Hace dos días que he regresado a Marbella después de haber terminado mi ultima gira de forma definitiva y es que por una cosa u otra se extendió más de la cuenta haciendo que prácticamente estuviera casi dos años fuera de casa de manera intermitente. No me quejo, soñé toda mi vida con ser cantante y me prepare para ser el mejor músico que pueda, pero siempre es difícil estar lejos de casa, de la familia y de todo lo que de alguna manera te amarra a tu tierra, aunque, a decir verdad, también extrañare los escenarios y es que todo esto muy contradictorio y difícil de explicar. La gente dirá que estoy loco, pero estar con el público y la adrenalina que se siente al subir cada noche al escenario de una ciudad diferente es una especie de droga, por llamarlo de alguna manera.
Ahora estoy aquí junto a mi novia Sara, en una discoteca esperando a que todos nuestros amigos lleguen y si soy sincero, no tengo muchos ánimos de estar en este lugar, pero con tal de complacerla he venido. Lo bueno de todo esto es que volveré a ver a Ximena, mi confidente, mi amiga, mi consejera... Me atrevería a decir que ella es la persona que más me conoce además de mi familia, diría que me conoce más que mi propia novia. Internamente sé que mis sentimientos por ella van mucho más allá, pero nunca he tenido el valor de confesarle lo que siento. Soy un cobarde por engañarlas a ambas... a Sara por hacerle creer que la amo y a Ximena por pretender que lo único que siento por ella es una simple amistad, pero no puedo confesarle mi amor por el simple hecho de que ella jamás tendría nada con un hombre como yo que se la pasa viajando y saliendo en tapas de revista, programas de televisión y radio. Ella quiere un hombre normal y en realidad debo agradecer que haya querido seguir manteniendo nuestra amistad cuando mi vida cambio tan e repente y eso es debido a que nos conocemos hace muchísimos años, los mismos que me han llevado a mi darme cuenta de que estaba enamorado de ella. Tuve que verla con Marco, su exnovio para entender lo que me sucedía. Hace más de un año que estoy metido en este problema, más de un año que vivo fingiendo... esto realmente no es vida, eso lo tengo clarísimo.
Así como si la estuviera llamando con la mente, la veo llegar del brazo de un hombre y todas mis alarmas se enciende «¿Quién es él?» Me pregunto internamente mientras siento que me hierve la sangre por verla con otro «Contrólate Liam...» Me digo a mi mismo. Entran al reservado donde estamos sentados con Sara, y al verla más cerca me doy cuenta que luce sencillamente deslumbrante con esa forma de ser tan relajada que tiene y para mi propio mal se la ve muy feliz junto a él.
—¡Liam!— Exclama mientras va soltándose del brazo de ese hombre y camina hacia mí con sus brazos extendidos.
Me levanto del sofá y la abrazo fuertemente levantándola por el aire — ¡Xime! ¡Cómo te he extrañado!— Le digo sin soltarla.
«Sin tan solo supiera que no la he dejado de pensar ni un solo instante...»
— ¡Yo a ti! Casi que no regresas ¿eh?— Me dice riéndose mientras hago que sus pies toquen el suelo nuevamente.
— ¿Cómo no iba a regresar?— Le respondo entre risas. —Sabes que no puedo estar lejos de ti y Sara.— Explico, aunque debería ser más honesto con mi mejor amiga y confesarle que llevo tiempo enamorado de ella.
— Déjame y te presento a Ismael, mi novio.— Dice mientras extiende su mano para que él se acerque.
«¿Novio?» Ahora sí que mi mundo se ha derrumbado... «Pero, vamos Liam que esta es tu culpa por no ser claro con ella.» Me regaño y es que en verdad soy el idiota más grande del mundo.
— Hola, mucho gusto.— Lo saludo amablemente por obligación extendiéndole mi mano.
— Lo mismo digo, no sabes lo mucho que Xime me ha hablado de ti. — Me admite sonriente.
— ¿Ah sí?— Pregunto con entusiasmo y es que es inevitable no sentirme asi cuando ella le habla de mi a alguien.
— Si, me ha dicho que son amigos desde hace muchísimo tiempo... vamos que casi se han criado juntos.— Explica relajado y es claro que para él no significo ninguna preocupación.
— Si, así es...— Me limito a responder y es que en verdad cada vez que me veo en esta situación me deprimo un poco más de la cuenta.
— Si, Liam y yo somos casi como hermanos.— Intercede Xime con una enorme sonrisa.
«¿Hermanos?» No... eso sí que no... siento que se abre el piso al escuchar sus palabras y puedo sentir como caigo en un pozo sin fin... No... no quiero que ella me vea de esa forma. «Pero ¡vamos que es tu culpa por no decirle las cosas de frente!» Me grito a mí mismo internamente y es que no puedo dejar de reprocharme el ser tan imbécil.
— Ismael, te presento a Sara, mi novia.— Le digo mientras que hago que Sara se acerque a saludar, y es que necesito desviar el foco de atención para que no se note lo que me pasa.
Por alguna razón Sara y Ximena nunca se han llevado muy bien que digamos, muchas veces presiento que Sara sabe muy bien lo que siento por Ximena, pero hasta ahora nunca me ha hecho ningún reclamo y por eso pienso que son solo ideas mías, sin embargo, a veces las mujeres pueden ser un poco extrañas y por eso siempre ando con cuidado, ese es un sabio consejo que me ha dado mi padre.
Unos cuantos minutos después llegan Daniel, Santiago, Sabrina y Karla nuestros otros amigos más cercanos, esos con los que siempre salimos y diría que somos un grupo inseparable que estamos siempre en las buenas y las malas. De apoco todos se van saludando y haciendo las presentaciones necesarias para conocerse con Ismael quien se ofrece a ir por tragos para todos. El ambiente se va animando con el correr del tiempo y así voy bailando con Sara en la pista de baile mientras Ximena hace lo mismo con Ismael y Karla, Sabrina, Santiago y Daniel van intercambiando de parejas de baile según la canción, en conclusión, todos la estamos pasando de maravilla.
De pronto escuchamos esa famosa canción que tanto nos encanta a Ximena y a mí, esa que hemos bailado miles de veces ya que es un clásico de los clásicos de cualquier fiesta ¿Acaso quién no ha bailado una canción de Elvis Crespo?
— ¡Liam! ¡Nuestra canción!— Exclama emocionada y me gusta saber que a pesar de su novio esto no ha cambiado.
— Ismael, ¿Me permites? — Le pregunto y él asiente.
— ¡Claro! Mientras bailo con Sara si no te molesta.— Me deja saber y sonrió.
— Claro que no— Contesto sin dudarlo y es así como intercambiamos de pareja y Ximena y yo comenzamos a bailar al ritmo de esta canción.
— No podíamos no bailar nuestra canción juntos.— Comenta mientras se mueve de una manera que me vuelve loco.
— Claro que no, siempre hay que seguir con la tradición— Respondo entre risas.
Así nos vamos moviendo por la pista de baile al ritmo de la canción hasta que nos damos cuenta de que nos hemos ido alejando de donde se encuentran todos.
— ¿Cómo es que hemos llegado hasta aquí?— Me pregunta entre risas.
— No lo sé, pero estamos cerca de la barra...— Le respondo sonriente. — ¿Quieres un trago? — Le ofrezco aprovechando el momento.
— Liam, yo ya he bebido casi cinco tragos y sabes que el alcohol no se me da muy bien.— Informa riéndose.
— ¡Vamos Xime! Hace tiempo que no nos vemos... debemos ponernos al día y festejar. Además, sabes que a mi tampoco se me da mucho el alcohol y también llevo varios tragos encima ¿Qué mejor que emborracharse junto a una amiga?— Explico riéndome de la situación.
— ¡Vale! Que me has convencido— Accede finalmente.
Dicha estas palabras, la tomo de la mano para no perderla entre el tumulto de gente que se encuentra en el lugar, aunque debería ser honesto conmigo mismo y admitir que lo hago por la simple necesidad de sentir su piel con la mía. Nos paramos en la barra y pedimos un Martini cada uno, así comenzamos a conversar acerca de lo sucedido en este tiempo y a brindar por diferentes motivos... Y así van uno...dos...tres...y cuatro Martini... Entre trago y trago nuestros cuerpos se han ido acercando de a poco hasta que ahora su cuerpo se roza con el mío provocando una revolución interna. De pronto mis manos en un acto instintivo sujetan su rostro y mi mirada se fija en la suya. Sus ojos, esos ojos que conozco a la perfección me miran confundidos y no sé si es por el alcohol o por las ganas acumuladas que siento por besarla que poso mis labios sobre los suyos. No sé de donde estoy tomando valor, pero comienzo a besarla de la manera más especial posible para dejarle saber lo que siento por ella. Xime no se resiste al contacto de mis labios y de a poco va respondiendo a mi beso y yo tan solo quisiera que este momento se hiciera eterno... su boca perdiéndose en la mía. Lo que he querido hacer todo este tiempo... Tengo miedo a terminar este beso y que su reacción no sea la esperada... Quisiera detener las agujas del reloj... Solo eso...
[LIAM]Mis labios besan los suyos de una manera soñada, los suyos tienen ese sabor que podría llegar a escribir en la letra de una canción y que imagine tantas veces. Este es mi instante perfecto, ese donde siento el sabor a caramelo y muero por no dejar de probarlos nunca, son exquisitos, me llevan a otro mundo... a ese mundo de donde no quisiera regresar jamás.Me pregunto ¿cómo podre besar otros labios después de esto y no compararlos con los suyos? Me encantaría no tener que a nadie que no fuera ella nunca más, me encantaría volverme prisionero de esta boca que me está enloqueciendo. Me imagine mil veces como sería besarla, pero jamás pude imaginarme algo tan perfecto como esto. Mis manos están apoyadas sobre su espalda a la altura de su cintura y con gran esfuerzo contengo mis instintos de querer acariciar el resto de su cuerpo. Mi lengua y la suya comienzan un juego
[LIAM]Al día siguienteLa luz del sol se cuela por mi ventana provocando que me despierte, abro los ojos lentamente y me percato del gran dolor de cabeza que siento en este momento y no es para menos después de la fiesta de anoche. Los recuerdos de cómo llegue a casa son borrosos y es ahora que me doy cuenta de que he sido un imprudente en conducir de esa forma, me podría haber matado o matado a Sara cuando la estaba dejando en su casa. Creo que mi desesperación por las palabras que escuche de boca de Ximena me hizo cometer la locura de poner en riesgo la vida de Sara y la mía misma.Intento acostumbrarme a esta claridad un tanto molesta y una vez que lo consigo giro en la cama quedando boca abajo, cruzo mis brazos sobre la almohada y coloco mi rostro entre ellos dejando que la imagen del beso de anoche con Ximena me invada como algo de lo mejor que me pudo suceder. Aun me parece sentir sus labios sobre los m&iacu
[LIAM]Me quedo acostado sobre la cama esperando a que ella entre a la habitación, y no puedo creer lo que estoy haciendo, pero todo sea por intentar conquistarla. Tomo mi móvil, comienzo a revisar los mensajes de Twitter para distraerme y disimular que la estoy esperando. Mis ojos pretenden mirar la pantalla del móvil, pero mi mente está en su llegada hasta escucho la puerta de la habitación abrirse. Levanto mi vista y allí esta ella, se ve guapísima con unos pantalones sumamente cortos que podrían ser la tentación de cualquiera.Me mira fijamente y lleva sus manos a sus ojos cubriéndolos — ¡Liam lo siento! No sabía que no estabas vestido, tu hermana me dijo que pasara— Se disculpa con un poco de vergüenza.No puedo evitar sonreír ante su reacción, pero debo comportarme como si nada, aunque me cueste mucho — Tranquila Xime, ven aquí.&md
[LIAM]Estoy jugando en la piscina junto a Sabrina y Laura mientras Fede nos observa junto a su mamá. Si hay una cosa que disfruto de mi tiempo libre es pasar tiempo con estos tres sobrinos que son definitivamente un tesoro en mi vida. Juego con mis princesas mientras mis sentidos están alertas del momento en el que llegue ella, no sé si es una buena idea este plan que he puesto en marcha gracias a los consejos de mi hermana, pero si estoy seguro de querer intentarlo todo por ella. Sé que lo que realmente me tiene mal es que no haya finalizado mi relación con Sara... yo no soy así, pero mis sentimientos por Ximena me están haciendo hacer cosas que jamás creí que haría.— ¡Tio! ¿Qué te sucede?— Me pregunta Sabrina, la mayor de mis sobrinas volviéndome a la realidad.— Nada pequeña, nada, sigamos jugando.— Le miento.Vuelvo a
[LIAM]Miles de notificaciones comienzan a invadir mi móvil luego de haber subido la foto en la piscina, aparentemente Ximena tenía razón, mis fans se han revolucionado— ¿Podrías venir aquí?— Me pide desde la piscina al ver que me he entretenido con mi móvil.— Si, ya voy...— Le grito sentado desde la tumbona.Dejo mi móvil sobre esta, me acerco a la piscina y me lanzo al agua causando que Ximena me grite a forma de queja. Yo solo puedo reírme lo cual provoca que ella se enoje mucho más conmigo — ¡Eres un niño!— Me regaña mientras me echa agua en el rostro.— Tú no te quedas atrás— Me defiendo y le lanzo agua.Nos estamos riendo en nuestra guerra de ver quien le lanza más agua al otro, escucharla reír de la manera que lo hace solo provoca que no quiera parar, amo el sonido de su
[LIAM]No sé qué decir ni que hacer, solo la puedo observar acostada a mi lado completamente desnuda. Me muero de ganas de abrazarla, de besarla y de amarla nuevamente, pero ella parece estar perdida en otro mundo — ¿En qué piensas?— Le pregunto finalmente. Ella no me dice nada y tan solo cierra los ojos al sentir el tacto de mi mano sobre su rostro —¿No me quieres decir?— Insisto.— Pienso en que esto ha sido un enorme error...— Me responde mientras abre sus ojos.Claramente esto no es lo que esperaba escuchar... no después de la forma en la que nos amamos, en la que sus manos me tocaban, en la que sus labios me besaban y recorrían mi cuerpo...— Esto no pudo haber sido un error Xime— Le digo sentándome sobre la cama.— Lo fue Liam... fue solo un impulso del momento, tú y yo no tenemos absolutamente nada en común... no
[LIAM]Ha pasado más de una semana de esa tarde mágica junto a ella. Le he escrito y llamado casi todos los días, pero no me responde. Incluso he ido a su casa, pero ni siquiera me ha abierto la puerta. Definitivamente ha sucedido lo que tanto me temía, he perdido su amistad. Mi relación con Sara también se ha visto afectada, no soy el mismo junto a ella... no la he podido volver a besar ni tocar como lo hacía antes. Debo tomar una decisión pronto, no puedo ser así con ella, no lo merece y tampoco yo merezco vivir una mentira .Estoy encerrado en mi estudio en casa sentado frente al piano mirando las teclas y pensando como desahogar mis sentimientos en ellas. «Necesito hablar con ella...» Pienso, pero el sonido de mi móvil me saca de mis pensamientos. Lo saco del bolsillo de mi pantalón y al mirar la pantalla mi rostro se ilumina con una sonrisa, es un mensaje de ella. Con mi mano
[LIAM]Ya pasaron diez días de aquel momento donde Ximena dejo en claro que no puede estar conmigo. Sigo sin querer salir de mi casa, simplemente no puedo olvidar aquella tarde donde la tuve entre mis brazos, y mi cama no ha vuelto a ser la misma. La que se supone que es mi novia no entiende que me sucede, ha venido a mi casa intentando animarme sin saber el motivo por el cual estoy así, pero no ha conseguido que salga de aquí. Me la paso del estudio a mi habitación y solo he salido al jardín cuando mis sobrinas insistieron que jugara con ellas.— ¡Liam Dos Lagos, ya es suficiente!— Me grita mi hermana mientras abre la puerta de mi habitación de manera abrupta.La miro como queriendo asesinarla por llegar así, y ella solo me regresa una mirada que es peor que la mía la cual me obliga a dejarla hacer lo que quiera. Nada peor que cuando ella se enfada — ¿Qué quieres?&mdas