[LIAM]
Me quedo acostado sobre la cama esperando a que ella entre a la habitación, y no puedo creer lo que estoy haciendo, pero todo sea por intentar conquistarla. Tomo mi móvil, comienzo a revisar los mensajes de Twitter para distraerme y disimular que la estoy esperando. Mis ojos pretenden mirar la pantalla del móvil, pero mi mente está en su llegada hasta escucho la puerta de la habitación abrirse. Levanto mi vista y allí esta ella, se ve guapísima con unos pantalones sumamente cortos que podrían ser la tentación de cualquiera.
Me mira fijamente y lleva sus manos a sus ojos cubriéndolos — ¡Liam lo siento! No sabía que no estabas vestido, tu hermana me dijo que pasara— Se disculpa con un poco de vergüenza.
No puedo evitar sonreír ante su reacción, pero debo comportarme como si nada, aunque me cueste mucho — Tranquila Xime, ven aquí.— Le digo sentándome en el borde de la cama.
— ¿No te quisieras cambiar primero?— Me pregunta descubriendo sus ojos, pero sin mirarme aún.
— Por mí no hay problema, pero si te molesta me cambio.— Le respondo con una media sonrisa.
— No me molesta, solo que sería mas cómodo hablar con alguien que esta vestido.— Explica con una amplia sonrisa mientras se sienta a mi lado.
— Vale...— Me limito a responder.
Me levanto de la cama y lentamente camino hacia el guardarropa sabiendo que estoy caminando en bóxer frente a ella. Lo abro, busco un pantalón corto, lo descuelgo y me giro para mirarla. El verla allí sentada sobre mi cama me provoca de maneras inexplicables. No sé como estoy pudiendo actuar tan normal ante esta situación, no es que nunca haya estado en mi habitación o yo en la suya, pero mis sentimientos hacia ella han ido creciendo día a día al igual que las ganas por tenerla entre mis brazos. La miro observándome tímidamente mientras me cambio y puedo notar como se ha puesto nerviosa ante esta situación, quizás Candela tenía razón y de alguna forma se siente atraída hacia mí. Me termino de colocar mi pantalón y vuelvo a sentarme a su lado — ¿No te colocaras una camiseta?— Inquiere mirándome fijamente.
— Xime... hace demasiado calor.— Le digo inocentemente.
— Vale... tienes razón.— Me dice sonriéndome mientras comienza a jugar con su largo cabello.
«¿Lo estará haciendo a propósito?» Me pregunto a mí mismo.
— Dime ¿A qué se debe esta grata sorpresa?— Le pregunto haciéndome es distraído.
— Verás, quería que habláramos y aclaráramos lo que sucedió anoche.— Expresa sin mirarme.
Para que pueda conquistarla debo de ser paciente, no puedo decirle que fue el mejor beso que he dado y me han dado en mi vida, mucho menos puedo decirle que me muero de amor por ella... necesito ir de a poco — Si entiendo... No sé que nos paso.— Le digo restándole importancia al asunto.
— Yo tampoco.— Comenta sin mirarme —Creo que habrán sido los tragos— Dice con su mirada esta vez fija en la mía.
Tengo sumamente claro que no han sido los tragos lo que no ha llevado a besarnos, pero tampoco quiero decirle que fueron las ganas locas de besarla que me han hecho hacerlo — Puede ser— Respondo sin entrar en más detalles.
— Yo quería que habláramos de eso porque no quisiera que nuestra amistad se viera afectada por eso.— Se explica.
— Lo entiendo, y no te preocupes, aunque...— Intento decir.
— ¿Aunque qué?— Me pregunta al ver que no he finalizado la frase.
— Aunque quisiera saber ¿Te ha molestado que nos besáramos? — Me atrevo a cuestionar.
Puedo ver en su rostro que mi pregunta le ha tomado por sorpresa y no sabe muy bien que responder — Eh... la verdad, me ha tomado por sorpresa lo que sucedió, pero no... no creo que me haya molestado.— Admite sin mirarme mientras acomoda un mechón de cabello detrás de su oreja.
— A mí también.— Le miento.
— Bueno, pero no es nada del otro mundo, ha sido tan solo un beso ¿no?— Me dice nerviosa —No hay porque hacer un problema de esto... o contárselo a nadie... ¿no? — Expresa.
— Claro que no, pero tu novio nos ha visto.— Le digo serio.
— Si, pero ya he aclarado todo con él.— Se defiende.
— Vale, y bueno... Dime ¿cómo has estado todo este tiempo que no estuve por aquí...?— Averiguo tratando de cambiar de tema.
— Todo ha estado en orden ¿Y tú? ¿Qué tal tu gira por Latinoamérica?—
Estoy por responderle cuando Sabrina y Laura entran a la habitación y se lanzan sobre nosotros haciendo que caigamos a la cama de espaldas.
— ¡Tío! ¡Xime!— Exclama.
— ¿Qué sucede princesa?— Le pregunto abrazándola sobre mi pecho. Miro a mi lado y Ximena hace lo mismo son Laura.
— ¡Vamos a la piscina!— Propone mientras coloca sus pequeños brazos alrededor de mi cuello.
— Esta bien, ya voy, ¿sí? Vayan alistándose— Les pido.
—¡Vale!— Responden al unisonó y Sabrina sin querer apoya su rodilla sobre mi estomago causando que me quede sin aire.
Las niñas salen deprisa de la habitación mientras Ximena y yo aun seguimos acostados sobre la cama. Nos giramos de lado quedando cara a cara mientras nos reímos de la situación ya que estoy intentando recuperar el aire. Ella me mira un poco preocupada y se acerca hacia mí para ver cómo me encuentro... otra vez sus labios están cerca de los míos y debo controlarme para no besarla nuevamente — ¿Te encuentras bien?— Me pregunta mientras sostiene mi rostro entre sus manos.
— Creo que si, solo que me he quedado sin aire— Le dejo saber colocando una mano sobre mi estomago y la otra sobre su cintura.
Ella me mira de una forma diferente que no comprendo muy bien que significa, pero me encanta la manera como lo está haciendo — Eh... ¿Nos levantamos?— Propone nerviosa.
— ¿Por qué no te quedas y vienes a la piscina con nosotros?— Le pregunto sin levantarnos aún.
— Esta bien... voy a casa a buscar mi traje de baño y regreso, ¿sí?— Me deja saber.
— Esta bien...— Le respondo mientras me pongo de pie al final de la cama.
Extiendo mis brazos para ayudar a levantarla y la tiro con bastante fuerza haciendo que quedemos sin distancia entre nuestros cuerpos. Coloco mis manos en su cintura y le lanzo una sonrisa — Perdóname— Le digo intentando provocarla.
— No hay problema— Dice mientras intenta zafar de la situación y sale rápidamente de la habitación. —Regreso enseguida...— Me grita desde fuera de la habitación y yo solo puedo sonreír al saber que de alguna forma mi cercanía la pone nerviosa. Quizás pueda lograr que ella se enamore de mi. Al menos eso intentare.
[LIAM]Estoy jugando en la piscina junto a Sabrina y Laura mientras Fede nos observa junto a su mamá. Si hay una cosa que disfruto de mi tiempo libre es pasar tiempo con estos tres sobrinos que son definitivamente un tesoro en mi vida. Juego con mis princesas mientras mis sentidos están alertas del momento en el que llegue ella, no sé si es una buena idea este plan que he puesto en marcha gracias a los consejos de mi hermana, pero si estoy seguro de querer intentarlo todo por ella. Sé que lo que realmente me tiene mal es que no haya finalizado mi relación con Sara... yo no soy así, pero mis sentimientos por Ximena me están haciendo hacer cosas que jamás creí que haría.— ¡Tio! ¿Qué te sucede?— Me pregunta Sabrina, la mayor de mis sobrinas volviéndome a la realidad.— Nada pequeña, nada, sigamos jugando.— Le miento.Vuelvo a
[LIAM]Miles de notificaciones comienzan a invadir mi móvil luego de haber subido la foto en la piscina, aparentemente Ximena tenía razón, mis fans se han revolucionado— ¿Podrías venir aquí?— Me pide desde la piscina al ver que me he entretenido con mi móvil.— Si, ya voy...— Le grito sentado desde la tumbona.Dejo mi móvil sobre esta, me acerco a la piscina y me lanzo al agua causando que Ximena me grite a forma de queja. Yo solo puedo reírme lo cual provoca que ella se enoje mucho más conmigo — ¡Eres un niño!— Me regaña mientras me echa agua en el rostro.— Tú no te quedas atrás— Me defiendo y le lanzo agua.Nos estamos riendo en nuestra guerra de ver quien le lanza más agua al otro, escucharla reír de la manera que lo hace solo provoca que no quiera parar, amo el sonido de su
[LIAM]No sé qué decir ni que hacer, solo la puedo observar acostada a mi lado completamente desnuda. Me muero de ganas de abrazarla, de besarla y de amarla nuevamente, pero ella parece estar perdida en otro mundo — ¿En qué piensas?— Le pregunto finalmente. Ella no me dice nada y tan solo cierra los ojos al sentir el tacto de mi mano sobre su rostro —¿No me quieres decir?— Insisto.— Pienso en que esto ha sido un enorme error...— Me responde mientras abre sus ojos.Claramente esto no es lo que esperaba escuchar... no después de la forma en la que nos amamos, en la que sus manos me tocaban, en la que sus labios me besaban y recorrían mi cuerpo...— Esto no pudo haber sido un error Xime— Le digo sentándome sobre la cama.— Lo fue Liam... fue solo un impulso del momento, tú y yo no tenemos absolutamente nada en común... no
[LIAM]Ha pasado más de una semana de esa tarde mágica junto a ella. Le he escrito y llamado casi todos los días, pero no me responde. Incluso he ido a su casa, pero ni siquiera me ha abierto la puerta. Definitivamente ha sucedido lo que tanto me temía, he perdido su amistad. Mi relación con Sara también se ha visto afectada, no soy el mismo junto a ella... no la he podido volver a besar ni tocar como lo hacía antes. Debo tomar una decisión pronto, no puedo ser así con ella, no lo merece y tampoco yo merezco vivir una mentira .Estoy encerrado en mi estudio en casa sentado frente al piano mirando las teclas y pensando como desahogar mis sentimientos en ellas. «Necesito hablar con ella...» Pienso, pero el sonido de mi móvil me saca de mis pensamientos. Lo saco del bolsillo de mi pantalón y al mirar la pantalla mi rostro se ilumina con una sonrisa, es un mensaje de ella. Con mi mano
[LIAM]Ya pasaron diez días de aquel momento donde Ximena dejo en claro que no puede estar conmigo. Sigo sin querer salir de mi casa, simplemente no puedo olvidar aquella tarde donde la tuve entre mis brazos, y mi cama no ha vuelto a ser la misma. La que se supone que es mi novia no entiende que me sucede, ha venido a mi casa intentando animarme sin saber el motivo por el cual estoy así, pero no ha conseguido que salga de aquí. Me la paso del estudio a mi habitación y solo he salido al jardín cuando mis sobrinas insistieron que jugara con ellas.— ¡Liam Dos Lagos, ya es suficiente!— Me grita mi hermana mientras abre la puerta de mi habitación de manera abrupta.La miro como queriendo asesinarla por llegar así, y ella solo me regresa una mirada que es peor que la mía la cual me obliga a dejarla hacer lo que quiera. Nada peor que cuando ella se enfada — ¿Qué quieres?&mdas
[XIMENA]Al salir del consultorio decidí ir a caminar por la playa, necesito pensar. Estaciono mi auto cerca de mi playa favorita y camino hacia allí. Me quito mis zapatos levanto un poco la botamanga de mi pantalón y comienzo a caminar sin rumbo alguno; solo necesito sentir el agua del mar en mis pies y pensar acerca de lo que me está sucediendo... «Seré madre...» Me lo digo y no lo creo. Es recién en este momento donde me estoy percatando de lo que eso significa y del enredo en el que estoy metida. Tengo miedo a la reacción de Ismael, a la reacción de Liam después de lo cruel que fui con él cuando me confesó que me quería. Miedo a que dirán mis padres… Debo hablar con ellos, debo decirles que serán abuelos. Seguramente no tardan en viajar de Londres y visitarme, al menos eso pienso... ¿Pero si su reacción no es la que esperó? Sé qu
[XIMENA]2 semanas DespuésAún no puedo entender como es que estoy dejando pasar el tiempo sin haber hablado con Ismael, ya han pasado dos semanas desde el día que me he enterado de mi embarazo y aquí sigo sin enfrentar la situación con mi novio. Pero ¿como le digo que estoy esperando un hijo de otro hombre?Está acostado en mi cama después de haber pasado otra noche sin que yo pueda hacer el amor con él y yo tan solo lo observó completamente dormido y no puedo evitar pensar en la discusión de anoche. Lo he convencido de que se quedará para que no conduzca con tanto alcohol encima, pero claramente no le ha agradado nada que lo rechacé nuevamente.— Hola...— Le digo al ver que ha abierto sus ojos.— Hola.— Me responde de manera seca.— ¿Como has amanecido?— Inquiero tratando de iniciar u
[LIAM]Ismael me tiene agarrado por la camisa mientras me grita — ¡Contigo quería hablar hijo de puta!— Me vuelve a gritar.— ¡Ismael, cálmate!— Le pido, ya que lo que menos quiero es agarrarme a golpes con él.— ¡¿Que me calme?! ¿¡Dejas a mi novia embarazada y tengo que calmarme!?— Exclama.¿¡Que ha dicho!? ¿Embarazada? ¿Ximena? ¿De mi?— ¿¡Qué!? ¿Ximena está embarazada?— Cuestiono mientras agarro sus manos para que me suelte y como puedo mantengo la correa de Max en mi muñeca.— ¿Cuántas veces nos han visto la cara a tu novia y a mi?— Me grita esta vez ya sin tenerme agarrado.Lo escucho, pero mi mente solo puede pensar en lo que ha dicho antes... No lo puedo creer... ¿Xime tendrá un hijo mío? &m