Puse la denuncia en contra de Anabel ese mismo día, también mencioné que ella fue quien me atropelló aquel díaal salir de casa, y eso sirvió para que le quitaran la custodia a su hijo, pues eso demostraba que ella no estaba bien de la cabeza, aunque a ella eso no le importo mucho, pues solo quería al niño para poder quedarse con Cristian; al bebé lo iban a llevar a un orfanato para darlo en adopción ya que, Anabel no lo iba a poder tener, iba a ser internada en un psiquiátrico, pero hablé con Cristián y decidimos adoptarlo, porque no me pareció justo que ese pequeño pasara por eso, pero con la condición de que Anabel jamás se enterara de ello, pues no quería que ese bebé viviera en un lugar así, además yo lo vi nacer, y es tan hermoso, sentí como si fuera mi hijo también.
Ana me ayudaba en esos días en mi casa, pues ya estaba en el mes y con nada me cansaba; me encontraba terminado de arreglar la habitación de mi bebé, pero también estaba agregando detalles para q
Me levanté muy temprano, tenía que arreglar todo para irme, la verdad me sentía triste ya que, iba a dejar a mis padres y a mis amigos aquí y dejar la ciudad en la cual crecí, pero esto es lo que quiero, claro no de dejar a mis padres, sino que esta es una gran oportunidad que estaba esperando, por fin me aceptaron en la universidad en donde quiero estudiar, queda algo lejos pero todo sea por mi futuro, mis padres me apoyan al cien por ciento y me alivia ya que no tengo que irme sin su consentimiento.—Amiga ¿de verdad te vas a ir? —me dice mi amiga Clara, la cual estaba sentada en mi cama.—Si amiga, esta es mi oportunidad —le respondo mientras camino de un lado a otro en mi cuarto haciendo mis maletas— este mi sueño y quiero cumplirlo, no quiero quedar como mamá, dependiendo de un hombre para toda la vida porque nunca terminó sus estudios, yo quiero ser independiente.
Llegó el primer día de clases, me levanté temprano, me di una ducha y me arreglé, me vestí con un jeans azul claro ceñido al cuerpo con una blusa blanca y converse negros, me miré al gran espejo que había en mi habitación y quedé satisfecha con el resultado, me dirigí hacia la cocina y me preparé el desayuno, comí y salí de mi departamento, salgo del edificio y me voy hacia la universidad en un taxi, pues no sabía el camino. Iba viendo por la ventana del mismo para poder memorizar el camino y así mas adelante poder tomar una ruta de bus, el vehículo se detuvo en un semáforo, mientras estábamos en la espera de que cambiara la luz a verde, yo seguía viendo por la ventana el hermoso paisaje urbano, en frente de mi se encontraba un hermoso parque, habían muchas personas paseando a sus mascotas, otras ejercitándose y niños corret
Terminamos las clases, salimos de la universidad y Ana nos estaba esperando afuera recostada de un carro.—Mira ahí esta Ana —me dice Marcos.—Ey chicos —nos hace señas Ana, nos acercamos hasta ella.—¿Y este carro? —pregunta Marcos observando el vehículo.—Es mío, no es de último modelo, pero algo es algo, peor es nada, vamos a ir a comer algo.—Ah, no sé —le digo dudando— después no encontraré como irme a mi departamento, no conozco esta ciudad.—Tranquila yo te llevo, yo soy de aquí y me sé esta ciudad de memoria.Acepté y nos fuimos a un pequeño café, pedimos pizza, estábamos esperando nuestra orden cuando el chico antipático entro al establecimiento.—Oh no —intenté taparme con la cartilla del menú.—¿Q
—Ey fea, nos vemos de nuevo —me dice Cristian con una sonrisa.—Te dije que me llamo Amy —le dije cruzándome de brazos con el ceño fruncido.—Ah perdón Amy, es la costumbre —me dice aun sonriendo.—Espero que sea la última vez —le digo.—Claro cielo te doy mi palabra –dice acercándose a mí.La verdad es que cada vez que estoy cerca de Cristián me siento nerviosa no sé porque, cada palabra que me dice hace que un escalofríos recorra mi espina dorsal, se acercó tanto a mí que enseguida me ruboricé, la verdad nunca un chico se me había acercado tanto, en eso nuestros compañeros de clase empezaron a entrar y el profesor, salvada por la campana —pensé— fije mi mirada hacia el profesor e intente calmar mis nervios.Comenzó la clase, Cristián estaba sentado det
Después que salí de mi trance me fui hacia mi cuarto, me quite la ropa y me fui a bañar, me puse mi pijama y me acosté en mi cama, tome mi celular y llame a Clara como de costumbre.—Hola amiga ¿cómo estás? —dije al escuchar su voz.—Hola amiga muy bien ¿y tú?, ¿Cómo te fue el día de hoy?—Me alegra que estés bien amiga, yo estoy muy bien, hoy fue un día loco, te acuerdas del chico antipático que te conté, pues estamos en un trabajo juntos y mañana tengo que ir a la casa de él a hacerlo.—¿Ah sí? ¿Y cómo te metiste en eso? ¿No que lo odiabas?—No es que lo odie, si es algo antipático pero también tiene su lado tierno, hoy me defendió de un drogadicto.
—Ey preciosa ya despertaste —me dice Cristián.Cuando logro abrir bien mis ojos veo que Cristián está sentado a mi lado, en mi cama y con una laptop.—¿Cómo entraste a mi depa? Si yo deje la puerta cerrada.—¿Estás segura? —me pregunta Cristián despegando su mirada de la laptop.—Sí, claro que estoy segura —le digo levantándome de la cama— yo no estoy loca, ¿me vas a decir o no como entraste?Señala hacia el balcón, me voy para allá y me quedo allí parada, ya era de noche, ¿cómo pude dormir tanto? Me doy media vuelta y lo miro esperando una explicación.—Entre por tu balcón cariño —me dice— como puedes ver —se acerca hacia mí y me lleva hasta la baranda— mi cuarto es este que queda debajo del tuyo, subí por las es
Al despertarme me di un baño y me arregle, me puse un jean ceñido al cuerpo con una blusa blanca, chaqueta de cuero y mis converse negros, me maquille un poco, solo lo básico, me di una mirada al espejo grande de mi cuarto y sonreí satisfecha, fui para la cocina y me prepare un cereal con leche, como Cristián no me dijo a qué hora saldríamos decidí salir a buscarlo, cuando abro la puerta allí estaba él a punto de tocar, al verme me mira sorprendido.—Buenos días Amy, estas muy hermosa —me dice mirándome de arriba a abajo.—Buenos días Cristián —le doy una sonrisa algo sonrojada— gracias.—¿Y estas lista para pasar un día inolvidable hoy?—Si claro, espera voy por mi bolso —fui hacia la sala, tomé mi bolso y salí— lista.Bajamos por las escaleras y salimos del edific
—Hola pequeña Amy —me saluda Marcos mientras me dirigía a mi salón de clases.—Hola Marcos ¿cómo estás? —le respondo con una sonrisa.—Muy bien pequeña.—Hola chicos —nos saluda Ana— ¿cómo están?—Hola Ana, my bien. —le respondimos.—Ey Amy, ¿donde estuviste ayer? Te llamé como sopotosientas veces y no me respondiste.—Ah…, es que mi celular no tenía señal.—Dime la verdad, ya te conozco y sé que nos estas ocultando algo.—Estoy diciendo la verdad y no estoy ocultando nada.El timbre sonó y nos fuimos a nuestros respectivos salones, salvada por la campana —pensé—, Ana es una chica que hace muchas preguntas, vi mis clases y en todo el día evite el verme con los chicos y con Cristián, quer&i