La puerta se abrió completamente y me dejo verlo.
Era el maldito acosador.
—Ya despertaste Ann— se acercó a mi sonriente y me levante de la cama— tranquila, aquí nadie nos vera.
—¿En dónde demonios estoy?
—En nuestra casa— sentí una punzada en mi corazón y empecé a llorar— no llores mi amor— me abrazo, mi cuerpo se sentía débil, trate de empujarlo, pero me abrazo más fuerte— no te vas a alejar de mí jamás, te lo prometo.
—Por favor, déjame ir— solloce.
—No sabes cuánto he estado preparando este momento, por fin voy a poder estar contigo Ann, no te pienso soltar— toco mis mejillas, temía que me besara de nuevo— ponte esto.
Dio la vuelta hacía la puerta y tomo una bolsa y me la dio.
—Se te vera hermoso— mis manos me temblaban, lo saque, era un vestido blanco— No querrás que te ayude ¿Verdad?
Negué con la cabeza y volvió a sonreír.
—Te veo en
Cuando se fue, empecé a investigar en toda la casa, eran tres habitaciones y un baño; hasta ahora las que había entrado era donde había despertado, el baño y una habitación con una cama matrimonial. Busque en todos lados mis cosas, pero no estaba nada de mis pertenencias. Seguramente lo escondió muy bien, para evitar que lo encontrara. En el cuarto donde estaba la cama matrimonial, busque en el armario y había muchos vestidos y ropa de hombre. También busqué en la sala, pero nada, no había nada, incluso busqué un teléfono fijo, pero tampoco, no es tan idiota. Ahora si le pensó bien el imbécil. Me dedique a buscar más en la habitación principal, supongo, sabía que había algo aquí, no tiraría mis cosas, está demasiado enfermo, la cosa más mínima que pudiera tener de mí, estoy segura que se lo quedaría, pero como sabe que las voy a estar buscando, las guardó muy bien. Ya me estaba frustrando, no es posible
Me entró un escalofrío en mi espalda, me di la vuelta y me di cuenta que no estaba, me senté en mi cama y me froté los ojos, por un momento había olvidado esto, sentía que estaba en mi casa y que todo había sido una terrible pesadilla, pero no, está es mi realidad. Me levante de la cama y al verme al espejo me acomode mi cabello, me puse mis tenis y camine a la sala, él estaba en la cocina. Al verme sonrió. —¿Cómo amaneció mi niña? — me pregunto. —Bien. Me acerque a él y me tomo de la mano para que me sentara, puso enfrente de mí un plato con Hot Cakes. —Quiero que mi princesa tenga la mejor alimentación— me dio un beso en la cabeza. Seguramente me quiere engordar, para así poder torturarme mejor y asesinarme como a un cerdo. Se sentó frente a mí y empezó a comer, no comí mucho de nuevo; me daba tanto temor que le pusiera alguna droga a la comida e hiciera q
Cuando terminé de bañarme salí del baño, me había puesto lo mismo que traía, mis piernas no dejaban de temblar mientras caminaba hacía la sala, estaba segura que ya había regresado y si, estaba sentado en uno de los sillones con un botiquín en las manos y no tenía playera. Se estaba poniendo una gasa donde lo apuñale, después se puso una venda, le dolía, me pude dar cuenta de eso por los gestos que estaba haciendo, me acerque a él y al verme se levantó para acomodarse mejor la venda. —Tampoco vuelvas a hacer esto. Asentí con la cabeza, se acercó a mí y me abrazo, me apretó, instantáneamente supe lo que quería y lo hice. —Sólo es un mal día cariño— se separó— dicen que el primer año es el más duro, te limpio esa ceja. —No es necesario— le conteste omitiendo lo demás que había dicho. Me volvió a ver mal y me hizo una seña para que me sentara en el sillón, le hice caso y él se arrodilló frente a mí y pu
No dejaba de tocar mis mejillas y verme todas las partes del cuerpo. —Bésame— me pidió y lo mire atónita— hazlo. Me acerque a él demasiado temblorosa, no podía juntar sus labios con los míos, mi corazón estaba oprimido, roce nuestros labios, pero él los junto. —Ya no puedo más. Susurro y me levanto en sus brazos y me sentó completamente en la cama. —Ya no puedo más— volvió a repetir mientras se acomodaba el cabello y desabrochaba sus zapatos. No... No... No... —Por favor, no lo hagas— le pedí mientras empezaba a llorar. —¿Cómo le pondremos a nuestro pequeño? Mi amor— se los quito por completo y los aventó al piso— si es niño Dennis, y si es niña también Dennis, se puede usar unisex, sería increíble y un sueño hecho realidad para mí ¿Te imaginas? — estaba sonriendo. —No, por favor. —¿Te gusta? — se mordió el labio— me alegro mucho de eso, imagínate, saldrá h
-Penélope, ya vámonos- le grito mi mamá mi hermana desde la planta baja, como por quinta vez.Le contesto con un simplevoy,tome mi bolsa junto con mi celular y espera a que mi hermana bajara, cuando lo hizo, nos subimos al auto y mi mamá condujo hacia la plaza comercial.Me llamo Anna Lewis, tengo quince años.Y mi mamá quiso darle de regalo de cumpleaños (numero 18) a mi hermana una laptop, y vamos de camino a comprarla.En cuanto llegamos, entramos a una tienda de electrónica, mientras ellas revisaban la mejor, yo me alejé y me senté en unas bancas que estaban por ahí. Sentía la mirada de un hombre, era demasiado incomodo, ya que era una mirada pesada y él tendrá al menos treinta años o más.-Anna- me grito mi hermana- ¿Te gusta? - me pregunta cuando estaba frente a mí, me
Realmente odio este trabajo. No tengo ningún tipo de distractor, lo único que hago es dar información sobre mi marca. -Oye Andy- me hablo Cole- mira a la chica de amarillo- me indico con la cabeza a un par de chicas que venían hacía acá, junto a su madre. -La de azul- le dije mientras sonreía. -Parece de quinca- me dijo viéndome de forma rara- me quedo con la de amarillo. -Me da igual. La señora se acercó a Cole y empezó a preguntarle sobre las laptops, no podía dejar de ver a esa pequeña niña, es demasiado hermosa; se dio cuenta que la veía ya que volteo a verme, después de que Cole les mostrara una que otra computadora, ella se fue a sentar a una banca que estaba ahí. Siento que la conozco, algo me hipnotizo de ella, es demasiado hermosa. Después de un rato, se acerco a su mamá y se fue a la sección de videojuegos, la seguí viendo desde lejos, parece que le gusta Mario Bros, y
Guarde muy bien el disco, para que nadie lo vea y me hagan preguntas que no se contestar, seguramente lo voy a tirar.Me arregle para ir a la escuela, era lunes y es obligatorio que vaya, tome mi mochila y baje a despedirme.-¿Ya te vas, chaparra?- me pregunto Penélope.-Si, Caleb me esperara en la parada.-Con mucho cuidado hija- me contesto mi mamá mientras acomodaba mi cabello.-Adiós- me despedí de ellas con un beso en la mejilla y salí de casa.Camine hacía la parada, la cual no esta muy lejos de mi casa, cuando llegue vi a mi novio esperándome.-Hola- lo salude y me abrazo.-Dos días- suspiro al decirlo.-Hemos durado meses sin vernos- le dije.-Pero hablamos por teléfono.-También en estos días lo hicimos- le contesté mientras movía mi ded
Después de que Cole me dio el nombre de su escuela, le marque a uno de mis mejores amigos, trabaja ahí como el de intendencia.— ¡Qué onda Andy! Hace tiempo que no sé nada de ti. —Hola Cristian, una pregunta ¿Sigues trabajando en Tenier?—Sí, ¿Por qué? No me digas que quieres volver. —Por supuesto que no, ni lo digas idiota, necesito que me digas cual es el casillero de una chica.—Una chica ¿De preparatoria? —Sí y que me des su clave.—Andy, no sé si te la pueda dar. — ¿No eres mi hermano?—No me salgas con eso, ¿Para qué lo necesitas? —Necesito entregarle algo.—Bien, te veo en la puerta en una hora. —Gracias.Mi turno ya iba a term