Velkan corrió todo lo que pudo hasta que llegó al comienzo de la ciudad en sí, puesto que estaba un poco retirado de la estación. Allí había una gasolinera, se dirigió rápidamente a los lavabos que se veían a un costado de la estación.El de hombres estaba cerrado, pero no perdió mucho tiempo, sacó una navaja de su bolsillo y forzó la débil cerradura, entró con cuidado aunque hubiera podido hacer todo el ruido que quisiera, ya era pasada la medianoche y nadie andaba ni siquiera cerca de allí. Encendió la luz y se acercó al espejo, los cortes no eran profundos aunque sangraban bastante, tampoco eran tan largos.Lavó con cuidado las heridas de la cara y luego se secó cuidadosamente con una toalla y tomó una cinta adhesiva multipropósito y la colocó sobre las heridas junto con una gasa rústica que llevaba en caso de emergencia. el sangrado se detuvo aunque se veía un poco raro y cómico con los apósitos tan ordinarios que se había puesto.De allí partió hacia el terminal de buses que esta
Velkan se desperezó un poco y se levantó para estirar los músculos. Había estado sentado largo rato recordando los días de sus inicios y su riguroso, pero muy valioso, entrenamiento.Su primera misión resultó un éxito aunque él no lo hubiera llamado así en aquella ocasión, luego aprendió que una misión exitosa es aquella dónde sales vivo y logras el objetivo primario aunque otros no se hayan logrado tan bien.Robert estaba revisando la laptop en ese momento, sus ojos estaban concentrados en la pantalla, parecía que aún no llegaba la confirmación de Tamaz.—Aun nada, viejo —le dijo levantando la mirada de la pantalla.—Esperemos, Tamaz jamás ha fallado en un objetivo y no creo que nos falle ahora.—Ya es viejo —dijo Robert—Yo también soy viejo y todavía puedo patearte el trasero —dijo Velkan con una sonrisa socarrona en la boca.—No lo creo —replicó Robert— Podemos hacer una prueba en el gimnasio después, si quieres y te atreves.—Bah! No quiero que tu esposa me regañe porque lastimé
Velkan recordó cuando regresó de las montañas cerca de la frontera de Rusia. Había estado ausente más de una semana y media, y tenía como 4 dias que no se había podido comunicar con Zurab porque la batería del radio había fallado, debería haber durado todo el tiempo de estadía puesto que solo utilizaba el radio para dar un breve informe a Zurab a fin de que supiera que él estaba bien.Así que para cuando llegó al pueblo donde vivía y abrió la puerta de la tienda, lo recibió el grito de una sorprendida, alegre y enojada al mismo tiempo, Tatiana. Ella apenas lo vió saltó por encima del mostrador de la tienda sacándole ventaja a Zurab que estaba más cerca de la puerta porque estaba en la tienda buscando algunas cosas.Ella corrió con todas sus fuerzas, y con sus largas piernas realmente no tenía rival y mucho menos con su entusiasmo. Velkan se preparó para recibir ese vendaval de amor que se aproximaba, extendió ambos brazos y ella pegó un salto y se colgó literalmente de él. sus piernas
Esa noche Velkan pudo comer a sus anchas, Tatiana le preparó una rica cena con la cual se deleitó como tenía tiempo que no disfrutaba. Ella lo miraba comer y se le notaba en el rostro el orgullo y la complacencia de que hubiera podido complacer al hombre que amaba en algo tan sencillo como una comida.Después de la cena Zurab y Velkan se sentaron en una mesita que estaba en el almacén. Tatiana los había dejado solos, quizás pensando en que ellos necesitaban un poco de privacidad para hablar de sus negocios.—¿Qué opinas de lo que te comenté acerca de las cabañas cercanas, Velkan? —Zurab quería retomar el tema porque sentía que estaban perdiendo bastante tiempo en encontrar la cabaña que señalaban en los informes.—Creo que tienes razón, he gastado un tiempo valioso primero buscando aquí en este pueblo —estaba recordando de cuando llegaron al pueblo.En ese tiempo ya Zurab estaba establecido en el pueblo varios meses antes de que llegara Velkan, para cuando él llegó tenían pocos inform
Caminaron tomados de la mano hasta la habitación de ella, Velkan la miró con un poco de extrañeza porque pensaba que irían a la habitación de él tal como la última vez. Ella le sonrió de manera seductora.—En mi habitación Zurab no podrá interrumpirnos —le dijo con voz dulce y maliciosa al oído— además, mi cuarto tiene su baño propio —terminó diciendo al mismo tiempo que le daba un suave mordisco en la oreja, lo que enervó los ánimos de Velkan.Entraron al cuarto donde ella lo llevó de la mano hasta al lado de su cama, allí le abrazó y le dio un profundo beso, los labios de ella parecían un huracán de pasión. Se movían con calor sobre los de él mientras con ambas manos recorría el varonil cuerpo como si quisiera memorizar cada parte, cada músculo y cada pliegue del cuerpo de este hombre que adoraba y por el cual sentía un amor profundo y una recién descubierta pasión que dominaba sus pensamientos a cada momento.Mientras Velkan estuvo en las montañas esta última vez, ella solo esperab
Tatiana permanecía en la cama acariciándose con los ojos cerrados. Sintió cuando Velkan salió del baño y lo escuchó contener la respiración cuando la descubrió y vio lo que ella estaba haciendo con sus manos. Sintió que él estaba mirándola fijamente, entonces abrió los ojos y lo vió aun parado al lado de la puerta del baño.Estaba desnudo por completo y sólo lo cubría una pequeña toalla atada a su cintura, y obviamente ésta no podía ocultar su creciente y manifiesta erección. Al notar que ella lo miraba con esa pasión manifiesta, que hacía que sus facciones se convirtieran en una máscara de deseo, él se empezó a moverse en dirección a la cama y mientras caminaba, él soltó la toalla que cayó en el piso, uniéndose al resto de sus ropas.Tatiana abrió un poco más sus labios, manifestando con ello entre sorpresa y deseo al ver el miembro viril en su plenitud de poder. Su lengua recorrió sus labios voluptuosamente mientras sus manos, de manera inconsciente aumentaban la velocidad de sus mo
Velkan estaba boca arriba en la cama mientras Tatiana descansaba en su pecho, la jornada de amor había sido violenta y pasional, no había habido mucho de romanticismo y de cosas tiernas. Todo había sido un volcan de pasiones que entró en erupción apenas comenzaron a tocarse.Ahora reposaban tranquilos, más unidos que nunca y con la sensación de que juntos podrían lograr muchas cosas. Velkan solo pensaba en ese momento en que debía terminar lo más pronto posible esta misión para dedicarse a la hermosa mujer que lo amaba.Poco a poco la modorra se fue apoderando de Velkan, ella ya se había dormido y él estaba considerando la posibilidad de levantarse e irse a su dormitorio, Aunque sabía, o más que saber, intuía que Zurab no pondría ninguna objeción a sus relaciones, no le gustaba exponer a Tatiana a cualquier situación que la fuese a molestar.Decidió no levantarse, al fin y al cabo la vida era una sola y de aquí en adelante lo que quería era vivir una vida tranquila con la mujer que am
«Luri Abasi, ¡Hace tantos años que no escuchaba éste nombre!» —repitió Velkan en su mente.Luri Abasi había sido compañero de él y de Tamaz en varias misiones que habían hecho juntos. Era un buen compañero, muy hábil con el maquillaje y la actuación, prácticamente se podía hacer pasar por casi cualquier persona porque era un hábil imitador.—Por supuesto que lo recuerdo —le contestó— ¿Por qué lo preguntas?—Porque según esto que me han pasado de la central de inteligencia, ha entrado al país con un nombre supuesto.—¿Pero qué querrá Luri al venir hasta aquí? Eso no tiene sentido —a Velkan le parecía que las cosas se estaban complicando bastante, Luri había estado oculto un muy largo tiempo, casi que más tiempo que Tamaz.—Yo no tengo ni la menor idea, por supuesto que los conozco un poco y sé de su fama, pero realmente son más de tu época dorada que de la mía.—Eso lo sé, lo que realmente me llama la atención es que haya salido de su retiro para venir hasta aquí —se quedó pensativo po