(JHAZLYM ESCOBAR) La respiración de Jhazlym se aceleró al ver la habitación en completamente en blanco, sin puertas, ventanas, muebles, estaba completamente vacío, no había un lugar a donde ir y su corazón comenzó agitarse bruscamente, como si fuese que en cualquier momento tendría una muerte segura. «¿Quién me va encontrar aquí si algo me pasa?», se preguntó y fue una muy mala idea porque su corazón se agitó todavía más. Un perfume particular pudo percibir, en las últimas semanas la había acompañado diariamente, ya no esporádicamente como había sido en tiempos anteriores; como siempre se sintió alterada porque su corazón seguía latiendo despiadado mientras que sus ojos miraban alrededor en busca de alguna puerta que la saque de donde se está porque sea donde sea que mirará no salía del color blanco. —¡Ayuda! —gritó varias veces sintiendo gran impotencia porque no era escuchada por absolutamente nadie—. Por favor, ayuda. —Las paredes. Esa voz no salió de su cabeza, al menos de eso
(JHAZLYM ESCOBAR) El sueño se repetía noche tras noche, pero no tenía un significado claro, su relación con Cristofer se está enfriando y no por él porque siempre está intentando llamar la atención de ella, pero Jhaz siente indiferencia, como si ella ya no cuenta más en su vida. No entiende porque, tienen planes que cumplir, pero ella ya no siente que sea correcto seguir alimentando algo que no les lleva a ninguna parte, pero su necesidad está presente en cada arista de su cuerpo, no puede simplemente irse, a pesar que quiere. —¿Y si ya no es para mí? Johana cerré los párpados con un suspiro presente. Ella más que nadie sabe lo imposible que se pone Jhazlym cuando tiene algo en mente, pero está situación con Cristofer la está llevando al límite de su paciencia. —¿Crees que sea necesario que sigas pensando en esto? Él está en el otro lado del mundo, no tiene sentido que te enfoques en algo que no tiene una claridad para ti. Jhazlym escuchó, pero no fue capaz de sacarse de la cabeza
(JHAZLYM ESCOBAR) Inquietud, es la única manera en que podía escribir lo que sentía en ese momento, sabía que algo importante estaba sucediendo, aunque no tenía idea de nada. Vio el letrero de sus manos y veía que algo estaba mal, aunque no debería porque estaba el nombre de Cristofer Núñez, ese novio a distancia que está dando vueltas en su cabeza. El momento de verse ya estaba a nada de ser realidad. Dudas comenzaron a dibujarse en su cabeza, y quiso acelerar el tiempo, pero no hizo más que quedarse en su lugar, viendo como las personas salían por la puerta grande que estaba frente a ella. Jhazlym comenzó a saltar al verle, sintió una gran angustia que no sabía como reaccionar, por un momento su rostro pasó a ser tal como lo había visto en las fotografías que le permitió ver, sobre todo esos ojos verdes que llamaron su atención de buenas a primeras, pero, al enfocar la mirada, veía otro rostro que se le hacía familiar. —¿Cristofer? —alzó la voz, dando brincos con emoción—¡Cristofe
(JHAZLYM ESCOBAR) En las últimas ella ya no había soñado con el hombre, pero se pillaba hablando con alguien cuando nadie estaba con ella. Volvió a revisar conversaciones con amigos por si encontraba alguna pista de él, también se había tomado el tiempo para leer esas historias que Johana le había comentado en las vacaciones después de graduarse de la secundaria. Leer había sido una salida para ella, además de las historias conspirativas en donde hay extraterrestres, personas que controlan el mundo y poco más, pero nada le hacía lo suficientemente feliz, nada que hacia podía llevarla a la plenitud y a esas alturas se sentía muy cansada de la vida. Pero nadie la fue a rescatar, excepto el gusto de crear una historia distinta de la que encontraba en las páginas web que creaban las fans de los hermanos Jonas, también de cualquier otro artista que, en ese momento, fuese famoso. Jhazlym no quería escribir de nadie más que no fuese el hombre de sus sueños, tenía unas ganas que no sabía de d
(JHAZLYM ESCOBAR) Jhazlym deseaba una noche sin dormir, hasta el momento no había sido capaz de hacerlo, pero lo quería intentar, a pesar que siempre terminaba dormida, esa noche, no fue la excepción. Su corazón no por mucho latía con tanta fuerza que pudiera escucharlo más que su propia respiración; ese día podía hacerlo y le molestaba porque temía sufrir del corazón, pero este, no le dolía, más bien, la podía acunar. Así es como se quedó dormida. «¿Será que mi papá escuchó mis palabras? O ¿las leyó?» No paraba de funcionar su cerebro, pero a estar alturas, ella ya estaba en su quinto sueño. Una de ellos fue muy ruidosa. después de la muerte de su padre. «Un corazón destrozado es mucho mejor que la pesadilla que viví noche tras noche», es una frase que ella reflexiona hasta el día de hoy. El gran susto que le dejó su abuela materna, está oculto en la profundidad más oscura de la zona del olvido en su cabeza, pero esa puerta, pedía ser abierta. Una versión más joven de ella misma,
(JHAZLYM ESCOBAR) En los últimos meses había hecho todo lo posible para escribirle una carta a su padre, pero no había podido ser capaz sin romper en llanto, cada vez que lo intento, no podía ser capaz porque todavía se siente dolida, todavía siente que la abandonaron, que no le dieron la oportunidad de ser ella misma. Deseo por mucho tiempo tener la vida que sentía que se merecía, pero, ¿cómo le explicas eso a una persona que no tiene la más mínima idea de que se merece? Quiere decir que no sabe porque no tiene lo que se supone que debería de tener. ¿Qué es lo que sucedió y por qué no nació en la familia que se suponía que debía de estar? Es algo que le cuesta mucho entender porque no cree que se merezca esta vida tan mediocre, entiende porque le toco vivirla, pero no cree que debe de ser así para siempre, ella se merece más y lo sabe, es consciente de esto, pero no lo consigue fácilmente. Tal vez porque no se exige demasiado, tal vez porque no quiere hacer lo que todos aquellos que
(JHAZLYM ESCOBAR) No puedo. Que conozca a la verdadera Jhazlym Estrada y dejar entrar a mi vida a alguien más que no sea yo, podría ser muy malo ¿quién podría aceptarme tal como soy? Nadie. Así es nadie. Nadie. Nadie podría hacerlo, todo lo que toco lo destruyo. Por eso me alejo cuando el cariño comienza a crecer, quisiera dejar de hacerlo, pero no puedo, ya es algo programado en mí, parece que soy un robot, parece que soy alguien sin corazón, que el palpitar bajo mi pecho solo es la energía que me mantiene viva, pero sin una gota de amor por entregar y sentir, lo único por entregar son comentarios sarcásticos y frialdad. Duele. Duele cuando mamá dice que no tengo corazón, que soy mala, fría y sin corazón, que antes no lo era. Yo creo que sigo siendo yo, solo que he cambiado, que ya no veo las cosas como antes solía hacer, crecí, cambie, mejore o empeore soy fría y despiadada cuando debo hacerlo, pero también soy cálida y amorosa. Todo ha cambiado. Todo ha cambiado, ya nada v
(JHAZLYM ESCOBAR) Jhazlym cerró los ojos reviviendo aquella noche, cuatro o tres meses atrás, después que su padre muriera. Arrugo la nariz mientras una esquina de su labio se levantó. «Un corazón destrozado es mucho mejor que la pesadilla que viví noche tras noche», pensó Jhazlym mordiéndose el labio inferior. Un fuerte golpe escuchó cuando aseguró la puerta a sus espaldas, cerró los ojos cuando otro golpe atravesó la puerta, asustando a la niña que se desplomaba en el suelo, mordiendo su labio inferior, arrastrándose por el suelo, escondiéndose debajo de la cama, volviendo a cerrar los ojos, apretándolos y llevando sus manos a sus oídos. Un culpable no es necesario buscar en esta ocasión porque nadie tiene la culpa de lo que sucedió a su corta edad. Ni su madre, ni tampoco su fallecido padre, eran cosas que necesitaba vivir para que algo mejor venga a su vida, o al menos, eso es lo que se repitió cada día desde sus cortos diez años, pero nadie tiene la culpa. ¿Es oscuro? Claro que