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3. No todo esta perdido

[LIAM]

Al día siguiente

La luz del sol se cuela por mi ventana provocando que me despierte, abro los ojos lentamente y me percato del gran dolor de cabeza que siento en este momento y no es para menos después de la fiesta de anoche. Los recuerdos de cómo llegue a casa son borrosos y es ahora que me doy cuenta de que he sido un imprudente en conducir de esa forma, me podría haber matado o matado a Sara cuando la estaba dejando en su casa. Creo que mi desesperación por las palabras que escuche de boca de Ximena me hizo cometer la locura de poner en riesgo la vida de Sara y la mía misma. 

Intento acostumbrarme a esta claridad un tanto molesta y una vez que lo consigo giro en la cama quedando boca abajo, cruzo mis brazos sobre la almohada y coloco mi rostro entre ellos dejando que la imagen del beso de anoche con Ximena me invada como algo de lo mejor que me pudo suceder. Aun me parece sentir sus labios sobre los míos, sus manos desordenando mi cabello... me hizo sentir tantas cosas que no se si seré capaz de olvidarme de ella en algún momento. Si antes estaba enamorado, ahora lo estoy mucho más, esa es mi conclusión. En medio de ese bello recuerdo sus palabras vuelven a cruzarse por mi mente "sabes claramente que jamás tendría nada con Liam, sabes que nunca lo he visto de otra manera más que la de un amigo... casi un hermano, ni él a mi... Ha sido un error..." Inevitablemente las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos, puedo sentir como una opresión invade mi pecho, es sentimiento de angustia claramente. 

Mi momento se ve interrumpido cuando alguien golpea la puerta de mi habitación y limpiando mis lágrimas le dejo saber que puede pasar. Giro mi cabeza y veo a mi hermana parada bajo el marco de la puerta, es en momentos como este donde me pregunto si es una buena idea que vivamos todos en esta inmensa casa que a veces parece tan pequeña…

— Liam... ¿Qué sucede? — Me pregunta Candela acercándose a mí.

— Nada— Miento.

Mentirle a mi hermana es una de las cosas más difíciles de hacer, ella es la persona que más me conoce... a veces creo que ella puede ver en mi interior y saber que siento todo el tiempo, tal vez se deba a lo confidente que somos, no lo sé… — ¿Por nada has estado llorando?— Me pregunta mientras se sienta sobre el borde de la cama a mi lado. 

Sigo recostado boca abajo sin querer moverme, solo la miro y sé que es la única persona a la cual puedo contarle toda la verdad. Ni siquiera mis amigos entenderían lo que me sucede, no sin juzgarme al menos — ¿Tienes tiempo? — Le pregunto sentándome a su lado.

— Para ti todo el que necesites hermanito.— Me responde sonriente.

Le respondo con una media sonrisa e intento pensar en como comenzar a explicarle todo — Estoy enamorado...— Eso es todo lo que se me ocurre decirle, y es que esa es la mayor verdad de todas.

— Si, lo sé. Eso no es nuevo...— Responde y creo que no entiende que no estoy refiriéndome a Sara.

— Si es nuevo.— Le respondo sin mirarla.

— No entiendo.— Comenta un poco confundida.

— No es de Sara de quien estoy enamorado.— Le suelto finalmente.

Puedo ver la reacción de Candela de reojo, su cara de sorpresa y las mil preguntas que debe de estar haciéndose — ¡¿Cómo es eso de que no es de Sara de quien estas enamorado?! ¿De quién estás enamorado entonces?— Exclama y debo admitir que es un poco gracioso.  

— De Ximena.— Le respondo sin rodeos.

— ¡¿Qué!?— Inquiere y prácticamente me esta gritando.

Lentamente me giro para quedar de frente a ella y así poder explicarle las cosas un poco mejor — Por favor, no me juzgues.— Le suplico.

— No lo hare, es solo que me has tomado por sorpresa. Explícame yo te escucho.— Me dice un poco más calmada.

— Hace años que estoy enamorado de ella, pero anoche... bueno… anoche la bese.— Le confieso. 

— ¿La besaste? No entiendo nada explícame todo desde el principio.— Me pide.

— Cande, estoy enamorado de ella desde hace tiempo, pero, tengo miedo de perderla como amiga, ella me ha dicho en diferente ocasiones o por lo menos en nuestras conversaciones siempre me ha dado a entender que jamás podría ser pareja de un famoso como yo. Anoche entre copas me atreví a besarla y fue lo mejor que he hecho en mi vida... Si antes estaba enamorado ahora lo estoy mucho más... — Resumo de la mejor manera que puedo.

— A pesar de que sé que tienes novia me hace feliz que la hayas besado. Nunca me hubiese imaginado que estabas enamorado de ella...— Admite.  

— Lo sé... nadie lo sabe, es mi secreto mejor guardado.— Explico.

— ¿Cuándo la besaste anoche que sucedió?— Me pregunta entusiasmada y me recuerda a nuestras conversaciones de cuando le contaba de mi primera novia.

— Llegue a creer que ella sentía lo mismo por mi porque respondió a mi beso, pero después apareció su novio quien nos vio besando y ella se fue detrás de él.— Le digo bastante triste.

— ¡¿Tiene novio?! Ay hermanito... lo siento por ti...— Murmura.

— Eso no es lo peor... Lo peor es que los seguí y escuché como ella le dijo a Ismael que había sido solo un acto provocado por el alcohol y que solo me podía ver como un amigo... casi como un hermano.... No sabes cómo me siento en este instante.— Le cuento con mis ojos llenos de lagrimas nuevamente.

— Liam tú no sabes lo que me duele verte así.— Comenta mientras me abraza.

— Gracias Cande... pero es que no sé qué hacer en este momento. — Le digo sin soltarme de nuestro abrazo.

Ella me hace mirarla por un instante y me lanza una media sonrisa — ¿Me has dicho que ella ha respondido a tu beso? ¿verdad?— Averigua.

— Si.— Contesto algo confundido.

— Pues hermanito déjame decirte que no todo está perdido. Quizás ella también sienta algo por ti, pero simplemente no se atreve a confesártelo... o simplemente tiene los mismos miedos que tú tienes. Si tú estas seguro de tus sentimientos, ¿Por qué no intentas enamorarla?— Me alienta sonriente.

— ¿Tú crees que pueda enamorarla a pesar de que ella ha dicho que no podría enamorarse de alguien como yo?— Le pregunto con muchas dudas.

— Claro que si Liam... si ella ha respondido a tu beso es claro que hay algún tipo de atracción de parte de ella hacia ti. Quizás no es amor, pero es algo que puede convertirse en amor ¿No crees? — Me dice guiñándome un ojo. 

Pienso en las palabras de mi hermana y creo que lleva algo de razón... — Si, quizás tiene razón... — Le digo con una media sonrisa.

— Hermanito... conquístala... tengo claro que podrás hacerlo.— Me dice entre risas.

— Si tú lo dices...— Respondo riéndome y de pronto mi madre entra a la habitación ya que la puerta estaba abierta y nos mira a Candela y a mí con un poco de sospecha. Ella sabe que cuando nosotros nos sentamos a hablar es porque algo sucede.

— No sé que se traen ustedes dos, pero Liam, Ximena ha venido a verte. — Me dice con una sonrisa y no es para menos ya que mi madre adora a Ximena. 

—Eh gracias…— Digo un poco nervioso y ella tan solo sonríe para luego irse del cuarto y yo solo puedo ver a mi hermana y sonreírle.

— Liam este es el momento en el que tienes que comenzar con el plan.— Me dice con una sonrisa sospechosa.

— ¿Qué estas tramando?— Inquiero preocupado.

— Tú quédate aquí y no te cambies... yo le diré que suba a verte, ¿vale?— Me propone.

— Pero Cande, no puedo recibirla así...— Explico —Si bien ahora estoy cubierto por las sabanas estoy en bóxer.— Le digo entre risas.

— Exactamente hermanito...— Me dice riéndose.

— ¡¿Qué?! ¿Me estas proponiendo que la provoques?—  Le digo un poco sorprendido.

— Exactamente... — Repite divertida.

— ¡Estás loca!— Le digo riéndome como nunca.

— Puede ser... pero verás que funcionara.— Me asegura y sin decir más nada se va de la habitación y puedo sentir como mi corazón late fuertemente sabiendo que ella pronto vendrá a mi habitación.

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