Realmente odio este trabajo.
No tengo ningún tipo de distractor, lo único que hago es dar información sobre mi marca.
-Oye Andy- me hablo Cole- mira a la chica de amarillo- me indico con la cabeza a un par de chicas que venían hacía acá, junto a su madre.
-La de azul- le dije mientras sonreía.
-Parece de quinca- me dijo viéndome de forma rara- me quedo con la de amarillo.
-Me da igual.
La señora se acercó a Cole y empezó a preguntarle sobre las laptops, no podía dejar de ver a esa pequeña niña, es demasiado hermosa; se dio cuenta que la veía ya que volteo a verme, después de que Cole les mostrara una que otra computadora, ella se fue a sentar a una banca que estaba ahí.
Siento que la conozco, algo me hipnotizo de ella, es demasiado hermosa.
Después de un rato, se acerco a su mamá y se fue a la sección de videojuegos, la seguí viendo desde lejos, parece que le gusta Mario Bros, ya que eligió la carrera y su personaje muy rápido, volteo y fijo su mirada en mí, lo que me dio un cierto cosquilleo. Siguió jugando varias partidas y yo no podía dejar de mirarla.
Parezco idiota viéndola.
-Andy- me habló Cole- lleva esto a la bodega- suspire y tome la cajas sin muchos ánimos, entre a la bodega y busque donde la tenía que poner.
Y para mi mala suerte no estaba enseguida, estaba hasta el fondo, al encontrar su lugar, la deje con fatiga y salí de ahí.
Pero ya no estaba esa hermosa chica, espero que no se haya ido, no sé ni su nombre, camine por los pasillos, pero no había ningún rastro de ella, pase a la sección de discos y me percate que ahí estaba cuando pase a su lado, tenía en las manos un disco, al verme suspiro y lo dejo en su lugar.
Empezó a caminar por la tienda, sería muy obvio si la sigo, aunque si me gustaría ver su carita de cerca, cuando se fue de mi vista tome el disco que había agarrado.
Es de Sam Smith, no me gusta Pero a ella sí y no está caro.
Fui con Monica a pagarlo, le puse una nota en la portada y regrese con Cole, esperando a que regresara, cuando lo hizo se sentó en el mismo banco y se quedó ahí un rato, después de unos minutos se levantó de nuevo y se metió al baño.
Cuando regreso, su familia ya estaba pagando, que malo que se iría.
En el momento en que empezaron a caminar hacía la salida, me di cuenta que habían olvidado su funda, aproveché para meterle el disco ahí.
Trote para alcanzarlas.
-Señoritas- las llame y voltearon a verme- olvidaron su funda.
Me agradeció su mamá y su hermana, pero ella me veía mal, incluso sonreí de lo tierna que se veía y me vio peor.
Me gusta.
Vi cómo se alejaban poco a poco hasta salir de la tienda, Cole puso su mano en mi hombro.
-Se llama Anna- lo voltee a ver- la chica de azul.
-¿Tu cómo sabes eso?- le pegunte algo extrañado.
-Su hermana me dio su número- se encogio de hombros y sonrió- me dijo que su hermana se llama Anna y su mama...- lo interrumpi.
-Sólo me importaba saber el nombre de Anna.
-Lo sé, pero tiene quince años- alzó las cejas- ¿Sabes que te verás como un total pederasta saliendo con una chica de quince?
-¿Y? -le pregunte- ¿Qué tiene de malo?
-Tienes treinta y cinco años Andy, veinte años de diferencia.
-¿Si sabes que para el amor no hay edad?
-Estas enfermo.
Me dio una palmada en el hombro y se fue con los demás chicos.
Anna... que bonito nombre, combina con su rostro.
Le pedí a Cole que le preguntara a su hermana en que escuela asistía la pequeña Ann, quería conocerla, saber más de ella.
Y no me importa quedar como un acosador, quiero saber de ella y tenerla cerca, tienen algo que me llama a estar cerca de ella.
Cómo me gustaría ver su reacción con el disco, va a estar muy sorprendida.
Asiste en la Preparatoria Tenier, la conozco muy bien.
Guarde muy bien el disco, para que nadie lo vea y me hagan preguntas que no se contestar, seguramente lo voy a tirar.Me arregle para ir a la escuela, era lunes y es obligatorio que vaya, tome mi mochila y baje a despedirme.-¿Ya te vas, chaparra?- me pregunto Penélope.-Si, Caleb me esperara en la parada.-Con mucho cuidado hija- me contesto mi mamá mientras acomodaba mi cabello.-Adiós- me despedí de ellas con un beso en la mejilla y salí de casa.Camine hacía la parada, la cual no esta muy lejos de mi casa, cuando llegue vi a mi novio esperándome.-Hola- lo salude y me abrazo.-Dos días- suspiro al decirlo.-Hemos durado meses sin vernos- le dije.-Pero hablamos por teléfono.-También en estos días lo hicimos- le contesté mientras movía mi ded
Después de que Cole me dio el nombre de su escuela, le marque a uno de mis mejores amigos, trabaja ahí como el de intendencia.— ¡Qué onda Andy! Hace tiempo que no sé nada de ti. —Hola Cristian, una pregunta ¿Sigues trabajando en Tenier?—Sí, ¿Por qué? No me digas que quieres volver. —Por supuesto que no, ni lo digas idiota, necesito que me digas cual es el casillero de una chica.—Una chica ¿De preparatoria? —Sí y que me des su clave.—Andy, no sé si te la pueda dar. — ¿No eres mi hermano?—No me salgas con eso, ¿Para qué lo necesitas? —Necesito entregarle algo.—Bien, te veo en la puerta en una hora. —Gracias.Mi turno ya iba a term
Caleb seguía insistiendo en que le dijera que decía la carta, desde ayer me lo pedía y era un poco molesto, tuve que mentirle, no quería decirle sobre el acosador, pronto se cansara de mandarme notas.Hoy Caleb no iría a la escuela, ya que iba a salir con su padre y en raras ocasiones lo ve.Me fui a la escuela con mucha flojera, abrí mi casillero con mucha pesadez y ahí estaba otra nota, junto a un oso de peluche, los tomé y empecé a ver a todos lados, pero solo había estudiantes caminando por el pasillo y el de intendencia.Que adorable te ves molesta, me encantas Ann, el oso de peluche te lo regalo, puedes hacerle lo que quieras, pero ten en mente que es mi corazón, muy buenos días hermosa, te veo más tarde.Tire la nota y el oso lo deje en mi casillero, saque lo que necesitaba y fui a mi salón, me senté en mi lu
Al día siguiente le deja una nota a un oso de peluche, supongo que lo tirara, aunque, ahí voy a ver qué tan infantil o ruda es.Cuando la vi entrar, estaba sola; no vino su novio.Abrió su casillero, se quedó un momento ahí parada y después saco el oso junto con la nota, se giró viendo a todos lados, empecé a disimular, pero una sonrisa no se iba de mi rostro, su cara de sorpresa es tan gratificante. Sé que algún día se va a dar cuenta de la felicidad que causa en mí; abrió la nota y cuando la termino de leer la tiro como hace con las demás, pero el oso lo dejo adentro.Es infantil, solo aparenta ser ruda, para guardar un oso de peluche es bastante infantil, si fuera diferente lo hubiera tirado junto con la nota.Recordé que tenía que cambiar la bombilla de su salón, transcurrieron algunas clases y finalmente entre a su saló
No podía dejar de temblar, tenía tanto miedo, Sara me dijo que le contara a mi madre sobre todo esto, pero no lo sé.Vi la hora, eran las 10:40 de la noche, seguramente esta despierta, camine a su cuarto y toque la puerta.—Pasa.Abrí la puerta y estaba sentada en su cama leyendo.—Creí que ya estabas dormida Ann— me dijo al verme— ¿Qué pasa? Estas pálida.—Mamá— me senté en la cama temblorosa— un sujeto me está acosando.— ¿Cómo? — me pregunto frunciendo el entrecejo.—Cuando fuimos a comprar la computadora de Penelope— empecé a contarle— un sujeto que trabaja ahí me veia mucho, pero el lunes empecé a recibir notas dentro de mi casillero, y ahora me está enviando mensajes a mi celular.—Anna, creo que lo soñaste— me segu
No podía dejar de pensar en Anna, mi querida y hermosa Ann.Al día siguiente en la escuela volví a dejar una nota en su casillero, pero ahora más larga que las demás, esperé en la puerta a que entrara.Cuando entro me di cuenta que otra vez estaba sola.Abrió su casillero y tenía miedo, ese miedo me estaba excitando a no dejarla, la tiro casi al momento de abrirla y se fue al baño corriendo, cuando el pasillo estaba despejado entre al baño.— ¿Princesa? — la llame, pero no contesto— no quería hacerte llorar, ¿Me perdonas? — no volví a obtener respuesta— tu celular lo tienes con sonido, si te marco sonara.Busqué su número y empecé a marcar, pero me mando directo a buzón, que lista es mi pequeña, pero escuche un murmuro proveniente del segundo cubículo.—Lo apagaste, er
— ¿Ahora si me crees? — le grite a mi mama después de haber llamado a la policía. —Hija, perdóname— me contesto y me abrazo. — ¡Casi me violan! —Ann— tomo mi cara— vamos a atrapar a ese infeliz. — ¡Es el tipo de las computadoras! — repetí por décima vez. —Debemos tener pruebas contra él— me contesto— le hable a tu padre, tomara un avión lo más rápido posible y seguramente llegara en la noche— tomo mis manos— los oficiales nos ayudaran a localizarlo. —Pero no recuerdo bien su cara. —Dijiste que ha estado yendo a la escuela, con eso nos pueden ayudar. Asentí con la cabeza y ella me abrazo, en un rato llego mi hermana y la policía, me hicieron preguntas sobre su aspecto o cosas con las que serían fácil de reconocerlo; también lo que había pasado desde que lo vi. Pero cada vez que contestaba una de esas preguntas mi voz se entrecortaba más y más. Mi padre llego en la noche y cuando me vio me abrazo. —Lo atra
Eran las doce de la noche cuando tocaron mi puerta, supuse que era un vendedor ambulante o un vagabundo y se marcharía pronto, pero seguían insistiendo, me levante con pesadez y abrí sin mirar quién era. Me encontré con nada más y nada menos que la orientadora Queny.—Hola Andy— estaba con una sonrisa en su patético rostro.—Perdón— fruncí el ceño— ¿Qué hace aquí? —pregunté.—Me pareció una buena idea cenar contigo— mire sus manos y traía vino y algo en un recipiente con mala apariencia.— ¿Cómo consiguió mi dirección?—Me la dio Christian.Ese, maldito Christian, en cuanto lo vea.—Perdón, pero ya es algo tarde— iba a cerrar la puerta en su cara, pero puso el pie.—Sólo un rato.Volvió