9. Coincidencias

Durante el camino Fernando, la miró a discreción un par de veces, intentando indagar si el dolor había cesado por completo, observando que la joven, iba con los ojos cerrados, frunciendo el ceño, bastó esa acción para saber que aún tenía malestar.

Justo cuando llegaron al domicilio, donde la chica vivía.

Fernando reconoció aquel lugar, que le era muy familiar; observó la vieja fachada de la casona quedándose boquiabierto.

 — ¿Está viviendo en casa de Hugo? —preguntó sorprendido.

—Así es… —respondió algo intrigada ante su asombro.

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP