II

La víspera del día en que Spegel debía partir a tierras lejanas, amaneció desnudo al lado de Marie, como lo había hecho muchas veces antes.

 Marie se levantó y su esbelto cuerpo desnudo fue bañado por la suave luz azulada de la luna. Abrió la ventana y respiró profundamente el aire fresco que entraba junto al rocío nocturno y que le movía los rizos.

 —Nuestro amorío fue genial, querida Marie —dijo Spegel aún entre las cobijas— lamento que termine debido a mi viaje.

 —Quizás es mejor así —dijo en alemán pero con fuerte acento francés— si Brumenstein descubre que yo, su amante, le soy infiel con un subalterno, nos mataría a ambos.

 —Para disfrutar la vida se deben correr riesgos, querida...

 —¡La vida! —suspiró Marie melancólicam

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP