, y aunque su rutina había continuado como siempre, algo en él se sentía diferente. No podía apartar de su mente la imagen de Jane despidiéndose con aquella expresión agridulce. Era una sensación extraña, como si algo en su interior le pidiera que volviera a verla.

Esa tarde, después de dejar los suministros en el almacén del pueblo, Luke decidió visitar el muelle. Era uno de sus lugares favoritos para relajarse después de un largo día de vuelos. Mientras observaba las olas rompiendo suavemente contra la orilla, sintió una presencia a su lado. Se giró lentamente y, para su sorpresa, allí estaba Jane.

—No esperaba verte tan pronto, ¿Qué haces aqui? ¿Cómo supiste que estaría aquí? —dijo Luke, sorprendido.

Jane sonrió, aunque en su expresión había un dejo de preocupación.

—No fue planeado, estaba en Angoo, pero mi padre quiso viajar a este pueblo por algo de suministros, él aún está comprando yo le dije que iría al pequeño muelle que se veía a lo lejos— Respondía ella.

Luke asintió, notando el leve temblor en su voz.

—¿Estás bien? Parece que algo te preocupa.

Jane bajó la mirada y jugó con los pliegues de su vestido gris.

—Es solo que… Angoo y este pueblo son hermosos, pero no sé si es mi lugar. Me siento un poco perdida. Mi padre está emocionado con la mudanza, pero yo… extraño la vida en un sitio con más movimiento, yo no era originaria de Port Alexander, nosotros antes vivíamos en Washington, pero mi padre perdió su empleó mi madre también y con el poco dinero que les quedaba, lo usaron para venir acá a Alaska.— Decía mientras agachaba su cabeza.

Luke la miró con atención. Entendía lo que quería decir. Gustavuz también era un pueblo pequeño y tranquilo, pero para él, la aviación le daba la libertad que necesitaba. Quizás Jane buscaba algo similar.

—Es normal sentirse así cuando todo cambia de repente, pero mira Angoo no está tan lejos. Y siempre puedes volver aquí, te puedo enseñar a volar mi avioneta.— Decía Luke.

Jane levantó la vista y lo miró fijamente. Sus ojos azulados reflejaban el agua del muelle, y por un instante, Luke sintió que el tiempo se detenía.

—Tal vez vuelva más seguido —susurró Jane, con una sonrisa cómplice.

El viento frío sopló entre ellos, pero ninguno sintió el frío. Era un momento breve, pero cargado de significado. Luke no sabía qué depararía el futuro, pero en ese instante, solo le importaba que Jane estaba allí, de pie a su lado, mirando el mar como si ambos estuvieran esperando algo más. Algo que, quizás, estaba por llegar.

Los minutos pasaron en silencio, con la marea marcando el ritmo de sus pensamientos. Luke rompió la quietud con una pregunta que había rondado en su mente desde que la vio.

—¿Piensas quedarte mucho tiempo esta vez, digo en Angoo, o planeas volver tú a Washington?

Jane suspiró y se abrazó a sí misma para protegerse del viento.

—No estoy segura. Tal vez unos meses, tal vez más. Dependerá de cómo me sienta aquí… y de lo que encuentre.

Luke arqueó una ceja, notando la ambigüedad en sus palabras.

—¿Y qué es exactamente lo que buscas?.—

Jane dudó por un momento antes de responder.

—Un motivo. Algo que me haga sentir que pertenezco a algún lugar. En Angoo, todo se siente tan... nuevo, tan ajeno. Aquí, aunque tampoco es mi hogar, al menos hay cosas familiares. Personas que me recuerdan quién soy.

Luke comprendió a lo que se refería. Él mismo había sentido eso en más de una ocasión cuando regresaba de sus viajes. Un deseo de encontrar algo que diera sentido a su camino.

—Bueno.— Dijo él con una sonrisa

—Si necesitas un guía para redescubrir Gustavuz, aquí estaré.— Decía.

Jane rió suavemente y asintió.

—Me gustaría eso.—

Ambos quedaron en silencio de nuevo, pero esta vez no era incómodo. Era una pausa cargada de posibilidades, de palabras no dichas, de promesas que aún no se habían formado por completo.

Luke no sabía qué significaba exactamente el regreso de Jane, pero algo en su interior le decía que esta vez, las cosas serían diferentes.

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP