—Creemos, mi señora, que esta niña es la hija de Kendrick Godric, y nadie salvo yo, sabe que Alicent está muerta. — respondió la vieja dama de compañía.Bernadette sintió un mareo sobrecogerla, y Henrick la sostuvo para evitar que cayera, aunque el, también se había quedado sin palabras.—Pero, ¿Qué has dicho? — cuestiono Bernadette con tanto asombro que le era imposible esconderlo.Mérida asintió, y acercándose a la pequeña, le acaricio el negruzco cabello liso.—Cuando usted se fue, seguí el rastro de la mujer que Charlotte y yo vimos ese día entrando con otro hombre a la habitación que usted compartía con el señor Kendrick, pero esa no era la primera vez que la veíamos por allí. — dijo la dama de compañía mirando a Henrick, quien le indicó continuar. — Sabíamos que Chiara estaba intrigando en contra suya mi señora, pero no podíamos hacer nada, el señor Kendrick tomaba por cierto cada cosa que ella le decía…entonces, cuando esa noche ocurrió y usted se fue, Charlotte escucho a esa h
El día en el castillo de Devonshire daba comienzo, y una fila de sirvientes se alcanzaba a ver formada fuera del estudio privado que le había sido asignado a Andrew Lewis, casi inmediatamente después de su regreso. Varios murmullos se escuchaban por lo bajo, la mayoría de ellos, cuestionando el hecho de que Henrick Godric defendiera a su prometida, a quienes la mayoría ya tenían por una mala persona.—Esto es ridículo, la señora Godric es mucho mejor mujer y persona que esa zorra de Bernadette Baskerville, ¿Cómo es posible que es señor Henrick esté dispuesto a casarse con la ex mujer de su propio hermano? Y no es solo eso, esa mujer también engaño al señor Kendrick, si no fuera por la señora Godric, esa Bernadette aun seria la esposa del señor Kendrick y seguramente lo seguiría engañando, es increíble que el señor Henrick la defienda, todo lo que le pasa a esa zorra es porque es una cualquiera que no merece estar aquí. — decía la sirvienta Sandra quien se notaba visiblemente molesta.
—No por favor, no por favor. — suplicó Sandra, y pronto, un par de sirvientes entraron a sacarla.Andrew esperaba que pronto la mujer se comunicara con Chiara, aunque, sabia, que aquella Cervantes no era una estúpida, y seguramente se lavaría las manos aun y cuando todo apuntaba a ella. Eso era fácil deducirlo.En Villa Cottage, Chiara se mordía la uña. No podía permitir que su suegro la llevara a ningún hospital, tenía que hacer algo. Tocando su vientre, se sintió furiosa, y en ese momento, una llamada entraba en su celular. El numero era de Sandra. Respondiendo, no se sorprendió al escuchar a la sirvienta llorando al otro lado de la línea.—¿Qué ocurre? — preguntó con dureza. No tenía tiempo ni ganas de estar lidiando con la llorosa mujer.—El señor Lewis me ha echado del castillo de Devonshire, han descubierto que fui yo quien dejo el trajecito que me dio usted en la cama de Bernadette. — dijo Sandra sollozando y con la voz entrecortada.Chiara rodó los ojos. Aquella sirvienta era
—No te preocupes, ya estoy en ello, solo necesito un poco más de tiempo. — aseguró Chiara.Ambas mujeres sabían todo lo que estaba en riesgo, y sabían que debían actuar rápido.—Por cierto, tía, ¿Cómo va Eduardo con su asunto? — cuestionó Chiara con una leve y notoria molestia en su voz.—Por el no tienes que preocuparte, hará lo propio. — aseguró Melina.Chiara se mordió un poco el labio. Aquel asunto tampoco le gustaba nada.En el orfanato, la madre superiora revisaba que todos los víveres que fueron traídos por Henrick Godric se estuviesen almacenando apropiadamente. Sabía bien que aquel buen señor, estaba haciendo todo lo posible por levantar su orfanato que había quedado rezagado en el olvido del actual Duque de Devonshire, pero también sabía todas las conspiraciones que rodeaban el ascenso del joven señor como el nuevo Duque, además, conocía la trágica historia de Bernadette Baskerville. Ambos estaban rodeados de enemigos y eran muy pocos los amigos que podrían ayudarles. Mirand
—Bernadette Baskerville, ¿Quieres ser mi esposa? ¿Quieres darme el honor de ser tu quien me acompañe el resto de mi vida? —Bernadette sentía lágrimas de emoción acumulándose en sus ojos color violeta. Frente a ella, estaba arrodillado Henrick Godric con aquel hermoso anillo que reconoció al instante como el anillo que siempre usaba la madre de este. No sabía que decir; era casi como quedarse sin palabras, o que estas se quedaran atoradas en su garganta. Su mente peleaba desesperadamente contra los sentimientos que nacían a borbotones en su corazón, y entre la batalla entre su lógica que le gritaba que aquello no era correcto, y entre su alma que se emocionaba genuinamente por ese momento, sentía estar a punto de colapsar.Nublando su buen juicio, Bernadette asintió mientras un par de lágrimas brotaron desde sus ojos, como si aquella fuera la primera vez que recibía una hermosa propuesta. Henrick no había preparado un banquete extravagante, ni había invitado a grandes personajes de la
—Así que estas feliz, perra, te voy a recordar a quien le perteneces genuinamente. — dijo Kendrick rompiendo el camisón de su ex esposa.Bernadette miró con horror como su ex esposo estaba encima de ella. ¿Cómo? ¿Por dónde había entrado? Asustada y sin poder gritar, sintió como Kendrick con la mano que le quedaba libre, rompía su camisón de seda. Luchando con todas sus fuerzas sin éxito alguno, estaba aterrada, vulnerable, y suplicaba que Henrick entrara en ese momento para rescatarla. Con asco, sentía como Kendrick que apestaba a alcohol, besaba su cuello y el nacimiento de sus pechos casi expuestos. Sintiéndose mareada, golpeaba con todo lo que tenía a ese hombre, hasta que finalmente una de sus patadas logro golpear en los bajos a ese hombre cruel y miserable que estaba a punto de…no quiso pensar en ello.—¡Ayuda! — gritó con toda su fuerza, antes de ser nuevamente sometida por Kendrick, quien por la fuerza la besó y luego la mordió con tanta fiereza, que le hizo sangrar el labio.
Ya había amanecido completamente en la Villa Cottage.— Te estoy diciendo la verdad cariño, tengo mucho sueño, me daré un baño e iré a dormir, tu deberías hacer lo mismo. Hoy dormiré en la habitación de huéspedes que está libre. — respondió, y sin darle oportunidad a Chiara de reprocharle, se perdió en el pasillo a toda prisa.Chiara apretó los dientes. De ninguna manera se tragaba el cuento de que había peleado con su padre, además, ¿Porque la estaba evitando? Furiosa, subió a su habitación nuevamente. No sabía cómo, no sabía ni porque, pero estaba segura de que Bernadette Baskerville tenía que ver con lo que estaba ocurriendo.Tomando su celular, marcaba el número de su sirviente, el señor Wilson, quien era su segundo más leal después del fracaso de Sandra, sin embargo, no hubo respuesta alguna. Algo estaba mal, algo en la fría actitud de Kendrick, la había inquietado de sobremanera. Ahora más que nunca, necesitaba mantenerse en calma y mantenerse en donde con su esfuerzo se había c
—Chiara, es bueno tenerte entre nosotros, mi hijo ha estado un poco inquieto, me hablo de su pequeña travesura y me dijo que estabas molesta, pero hoy te ves tan radiante que no pareces disgustada. — dijo Kassius animado.Chiara dio una mirada rápida a su tía. Estaban listas. Caminando hacia Kendrick, le dio un beso en la frente y se sentó a su lado. Kendrick se notaba visiblemente incómodo.—Lamento haber causado molestias querido suegro, estuve pensando toda la noche en que fue muy injusto que usted quisiera ver a su nieto, y por mi capricho yo no lo permití, pero hoy hace la tarde es esplendida, pensé en que podríamos buscar un buen hospital para realizar la ecografía y pueda ver a su nieto, aunque temo que mi doctor de siempre no está disponible ahora mismo, así que, ¿Por qué no elige un hospital usted? Mi Kendrick tampoco ha podido ver en vivo a su hijo y hoy me siento mucho mejor. — sugirió animada.Kendrick se sorprendió al escuchar a su esposa decir aquello; no había dormido e