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Amor y Contrabando.
Amor y Contrabando.
Por: Ana
Capitulo 1. — Sueños rotos.

Penélope junto a sus compañeros se habían levantado a las cinco de la mañana por petición del oficial Newton, este era uno de los mayores tiranos de la academia de policía, les tenía un odio infinito a ella y a su hermano por ser quienes eran, porque según él lo tenían todo muy fácil pero ese capullo no se imaginaba la vida de m****a que ella llevaba y que su hermano habían pasado de pequeños, mientras hacían las cien flexiones miro a su hermano que las hacia con menos dificultad que ella y le vino a la mente lo que habían vivido ella y su hermano, esto no era duro comparado con su niñez y adolescencia.

Su hermano y ella casi siempre estaban solos con su madre en la gran casa que tenían a las afueras de Londres, su madre intentaba tapar todas las veces que su propio padre llegaba borracho, la madre de Penélope, Cleotilde amaba a Marcos y todo lo malo que hacía le cubría siempre, había días que Marcos ni aparecía por casa y Cleotilde lloraba escondida de sus pequeños hijos, su hermano Carlo era el mayor que ella tres años, Carlo abrazaba a su madre con dolor al verla llorar, nunca se separaba de su hermana con miedo a que le pasara algo similar, Carlo había tenido que tomar el papel de padre en muchas ocasiones con Penélope, la adolescencia de Penélope había sido un reto para todos, en ese momento realmente empezaron los problemas, ahora su padre pasaba más tiempo en casa y su madre se ponía siempre de parte de Marcos, estaba totalmente abducida por los lujos y que ahora estuviera en casa olvidándose de lo que habían pasado de pequeños. Su padre había generado una gran fortuna y lo había ascendido a Comisario en el centro de Londres, así que tuvieron que cambiar de instituto, alejarse de sus amigos y de su casa, Penélope fue la peor en encajarlo, pero tuvo que aceptarlo, había intentado hablar y tener una buena relación con Marcos, pero fue imposible, este se quejaba de todo y de su manera de ser, pero él los había hecho así, fríos y distantes, Penélope vio claramente que a su hermano si lo trataba bien y pocas veces lo veía reñirle y Penélope sabía que era porque él era un hombre y su hermano acabaría sucumbiendo a ser policía como habían hecho todos los hombres de la familia, lo odiaba con todo su ser.

Habían pasado los años y las cosas se habían calmado bastante, su madre vivía en su burbuja donde se había convertido en la esposa sumisa que no se quejaba de nada y no tenía cerebro, solo organizaba tardes de lectura con té y Bizcocho, esto repugnaba a Penélope, ella y su hermano solían escucharlas a escondidas y reírse de aquellas mujeres. Carlo había cumplido los veinte años y estaba a punto de entrar en la academia en solo una semana por eso Penélope aprovechaba con él el máximo tiempo, estos salieron al jardín y se sentaron en la mesa donde daba el sol, se mantuvieron en silencio durante un tiempo, Penélope miro a su hermano con orgullo, su hermano era muy parecido a ella, aunque ella era pelirroja como su madre y él era castaño como su padre, los ojos compartían el mismo color azul, su hermano tenía la mandibula marcada y ella la cara más ovalada, Penélope tenía pecas a lo que su hermano no, el siempre llevaba una barba incipiente, tenían los mismos labios carnosos y rosados, la nariz de su hermano era pequeña pero la de ella aparte de ser pequeña era respingona, quería mucho a su hermano aunque no se lo dijera con la suficiente frecuencia y ahora que él se iba a ir y la iba a dejar sola en aquella casa se sintió vacía.

Esta noche voy a decirles a lo que realmente me quiero dedicar, estoy a punto de entrar en la universidad y no quiero estar en una simple oficina poniendo sellos, quiero estudiar artes, llegar a ser una gran actriz o quizá una escritora respetable. — Su hermano la miro con orgullo, le dedico una sonrisa y apoyo su espalda en el respaldo de la silla viéndola mejor, esta espero sus palabras. — No esperaba menos de ti, que acabaras como mama... — Los dos rieron y poniendo una expresión de asco. — Sabes que papa se negara y ella le apoyara, así que tienes que estar preparada para luchar contra marea, está claro que yo te apoyo, pero no sera suficiente si no lo soportas, yo me voy en una semana y no estaré aquí para protegerte. — Ahora los dos se pusieron tensos. — Estaré bien, solo me costara un poco adaptarme a tu ausencia, siempre lo he ignorado ahora no sera diferente, pero sé que esta noche todo volverá a cambiar y me da miedo, él no me tomara enserio nunca solo por ser mujer Carlo y eso es difícil de llevar, no sé qué... — Las lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Penélope, el azul se volvió más intenso con los ojos de Carlo que la miraba con dolor, se acercó a ella rápidamente y la abrazo con cariño como cuando lo hacía cuando eran niños, Penélope lloro en los brazos de su hermano como si aun tuviera ocho años.

Cuando estes mal llámame ¿De acuerdo? Siempre estaré para ti, eres mi hermana, mi mejor amiga, eres todo Penélope, todo saldrá bien. — Se quedaron ahi un rato más abrazado hasta que Penélope

se calmó del todo, debían prepararse para la cena, Penélope estaba nerviosa, hoy se abría una nueva brecha que la separaría más de sus padres, pero no dejaría sus sueños de lado, era el momento de ser ella misma y dejar de tener miedo.

Eran ya las ocho y la cena estaba servida, su padre ya estaba sentado presidiendo la mesa, su hermano y ella llegaron a la paz y se sentaron mientras su madre servía la comida, estos se miraron cómplices, esperaron a que su madre se sentara para comenzar a cenar, la cena avanzaba solo con las preguntas que hacía Marcos a Carlo, hubo un momento de silencio y Penélope aprovecho para hablar. — Quería informaros de que ya envié las solicitudes para las universidades, hay algunas que ya he recibido respuesta y entre ellas la que a mí me interesaba, mis calificaciones son muy buenas y estoy entre los tres primeros para entrar dentro de tres meses. — Oh, Hija eso es estupendo, la administración se te da de maravilla, quizá puedas ser una gran secretaria o una buena oficina como administradora. — A Penélope se le revolvió el estómago con el comentario de su madre, su padre la miraba esperando que continuara, esta le plantó cara ante la mirada nerviosa de su hermano. — No es para administración, si no para artes escénicas. — Se hizo un silencio sepulcral y todo exploto cuando su padre se levantó de golpe de la mesa y le señalo con el dedo.

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