IV
Semanas después...
Acompañé a mi prima Karina al concierto de Hammer cuando llegaron a Costa Rica como parte de su gira por América Latina una semana después de mis visiones. El gimnasio donde se realizó el evento era enorme y estaba repleto. Bajo una tenue lluvia escuchamos las hermosas líricas de la agrupación:
Te regalo las lágrimas que derramé,
amargas como ajenjo.
Te regalo las horas que pasé,
sumido en depresión.
Te regalo la melancolía,
del recuerdo de mi amor por ti.
Porque nunca mereciste
que las entregara por tú persona.
Y es que hoy me doy cuenta,
del error que cometí,
tu amor era una farsa,
en la que incauto caí.
Tus mentiras
Hotel Universal, habitación número 13.Toqué la puerta. Me encontraba empapada de pies a cabeza, producto de las intermitentes lluvias que no cesaban, a pesar de la protección de mi gabardina larga y negra. Tenía mi castaño cabello goteando copiosamente.Toqué de nuevo.La puerta se abrió ruidosamente, y sin intervención alguna aparente. Un aromático incienso llenaba la habitación. Me adentré a ella. La habitación estaba mal iluminada por unas candelas rojas, y en un extremo de la misma se sentaba Draken sobre un sillón bastante espacioso. A su diestra estaba Jezabel, ataviada con un provocativo traje de lencería roja.—Pasa, mi amada inmortal, pasa por favor.En cuanto penetré a la habitación, la puerta se cerró de golpe, y al hacerlo, noté la presencia de otra vampira, Mary Li, la
El Castillo de Drácula, Guanacaste,Un día después.Gómez languidecía en el calabozo acondicionado en las entrañas de la funesta mansión transformada en castillo. Había sido torturada largas horas, al igual que sus infortunados compañeros subalternos. Sólo habían sobrevivido al ataque inicial ella y dos agentes más. Uno murió a causa de las torturas infringidas esa mañana. Ahora sólo quedaban vivos ella y el experto técnico que sollozaba por el dolor en un cepo en la esquina.Gómez se encontraba encadenada al techo con severos hematomas en el rostro y las marcas del látigo en su espalda. Además tenía terribles quemaduras en su cuerpo producto de tizones ardientes y diversos golpes contundentes en las extremidades.Al lugar se adentró Wolf el bajista lobo y el grotesco gul jorobado que ejerc&ia
Ankh-Afna-Khonsu comenzó a realizar un macabro ritual de innovación, sobre un pentagrama pintado con sangre humana en el suelo. En la punta inferior se paraba Lord Drácula, y en las demás estaban Frankenstein, Anastacia, Ankh-Afna-Khonsu y el Profundo. En medio del funesto ritualismo, el cuelo se nubló, sonoros relámpagos comenzaron a surgir de entre los nubarrones, y las aguas del mar se volvieron tormentosas.Mientras, Samael y un grupo de unos 50 agentes especiales esperaban ansiosos y fuertemente armados, bajo la recién comenzada lluvia. Se les aproximaba un ejército de zombis caníbales hambrientos, una horda de vampiros sedientos de sangre y una legión de zooántropos furibundos; hombres lobo, wendigos, gente gato, etc. Los valientes agentes esperaban el comienzo de la contienda mortal.Gigantescos wendigos todos peludos y con filosos colmillos, cadáveres putrefact
PRÓLOGOLa primera vez que vi a Helen Orleans estaba en sus tardíos veinte. Es difícil de describirla realmente; heredó de su sangre europea una piel de una blancura casi translúcida, que con poca iluminación le proporcionaba un aura fantasmagórica, y contrastaba con un lacio cabello de color negro brillante, principal característica de su sangre latina, que resplandecía con la luz directa, aunque tras cierta experiencia preternatural se encaneciera completamente volviéndose blanco como la nieve. Pero ella lo tiñó para que su aspecto fuera más normal. Sus ojos verdes parecían dos esmeraldas brillantes y refulgentes, cuya mirada era imposible de soportar, y exudaba una melancolía marcada y profunda, casi deprimente. Sus rasgos tersos y suaves heredaron de su padre un aspecto lobuno y luciferino, pero con los pómulos indígenas maternos que resalta
Todas las Biblias y códigos sagrados son responsables de los siguientes errores:Que el hombre posee dos principios reales de existencia, a saber, cuerpo y alma.Que la energía, llamada el Mal, sólo pertenece al cuerpo, y que la razón, llamada el Bien, sólo es del alma.Que Dios atormentará al hombre en la eternidad por obrar el dictado de su propia energía...Pero los siguientes contrarios de éstos son verdad:El hombre no posee un cuerpo distinto al alma; pues lo que llamamos cuerpo es parte del alma percibida por los cinco sentidos, principales entradas al alma en esta era. La energía es la única vida, y procede del cuerpo, y la razón es el límite o circunferencia exterior de la energía.La energía es gozo eterno.Wil
II—Tenemos reportes de ataques de vampiros en la Calle de la Amargura todo el tiempo –me dijo Samael Valenzuela. –Es muy usual. Es uno de sus lugares favoritos. Incluso hay un bar que es administrado por vampiros.Samael me hablaba en el Hospital Calderón, donde Karina y yo fuimos llevadas. Yo me encontraba mejor, y bastó con una sutura rápida y una gasa sobre mi cuello. Karina, sin embargo, había perdido mucha sangre y estaban aplicándole transfusiones mientras reposaba bajo observación en una camilla.—¿Por qué el gobierno no hace nada?—Hacemos lo que podemos. Pero los agentes policiales expertos en lo paranormal somos pocos y muy secretos.—No sabía que había vampiros en este país. ¿Qué sabe de ellos, don Samael?—Soy un cazador de vampiros experto, entrenado en Europa,
IV Algunas noches después, me interné en el bar de la Calle de la Amargura, que es conocido por ser un nido de vampiros.Caminé en medio de las brumas provocadas artificialmente por la máquina de hacer niebla, entre los muchos danzantes que se movían extasiados al ritmo de la música electrónica, iluminados por luces fosforescentes de discoteca.Para la ocasión me había vestido totalmente de negro, con chaqueta y una falda larga. Me recosté en una de las columnas del lugar en la espera de su llegada.Casi pude sentir su presencia a una gran distancia. Escuchando sus pasos cadentes y su mirada clavada sobre mí. Conforme la bestia se aproximaba más y más, pude sentirlo en mi piel erizada, y en mi corazón palpitante. Cerré los ojos...—Sabía que algún día volverías a mí, mi amad
No recuerdo bien los eventos durante aquella tarde en que ataqué Samael en mi departamento y le consumí la sangre clavándole mis colmillos en el cuello. Pero si sé, que poco después arribó Draken.—Bien hecho... Helen, muy bien hecho. Te felicito. –Dijo jactancioso. Se disponía a finiquitar a Wang consumiéndole cada gota de sangre, cuando una ballesta encendida lanzada por uno de mis cazadores guardaespaldas, casi lo hiere, huimos a toda prisa.Aunque nos perseguían en vehículos negros, Draken contaba con una fuerza sobrehumana propia de su identidad vampírica, por lo cual, mientras corría a una velocidad asombrosa, me cargaba sobre su espalda, bien aferrada a sus hombros. Así, con el tiempo, fuimos capaces de burlar a los cazadores.En la noche, llegamos al aeropuerto donde esperaba el jet privado. Allí estaban ya Fray Abraham, T