(JHAZLYM ESCOBAR) —¿Te apetece comer algo? —la pregunta de Glenda la hizo mover la cabeza en un par de negativas, exhalando segundos después unos cuantos suspiros—. Bueno, yo sí. Y se levantó del sofá que estaba al lado de Jhazlym, caminando hacía la cocina, la pequeña solo se acercó hacía el baño para hacer eso que necesita: lavarse la cara. se miró al espejo haciendo un pequeño gesto de lastima antes de exhalar un suave suspiro antes de morderse los labios y volver a lavarse la cara. Pudo ver cada arista de su rostro en esos tonos rojos, esos labios hinchados en color carmesí, al igual que su nariz y sus ojos. Dos veces más se lavó la cara antes de secarse con un pedazo de papel higiénico, salió al exterior para ir a la cocina, con ese miedo de no saber si irse a casa ya, o volver a su casa. Desde pequeña sintió miedo de salir a solas, salir por esa puerta a buscar sabrá Dios que, no tenía algo seguro, pero si muchas ganas de dar ese paso que aún no se atreve. ¿Cómo hacerlo sin se
(JHAZLYM ESCOBAR)¿Cómo empiezas a trabajar si no conoces del tema?Ella en alguna oportunidad lo había entendido, pero jamás había logrado entender más allá porque su pensamiento es muy distinto a lo que dicta la sociedad, su pensamiento es muy alejado a lo que debería de ser. Lo mismo pasa con el dinero, es una compradora impulsiva y derrochadora que no piensa dos veces para hacer compras que después no sabe como pagar, esa es la manera en que varias veces termino metiendo en problemas a su madre que pagaba por cada una de las cosas que después no utilizaba ni por casualidad. Desde hace un tiempo, completamente cansada de que siempre le saquen en cara todo lo que hacen por ella, está desesperada por un trabajo que pueda pagar absolutamente todo y cada uno de sus caprichos; no sabe hacer muchas cosas, pero lo poco que sabe hacer es absolutamente nada.¿Cómo puede hacer para ganar dinero?Tiene muchas cosas en mente, pero no sabe por donde precisamente iniciar y es preocupante, pero s
(JHAZLYM ESCOBAR)—Ya veremos.—Nos llamas a la hora que llegues —exhala ella un suspiro, asintiendo despacio con la cabeza—, y también si pasas la primera entrevista.—Está bien, yo les aviso a ambas.Un beso dejo en ambas cabezas antes de salir del edificio con una sonrisa muy pequeña, contenta porque por primera vez saldría a solas, después de mucho tiempo, además que iría tan lejos, a solas. Jhazlym anda muy emocionada de que prontamente podrá tener muchas experiencias nuevas, iniciando por menos de dos horas. Ni siquiera había cruzado la pista doble a solas, y a estas alturas ya tenía veintiún años. ¿Vergonzoso? Tal vez es así, pero ella está satisfecha con eso.Dos horas más tarde ya estaba bajando el puente de donde la dejó el transporte público, y con una sonrisa comenzó a bajar las escaleras para buscar otro transporte público que la deje más cerca del lugar. ¿Dónde está? Ni ella sabe, pero le tocó preguntar muchas veces para poder llegar.—Gracias —sonríe cuando le señalan l
(JHAZLYM ESCOBAR)Jamás fue amante del sol por más que fue una sirena o un pez bajo el agua la piscina o el mar porque lo que más ama hacer es nadar, pero no la arena porque detesta como se le pega entre los dedos de los pies. Tiene fotografías de bebé en donde es intolerante a la arena, no la soporta ni un poco, pero su pasión por los países que le otorga la playa, o cualquier otro lugar, es fascinante para ella. Muchas cosas cambiaron cuando su padre murió, una de esas cosas fue su gustó por la playa, fue un lugar que no deseaba ir más, se sentía bastante incomoda con la sola idea de ser tocada por el agua del mar, y por la arena mojada. Tan solo la idea de sentirla entre los dedos de sus pies era como ser asfixiada por ella, se sentía de esta manera porque su padre no volvería vivir nada de esto de nuevo, y gracias a él sentía esta conexión con el mar, le encantaba, pero no era completamente feliz con la idea de no vivirlo otra vez con él. Ni tampoco podría recogerla de su nuevo em
(JHAZLYM ESCOBAR)Cristofer jamás podría ayudarle a salir de la jaula prejuiciosa que está viviendo, tampoco André, Gino, Alejandro. Nadie podría sacarla, ni siquiera su propia madre, pero, eso ella no termina de creerse las cosas porque siempre está en completo conflicto, si no es por su peso, es por lo que come, por lo que no hace perfectamente, porque no está haciendo bien las cosas. Tiene miedo, agoniza de miedo, pero ella busca con locura la perfección. El cuerpo perfecto, el texto perfecto, los cuadernos perfectos. Todo perfecto, en lugar de ser ella misma, de permitirse gozar el ahora y hacerlo como puede, darse esos golpecitos en el hombre por lo bien que está haciendo. «¿Por qué no me salen las cosas bien? Quiero ser perfecta», pero debe dejar de idealizar algo que aún no existe. Si tan solo pudiera ingresar a su mente para implementar eso necesario para sí misma, sería de maravilla, pero no puede ser así porque anda dando vueltas en hacerlo desde la perfección.Su madre fue
(JHAZLYM ESCOBAR) La respiración de Jhazlym se aceleró al ver la habitación en completamente en blanco, sin puertas, ventanas, muebles, estaba completamente vacío, no había un lugar a donde ir y su corazón comenzó agitarse bruscamente, como si fuese que en cualquier momento tendría una muerte segura. «¿Quién me va encontrar aquí si algo me pasa?», se preguntó y fue una muy mala idea porque su corazón se agitó todavía más. Un perfume particular pudo percibir, en las últimas semanas la había acompañado diariamente, ya no esporádicamente como había sido en tiempos anteriores; como siempre se sintió alterada porque su corazón seguía latiendo despiadado mientras que sus ojos miraban alrededor en busca de alguna puerta que la saque de donde se está porque sea donde sea que mirará no salía del color blanco. —¡Ayuda! —gritó varias veces sintiendo gran impotencia porque no era escuchada por absolutamente nadie—. Por favor, ayuda. —Las paredes. Esa voz no salió de su cabeza, al menos de eso
(JHAZLYM ESCOBAR) El sueño se repetía noche tras noche, pero no tenía un significado claro, su relación con Cristofer se está enfriando y no por él porque siempre está intentando llamar la atención de ella, pero Jhaz siente indiferencia, como si ella ya no cuenta más en su vida. No entiende porque, tienen planes que cumplir, pero ella ya no siente que sea correcto seguir alimentando algo que no les lleva a ninguna parte, pero su necesidad está presente en cada arista de su cuerpo, no puede simplemente irse, a pesar que quiere. —¿Y si ya no es para mí? Johana cerré los párpados con un suspiro presente. Ella más que nadie sabe lo imposible que se pone Jhazlym cuando tiene algo en mente, pero está situación con Cristofer la está llevando al límite de su paciencia. —¿Crees que sea necesario que sigas pensando en esto? Él está en el otro lado del mundo, no tiene sentido que te enfoques en algo que no tiene una claridad para ti. Jhazlym escuchó, pero no fue capaz de sacarse de la cabeza
(JHAZLYM ESCOBAR) Inquietud, es la única manera en que podía escribir lo que sentía en ese momento, sabía que algo importante estaba sucediendo, aunque no tenía idea de nada. Vio el letrero de sus manos y veía que algo estaba mal, aunque no debería porque estaba el nombre de Cristofer Núñez, ese novio a distancia que está dando vueltas en su cabeza. El momento de verse ya estaba a nada de ser realidad. Dudas comenzaron a dibujarse en su cabeza, y quiso acelerar el tiempo, pero no hizo más que quedarse en su lugar, viendo como las personas salían por la puerta grande que estaba frente a ella. Jhazlym comenzó a saltar al verle, sintió una gran angustia que no sabía como reaccionar, por un momento su rostro pasó a ser tal como lo había visto en las fotografías que le permitió ver, sobre todo esos ojos verdes que llamaron su atención de buenas a primeras, pero, al enfocar la mirada, veía otro rostro que se le hacía familiar. —¿Cristofer? —alzó la voz, dando brincos con emoción—¡Cristofe