—Tengo sed, siento mi boca seca— se queja en pequeños susurros que me obligan a abrir los ojos.
—A tu lado tienes una botella de agua, déjame dormir— deben ser más de las tres de la mañana y no recuerdo en que momentos me quedé dormido. Solo me acosté en la otra esquina de mi cama mirando hacia el techo mientras fumaba un cigarrillo y ahora estoy de espalda a ella con mucho sueño.
Un pequeño silencio llena el lugar dejándome recuperar el sueño, hasta que en un moviendo torpe de ella mueve la mesita de noche y me obliga a darme la vuelta para ver si está bien.
—Creo que ya puedo irme— dice poniéndose de pies para estirar un poco su vestido y coger sus tacones en la mano— Gracias por todo.
—Espera Adele— musito entre las sábanas— Yo te voy a llevar, es tarde, no es bueno que andes sola a esta hora. Además no creo que estés muy bien.
—No Gabriel, tranquilo, ya hiciste demasiado por mí.
—Eso me sonó a ironía, pero vamos a olvidarlo, déjame llevarte.
—Bueno vale, pero apúrate que mañana tengo clases.
—Mañana— le miro con una ceja levantada y le doy un de mis sonrisas torcidas— Dirás hoy, ya son las tres de la mañana o más.
Ella lleva una mano a su cabeza y maldice por lo bajo abriendo la puerta— Te espero abajo, por favor no tardes.
Rápidamente tomó las llaves que están en la mesita, sacó una chaqueta de mi armario porque ahora debe haber un poco de frío y bajo las escaleras.
—Ya estoy listo— ella está sentada en el sofá con una mano masajeando su sentido y la otra sujetando un pequeño bolso negro junto a sus tacones.
—Rian me hizo vente llamadas perdidas— protesta pasando por mi lado— Debe haberse vuelto loco.
—Loco está desde que te dejó sola— dije con aire de molestia.
—No me dejó sola, fue al baño— lo defiende abriendo la puerta del auto y sentado en la parte de atrás.
—Igual, te dejo beber de más, es un irresponsable— no entiendo por qué razones estoy teniendo esta discusión con ella cuando está claro que no es mi problema.
—Yo bebí porque quería.
—Y yo me hice cargo de una borracha por tú culpa— digo tajante y frío.
— No soy una borracha, solo me pase de copas, cosa que le pasa a cualquiera— vocifera molesta— Muchas gracias por todo, pero no te lo pedí, si lo hiciste fue porque te dio la gana.
—Lo tendré en cuenta la próxima vez— replico deteniéndome frente a su residencia y veo como su mirada vacila antes de abrir la puerta.
Es increíble lo guapo que eres y lo idiota que puedes llegar a ser— espeta dando media vuelta para marcharse, pero se gira rápidamente y clava su mirada con la mía— Y tranquilo que no habrá próxima vez, eso te lo aseguro yo.
X'
Al abrir la puerta de la habitación me encuentro con Gabriel desnudo, su cuerpo está goteando agua sobre la pequeña alfombra que tiene bajo su cama, sin poder evitarlo deslizó mis ojos por su torso bien definidos, en la parte baja del abdomen tiene un tatuaje en forma de dragón, su mano derecha está también llena de ellos, en su cuello tiene dibujado en pequeña cruz y en la mitad del pecho tiene una pequeña mariposa, los músculos de sus pies están perfectamente marcados y entre ellos resalta su erecto miembro.—¿Qué haces aquí?— pregunta con cierto aire de molestia obligándome a separar mi mirada de su cuerpo.—Perdón Gabriel— es lo único que logro decir antes de poner una mano delante de mis ojos para darle privacidad.Ahora cariño, después que lo comiste con la mirada.Lo bueno se tiene a apreciar, pero no quita que sea un idiota.—¿Qué haces aquí?— pregun
Amor.Palabra de cuatro letras y con un gran significado.Mamá lo decía, enamorarse es lo más lindo y cruel que te pueda suceder.Cuando tus ojos se llenan de lágrimas y tu corazón se parte en pedazos, cuando tus labios comienzan a temblar y te das cuenta de que ya te han roto, que ya nada podrá arreglar ese daño que te causaron, duele, pero duele el doble cuando viene de la
—Bueno cielo cuídate mucho y llámame nada más que llegue— mamá se pega a mí en un gran abrazo que un poco más me deja sin aire— Si no me llames, moriré de la angustia cariño. —Vamos Catalina deja que la niña que se le irá el vuelo— la regaña papá tomándola de un brazo para alejarla de mí.—Los amo— dejo un beso en la frente de mamá y papá solo me guiña un ojo, sé que no le gustan las despidas.—Espero tu llamada cielito— grita mamá ante de verme desaparecer por la gran puerta de cristal que me lleva al avión.Hoy es un gran día o al menos eso me decía mamá un mes atrás cuando vio llegar la carta de aceptación de la universidad, yo no estoy segura de que sea ese gran día como ella dice por qué estoy dejando atrás mi casa, mi familia, mi mascota y toda una vida para ir a un nuevo lugar donde no conozco a nadie sumando qu
—Adele di que sí por favor— suplica una vez más haciéndome un puchero.Adriana lleva más de media hora intentando convencerme para ir a una maldita fiesta, según ella todos los estudiantes van porque es la fiesta de bienvenida. Pero a mí que más me da, no es lo mío.—No me gustan las fiestas, ya te dije— repito nuevamente, pero ella parece que no se dará por vencida.—Nunca has ido a una, no puedes decir que no te gusta— se cruza de brazo y me mira con cara de gatito llorón— Porfis, porfis.Di que sí, quiero divertirme.Tú siempre tienes que opinar en todo.—Vale, vale Adriana, pero solo será esta vez— no he terminado de hablar y ella ya esta sobre mí dándome miles de besos en el cachete.Ya hiciste
—Buenos días Adele, es tú último día de vacaciones— me saluda Adri desde su cama. Me alegra que a ella también le guste madrugar, aunque tiene voz de cansada.—¿También te despiertas temprano?— le preguntó poniéndome de pies y tomando la ropa para ir al baño.—No, pero tú alarma me ha despertado, soy muy sensible a los ruidos— responde con una pequeña sonrisa y yo me sonrojo avergonzada.—Perdón Adri.—No pasa nada, tranquila yo seguiré durmiendo— pone la almohada sobre su cabeza y se voltea quedando de frente a la pared.Después de la pesada charla que tuve con Gabriel anoche, decidí volver a casa y Adri quiso acompañarme para no dejarme sola. Emili se nos desapareció desde que entramos a la casa y no la volvimos a ver en toda la noche, por lo que ni idea de donde está.El agua fría que sale de la regadera nada más que cae en mi cuerpo comienza a relajar mis músculos, allá en el pueblo salía a correr toda
¿Ustedes también madrugan el primer día de clases? Mi primer turno es a las siete y cuarentena, pero yo hace más de una hora que me levante y ya voy caminando al salón veinte minutos antes de que lleguen todos, incluso el profesor.Al empujar la gran puerta y entrar al gran salón lleno de pupitres me doy cuenta de que no seré la única que llego temprano, el chico de la cafetería está sentado en la primera fila revisando su móvil y al verme entrar alza la cabeza con una gran sonrisa moviendo su mano derecha saludando, yo le devuelvo el saludo y me siento a su lado.—¿Eres el chico de la cafetería?— le preguntó al sentarme a su lado para tener algún tema de conversación, aunque soy algo antisocial me gusta tener compañeros de clase y algo me dice que seremos buenos amigos.—Si el mismo— extiende su mano y yo la
Después de comernos las deliciosas hamburguesas y pasar un rato hablando decidimos volver a casa, esta noche hay una gran fiesta y las chicas tiene que prepararse. Adri está como loca sacando miles de conjuntos supermonos de su armario mientras habla como un loro. —Adele, ¿me estás escuchando?— pregunta Adri sacándome de mis pensamientos. —Mm— dude un poco la respuesta porque no la estaba escuchando, me quedé tonta mirando el mensaje que acabó de llagar a móvil— Perdóname Adri, pero me llego un mensaje y me quede entretenida leyéndolo. —¿Qué decía el mensaje? —Nada importan<span;>Sus ojos se ponen chinitos y se acerca a la orilla de mi cama con pasos rápidos. Es tan curiosa que se que no parará hasta conseguir lo que quiere, pero esta vez no se la pondré fácil.
—Buenos días Adele— saluda Adri al entrar a la habitación con su pelo rubio todo regado, sus ojos cargando unas pesadas ojeras y sus tacones en mano.—Buenos días, Zombi— bromeo al pasar por su lado para dirigirme a la puerta—Estaba buena esa fiesta.—Ni hablar de eso, traigo una resaca de dos días y para empeorar las cosas tengo clase en la tarde.—Bueno toma un baño y luego a la cama.—Así será.—Yo ya me voy que llego tarde— cierro la puerta y comienzo a bajar las escaleras de la residencia.Hoy sí pienso tomarme un café antes de entrar a clases así que tomo dirección a la cafetería colocando mis audífonos en mis oídos para escuchar un poco de música relajante.Los alrededores de la cafetería están llenos de estudiantes que se saludan y otros que simplemente caminan a clase. Al llegar al mostrador me encuentro con Rian que carga su mochila en un h