Caminaron tomados de la mano hasta la habitación de ella, Velkan la miró con un poco de extrañeza porque pensaba que irían a la habitación de él tal como la última vez. Ella le sonrió de manera seductora.—En mi habitación Zurab no podrá interrumpirnos —le dijo con voz dulce y maliciosa al oído— además, mi cuarto tiene su baño propio —terminó diciendo al mismo tiempo que le daba un suave mordisco en la oreja, lo que enervó los ánimos de Velkan.Entraron al cuarto donde ella lo llevó de la mano hasta al lado de su cama, allí le abrazó y le dio un profundo beso, los labios de ella parecían un huracán de pasión. Se movían con calor sobre los de él mientras con ambas manos recorría el varonil cuerpo como si quisiera memorizar cada parte, cada músculo y cada pliegue del cuerpo de este hombre que adoraba y por el cual sentía un amor profundo y una recién descubierta pasión que dominaba sus pensamientos a cada momento.Mientras Velkan estuvo en las montañas esta última vez, ella solo esperab
Tatiana permanecía en la cama acariciándose con los ojos cerrados. Sintió cuando Velkan salió del baño y lo escuchó contener la respiración cuando la descubrió y vio lo que ella estaba haciendo con sus manos. Sintió que él estaba mirándola fijamente, entonces abrió los ojos y lo vió aun parado al lado de la puerta del baño.Estaba desnudo por completo y sólo lo cubría una pequeña toalla atada a su cintura, y obviamente ésta no podía ocultar su creciente y manifiesta erección. Al notar que ella lo miraba con esa pasión manifiesta, que hacía que sus facciones se convirtieran en una máscara de deseo, él se empezó a moverse en dirección a la cama y mientras caminaba, él soltó la toalla que cayó en el piso, uniéndose al resto de sus ropas.Tatiana abrió un poco más sus labios, manifestando con ello entre sorpresa y deseo al ver el miembro viril en su plenitud de poder. Su lengua recorrió sus labios voluptuosamente mientras sus manos, de manera inconsciente aumentaban la velocidad de sus mo
Velkan estaba boca arriba en la cama mientras Tatiana descansaba en su pecho, la jornada de amor había sido violenta y pasional, no había habido mucho de romanticismo y de cosas tiernas. Todo había sido un volcan de pasiones que entró en erupción apenas comenzaron a tocarse.Ahora reposaban tranquilos, más unidos que nunca y con la sensación de que juntos podrían lograr muchas cosas. Velkan solo pensaba en ese momento en que debía terminar lo más pronto posible esta misión para dedicarse a la hermosa mujer que lo amaba.Poco a poco la modorra se fue apoderando de Velkan, ella ya se había dormido y él estaba considerando la posibilidad de levantarse e irse a su dormitorio, Aunque sabía, o más que saber, intuía que Zurab no pondría ninguna objeción a sus relaciones, no le gustaba exponer a Tatiana a cualquier situación que la fuese a molestar.Decidió no levantarse, al fin y al cabo la vida era una sola y de aquí en adelante lo que quería era vivir una vida tranquila con la mujer que am
«Luri Abasi, ¡Hace tantos años que no escuchaba éste nombre!» —repitió Velkan en su mente.Luri Abasi había sido compañero de él y de Tamaz en varias misiones que habían hecho juntos. Era un buen compañero, muy hábil con el maquillaje y la actuación, prácticamente se podía hacer pasar por casi cualquier persona porque era un hábil imitador.—Por supuesto que lo recuerdo —le contestó— ¿Por qué lo preguntas?—Porque según esto que me han pasado de la central de inteligencia, ha entrado al país con un nombre supuesto.—¿Pero qué querrá Luri al venir hasta aquí? Eso no tiene sentido —a Velkan le parecía que las cosas se estaban complicando bastante, Luri había estado oculto un muy largo tiempo, casi que más tiempo que Tamaz.—Yo no tengo ni la menor idea, por supuesto que los conozco un poco y sé de su fama, pero realmente son más de tu época dorada que de la mía.—Eso lo sé, lo que realmente me llama la atención es que haya salido de su retiro para venir hasta aquí —se quedó pensativo po
La gran habilidad natural de Velkan lo había salvado en innumerables ocasiones, aún mientras estaba aprendiendo. Su propio instructor, el viejo Lev, le había dicho en una ocasión: "Nunca he conocido a nadie con tantas habilidades naturales para ser un mercenario, y no sólo serlo sino para convertirse en el mejor que haya habido jamás"Velkan siempre había considerado estás palabras como un aliciente para desarrollar todo su potencial como agente secreto y lo había logrado con creces, al punto de que quienes lo conocían desde el principio llegaron a decir que las palabras de Lev habían sido proféticas, porque se habían cumplido casi al pie de la letra. Él había sido uno de los hombres más difíciles de descubrir en una misión y también alguien a quien matar resultaba enormemente difícil, al grado de que casi nadie quería estar en su contra durante una misión.Cada vez que un agente sabía que tenía que enfrentarse a "la sombra" o al "hombre implacable" sentía como si le hubieran puesto u
Velkan estuvo revisando con cuidado todo el piso hasta quedar satisfecho de que no había nada peligroso ni sospechoso, incluso se asomó por los bordes del piso para cerciorarse de que todo estuviera normal.También subió a la terraza donde revisó cada sitio con el mismo cuidado, y luego de revisar cada hueco quedó tranquilo y bajó de nuevo al piso del estacionamiento donde un preocupado Robert lo esperaba.—Viejo —comenzó diciendo— ¿No te parece que estás, quizás, preocupado en exceso?—La última vez que pensé en eso me dieron un disparo aquí —lo dijo señalando su hombro izquierdo y esa vaina duele mucho, ¿No te parece?Contra un argumento así, ¿quién puede tratar de discutir? En realidad nadie. Sin embargo la rara actividad febril de Velkan por revisar todo hasta quedar completamente satisfecho lo tenía un poco nervioso.—Sé a quien nos estamos enfrentando —volvió a la carga— Pero no creo que quieran poner una bomba en un sitio público.—Pues te sorprendería de lo que son capaces con
Robert se dirigió hacia la rampa, sabía que Tamaz llegaría en un vehículo acompañado por un chofer que lo traería hasta este edificio.Mientras tanto Velkan se quedó sentado en un bloque de cemento que estaba pegado a una de las columnas, sus pensamientos eran un torbellino; normalmente no se permitía evocar esos trágicos momentos que vivió cuando le dispararon a Tatiana matándola delante de sus ojos.*******Recordaba claramente que esa noche se habían quedado casi en la cima de una montaña que estaba muy cerca de la frontera entre Rusia y Armenia. Habían estado jugando temprano con un ajedrez que Tatiana llevaba en su equipaje. Entre otras cosas ella era fanática del ajedrez y lo jugaba muy bien, hasta ahora Velkan no había podido ganarle sino una partida y eso que él era bueno en el ajedrez, sin embargo ella era una de esas personas que tenían un cerebro privilegiado para ese juego.Después de la undécima derrota de esa jornada Velkan se dió por vencido y decidió que iba a leer un
Velkan se levantó de su improvisado asiento y se dirigió hacia la rampa dónde estaba parado Robert.Efectivamente se escuchaba el ruido de un motor de vehículo haciendo el esfuerzo de subir por las rampas, debería estar llegando ya al piso debajo donde se encontraban. En unos segundos más pudieron ver un sedan negro que subía por la rampa hacia donde ellos estaban, se apartaron prudentemente hacia un lado y ambos estaban preparados para desenfundar sus armas en cualquier momento.El sedán terminó de subir por la rampa y pidieron ver claramente al único ocupante del vehículo en cuestión, era un anciano, como de unos setenta años, vestido de traje. El hombre bajó del vehículo miró un instante hacia ellos y luego se dirigió hacia el ascensor. Ambos se relajaron cuando el sujeto entró en el aparato y se cerraron las puertas.—Falsa alarma, viejo —dijo Robert, luego miró su reloj— Aunque nosotros nos adelantamos bastante, aún faltan más de veinte minutos para la hora acordada.—Iré a senta