Mientras pronuncio esas palabras, mis ojos no se apartan de él, buscando en su rostro alguna grieta, algún rastro de la herida que sé que estas palabras pueden abrirle. Si Alaric me hirió, ahora estoy decidida a devolverle cada golpe. Quizás no sé si alguna vez sintió algo más que deseo, pero esa ne
—¡Aisling! —gruñe, golpeando la pared con un estruendo que me hace dar un respingo—. Habla de una m*****a vez antes de que pierda la cabeza. ¿Quién es él? ¿Desde cuándo están en contacto? ¿Lo has visto? —presiona su cuerpo contra el mío, su mano pasando de mi rostro a mi garganta, apretando con fuer
—Vete, Alaric —espeto sin vacilar, sin darle tiempo a reaccionar—. Tu prometida está allá abajo, no quiero que se entere de esto. Él voltea, aún con la marca roja de la bofetada en su rostro, como si apenas procesara lo que acaba de suceder. Sus ojos oscuros me fulminan, llenos de una ira contenida
—Sé que es mentira eso de que hay alguien más —susurra contra mi mejilla, buscando mis labios sin encontrarlos—. Lo estás haciendo solo para jugar conmigo, ¿verdad? Porque sabes que soy el único para ti. Me besa, y cierro los ojos con fuerza, tratando de bloquear la oleada de sensaciones que su con
|Dorothea Weber| Cuando Alaric subió como una bala detrás de Aisling por las escaleras, como alma que llevaba el diablo, Margaret, la peliteñida, quiso levantarse de la mesa para seguirlos. Sin embargo, la detuve por instinto. —No deberías —le advertí, y ella se detuvo en seco, girando hacia mí c
Dejo que me arrastre fuera de la mansión. Si no sintiera el aire fresco de la mañana golpeándonos al salir, pensaría que todo había sido solo una actuación. Pero no, vamos a salir, juntas, y eso me reconforta más de lo que esperaba. Cuando llegamos a las imponentes rejas de salida de la mansión, lo
—Conociendo lo posesivo que es, seguramente... se volvería loco, pero temo por Marcus, Thea. No quiero que salga perjudicado. —Tengo un plan para eso —le digo con seriedad—. Lo más importante para Alaric es su reputación. Es un magnate bastante conocido, así que no se permitiría ningún escándalo. P
|Alaric Kaiser| "El verdadero poder no se trata de controlar a los demás, sino de ser el único capaz de decidir el destino de todos a mi alrededor." Esas palabras eran las favoritas de mi padre. Recuerdo perfectamente cómo me hizo escribirlas una y otra vez en un cuaderno desgastado, su mirada fi