Draven estaba enfrente de su padre. Su padre lloraba pidiendo perdón y lo único que hacía Draven es dar pasos lentos hacia él.
Esto no iba a acabar bien...
—¿Tú quisiste que mamá muriera verdad?
La cara del padre cambió completamente. Limpió sus lágrimas y sonrió con maldad.
—Ya se me jodió el teatro. Creí que tardarías en descubrirlo —Dijo burlón.
Draven me miró sorprendido y también rió. Lanzó el primer puñetazo hacia su padre, le iba a dar el segundo pero el padre se lo esquivó y le lanzó uno.
Draven dio pasos hacia atrás debido al golpe.
Miré al padre con odio. Salté encima de él quitándole el collar que tenía para que la luz del sol no le afectara. Poco a poco ese hombre a base de gritos se fue convirtiendo en ceniza.
Draven me miró sorprendido, me acerqué a él y lo abracé.
—¿Estás bien? —Pregunté separándome del abrazo.
—Si, vámonos.
Miró el suelo con asco y sin mirar hacia atrás no
El límite entre el bien y el mal es muy pequeño, más bien los separa una línea muy delgada. Draven Hilens es un vampiro apodado el (destripador) es muy conocido por las masacres a sangre fría que hace.Nadie lo controla.Nadie le dice que está mal lo que hace.Él lo hace y le da igual las consecuencias que conlleven sus actos.Los siglos que tiene de vida no le han servido absolutamente para nada, para nada que no sea matar y matar.Pero la llegada de Brisen Frist hace que todo su mundo se congele, él sólo la veía como una presa, como alguien a quien matar y ella lo veía como alguien misterioso, alguien a quien le decían que no debía acercar.¿Pero que hace la gente cuando le prohíben cosas? ¿Que hacen cuando su vida está llena de noes?Pues en este caso Brisen hizo todo lo contrario a lo que le mandaban.Se acercó y la adicción comenzó a surgir entre ese vampiro y esa humana. La se
16 de octubre de 2015.Pueblo de Calcata - Italia.12:00 de la mañana.Me encontraba en una nave grande, estaba todo vacío y al hablar se podía oír algo de eco.Desde que me juré encontrar al culpable de todo lo que pasaba en Calcata y al culpable de mi desgracia, todo me ha salido mal, me encontré con más muertes, con más desgracias en el pueblo e incluso en la gente que de verdad me importaba.Su voz resonó en toda la nave, no quise tener miedo, el miedo lo apagué hacía mucho tiempo. Solo me giré con una sonrisa en los labios y lo escuché:—Es una pena tener que drenar toda tu sangre y dejarte sin vida.—La pena aquí es que sabes que estás tan enamorado de mí que no vas a poder hacerlo -me crucé de brazos mirándolo —pero también es una pena decirte que yo no lo estoy de ti y que
19 de febrero de 2015.Pueblo de Calcata - Italia.14:00 de la tarde.Draven Hilens.Leí en un papel que había debajo de mi puerta.¿Draven Hilens?Nunca había escuchado un nombre así.¿Quién era? ¿Era de aquí del pueblo?En Calcata (Italia) todos nos conocemos. Es un pueblo que fue desalojado en la década de los 30, por el riesgo de colapso, aunque nunca pasó eso. Fue repoblado por hippies, turistas y aventureros.La razón por la que nos mudamos aquí no la sé, yo solo en aquel entonces seguía a mis padres hasta que fallecieron.Nunca encontraron sus cuerpos y por ende no se sabe la causa de la muerte. Sólo encontraron algunas de sus pertenencias en el bosque bajo el pueblo.Calcata está situado en la cumbre de riscos a 137 metros de altura y bajo el pueblo
Sus manos a cada lado de su cuerpo, sus ojos fijos en mí, en su rostro no podías ver nada más que seriedad y frialdad.Trague saliva fuerte, mis ojos no se despegaban de él, todo mi cuerpo estaba petrificado, parecía que mis pies se habían pegado al suelo lleno de hojas.—Te he hecho una pregunta ¿que haces aquí? —Las palabras no me salían de la boca —¿Te ha comido la lengua el gato? ¿Eh, muda? —negué sin dejar de mirarlo.Su belleza y el peligro que desbordaba de su cuerpo me había dejado sin habla. Todo a su alrededor gritaba peligro.Nunca lo había visto por el pueblo ¿era nuevo? ¿Vivía en el bosque?Una forma de tranquilizarme era: no mirarlo, ni siquiera pensar que estaba ahí, fijar mi vista en un punto lejano del bosque.Pero a quien quería engañar, era imposible no pensar que ese hombre estaba a unos metros de mi, que su mirada penetrante estaba puesta en mí y que su rostro serio no cambiaba y se ponía aún más serio al no
Mis piernas temblaban con cada paso que daba, mi mirada no subía del suelo, tenía miedo y sabía que estaba mal tener la cabeza gacha, pero era imposible no tenerla al saber que ese hombre estaba frente a mi a solo unos metros de distancia.—Estuviste en la comisaría de señor Josef ¿no es así? —Asentí y me obligué a mirarlo —. ¿Qué preguntas te hizo? —Fruncí el ceño.—¿Te importa?—Bastante —reí sin ganas y elevé las cejas.—No estuviste presente en la conversación —aclaré mirándolo cruzada de brazos.—Me importa una mierda, ¿qué preguntas te hizo?—¿De verdad crees que te voy a responder? Deja de hacer preguntas estúpidas, solo venia a preguntarte algo —me miró con una sonrisa divertida.Parece ser que nadie se atreve a hablarle de la forma en que yo lo hice, y la verdad es que no sé de dónde mierda he sacado esa valentía, ese chico me daba miedo, más aún cuando su mirada estaba fija en mi cuerpo.—Pregunta entonces —la son
Intenté salir corriendo pero el ya estaba cogiéndome del cuello y pegándome a la pared. ¿Cómo había entrado? ¿Qué le pasa en los ojos? Mi mente empezaba a formular muchas preguntas sin respuesta. El miedo de que me matara se hacía cada vez más grande. El miedo muchas veces se pude confundir con el terror, para mí no es lo mismo, pero puede que para otras personas si lo sea.Para mí el terror es eso que no te deja estar en todos tus sentidos, que solo tiemblas, lloras y quieres gritar para poder intentar escapar de eso que tanto te está asustando.Y el miedo te deja estar en tus completos sentidos, aunque sigues temblando y llorando, pero es un nivel de susto más bajo.Bueno en este momento yo estaba en un estado de terror en el que nunca había estado. Por mi cabeza pasaban muchas formas en las que podría morir y créeme ninguna era buena.Temblaba en los brazos de ese chico de pelo blanco.—Déjame ir —susurré con un nudo en la garganta.—Si te dejo ir seguramente te mate —jadeé del miedo.—¿Entonces no me dejaras hacerlo a mi? —Desvié la mirada hacia la derecha.Sentía que mis piernas iban a dejar de funcionar y si no fuera por Draven caería al suelo. La voz de ese chico hacía ¿Alejarse De Calcata? No
Tenía los nervios de punta, la cercanía de Draven me hacía casi no respirar.—¿Por qué te late tan rápido el corazón? —Negué mirándolo a los labios —¿Me quieres besar muda? —Volví a negar —. ¿Te doy miedo?—Más quisieras —me atreví a mirarlo a los ojos.Su mirada conectaba con la mía, sus ojos comenzaron a ponerse blancos ¿me intentaba asustar? Lo estaba consiguiendo. Tragué saliva e intenté tranquilizarme y pensar en otras cosas.Miré las manos de Draven que poco a poco se iban colocando en mi cintura, dio un estirón de mi cuerpo hacia el suyo.—A mi me gustaría besarte —su voz sonó más grave de lo normal.—Se va a quedar en “gustaría”, no me vas a besar —dije casi en un susurro por nuestra cercanía.—Una pena muda —sonrió.Se separó de mí y volvió a darle otro mordisco a la tostada.—Una vez me preguntaste sobre la muerte de tus