El abogado subió al vehículo tal y como Itzam se lo había pedido, lamentándose por haber sido descubierto, mientras tanto Itzam clavó su mirada en Milen, quien caminaba de regreso a su dormitorio, ajena a lo que sucedía.
Una oleada de dolor cubrió su ya adolorido corazón como miles de aguas filosas clavándose en él. Solo lograba ver su espalda, sin embargo, de inmediato notó cambios en ella, su cabello era más largo, un poco más abajo de la cintura, se notaba más delgada, y no pudo evitar culpase de eso también.
La impotencia aumentaba en él.
Estaba tan cerca de ella, unos pasos y podría envolverla en sus brazos para no dejarla ir nunca más, sin embargo, un inmenso mar de traiciones y verdades dolorosas se interponía entre los dos.
Itzam no podía olvidar ese detalle, no debía dejar de lado la razón de porque sacrificó su amor por el bienestar y felicidad de ella. Luchaba contra su propio egoísmo, cada segundo.
Aunque significaba la agonía eterna para él, deseaba que ella siguiera con su vida y fuera feliz, solo así valdría la pena tanto dolor. Esperaba que algún día Milenka pudiera perdonarlo, porque él jamás lo haría, jamás se perdonaría por hacerla sufrir así.
—¿Fue idea tuya o de Noah? — La voz de Itzam sonó como una brisa fría y espeluznante dentro del auto.
— Esperaba tener más tiempo — se excusó el abogado — De verdad creí que no estabas buscando — miro a Itzam con un poco de decepción.
— No lo hice — dijo el pelinegro secamente, dejando claro que no pretendía dar aplicaciones.
Rigo suspiro derrotado, no tenía sentido continuar ocultando las razones de por qué Milen no estaba estudiando en Londres como todo mundo lo creía.
— Ella no quiso irse… la conoces… Me lo suplicó y francamente al ver como se encontraba no pude negarme — explicó Rigo.
— Sabes el riesgo que ella corre — reclamó Itzam — sacrifique todo, por esto y tú … Pedazo de imbécil lo tiras a la basura — los ojos negros de Itzam estaban inyectados de furia.
— No es así, no sabes cuantos admiro el valor que tuviste para hacer lo que hiciste, de verdad, te has ganado mi respeto, has dejado muy claro que tu amor por ella es verdadero y me siento mal por tu sufrimiento y el de ella, sin embargo, no consideraste que Milen, tiene voz y voto en todo esto, Itzam, no podemos llegar y decirle que hacer, ya no es una niña.
Itzam se aferró al volante con amables manos y descansó su frente sobre el mismo, suspirando de frustración, sabía que Rigo decía la verdad. Milen era capaz de tomar sus propias decisiones.
— No pude convencerla de irse a Londres o cualquier otro lugar e incluso le propuse tomarse un año sabático, viajando por el mundo y no lo acepto. Paso todo el verano …
— Con Samuel Doecchi — espetó Itzam con amargura.
— En la villa de su familia en Roma, para ser exactos, sumida en una gran depresión, sé que el muchacho no te agrada; pero fue quien la cuido todo ese tiempo.
— No lo hizo porque sea un gran hombre, lo hizo por joderme — resoplo Itzam.
— Aun así, lo hizo, cuando no tenía ninguna obligación, de hecho, él fue hizo hasta lo imposible para convencerla de que volver no era la mejor idea; pero no hubo poder humano que lo lograra — aseguró el abogado — No te lo dijimos por qué ella pidió que te lo ocultaremos a ti y a todos, sabía que no podía hacerlo solo, así que le pedí ayuda a Noah, de igual forma necesitábamos cubrir sus rastros por si Nerón la está buscando.
— Lo hace — de pronto todo el cuerpo de Itzam se tensó — La ha buscado por todo Londres, ahora veo por qué no la encontró.
— Entonces no fue tan mala idea después de todo — Itzam lo fulminó con la mirada.
— No tardaría en encontrarla aquí — contracto Itzam.
— Hemos cubierto su rastro, todos sus registros están con su nuevo nombre, el cual Nerón no conoce, Milenka Sorni, no existe y para prevenir cualquier situación ocultamos sus apellidos. Yo soy su representante, cualquier asunto se debe tratar conmigo primero, ella no aparece en ningún lado — explicó Rigo con vehemencia.
Aunque consideraba revisará su estrategia, si Itzam pudo encontrarla cualquier otro también lo haría.
— Hay aspectos que no consideramos — alegó Itzam, parecía sumergido en sus pensamientos — la vida misma, el destino — agregó en medio de un suspiro — yo no tuve que buscarla, ella misma vino a mí — se burló de él mismo por atribuirle su encuentro con Milenka a algo tan incierto como el destino, más cuando él nunca creyó en eso.
— ¿Cómo fue? — preguntó Rigo intrigado y curioso.
— Hace unas semanas fui a un evento corporativo, desde que ella se fue, no volví a estar interesado en esas cosas, pero por alguna razón ese día, tenía una sensación extraña, algo me llamaba a ese lugar — relató Itzam. Su mirada se fijó en la nada, rememorando aquel día — en el dichoso evento sirvieron un sin fin de bocadillos, está de más decir que jamás pruebo algo, no obstante, la comida tenía un olor singular… fue como un imán atrayéndome — lo dijo como si hubiese sido inevitable — no sé si fue por curiosidad o instinto; pero me atrevía a probar a uno… y ahí lo supe.
— ¿Descubriste a Milen, por un bocadillo? — inquirió Rigo anonadado e incrédulo.
— El tiempo que estuvimos juntos, cocino para mí todo el tiempo, conozco su sazón … Era como su catador personal, cada platillo que se le ocurría me lo daba a probar — una especie de brillo mezclado con nostalgia, iluminó su mirada por unos instantes.
— El destino es impresionante.
— Es un desgraciado cruel — contracto Itzam — me costó la vida entera alejarme de ella para protegerla y al final nuestros caminos parecen empeñados a cruzarse.
— Tal vez significa que es mejor que estén juntos — afirmó con optimismo el abogado.
— Sabes lo que significa para ella estar cerca de mí, Rigo, tú mejor que nadie lo sabe, sería como ponérsela en bandeja de plata a Nerón.
— Sin embargo, estarías tú al frente de la fila para protegerla, yo e incluso Noah, no estás solo en esta lucha.
— Supondría decirle la verdad — Rigo no lograba contagiar a Itzam con su optimismo.
— Entonces continuará como hasta ahora — reclamo Rigo.
— No hay mucho que pueda hacer, excepto que esa vez me encargaré yo mismo de que se aleje de este lugar definitivamente — afirmó endureciendo su voz.
— No puedes hacerle más daño — advirtió Rigo — ella no lo soportaría.
— Lo sé — tampoco él podía tolerarlo — Lo haré sin tener que acercarme a ella.
— Estoy seguro de que con algo de paciencia y si no la presionamos, ella cederá.
— Por lo que veo no te ha funcionado bien esa táctica — alegó Itzam.
— Lo hará, con el tiempo, te superará y comenzará una nueva vida. Y perdón por decírtelo tan directo, pero así es, la cuestión es si tú, ahora que sabes que está cerca, podrás mantenerte firme y no aparecer en su vida de nuevo, por ninguna circunstancia, eso es clave para que podamos conseguir lo que queremos.
El mandamás de los Balcab se llevó las manos a la cabeza, hundiendo sus dedos entre sus largos cabellos con exasperación, sin estar seguro de que responderle al abogado.
— Vez, no puedes hacerlo, lo que sientes por ella es más fuerte que cualquier cosa, hasta la misma vida lo sabe, tanto que te trajo a ella sin buscarlo y tampoco podemos secuestrarla, meterla en un avión y enviarla lejos.
— No es tan mala idea — una sonrisa perversa se dibujaba en los labios de Itzam. No sonaba tan mal encerrar a Milenka en un lugar donde solo él pudiera verla — ¿qué tal una isla desierta? — agregó con picardía.
— ¿En serio?, ahora recuperas tu sentido del humor — algo indignado Rigo — porque eso suena como una muy mala broma, sabes que ella no lo consentiría jamás.
— Me mantendré alejado — aseguró — No puedo asegurarte que no vigilar sus movimientos y que si en un caso extremo no intervendré; pero solo si resulta muy necesario.
— ¿Estarás bien con eso?
— Tendré que hacerlo — Itzam se encogió de hombros. No era la forma en que le gustaría estar cerca de ella; pero por lo menos podría verla desde lejos y aliviar un poco los rastros de corazón que quedaban en él.
— Por cierto, la tía de Miel ha presentado alguna mejoría — inquirió de pronto Itzam. Después de su visita, sospechosamente sufrió un accidente que la mantiene en coma.
Itzam y Rigo estaban seguros de que Nerón era el responsable de que casi perdiera la vida, no obstante, por más que había buscado pruebas de aquello, no lograban encontrar nada, su única esperanza estaba puesta en que ella despertara y lo denunciara así podrían librarse de él, refundiendo en la cárcel de por vida.
— Nada, todo igual — informó Rigo.
— Confirmar con el doctor su traslado, no es bueno mantenerla en el mismo lugar. Nerón podría encontrarla y terminar lo que empezó.
— He conseguido un buen lugar cerca de aquí, me encargaré de todo.
— Bien, ya puedes irte.
— Lo haré después de ti — alegó el abogado.
Itzam rodó los ojos — No haré ninguna locura — aseguró.
— Por favor Itzam no me tomes por tonto, vi como la mirabas, casi sales corriendo tras de ella — señaló
— Bien, bien, me iré… después de unos minutos — el abogado no tuvo más remedios que confiar en su palabra y resignado bajo del auto de Itzam y se puso en marcha del suyo.
Itzam permaneció un par de horas más en el estacionamiento, mirando atentamente los edificios con los dormitorios, preguntando en cuál de ellos se encontraba la chiquilla que le robó el corazón.
Su vigilancia se volvió una actividad constante en su vida, pasaba horas rondando la universidad hasta conseguir verla, aunque sea unos minutos.
Seguirla desde su departamento hasta la universidad por las mañanas y de regreso, cuando las clases terminaban, se había convertido en parte de su rutina diaria.
Afortunadamente, Milen parecía no tener mucho interés en su vida social, de hacerlo Itzam, ya se había presentado frente a ella. Estuvo a punto de hacerlo cuando un compañero de clase apareció junto a ella en el estacionamiento, y se mostraba muy animado por acompañarla hasta su auto.
En esa ocasión Itzam, tuvo que aferrarse al volante con todas sus fuerzas para no correr a arrancarle la cabeza.
Bastó con observar algunos días para darse cuenta de que más allá de su escasa vida social, también noto que Milen llevaba una vida algo apagada, rutinaria, la joven se percibía a lo lejos sumida en sus pensamientos, como si prefiriera estar ahí que en el mundo exterior.
Las entrañas de Itzam se revolvieron por la culpa, la luz que rodeaba a la joven, que iluminaba su sonrisa y aquella profunda mirada, ya no estaba. Seguía siendo igual de hermosa; pero ahora la nostalgia y la tristeza era lo que le daba brillo a sus ojos.
Balcab, se repetía como un mantra que tanto dolor había sido necesario, ella jamás había aceptado separarse de él y definitivamente ella no podía quedarse a su lado, estaría en demasiado peligro.
Ahora que estaba tan cerca de ella, el ardor que invadía su pecho desde que se habían separado, lo llevaba a dudar, en esos momentos tenía más claro en su mente que seguirá como lo hacía, no era lo correcto; pero qué más podía hacer cuando era su único consuelo, verla, aunque sea de lejos.
Siempre la acompañaba una chica morena, alta, de modos estrafalarios y extrovertidos, suponía que era su amiga más cercana y afortunadamente para sus nervios, solo tenía amigas y no existía ningún chico cercano a ella.
También era consciente que algún día eso iba a cambiar. La idea de que en cualquier momento un hombre apareciera a su lado y ella le dedicara las mismas miradas cargadas de amor que alguna vez fueron suyas, era un tormento más a su ya larga lista.
— Por favor, por favor, juro que seré tu esclava un mes, si así me lo pides, haré todas tus tareas; pero di que sí — suplicaba la joven morena juntando sus manos a la altura de su rostro para reforzar su súplica.— No es necesario que hagas nada por mí; pero no puedo, ya te lo he dicho — respondió Milen con calma.— No me lo tomes a mal, Katy; pero sé que no tienes planes y estoy segura de eso porque yo siempre te pido que salgas — señaló su amiga.— ¿Quién dice que no? — reclamó la joven — voy a preparar bocadillos para llevar a la casa de ancianos.— Me dejas de lado por una bola de vejestorios — su amiga torció el gesto, indignada.— No digas eso, se los prometí, los pobres ya tienen bastante con ser abandonados en ese lugar por su propia familia, como para que venga yo y les mienta — Milen habló con toda seguridad.— Oye, te prometo que te acompañaré y llevaremos pastelitos para que coman hasta que entren en coma diabético; pero por favor ayúdame — el gesto de la morena se volvió
— No creí que vinieras — espetó Noah a Itzam, llevó la copa que sostenía en sus manos a su boca en un sutil movimiento.— Mi madre insistió — respondió su amigo cortante — El firme rechazo hacia todo lo que tenga que ver con ese maldito, le parece sospechoso — agregó.— No es la única, Ramona también se dio cuenta — reveló Noah.— ¿Ahora son amigos? — inquirió incrédulo Itzam.La pregunta de Itzam tomó desprevenido a Noah, hacía tiempo que él y Ramona sostenía una relación y no había sido capaz de encontrar el momento para decírselo y al paso que iban jamás lo encontraría.— Con quien más podría hablar, ahora que tú has desterrado a todos de tu vida — señaló Noah, esperando que su respuesta no le hiciera sospechar lo había entre ellos.> le había señalado Ramona>> Itzam no tiene la más remota idea de nuestra relación>>Noah esperaba que en verdad Ramona tuviera razón en eso, de llegar a ser lo contrario, Itzam lo mataría, aunque eso sería lo de menos, lo peor era
En medio de una fuerte exhalación, Milen se incorporó de golpe, respiraba con dificultad, sus pulmones abrazaban el aire que apenas les llegaba, como si hubiera pasado mucho tiempo privada de ese elemento.Sus ojos desorientados observaron a su alrededor, no reconoció el lugar, por la decoración sobria y elegante supuso que ya no se encontraba en el salón, se preguntó entonces cómo es qué había llegado hasta ahí.Apenas consiguen aplacar su respiración, esta volvió a agitarse con los recuerdos de lo sucedido antes de perder la conciencia. Los rostros sorprendidos de Ramona, Luciana y los demás, de la mirada aterradora que le dedicó Itzam al percatarse de su presencia; la fuerza de su agarre y cómo la obligó a abandonar aquel lugar.Con el pánico recorriendo cada parte de su ser, se contrajo sobre el elegante sofá en el que se encontraba recostada minutos antes. Él estaba ahí, Itzam, el hombre que la destruyó sin mostrar un ápice de compasión y ella no estaba ni cerca de tener la fuerz
— ¿Cómo está? — preguntó Itzam al ver regresar a Rigo. Se encontraba inquieto, no fue el mejor de los encuentros con Milen, aunque tampoco esperaba que lo fuera, aun así, resultó ser peor de lo que hubiese imaginado.— Feliz y contenta, por su puesto, ¿cómo crees que se va a encontrar después de lo que pasó? — respondió con sarcasmo el abogado, recordando como Milen aunque intentó disimularlo, no paró de llorar durante todo el trayecto al nuevo departamento.La joven no puso mucha resistencia cuando Rigo le informó que su departamento había sufrido un percance y tendría que ser trasladada; aunque la verdad era que Itzam dispuso de un lugar mucho más privado y repleto de vigilancia para ella.Ahora que Nerón había descubierto
—¡Mierda!, tu ex es Itzam Balcab — chilló con sorpresa Miranda. Al acudir ese día a la universidad, Milenka fue plenamente consciente que se enfrentaría a un bombardeo de preguntas por parte de su amiga.Y siendo sincera consigo misma, la chica se lo había ganado a pulso. Siempre era muy respetuosa con lo que Milen quería contarle sobre su vida, nunca indagaba más allá y en ocasiones rellenaba esos vacíos con sus propias historias, jamás se molestaba por tener que dar más detalles de su vida, cuando Milen solo decía lo mínimo indispensable para socializar.Por esa razón, Milen decidió que era momento de contarle un poco más sobre ella, sobre todo por qué tras su infortunado reencuentro con Itzam, era normal que Miranda tuviera preguntas y no pensaba mentirle, no cuando ella era completamente sincera y transparente con ella.Literalmente, Miranda era la primera amiga que tenía en su vida, una amiga real, de esas a las que puedes contarle todo y al mismo tiempo no necesites contarle nad
— Sé que mi presencia aquí no es del todo bienvenida — Ramona fue quien inicio la conversación — sin embargo, tenía que venir… tengo que saber … ¿Por qué? — su voz se volvió un murmullo. No era quién para pedir explicaciones; pero que más podía hacer cuando Itzam y hasta el mismo Noah se negaban a darle una explicación de por qué una de sus mejores amigas desapareció tan repentinamente sin decir nada, de la misma forma que apareció en sus vidas.— ¿Por qué?, que Itzam no te lo dijo — la voz de Milen sonó más dura de lo que hubiera querido, casi como un reproche.— Aunque tal vez no lo creas, no, no han querido contarme nada — respondió Ramona con sinceridad — y no me sorprende él y Noah, siempre han sido así. Reservados; pero tú … — Apretó los labios, lo último que quería al ir a buscarla era reclamarle algo — creí que éramos amigas.La culpa y el arrepentimiento despertaron poco a poco en el interior de Milen. Ramona, había salido pagando los latos rostros de algo que no tenía nada q
Pasaron ya varias semanas. Milen recuperaba casi por completo su rutina diaria, con ciertos cambios al integrar de nuevo en su vida a Ramona; esta se ha integrado de maravilla a ella y Miranda, compartían cierto gusto por llevar una vida social demasiado activa para Milen.Se mantenía en constante comunicación con ella, salían de compras, paseos o simplemente a tomar un buen café por lo menos tres veces a la semana. Milen sentía que necesitaba unas vacaciones muy largas, entre esas dos y la universidad ya casi no le quedaba tiempo para refugiarse en sí misma como solía hacerlo.Y extrañaba esa sensación de poder estar solo con sus pensamientos, de revivir el dolor en ella, aplastando su pecho hasta robarle el aliento; que las lágrimas corrieran por sus mejillas mientras ella miraba a la nada y no emite sollozo alguno. Se había vuelto adicta al sufrimiento por qué este la hacía sentir viva.Pasaba sus días con Ramona y Mirando y pese a que era entretenido y por momentos la distraía, no
Evidentemente, la visita de Ramona no pasaría desapercibida para Itzam, no pasaba nada dentro de la empresa de la que él no se enterase. Fue avisado de inmediato de su presencia en la empresa.No le pareció extraño que después de tanto tiempo fuera a buscarlo, de hecho esperaba su visita, después de haber enviado a Noah a advertirle que se mantuviera alejada de Milen, era de esperarse que esta se presentara ante él pidiéndole una explicación a sus advertencias.Lo que sí le pareció extraño es que hubiera dejado pasar tanto tiempo para ir a reclamarle, eso había sido hacía varias semanas.Enloqueció en el momento en que se enteró de qué ramona había a buscarla, estuvo a punto de desaparecer de la faz de la tierra a su propia prima para que jamás se atreviera a acercarse a ella, si no fuera por la intervención de Noah, Ramona hubieras sentido en carne propia el látigo de su ira.Este le aseguró que llevar a cabo un acto tan repentino solo provocaría llamar la atención y era lo último qu