(JHAZLYM ESCOBAR) —No, vamos a salir todos. Jhazlym renegó en silencio, apretando los puños antes de caminar de vuelta a su dirección, tropezando con el colchón inflable en la que su prima pequeña estaba durmiendo. Maldijo en silencio, alzó el edredón delgado para poder doblarlo, luego la sábana y las almohadas, llevando todo a la sala para poder guardar el colchón debajo de la cama y poder tender su cama esta vez. Prefiere moverse primero antes que su madre la esté gritando y molestando. Más tarde saco todo de la cama para poder tender la cama antes de que meterse a la ducha después de sus primas. La pequeña de ellas antes de que desaparezca Jhazlym en el baño la abrazo sin importar que estuviese envuelta en la toalla y media mojada. —Hola, Jhazy —se paró de puntitas para dejar un beso en su mejilla antes de soltarla, que la mayor aprovecho para abrazarla por unos segundos más, porque eso justamente necesitaba: un abrazo—. Alístate, y vamos, vamos. Su prima menor festejo, pero la
(JHAZLYM ESCOBAR) La castaña comenzó a mover el lapicero de un lado hacía otro, sin importarle que tanto le estaba molestando el costado de la diestra y una lágrima que cae por su mejilla, lágrima que limpia con su mano libre antes de moverse para rodar en la cama y mirar hacia arriba, el techo que tiene algunas estrellas que brillan en la oscuridad. En su habitación de niña tenía estas estrellas, pero en la actualidad estaba lejos de tenerla porque el día de la mudanza no pudieron encontrar las dichosas estrellas, así que estas estrellas que mira es parte de su imaginación de ese recuerdo que tiene y la dejo marcada como si fuese un tatuaje, tal como todas las cosas que experimentó hasta ese momento, de las cuales no se queja por supuesto. No puede hacerlo porque todo eso la llevó a un fuerte aprendizaje, uno que no quiere ahora mismo, pero que no puede ignorar porque es parte de ella. Cerró los párpados unos segundos antes de exhalar un suspiro pequeño, rogando no quedarse dormida,
(JHAZLYM ESCOBAR) —¿Te apetece comer algo? —la pregunta de Glenda la hizo mover la cabeza en un par de negativas, exhalando segundos después unos cuantos suspiros—. Bueno, yo sí. Y se levantó del sofá que estaba al lado de Jhazlym, caminando hacía la cocina, la pequeña solo se acercó hacía el baño para hacer eso que necesita: lavarse la cara. se miró al espejo haciendo un pequeño gesto de lastima antes de exhalar un suave suspiro antes de morderse los labios y volver a lavarse la cara. Pudo ver cada arista de su rostro en esos tonos rojos, esos labios hinchados en color carmesí, al igual que su nariz y sus ojos. Dos veces más se lavó la cara antes de secarse con un pedazo de papel higiénico, salió al exterior para ir a la cocina, con ese miedo de no saber si irse a casa ya, o volver a su casa. Desde pequeña sintió miedo de salir a solas, salir por esa puerta a buscar sabrá Dios que, no tenía algo seguro, pero si muchas ganas de dar ese paso que aún no se atreve. ¿Cómo hacerlo sin se
(JHAZLYM ESCOBAR)¿Cómo empiezas a trabajar si no conoces del tema?Ella en alguna oportunidad lo había entendido, pero jamás había logrado entender más allá porque su pensamiento es muy distinto a lo que dicta la sociedad, su pensamiento es muy alejado a lo que debería de ser. Lo mismo pasa con el dinero, es una compradora impulsiva y derrochadora que no piensa dos veces para hacer compras que después no sabe como pagar, esa es la manera en que varias veces termino metiendo en problemas a su madre que pagaba por cada una de las cosas que después no utilizaba ni por casualidad. Desde hace un tiempo, completamente cansada de que siempre le saquen en cara todo lo que hacen por ella, está desesperada por un trabajo que pueda pagar absolutamente todo y cada uno de sus caprichos; no sabe hacer muchas cosas, pero lo poco que sabe hacer es absolutamente nada.¿Cómo puede hacer para ganar dinero?Tiene muchas cosas en mente, pero no sabe por donde precisamente iniciar y es preocupante, pero s
(JHAZLYM ESCOBAR)—Ya veremos.—Nos llamas a la hora que llegues —exhala ella un suspiro, asintiendo despacio con la cabeza—, y también si pasas la primera entrevista.—Está bien, yo les aviso a ambas.Un beso dejo en ambas cabezas antes de salir del edificio con una sonrisa muy pequeña, contenta porque por primera vez saldría a solas, después de mucho tiempo, además que iría tan lejos, a solas. Jhazlym anda muy emocionada de que prontamente podrá tener muchas experiencias nuevas, iniciando por menos de dos horas. Ni siquiera había cruzado la pista doble a solas, y a estas alturas ya tenía veintiún años. ¿Vergonzoso? Tal vez es así, pero ella está satisfecha con eso.Dos horas más tarde ya estaba bajando el puente de donde la dejó el transporte público, y con una sonrisa comenzó a bajar las escaleras para buscar otro transporte público que la deje más cerca del lugar. ¿Dónde está? Ni ella sabe, pero le tocó preguntar muchas veces para poder llegar.—Gracias —sonríe cuando le señalan l
(JHAZLYM ESCOBAR)Jamás fue amante del sol por más que fue una sirena o un pez bajo el agua la piscina o el mar porque lo que más ama hacer es nadar, pero no la arena porque detesta como se le pega entre los dedos de los pies. Tiene fotografías de bebé en donde es intolerante a la arena, no la soporta ni un poco, pero su pasión por los países que le otorga la playa, o cualquier otro lugar, es fascinante para ella. Muchas cosas cambiaron cuando su padre murió, una de esas cosas fue su gustó por la playa, fue un lugar que no deseaba ir más, se sentía bastante incomoda con la sola idea de ser tocada por el agua del mar, y por la arena mojada. Tan solo la idea de sentirla entre los dedos de sus pies era como ser asfixiada por ella, se sentía de esta manera porque su padre no volvería vivir nada de esto de nuevo, y gracias a él sentía esta conexión con el mar, le encantaba, pero no era completamente feliz con la idea de no vivirlo otra vez con él. Ni tampoco podría recogerla de su nuevo em
(JHAZLYM ESCOBAR)Cristofer jamás podría ayudarle a salir de la jaula prejuiciosa que está viviendo, tampoco André, Gino, Alejandro. Nadie podría sacarla, ni siquiera su propia madre, pero, eso ella no termina de creerse las cosas porque siempre está en completo conflicto, si no es por su peso, es por lo que come, por lo que no hace perfectamente, porque no está haciendo bien las cosas. Tiene miedo, agoniza de miedo, pero ella busca con locura la perfección. El cuerpo perfecto, el texto perfecto, los cuadernos perfectos. Todo perfecto, en lugar de ser ella misma, de permitirse gozar el ahora y hacerlo como puede, darse esos golpecitos en el hombre por lo bien que está haciendo. «¿Por qué no me salen las cosas bien? Quiero ser perfecta», pero debe dejar de idealizar algo que aún no existe. Si tan solo pudiera ingresar a su mente para implementar eso necesario para sí misma, sería de maravilla, pero no puede ser así porque anda dando vueltas en hacerlo desde la perfección.Su madre fue
(JHAZLYM ESCOBAR) La respiración de Jhazlym se aceleró al ver la habitación en completamente en blanco, sin puertas, ventanas, muebles, estaba completamente vacío, no había un lugar a donde ir y su corazón comenzó agitarse bruscamente, como si fuese que en cualquier momento tendría una muerte segura. «¿Quién me va encontrar aquí si algo me pasa?», se preguntó y fue una muy mala idea porque su corazón se agitó todavía más. Un perfume particular pudo percibir, en las últimas semanas la había acompañado diariamente, ya no esporádicamente como había sido en tiempos anteriores; como siempre se sintió alterada porque su corazón seguía latiendo despiadado mientras que sus ojos miraban alrededor en busca de alguna puerta que la saque de donde se está porque sea donde sea que mirará no salía del color blanco. —¡Ayuda! —gritó varias veces sintiendo gran impotencia porque no era escuchada por absolutamente nadie—. Por favor, ayuda. —Las paredes. Esa voz no salió de su cabeza, al menos de eso