—Sí, todas las trabas es para enseñarnos la humildad. El dolor y el miedo no son malos, esos sentimientos son como una especie de cinturón que nos mantiene en estado de alerta y nos humaniza —Michael suspiró y tomó la mano de Angelina. Las palabras le costaban salir de los labios, Angelina lo notó y la preocupación hizo acto de presencia.—¿Sucede algo Michael? —En el momento en que Michael iba a contestar tuvo la sensación de que alguien los miraba. Al principio creyó que era Marianne que venía a unírsele, pero la sensación que sintió estaba muy lejos de ser benévola. Giró y a una distancia prudente pudo ver el rostro de Caden, que sin ellos haberlo notado los había estado acechando, le molestaba profundamente ver cómo Angelina y Michael eran inseparable, pero desde aquel momento él se juró que esa u
Liza Greenwood estaban muy molesta por lo sucedido en las caballerizas, caminaba de un lado a otro ante la mirada impaciente de su esposo, luego sus ojos se posaron encolerizados sobre Branimir y Michael, dedicándoles una mirada llena de desprecio, luego volvió hacia su esposo.—¡Te lo dije Gerald! Esto es culpa de tu imprudencia, debías de conocer mejor a estas personas —su ira se volvía descomunal.—Por favor Liza haz silencio, sal de aquí y déjame a solas con Branimir y su hijo —la mujer puso cara de sorpresa, y con una gran molestia salió del despacho, luego a solas Gerald empezó a hablar.—Michael, por favor, cuánta tu versión de los hechos —pidió Gerald al muchacho.—No dista mucho de lo que le dijo señor Greenwood, yo solo puedo agregar que mi comportamiento agresivo era por defender al caballo. El señorito Caden quería golpearlo con una tabla llena de clavos.—Entiendo —dijo Lord Greenwood, Michael pudo ver en la cara del hombre un dejo de vergüenza, seguidamente se dirigió
La mansión se había hundido en el silencio, como si la partida de William y Michael hubiesen robado la capacidad de hablar a todos los que vivían en aquella morada. Nadie menciono una sola palabra, ni siquiera Marie y Lady Greenwood. Por su parte, Marie no le quiso tocar el tema a Clara y Lady Greenwood tampoco lo hizo con su marido que se encontraba de mal humor por lo sucedido. Caden se había envuelto en una ira infernal que lo consumía desde lo más profundo de su ser, moldeando lentamente al monstruo egoísta que vivía en su alma. Alyssa se le había acercado con burla por la golpiza que le había dado Michael, de cierta forma sintió que el domador de caballos la había vengado de su hermano, pero aquellas burlas solamente lograron que Caden la golpeara en el rostro rompiéndole la boca. Los chillidos de Alyssa llegaron hasta sus padres que con pavor vieron cómo su hi
“ROTHSCHILD’S SLIPER” La Orquídea de Caden —¡Angelina, no sabes que falta me has hecho! —declaró Marianne a la joven cuando estuvieron fuera de la cocina. —Me he sentido indispuesta, mi madre me pidió reposar —Marianne manifestó una sonrisa, que le daba a entender a Angelina de que ella no era tan ingenua. —Angelina, si decides ser actriz, lo más probable es que fracases. —Angelina la miró sin comprender, estaba tan metida en su mundo que no atendía a detalles. —No me mires así, sinceramente estoy muy joven, pero no soy tonta. Tu malestar no es por gripe, ni por nada que se le parezca, ese malestar es porque Michael se marchó. —Angelina volvió a sentir el frío invernal, que le azotaba el corazón. Sintió que la mirada se le cristalizaba. Marianne se dio cuenta, la tomó de la mano y la condujo al lago. Ahí hablarían tranquilas sin que Alyssa y su hermana Emma las molestaran. Frente al lago. —No te pongas así, ya verás que se volverán a ver —Marianne tomó nuevamente a Angelina co
Caden condujo a Angelina a otro de los jardines donde se encontraba el invernadero de su madre. No todos tenían acceso a ese sitio, Liza era muy celosa con sus plantas y había invertido mucho dinero en su cuidado, por lo que pocos tenían acceso. La servidumbre solo entraba cuando la dama deseaba tomar el té en aquel sitio.—Tu madre no se enojará si entramos en este sitio, ¿verdad?—No tiene por qué saberlo —sonrío. Juntos caminaron por los extensos pasillos del invernadero, Caden le pidió a Angelina que subiera con él las escaleras que lo conducía al otro nivel de la magnífica estructura, la joven dudaba en seguir, pero se animó. Caden se detuvo frente a una flor extraña.—Acércate —le pidió, Angelina lo hizo en silencio.—Contemple esta orquídea —Angelina la contempló silenciosamente y no pudo negar que era muy bella, aunque fuera diferente a otras.—¿Cómo se llama?—Su nombre es “Rothschild Zipper”, y es mía. Rogué para que me la trajeran y esta mañana abrió sus pétalos para mí—An
Michael y su tío William fueron escoltados hasta una de las propiedades de Londres del Duque. Michael, al ver la propiedad, sintió una ira que le atenazó la garganta. Aquella imponente mansión rodeada de bellos y majestuosos jardines no merecía la muerte de su madre. William percibió la tensión de su sobrino y, en señal de apoyo, puso una mano en su hombro.—Tienes un lugar aquí, y no olvides que yo no te abandonaré, eres el único hijo de Benedict.—Su ilustre señoría querrá decir —respondió Michael con sarcasmo.—Michael, eres su sucesor —William se acomodó en el asiento del carruaje y tomó una bocanada de aire. Miró a Michael y continuó hablando.—Sobrino, sé que enfrentarás un difícil camino en los próximos días.—¿Ocurre algo de lo que no estoy enterado?—Tu padre está enfermo, Michael, y por lo que me contó en su carta creo que le queda poco tiempo —Michael sintió el peso en sus espaldas y vio con claridad su destino frente a él.—Ahora lo entiendo todo.—No, Michael todavía n
El duque permanecía con los ojos abiertos, Michael quiso cerrárselos, pero la duquesa, con ira, se interpuso entre Michael y su padre.—¡Era mi esposo, yo seré quien cierre sus ojos!—Uno de los médicos intervino: «Mi señora». — permita que sea su hijo quien lo haga, el duque estaba muy ansioso por verlo, llegar a sobrevivir esperando a que él llegara —la duquesa vio con molestia al médico mientras Michael sentía agonía en su corazón, sintió en aquel toque de su padre que su amor era genuino. Luego vio a Emilia directamente a los ojos y no vio en sus ojos lágrima alguna, así que se interpuso nuevamente y cerró los ojos de su padre.—El tiempo de reencontrarse con mi madre ya ha llegado, yo lo perdono —la duquesa no dijo nada, pero Michael sintió su veneno impregnando la habitació
II PARTE “Yo misma le abrí a mi amado, pero él ya había desaparecido. ¡El alma se me fue detrás de él!, ¡Lo busqué, y no lo encontré, lo llamé y no me respondió!” Londres 1888. Angelina estaba sentada frente a la hermosa peinadora que su madre le había regalado; peinaba con cuidado su larga cabellera cobriza oscura, dándole forma a sus puntas onduladas. Después de cepillarlo, lo recogió en un moño alto y colocó la peineta en forma de mariposa de color azul que le había regalado Caden. Aquel recuerdo ya no la atormentaba, todo lo contrario, esas amarguras habían pasado al olvido. Desde que su madre abandonó la mansión Greenwood y estableció su taller, las cosas mejoraron para ambas. Clara se había convertido en una modista respetada gracias a su talento. Su empresa había prosperado tanto que tuvo que contratar a cuatro asistentes, incluyéndola a ella. Angelina se sentía orgullosa de su madre, que luchó incansablemente. Su padre, desde el más allá, les dejó una pequeña cantidad de d