— Ya dímelo — le pidió Milenka a Itzam mientras este arrullaba en brazos a su primogénito recién nacido.— No puedo creer que sea padre — respondió sin despegar la vista de su pequeño.— Itzam — lo llamó Milenka usando ese tono peculiar que le indicaba que hablaba muy en serio.— Algún día descubriré como le haces para leerme tan bien — señaló él.— Es sexto sentido — aseguró ella, observándolo desde la cama en la que descansaba.— Tienes razón, me pasan muchas cosas — admitió ante la mirada atenta de su esposa — Soy padre — sonrió al ver al bebé — tengo a mi lado a la mujer que amo … Y … El hombre que más odio en la vida … Murió — Milenka arrugó el gesto de inmediato.— Nerón, ¿ha muerto? — quiso saber.— Tantos años de intentar quitarse la vida y fue un infarto lo que acabó con él — reveló el pelinegro.Milenka apretó los dientes y todo su cuerpo se tensó por la ira. Si no estuviera tan adolorida por el parto, habría destruido por completo la habitación.— Sé que querías que sufrier
La luz del día comenzaba a ceder, dando paso a la oscuridad. Otro día más en que Milen o, mejor dicho, Estefanía, como ahora todos la llamaban, no encontraba esa pieza que le faltaba a su vida, una que encajara con su nuevo nombre, su nueva vida, su nuevo yo.Una chica universitaria que anhelaba comerse al mundo de un bocado mientras se abría paso a la madurez, disfrutando de esa felicidad sin responsabilidades y siendo inmensamente feliz.A ella le faltaba precisamente esa felicidad. Intentó recuperarla, dios sabe que lo hizo, cada día, cada segundo… y nada, su esfuerzo la llevaba siempre a lo mismo, a la desesperación y la locura.Se forzó tantas veces a fingir que estaba bien, que después de tantos meses lo había conseguido, ya le salía natural. Se volvió como un reflejo predestinado que su cuerpo activaba cada vez que tenía a alguien frente a ella.Como ahora que conversaba con Rigo, mientras caminaba por uno de los jardines que rodeaban los dormitorios de la universidad.— Estás
El abogado subió al vehículo tal y como Itzam se lo había pedido, lamentándose por haber sido descubierto, mientras tanto Itzam clavó su mirada en Milen, quien caminaba de regreso a su dormitorio, ajena a lo que sucedía.Una oleada de dolor cubrió su ya adolorido corazón como miles de aguas filosas clavándose en él. Solo lograba ver su espalda, sin embargo, de inmediato notó cambios en ella, su cabello era más largo, un poco más abajo de la cintura, se notaba más delgada, y no pudo evitar culpase de eso también.La impotencia aumentaba en él.Estaba tan cerca de ella, unos pasos y podría envolverla en sus brazos para no dejarla ir nunca más, sin embargo, un inmenso mar de traiciones y verdades dolorosas se interponía entre los dos.Itzam no podía olvidar ese detalle, no debía dejar de lado la razón de porque sacrificó su amor por el bienestar y felicidad de ella. Luchaba contra su propio egoísmo, cada segundo.Aunque significaba la agonía eterna para él, deseaba que ella siguiera con
— Por favor, por favor, juro que seré tu esclava un mes, si así me lo pides, haré todas tus tareas; pero di que sí — suplicaba la joven morena juntando sus manos a la altura de su rostro para reforzar su súplica.— No es necesario que hagas nada por mí; pero no puedo, ya te lo he dicho — respondió Milen con calma.— No me lo tomes a mal, Katy; pero sé que no tienes planes y estoy segura de eso porque yo siempre te pido que salgas — señaló su amiga.— ¿Quién dice que no? — reclamó la joven — voy a preparar bocadillos para llevar a la casa de ancianos.— Me dejas de lado por una bola de vejestorios — su amiga torció el gesto, indignada.— No digas eso, se los prometí, los pobres ya tienen bastante con ser abandonados en ese lugar por su propia familia, como para que venga yo y les mienta — Milen habló con toda seguridad.— Oye, te prometo que te acompañaré y llevaremos pastelitos para que coman hasta que entren en coma diabético; pero por favor ayúdame — el gesto de la morena se volvió
— No creí que vinieras — espetó Noah a Itzam, llevó la copa que sostenía en sus manos a su boca en un sutil movimiento.— Mi madre insistió — respondió su amigo cortante — El firme rechazo hacia todo lo que tenga que ver con ese maldito, le parece sospechoso — agregó.— No es la única, Ramona también se dio cuenta — reveló Noah.— ¿Ahora son amigos? — inquirió incrédulo Itzam.La pregunta de Itzam tomó desprevenido a Noah, hacía tiempo que él y Ramona sostenía una relación y no había sido capaz de encontrar el momento para decírselo y al paso que iban jamás lo encontraría.— Con quien más podría hablar, ahora que tú has desterrado a todos de tu vida — señaló Noah, esperando que su respuesta no le hiciera sospechar lo había entre ellos.> le había señalado Ramona>> Itzam no tiene la más remota idea de nuestra relación>>Noah esperaba que en verdad Ramona tuviera razón en eso, de llegar a ser lo contrario, Itzam lo mataría, aunque eso sería lo de menos, lo peor era
En medio de una fuerte exhalación, Milen se incorporó de golpe, respiraba con dificultad, sus pulmones abrazaban el aire que apenas les llegaba, como si hubiera pasado mucho tiempo privada de ese elemento.Sus ojos desorientados observaron a su alrededor, no reconoció el lugar, por la decoración sobria y elegante supuso que ya no se encontraba en el salón, se preguntó entonces cómo es qué había llegado hasta ahí.Apenas consiguen aplacar su respiración, esta volvió a agitarse con los recuerdos de lo sucedido antes de perder la conciencia. Los rostros sorprendidos de Ramona, Luciana y los demás, de la mirada aterradora que le dedicó Itzam al percatarse de su presencia; la fuerza de su agarre y cómo la obligó a abandonar aquel lugar.Con el pánico recorriendo cada parte de su ser, se contrajo sobre el elegante sofá en el que se encontraba recostada minutos antes. Él estaba ahí, Itzam, el hombre que la destruyó sin mostrar un ápice de compasión y ella no estaba ni cerca de tener la fuerz
— ¿Cómo está? — preguntó Itzam al ver regresar a Rigo. Se encontraba inquieto, no fue el mejor de los encuentros con Milen, aunque tampoco esperaba que lo fuera, aun así, resultó ser peor de lo que hubiese imaginado.— Feliz y contenta, por su puesto, ¿cómo crees que se va a encontrar después de lo que pasó? — respondió con sarcasmo el abogado, recordando como Milen aunque intentó disimularlo, no paró de llorar durante todo el trayecto al nuevo departamento.La joven no puso mucha resistencia cuando Rigo le informó que su departamento había sufrido un percance y tendría que ser trasladada; aunque la verdad era que Itzam dispuso de un lugar mucho más privado y repleto de vigilancia para ella.Ahora que Nerón había descubierto
—¡Mierda!, tu ex es Itzam Balcab — chilló con sorpresa Miranda. Al acudir ese día a la universidad, Milenka fue plenamente consciente que se enfrentaría a un bombardeo de preguntas por parte de su amiga.Y siendo sincera consigo misma, la chica se lo había ganado a pulso. Siempre era muy respetuosa con lo que Milen quería contarle sobre su vida, nunca indagaba más allá y en ocasiones rellenaba esos vacíos con sus propias historias, jamás se molestaba por tener que dar más detalles de su vida, cuando Milen solo decía lo mínimo indispensable para socializar.Por esa razón, Milen decidió que era momento de contarle un poco más sobre ella, sobre todo por qué tras su infortunado reencuentro con Itzam, era normal que Miranda tuviera preguntas y no pensaba mentirle, no cuando ella era completamente sincera y transparente con ella.Literalmente, Miranda era la primera amiga que tenía en su vida, una amiga real, de esas a las que puedes contarle todo y al mismo tiempo no necesites contarle nad