Capitulo 6

—Ey preciosa ya despertaste —me dice Cristián.

Cuando logro abrir bien mis ojos veo que Cristián está sentado a mi lado, en mi cama y con una laptop.

—¿Cómo entraste a mi depa? Si yo deje la puerta cerrada.

—¿Estás segura? —me pregunta Cristián despegando su mirada de la laptop.

—Sí, claro que estoy segura —le digo levantándome de la cama— yo no estoy loca, ¿me vas a decir o no como entraste?

Señala hacia el balcón, me voy para allá y me quedo allí parada, ya era de noche, ¿cómo pude dormir tanto? Me doy media vuelta y lo miro esperando una explicación.

—Entre por tu balcón cariño —me dice— como puedes ver —se acerca hacia mí y me lleva hasta la baranda— mi cuarto es este que queda debajo del tuyo, subí por las escaleras de emergencia.

—¿Y por qué entras a mi cuarto sin mi permiso? —le digo un tanto molesta.

—Se hicieron las tres y no llegaste —me dijo él muy calmado y se sienta de nuevo en la cama— vine y toqué la puerta y no abriste, me preocupé y se me ocurrió que como mi cuarto esta debajo el tuyo obvio tenía un balcón y decidí subir para ver si te había pasado algo, cuando entro mi sorpresa es que estabas muy dormida.

Mi expresión cambio cuando escuché eso, Cristián era muy atento, solo era antipático cuando no se le conocía bien, me acerqué hasta él y me quede mirándolo.

—¿Qué? —me pregunta.

—Gracias —le digo con una sonrisa— gracias por preocuparte por mí.

—No es nada cariño, ahora ven que tenemos que terminar el trabajo —me dice palmeando el lado vacío en la cama.

Me senté junto a él y comencé a ayudarlo con el trabajo que ya en realidad estaba casi terminado, mi corazón latía rápido al estar tan cerca de Cristián, su perfume entraba por mis fosas nasales y me encantaba, en ese momento quería abrazarlo e impregnarme en su olor —¿pero que estoy pensando?— me levanté de la cama rápido y salí con la excusa de que iba a tomar agua.

—¿Pero que me está pasando? —Me preguntaba en mi mente— debo controlarme, ¿porque me pongo así?

Saqué el agua de la nevera y un vaso, me serví agua y sentí unas manos en mi cintura y una respiración cálida en mi cuello, me parte en seguida riendo.

—¿Que pasa Amy, porque te ríes? —me pregunta él confundido.

—No es nada –le digo aun riendo y frotando mi cuello— es que me haces cosquillas.

—Ah perdona yo no quería hacerte cosquillas yo solo quiero hacerte disfrutar un rato para que dejes ese estrés que tienes, estas tensa.

—Pues así no lo lograras —le digo— además, tú no tienes que hacerme disfrutar nada, tu y yo no somos nada —le digo seria y cruzándome de brazos— vamos a terminar el trabajo sí.

—Ya veo que eres difícil preciosa, pero eso pronto cambiará —me dice con una sonrisa y guiñándome un ojo.

Fuimos a mi cuarto y terminamos el trabajo, ya era tarde, me estaba dando hambre y decidí hacer algo rápido para comer, fui hasta la cocina y preparé dos emparedados y jugo de naranja, los lleve hasta mi cuarto, le di uno a Cristián y comimos en silencio.

—Amy ¿qué vas a hacer mañana? —me pregunta Cristián rompiendo el silencio.

—Nada en realidad —le respondo encogiendo los hombros.

—Bueno ahora sí, mañana vamos a salir juntos, te voy a llevar a un lugar que te va a gustar.

No sabía que responderle, me quede un rato pensando, Cristián es muy lindo pero era una persona algo misteriosa, aun no lo conocía ¿y si resultaba ser un psicópata? —pero que cosas digo— no parece ser así, decidí aceptar su invitación podría ser una gran oportunidad para conocerlo más.

—Acepto tu invitación —le respondo al fin.

—¡Qué bien! —me dice muy animado— mañana subo por ti.

Se fue hacia el balcón y me quede mirándolo extrañada ¿qué iba a hacer allí?

—¿Oye a dónde vas?

—A mi casa —me dice él como si fuera obvio.

—¿Por el balcón?

—Ah es que como vine apurado a ver si estabas bien deje hasta las llaves y no tengo como abrir la puerta.

—Bueno ten cuidado no te vayas a caer —le digo algo preocupada

—Oh te preocupo —dice él con una sonrisa y se acerca a mi— tranquila cariño —me da un beso en la frente por unos segundos— nos vemos mañana.

Cristián bajo por el balcón y yo me tire en mi cama y me quedé mirando el techo con una gran sonrisa, me estaba empezando a gustar como Cristián me trataba, era un chico muy dulce y algo atrevido, estaba sumergida en mis pensamientos cuando sonó mi celular y me saco de mi mundo.

Cristian: Me encantó pasar el día contigo preciosa.

Era Cristián, ¿cómo consiguió mi número? si yo no se lo di, ese mensaje me alegró mucho.

Cristian: Me imagino que te estarás preguntando como conseguí tu número, me costó pero lo conseguí, que duermas bien.

Me encantó el que me haya escrito, tenía una gran sonrisa dibujada en mi rostro, abrace mi celular literalmente, cerré mis ojos y me quede dormida.

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