Eran cerca de las ocho de la mañana cuando el deportivo de Velkan entraba en los jardines de la mansión de los Lanford. Detuvo el auto y le dió las llaves al valet parking que se acercaba. Robert lo miraba desde arriba y una sonrisa se dibujó en su boca.
Por lo menos ya estaba "civilizando" al viejo, ese apodo cariñoso con el que ellos trataban a Velkan. Cuando recién tenía el carro, le incomodaba mucho el valet, en especial de que se viera tan sumiso. Le costó mucho acostumbrarse a dejarse servir.
Velkan entró en la casa y se dirigió al estudio del segundo piso, luego, sin llamar, empujó una hermosa puerta de madera labrada finamente. Dentro lo esperaba Robert.
—¿Qué tenemos? —preguntó después de darle a Robert un cariñoso abrazo.
—Aun nada —respondió Robert— No he podido localizar a Giorgi por ningún lado, si alguien sabe algo de las intenciones de Nikoloz es él.
—¿Y de Elene? —indagó
—Me están averiguando por dónde anda, después que dejó el servicio en Armenia se ha sabido poco de ella.
—Pero siéntate —le dijo indicando un cómodo sillón cerca del gran escritorio de roble que había sido el lugar favorito para jugar de Mary cuando era chica, el escritorio de su padre, Benjamin Randall— Subo un momento y nos reuniremos en el comedor para desayunar.
—Está bien, estaré cómodo.
Eso era lo malo, se estaba acostumbrando a ésta comodidad de la que estaba rodeado ahora, él era un hombre de campo, acostumbrado a las situaciones más duras e inhóspitas. Acostumbrado a pasar frío, hambre, sed y a dormir en el duro suelo.
Ahora tenía un colchón de plumas de ganso, ¡plumas de ganso! ¿A cuántos animalitos de esos había que desplumar para rellenar un colchón enorme como el que usaba el?
También estaba acostumbrado a caminar kilómetros en las condiciones más adversas que alguien se pueda imaginar. Ahora tenía un deportivo de lujo y apenas si caminaba de la cocina al dormitorio y de éste al baño.
No, esto no podía continuar así por mucho tiempo, se estaba convirtiendo en un blandengue. Y en las circunstancias actuales esto era sumamente peligroso. Con Nikoloz Gasanov aspirando a ese alto cargo las cosas se podían complicar bastante en su vida.
Años atrás…
Recordó la ocasión en que se lastimó una pierna y tuvo que permanecer varios días casi a la intemperie en el monte Elbrus en plena cordillera del Cáucaso. Se había intentado en estos Montes buscando una vieja cabaña de la cual le habían hablado unos exploradores.
Como le pareció un lugar bastante apropiado para un escondite se preparó para dirigirse hacia allá. Habló con Zurab para que supiera de sus intenciones, esto lo comentó delante de Tatiana, a quién cada vez le tenía más confianza.
Aún no habían confesado el sentimiento que los estaba embargando, pero reconocían lo bien que se sentían estando juntos. Conversaban, en ocasiones, por horas hablando de casi cualquier tema, Tatiana hablaba inglés y francés, aparte de su lengua materna que era el georgiano, y hablaba también el ruso con fluidez.
A veces hablaban en varios idiomas a la vez con la consecuencia de que hacía que Velkan se confundiera en algunas palabras, entonces terminaban estallando en risas que los hacía llorar en ocasiones. Se divertían muchísimo estando juntos y todo el mundo notaba el sentimiento que había entre ellos, pero ellos aún no lo querían reconocer.
Esa noche le dijo a Zurab de sus intenciones, aunque no dijo exactamente para qué sino que lo camufló con el tema de la cacería.
—Mañana temprano subiré al Elbrus, Zurab —le dijo.
Al momento,Tatiana se puso rígida, ella sabía las difíciles condiciones que se podían presentar de improviso en esas alturas, además de los peligros comunes, los osos pardos y los lobos de las montañas eran una amenaza constante en esos montes. Cualquier cosa podía pasar y ella sentía un extraño desasosiego al pensarlo.
—¿Vas a subir tú solo? —preguntó con su suave voz que ahora estaba llena de un débil sentimiento de ansiedad y angustia.
—Sí —le contestó él percibiendo un poco sus sentimientos— pero no te angusties por favor, estaré bien.
—¿Y cómo sabes eso? —preguntó subiendo un poco el tono de voz
—Porque yo me sé cuidar, Tatiana —le dijo con algo de extrañeza ante la insistencia.
—Nadie está seguro de nada —dijo con un mohín de disgusto
—¿Pero qué rayos te pasa, mujer? —dijo Zurab que asistía a la pequeña conversación sin intervenir— Velkan es un veterano cazador en estos montes, puede enfrentar cualquier situación sin problemas.
—No digo más nada —su disgusto era patente, lo que tenía sorprendidos a ambos hombres— ¿Y cuándo piensas regresar?
—Solo estaré un par de días —dijo Velkan— Con la ida y el regreso me tardaré entre 4 o 5 días máximo.
—Hmmm —la expresión medio ininteligible sonó a disgusto, dicho eso salió del almacén de Zurab..
Este no entendía muy bien lo que le pasaba a su prima, pero de alguna manera intuía que el problema estaba justo delante de él.
—Velkan —lo llamó, era engorroso para él preguntar algunas cosas— ¿Sucede algo entre Tatiana y tú qué yo no sepa?
Velkan se levantó de dónde estaba atando las provisiones para quedarse mirando a su amigo con expresión de desconcierto.
—¿Cómo crees que puede estar pasando algo entre nosotros, solo somos muy buenos amigos? —dijo esto con sinceridad inocente, pero al mismo tiempo algo en su interior le decía que esto no era completamente cierto.
—Entonces, ¿Por qué tiene esa actitud contigo, parece más bien tu esposa o tu hermana mayor?
—No lo sé, Zurab —su voz expresaba un poco de disgusto— No sé por cual razón ella está así, ¡Deberías preguntarle a ella!
Ahora fue el turno de Zurab de quedarse mirando a Velkan sin entender muy bien la razón por la cual se le notaba tan disgustado.
—Perdona, son tonterías —dijo Zurab tratando de quitarle importancia a la cosa— Crees que esa cabaña sea la respuesta a nuestro problemita? —dijo cambiando el tono de voz.
Ante este cambio Velkan se sintió más cómodo por lo que a su vez suspiró y se relajó un poco.
—Disculpa, Zurab. No tenía por qué haberte respondido así —luego centró su atención sobre lo que le preguntaba su compañero— Creo que ésta podría ser la ubicación que estábamos buscando, esa cabaña está aislada de todo y pegada a una gran roca, eso es muy sugestivo.
—Eso es verdad, te buscaré el resto de las cosas mientras preparas el equipaje.
Zurab se metió hacia el fondo de la tienda para buscar algunos arneses y cuerdas que seguramente su amigo necesitaría.
Velkan se dijo que tendría que hablar con Tatiana sobre esto.
El ruido de una puerta lo trajo de nuevo al presente.
La puerta se abrió dejando pasar a un sirviente que le anunció a Velkan que el desayuno estaba listo y que los señores lo esperaban en el comedor.Velkan bajó por las amplias escaleras hasta la parte baja de la casa donde se encontraba el comedor, ya se encontraban allí Robert y Mary con el bebé. Con entusiasmo se acercó a la silla del bebé, que ya tenía un año, y lo llenó de besos, el niño reía al reconocer al abuelo.—Hola Mary —saludó a la muchacha dándole un beso en la mejilla y un tierno abrazo.—Hola viejo —respondió ella muy cariñosamente, en realidad amaba a ese hombre que los había ayudado tanto mientras escapaban de la hermandad en Turquía. Era como un padre para ellos y un abuelo para el niño.—Siéntate, Velkan —le dijo Robert— Desayunemos, que hoy tenemos bastante que hacer.Él se sentó y de inmediato el servicio de desayuno fue puesto a la mesa por un grupo de eficientes empleados de la mansión. Degustaron el desayuno conversando cosas intrascendentes. Cuando terminaron
Soltó el maletín que traía sujeto con una cadena y lo empujó sobre el escritorio hacia Gasanov. Acto seguido volvió a sentarse pero sin relajar sus músculos.Nikoloz revisó los papeles con atención por unos momentos, luego suspiró, al parecer satisfecho. Los sujetos que entraron se acercaron al escritorio y uno de ellos le dijo algo al oído. Éste asintió y le hizo una seña para que se alejara, se alejaron un poco pero no salieron de la oficina.—Supongo que les diste una ojeada —no era una pregunta sino una aseveración.—Sip, para revisar los sellos y la autenticidad, tú sabes cómo es eso.—Lo sé —dijo lacónico— Solo que está vez no era muy buena idea.Al decir esto los tres guardias que estaban en el salón se acercaron a Velkan. Lo rodearon poco a poco con toda la intención de capturarlo, pero él no se inmutó, al menos por fuera. Por dentro su cerebro había hecho los cálculos de lucha que tendría que hacer y sus músculos estaban tensos y preparados.Su reacción primaria fue mirar a G
Velkan se acercó a la pantalla para leer mejor, ya que su vista no era tan buena, los años y el desgaste habían tomado algo de terreno y le costaba un poco leer la letra pequeña.En la pantalla la noticia se destacaba y no por los colores sino por el nombre que aparecía en ella, al igual que las circunstancias. La noticia, en turco y georgiano decía:"Muere el director adjunto de la hidroeléctrica en Turquía, Baric Valiev al caer accidentalmente en la Estación Hidroeléctrica de Ilisu, la más grande de Turquía y una de las más grandes de Europa, las circunstancias no son muy claras pero la policía investiga…" La noticia seguía, pero para Velkan era suficiente, era quizás un indicio, pero para él era suficiente para saber que la muerte de Baric no había sido natural para comenzar a sospechar que una extraña "limpieza" había comenzado. Y si era de mano de Gasanov no dudaba que ésta fuera dura, cruel y despiadada.Tenía que recordar cuántos sabían de los fulanos papeles, pues todos estab
Velkan Rottemberg, ese nombre de origen rumano y el apellido de origen europeo confundía a la mayoría de conocidos y enemigos, especialmente a éstos últimos que siempre habían querido averiguar de dónde había salido ese fulano tan letal, con las armas y sin ellas.Algunos lo conocían como “la sombra” otros le decían “el espectro” y alquinos más lo llamaban “el implacable” Después de liquidar a Boga desapareció tan rápido que cuando llegaron algunos carabineros y encontraron el cuerpo, aún tibio de Boga, se desplegaron por todos los alrededores y no pudieron encontrar a nadie, a pesar de las huellas que partían de allá la avenida principal,. pero cuando llegaron allí las huellas simplemente desaparecieron… por eso a Velkan lo llamaban la sombra.No tardó en llegar la noticia a Kadir Yildirim, el jefe de la mafia turca, de que su mejor hombre había sido liquidado por el fulano a quien quería desaparecer de la tierra de los vivientes. No escatimaría ningún esfuerzo para hacer pagar car
Velkan suspiró mientras regresaba al tiempo presente, se dió cuenta que Robert había salido, quizás hacía bastante rato. Arriba del escritorio cerca de él habían puesto una bandeja con unas galletas y unas bebidas. Sonrió, ni siquiera se dio cuenta, algo muy peligroso para él en las actuales circunstancias, sin embargo él sabía que después de hacer catarsis con los recuerdos todo volvería a la normalidad.Mientras no sacara todos esos sentimientos que venían atados a sus recuerdos no podría vivir tranquilo. Todo este asunto de Gasanov había removido viejos recuerdos, viejas heridas, algunas de las cuales no estaban completamente curadas.Decidió seguir recordando, era tan especial recordarla viva, llena de esa energía maravillosa que llenaba todo lo que hacía. Además, tenía una intuición única, era capaz de percibir cosas que nadie más notaría. Eso, al final, sería lo que le salvaría la vida a él esa vez. Lo recordaba como si hubiera sido hace poco tiempo.*******Después de salir de
Velkan se despertó con las primeras luces del alba, el frío era fuerte así que después de su respectivo aseo puso a calentar café que llevaba preparado en un termo, de esta manera no tenía que prepararlo en condiciones tan poco cómodas.Luego de desayunar recogió todas sus cosas y desarmó la tienda de campaña para seguir su camino. Todavía le quedaba un trecho bastante largo de camino y éste no era precisamente uno fácil. En esa zona era bastante inclinado y escarpado.Tardó varias horas en la primera etapa de su viaje, Se sentía cansado cuando se detuvo a acampar, lo que era necesario porque ya comenzaba a ser el sol, mañana a primera hora llegaría a la cabaña.Esa noche pasó sin ningún problema, arregló su refugio con cuidado y luego preparaba café, comía algo y se acostaba. Pasaba casi todo el tiempo pensando en Tatianana hasta que se dormía, no podía dejar de pensar en sus últimas palabras antes de que él saliera de viaje en esta misión. "Eres muy importante para mí" tendría que
Zurab se quedó mirando a su prima como si ella se estuviera volviendo loca.—¿Pero qué estás diciendo? —en verdad parecía que estaba desvariando.—Te estoy hablando de Velkan, no me siento tranquila —tenía una cara de preocupación y angustia que hizo que Zurab se contagiara— Creo que ésta corriendo grave peligro —terminó—Pero, ¿Cómo demonios sabes eso? —No lo sé. Pero es real, ¡Lo puedo sentir! —y lo dijo con una angustia tan auténtica que convenció a Zurab para salir de inmediato a buscarlo.—Está bien, saldremos apenas preparemos lo necesario —Se levantó y comenzó a buscar cosas en la tienda para prepararse y salir— Igual yo tampoco estoy tranquilo —dijo al comenzar a guardar las cosas en una mochila.Tatianana también se levantó y buscó su mochila en la casa, se juntó con Zurab buscando las cosas necesarias para emprender el viaje. Él al verla se extrañó.—¿Qué haces? —le dijo.—Preparándome —contestó— Yo iré contigo, ni creas que me vas a dejar aquí muerta de la angustia.Él no
Mientras Tatiana arrastraba a Zurab cuesta arriba de la montaña, un solitario y adolorido Velkan estaba tendido en el suelo de una sucia cabaña, y como si fuera poco, ya casi no tenía agua, desde hacía bastante tiempo solo tomaba un sorbo cada hora para mantenerse hidratado.La comida ya se le había terminado, solo le quedaban unas pocas galletas las cuales ya no quería comer porque incrementaban la terrible sed que estaba comenzando a sentir.Se sentía débil y muy cansado. Decidió cortar la bota antes de perder el sentido. Aunque no tenía muchas esperanzas de vivir no estaba dispuesto a renunciar a luchar, de renunciar a la esperanza. Cortó la bota con todo cuidado para no cortar su piel, sin embargo el dolor fue lacerante cuando la sangre retomó la circulación por donde había estado retenida. El pie estaba completamente deformado por la inflamación y el tobillo estaba amoratado, pero sin embargo se veía que los tejidos no habían estado por completo sin irrigación sanguínea.Después